Se estima que el 70% de los templos fue seriamente afectado:
La Iglesia Católica llora sus templos
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jueves 4 de marzo de 2010
No hay aún cálculo de cuánto se perdió en el terremoto, pero el daño patrimonial es severo y, en algunos casos, irreparable. También en regiones hay iglesias con pérdida total. Es el caso de las antiguas parroquias de Chépica y La Compañía.
Gustavo Villavicencio
Muchas de las iglesias que hoy presentan daño irreparable ya habían sufrido fuertes impactos en el terremoto de 1985.
Es el caso de la Basílica del Salvador (1892). Durante 25 años estuvo este templo, considerado uno de los más hermosos de Santiago, sin ser restaurado, porque no había medios suficientes para hacerlo. El sismo del 27 de febrero fue otra vez implacable y la Basílica sufrió un daño tan brutal, que casi parece una utopía pensar que ahora pueda ser recuperada.
Pérdida total es la de las antiguas Iglesia de la Immaculada Concepción de La Compañía y San Antonio de Chépica , ambas de la VI Región. Las construcciones no resistieron y hoy están reducidas a escombros.
En Santiago, la Basílica del Corazón de María (Zenteno 764), de estilo renacentista e inaugurada en 1879, sufrió desprendimientos en su interior y la cruz del frontis se vino abajo, mientras que el interior de San Saturnino (1844), frente a la Plaza del Roto Chileno, está desplomado y el campanario corre riesgo de derrumbe sobre las casas vecinas.
El imponente templo de la Preciosa Sangre (1902), a un costado de la Plaza Brasil, sufrió el derrumbe completo de su presbiterio y una trizadura que divide en dos la nave central. También tienen severos daños el Primer Monasterio de la Visitación , la Capilla de Ánimas , San Isidro Labrador y San Antonio de Padua , entre muchas otras.
Iglesia de San Antonio de Chépica: destrucción total
Fundado en 1824, el templo, a cargo del clero diocesano, no pudo resistir la embestida del terremoto. El pueblo de la VI Región la consideraba su joya patrimonial. El Obispado de Rancagua lamenta la pérdida de cerca de 700 de sus capillas.
Basílica de Lourdes: Cruz en suspenso y vitrales quebrados
Cuatro metros de altura tiene la cruz de la cúpula de la Basílica de Nuestra Señora de Lourdes que quedó tumbada tras el terremoto, pero en la cima de la cúpula, sin caer. Podría desplomarse en cualquier momento sobre calle Santo Domingo. El templo, inaugurado en 1958, sufrió pérdidas de los vitrales de la nave central, que fueron traídos especialmente desde Chartres (Francia). "Por suerte el hijo del artesano Gabriel Loire está vivo y mantiene su taller, de manera que si existen recursos será posible reemplazarlos", dice el hermano Ramón Gutiérrez. Las 16 esculturas de profetas realizadas por Lili Garafulic no sufrieron daños.
Perpetuo Socorro: una de sus "agujas" quedó como esqueleto
En calle Blanco Encalada se encuentra la Basílica del Perpetuo Socorro, que acoge una de las principales devociones marianas de Chile y que sufrió el desplome de todo el revestimiento de una de sus tres agujas, de la cual quedó sólo el esqueleto.
Iglesia de Calera de Tango: pérdida total de las imágenes
La hermosa iglesia de los jesuitas (1750), una de las más antiguas del país, vio afectado su interior. Trozos de estuco desparramados; vigas caídas de doce metros de largo, capaces de convertir una banca en astillas; destruidas todas las imágenes del singular barroco alemán-calerano. También la estructura de los muros se encuentra en malas condiciones.
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