martes, 16 de marzo de 2010

Penas y planes de las casas de campo tradicionales

http://www.emol.com/
14 de marzo de 2010

Terremoto 2010 Restauración:

No se dejan abatir, describen con claridad los enormes daños sufridos, algunos relatan su testimonio directo como moradores de estas casonas de adobes centenarias en la madrugada del 27 de febrero. No la cuentan de nuevo, pero están dispuestos a trabajar por salvar lo poco que queda de la arquitectura rural chilena tradicional.
MAGALY ARENAS y MAITE ARMENDÁRIZ

Elías Valdés, de Calleuque:


Iglesia de la Hacienda de Calleuque. A direrencia de la casona contigua, la capilla resultó con más daños. Se cayeron el frente, la torre y parte de su interior.

"La iglesia sufrió más"

Las dimensiones de este lugar son realmente impactantes. La casa tiene 3 mil metros cuadrados y está totalmente habitada, a ella hay que sumarle 1.500 metros cuadrados más de bodegas, una iglesia con capacidad para 200 personas sentadas y un teatro para 150 personas. La casa está toda habitada y en el momento del terremoto había en su interior unas 25 personas, incluidos niños y guaguas, pasando los últimos días de vacaciones. Nadie resultó herido.

La casona de 250 años de antigüedad, inicialmente fue parte de la hacienda jesuita llamada "San Felipe de Colchagua'' y era un lugar de retiro de la congregación. A pesar de los muchos terremotos que le ha tocado, no había sufrido grandes deterioros. Esta vez lo más afectado fue la iglesia porque se cayeron todo el frente, la torre y parte de su nave interior. En todas las habitaciones de la casa se produjeron derrumbes de estuco. Ninguna de sus murallas se cayó, pero sí de la bodega, lo que igualmente produce un deterioro al conjunto.

El teatro es de principios del 1900 y, según cuenta su propietario, Elías Valdés, en ese tiempo se dieron obras de relativa importancia. Muchas películas se han filmado en este lugar, siendo la última de ellas "Teresa''. Aquí también se hizo el preestreno de la película. Esta parte no sufrió daños importantes.

"Durante el anterior terremoto parte de la torre de la iglesia se dañó y se reparó. La única modificación que tiene la casa fue hecha hace 150 años y es precisamente esa falta de intervenciones lo que ha permitido que no haya sufrido daños importantes. Muchas veces la gente abre ventanas o puertas y eso termina dañando la estructura'', explica Valdés.

Para el propietario todo el daño es reparable, pero a un costo altísimo porque aunque no son estructurales, dada la superficie del lugar los daños son extensos. "La idea es reparar la iglesia completa, pero no tengo idea de costos. Yo espero que por ser una casa patrimonial

Francisco de Toro en Alhué


Casona de Alhué. Desde el suelo su morador vio cómo caían las tejas, se derrumbaban muros y aleros y se desprendían las hojas de las palmeras.

"Mi padre se salvó de milagro"

Francisco de Toro, socio y gerente de la Hacienda Alhué, demoró nueve horas en llegar desde Papudo hasta Alhué a socorrer a su padre, que vive en la hacienda. "Él alcanzó a arrancar de milagro, pero se cayó en medio del patio sin poder pararse por lo fuerte del movimiento".

La casa que perteneciera a don Mateo de Toro y Zambrano perdió casi la totalidad de las tejas del techo, se salieron todos los pilares de los corredores de sus basas de piedra, lo que causó la caída de ciertos aleros, la inclinación de algunos muros, grietas por todas partes y en tres sectores hubo derrumbes de muro. Por milagro se salvó prácticamente todo el mobiliario de época.

De Toro explica que estas casas nunca se terminan de arreglar y como estaba abierta al turismo habían puesto especial atención en los interiores. Después del terremoto del año 85 comenzaron con la recuperación de la casa como una iniciativa particular.

