El medio siglo de "Los 400 golpes", la obra cumbre de la influyente "Nueva ola" francesa
http://www.emol.com/
http://www.uhu.es/cine.educacion/cineyeducacion/temas400golpes.htm
La película de Francois Truffaut le dio fama internacional a un movimiento que cambió el cine y que inspira a realizadores hasta la actualidad.
FERNANDO ZAVALA
Como buen hijo nacido del amor, la "Nueva ola" francesa creció para convertirse en el orgullo de sus padres y, con los años, dejar una huella imborrable. Este año, aquel influyente movimiento cinematográfico celebra el aniversario de uno de sus mayores hitos: los 50 años de "Los 400 golpes", la emblemática película de Francois Truffaut, que le dio fama internacional a este grupo de directores y críticos de cine asociados a la revista Cahiers du Cinéma que rompieron con las ataduras del pasado y crearon una nueva manera de ver y hacer cine. "Fue una generación cuyo eje esencial era que el mundo puede entenderse y vivirse con y desde el cine, sin importar que esto parta de un crítico o un cineasta. Eso en la realidad poco importa", dice el comentarista de revista Wikén Antonio Martínez.
"Ellos lograron inventar nuevas formas para decir cosas de fondo, a partir de un gran amor al cine y de un gran espíritu de juego", agrega el cineasta Sebastián Lelio ("Navidad") sobre este grupo de realizadores de quienes reconoce influencias. Además de Truffaut, lo integraron Claude Chabrol ("Le beau Serge"), Jean-Luc Godard ("Sin aliento") y Jacques Rivette ("Paris nous appartient"), entre otros. "'Los 400 golpes', como película insignia de ese movimiento, mantiene hasta hoy toda su vitalidad, la fuerza de la juventud; el tiempo no ha pasado por ella en lo que respecta a su actitud y poesía", agrega.
Ganadora del premio al Mejor Director en el Festival de Cannes de 1959, la cinta narra las experiencias de un adolescente etiquetado de problemático llamado Antoine Doinel, interpretado por Jean-Pierre Léaud, actor que se convertiría en el alter ego de Truffaut y con quien seguiría trabajando hasta poco antes de la muerte del director en 1984. Con deseos de conocer el mar, con una familia poco atenta y castigado en su colegio, Antoine deambula por las calles de París.
"Con esa película, Truffaut nos introdujo a un niño cuyo destino era cambiar el mundo", dice Antonio Martínez. "Este niño de fines de los 50 representa al joven que para la revolución de mayo de 1968 ya está en la universidad, protestando para remecer a la sociedad. Y si bien al final de cuentas no lo logró, al menos consiguió mover los pilares", explica.
Miguel Littin, el director de "El chacal de Nahueltoro", también reconoce a la "Nueva ola" como referente: "Ellos se desprendieron del neorealismo italiano para liberarse de una carga formal y adquirir una gran soltura, una liberación de la cámara, del encuadre, poniendo en un segundo o tercer plano la literatura del cine, como se conocía hasta ese momento. Y esa es una actitud presente en películas que hicimos en Chile a fines de los 60 como 'El chacal...' o 'Tres tristes tigres'".
Tres títulos clave
"Le beau Serge" (1958)
Director: Claude Chabrol.
Elenco: Gérard Blain, Jean-Claude Brialy.
Calificada como la primera película de la Nouvelle Vague, cuenta la historia de François, un joven que luego de una enfermedad retorna a su pueblo natal. Allí se reencuentra con Serge, un hombre amargado y alcohólico. François se encargará de rescatarlo.
"Sin aliento" (1960)
Director: Jean-Luc Godard.
Elenco: Jean-Paul Belmondo, Jean Seberg.
La ópera prima de Godard y una de sus obras más importantes narra las vivencias de Michel, un matón de poca monta que quiere parecerse a Humphrey Bogart. Huyendo de la policía, le pedirá ayuda a su novia estadounidense, Patricia.