La casa -que tiene una superficie de mil metros- ya fue visitada por arquitectos y calculistas. Y la opinión es que a pesar del daño que se ve en las fotos se puede salvar. Y ésa es precisamente la intención de la familia. "El problema es que esta vez necesitamos del aporte de privados, instituciones, organismos internacionales, etc. No tenemos los medios. Nuestra casa es fiel testigo de una época, tiene un gran valor histórico, es Monumento Nacional y por ello es patrimonio de todos. Pocos se interesan en su restauración, nosotros sí, pero sólo si tenemos el apoyo necesario esta vez. Calculamos unos $ 80 millones en arreglos'', explica De Toro.

"En Alhué no hay mano de obra, necesitamos urgente de voluntarios serios y comprometidos'', pide Francisco de Toro.

Nieves Cosmelli en Santa Amelia de Almahue:



S. Amelia El sismo acusó todas las intervenciones grandes que se le habían hecho a la casa.

"Entre todos la volveremos a habilitar"

La arquitecta Nieves Cosmelli Pereira tiene claro lo que se debe hacer tras los daños que sufrió la casona Santa Amelia de Almahue, perteneciente a la familia Pereira Lyon, ubicada a 7 kilómetros al sur de Pichidegua, y que mantiene junto a tres de sus hermanos. "No sé cómo se salvaron todos mis sobrinos, que estaban adentro la noche del terremoto. Les costó mucho salir. Se desprendieron algunos muros, bloques de adobe muy grandes se cayeron y rompieron las camas donde estaban los niños ". Asegura que lo más dañado es el segundo piso, que tiene paredes de adobe grueso. "Los muros de adobe muy altos como en este caso no se comportan tan bien frente a estos sismos. Las paredes sufrieron grietas, desplazamientos. Se acusaron todas las intervenciones grandes que se le habían hecho a la casa después del terremoto de 1985, en que se cerraron y abrieron puertas; hicimos una chimenea, sacamos varios muros de adobe y fueron cambiados por tabiques. Pero hay sistemas de reparación".

En estos días, para proteger la casa del invierno, la familia la forró con mangas plásticas. "Por ahora todo lo que esté en peligro y tenga poca firmeza hay que ayudarlo con alzaprima y maderas. Tenemos toda una generación de nuestros hijos que están decididos a mantenerla. Entre todos la volveremos a habilitar. Es una casa patrimonial con un parque maravilloso, que se ha mantenido hace 100 años en la familia". Estima que las reparaciones costarán alrededor de 10 UF por metro cuadrado.

Mantención del adobe

El 15 de febrero pasado, la arquitecta había terminado de restaurar la antigua casa ubicada en Rafael, Concepción, de la familia Aninat Urrejola. "Son más de tres mil metros cuadrados de construcción de adobe y tabique; la tuvimos que rehacer en gran parte, afirmar y fijarla, y ahora no tuvo ningún daño mayor". Lo mismo ocurrió en Chépica, en donde las casas patronales del fundo El Rosario también resistieron bien, luego de las reparaciones a cargo de Nieves Cosmelli: "Las casas de adobe hay que mantenerlas en forma permanente, cuidar los techos para que no les entre humedad. Tras un terremoto como este hay que revisar las bases, las fundaciones, sacar los estucos y reparar como se debe: lo que está bien hay que amarrarlo, y lo que hay que rehacer a mí me gusta hacerlo con estructuras de madera, porque sostiene y se comporta en forma adecuada con el adobe".

Teresa del Río, La Estacada de Guacarhue:



Guacarhue Lo primero será afirmar los muros averiados y cubrir la casa con plástico.

"Ha sido una catástrofe total"

"Ha sido una catástrofe total, es muy desolador de ver. Por suerte no había nadie en la casa porque una muralla cayó sobre un dormitorio, las camas quedaron bajo tres metros de escombros.

Afortunadamente no es pérdida total pero los daños son muy grandes. La casa es parte de un conjunto donde hay una casa más antigua, una principal, una iglesia, bodegas, todo está adosado. Fue la muralla de la iglesia, que corresponde a la parte posterior del altar, la que se cayó sobre la casa. La capilla tiene murallas de 10 metros de alto y 30 metros de largo. Todo es de adobe.

Otro muro que cayó corresponde a la esquina del living de la casa, puede haber habido una gotera por el estado en que encontramos las maderas. Todo el revoque de barro cayó, eso por todas partes de la casa.

Además los pilares en la zona de las bodegas que tienen cada cara alrededor de 1,10 metros, están cortados en la base y otros desaplomados.

Esta casa había sido remozada el año 85 producto del terremoto, en esa ocasión cada teja se clavó y ahora resistieron bien. Hay sólo algunas corridas. No se hicieron más trabajos porque el terremoto no fue tan destructivo.

En una primera etapa estamos preocupados de afirmar los muros que están desaplomados y de ponerle plástico para poder pasar el invierno y empezar a arreglar. Todavía no sabemos cuánto saldrán los arreglos pero seguro que será bastante. Lo bueno es que todo es recuperable.

Otro cuidado que estamos teniendo es con el agua. La tenemos cortada porque no sabemos si puede haber una filtración lo que sería fatal en esta casa de adobe.

Se perdió mucho menaje, la mesa de centro del living, todos los muebles resultaron dañados, los faroles antiguos se rompieron casi todos y también los cuadros que habían pintados mis tíos. Recuerdo haber leído en una novela inglesa que una casa para ser una verdadera casa de campo tenía que tener cuadros pintados por las tías de la casa. Y en mi casa había en el comedor muchos cuadros pintados por la familia, esos se rompieron pero entiendo que se pueden recuperar. Ya compré kilómetros de plástico para poder recubrir las murallas y esperar las lluvias. Por ahora nos queda esperar que se calme la tierra''.

Mariano Valdés en Cunaco:


Cunaco "Tenemos un profundo respeto por el patrimonio construido y una vocación de conservarlo para las nuevas generaciones y para el país".

"El adobe no se lleva bien con el ladrillo"

Las casas de la antigua Hacienda Cunaco fueron construidas en 1875 por el arquitecto italiano Eduardo Provasoli, para Carlos Valdés Izquierdo y Ana Luisa Ortúzar. Uno de sus actuales moradores es el arquitecto Mariano Valdés: "En la construcción de esta casa se empleó ladrillo pegado con cal en la fachada sin corredor techado y adobe en el resto, materiales que no se llevan bien durante un sismo".

Durante el terremoto se encontraba durmiendo en el interior del inmueble junto a su mujer e hijos: "La casa colapsó en tres sectores: ambos extremos de las fachadas con sus bay windows y un muro lateral de adobe, todos de seis metros de altura.

En el sector que la familia llama "casa chilena" hubo daños en los techos de madera y teja, en varios muros de adobe y en el corredor colonial que se cayó completamente. Asimismo, un cincuenta por ciento de todo el cierre del parque en tapial de adobón, se cayó. En total se trata de varios cientos de metros lineales.

Recuerda que, a través de su historia, la casa ha tenido varios remozamientos. Después del sismo de 1985 había sido restaurada y reforzados sus muros dañados. "Nuestro sector, que data de 1875 y el sector previo de 1830, además del colonial (que pertenece a nuestro primo), habían sido recuperados". Agrega que hoy el sector diseñado por Provasoli y construido a partir de 1875 es el más dañado por contar con muros de dos materiales: ladrillo pegado a la cal en salientes de fachadas con "bay windows" y muros de adobes en todo el resto.

Mariano Valdés estima que los trabajos requieren de una inversión que va de 50 a 150 millones de pesos.

"Como familia, pensamos lentamente ir recuperando la casa; primero dejarla habitable". El propósito es reparar muros destruidos, instalaciones eléctricas, sanitarias, amén de ventanas, entre otros trabajos. Más tarde es necesario restaurar sus pinturas interiores, papeles murales, mobiliario destruido, lo que no podremos enfrentar por ahora. Sin embargo, si va a haber ayuda del Estado, esto podría lograrse más rápida y plenamente".

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