"Jules y Jim" (1962)
Director: Francois Truffaut.
Elenco: Jeanne Moreau, Oskar Werner, Henri Serre.
Ambientada alrededor de la Primera Guerra Mundial, esta cinta narra la estrecha amistad entre dos jóvenes y su amor compartido, a lo largo de los años, por la bella Catherine. Primero, ella se casa y ama a Jules, luego será un triángulo.
Jean-Pierre Léaud (izquierda) hizo historia a los 14 años como Antoine Doinel de "Los 400 golpes".
Jean-Paul Belmondo y Jean Seberg de "Sin aliento", otro hito de la "Nueva ola".
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redacción@ellitoral.com
Edición del Domingo 03 de mayo de 2009
Fue la consagración de la nouvelle vague
Cumple 50 años la película “Los 400 golpes” de Truffaut
Retrato lacónico y autobiográfico del desamparo durante la pubertad, “Los 400 golpes” supuso el debut en el largometraje de François Truffaut y consagró hace medio siglo en Cannes a la revolución cinematográfica de la nouvelle vague francesa.
El afiche original de la película en francés.
Foto: Archivo
Mateo Sancho Cardiel
EFE
Los preceptos formales de este movimiento cinematográfico aupado por cinéfilos y que tenía como “centro de operaciones” la revista “Cahiers du Cinéma” -con Truffaut, Jean-Luc Godard, Louis Malle, Claude Chabrol y Eric Rohmer, entre otros- apostaban por el cine más adherido a la realidad, sin efectismos y con la flexibilidad de los avances tecnológicos en cámaras e iluminación.
Pero este manifiesto artístico, que había tenido en “Le beau Serge” (1958), de Chabrol, su obra fundacional, cobró relevancia internacional cuando un debutante Truffaut llenó de sentimiento universal esa armadura técnica con la pequeña historia de Antoine Doinel, un chico de trece años que busca su sitio en una realidad desestructurada y hostil.
“Los 400 golpes” (Les quatre cents coups) causó sensación en el Festival de Cannes de aquel año -se mostró el 4 de mayo de 1959- y se llevó el premio al mejor director, lo que ayudó a instituir el prestigio del “cine de autor”.
Ese mismo año, además, se estrenaron “Hiroshima mon amour”, de Alain Resnais, o “À bout de souffle”, de Godard, y así la solidez y la capacidad de influencia de la “nouvelle vague” no volvieron a ser puestas en entredicho.
Truffaut hundía su pasión cinematográfica en Alfred Hitchcock, al que reivindicaría como autor más allá del entretenimiento, y en “Citizen Kane” (1941), de la que diría: “La primera vez que la vi, supe que nunca en mi vida amaría a una persona tanto como a aquella película”.
Pero también amaba el cine de Francia -especialmente “Zéro de conduite” (1933), de Jean Vigo- e Italia, con predilección por el neorrealismo. No en vano, Roberto Rossellini sería testigo de su boda.
Los reflejos de la vida
Su cinta, en cambio, no mostraba una realidad descarnada, sino indiferente hacia las inquietudes de un niño que, con inteligencia e inquietudes pero sin referentes, no para de meterse en líos, que es a lo que hace referencia la expresión utilizada en el título.
“Siempre he preferido el reflejo de la vida a la vida en sí misma”, decía Truffaut. Y su capacidad para extraer belleza, nostalgia y profundidad a las partes más deprimentes de su autobiografía dieron como resultado su deslumbrante opera prima.
“La película es mucho mejor que el guión”, reconocía orgulloso en una entrevista del momento el director, a pesar de haber recibido una nominación al Oscar precisamente en esa categoría.
Truffaut quería así hacer hincapié en el valor narrativo de todas las nuevas armas expresivas, que seguían casi en silencio y sin emitir juicios al adolescente en su periplo por la delincuencia de medio pelo. Las mismas que convirtieron la escena final, la escapada del protagonista, en todo un icono cinematográfico.
Pero sobre ellas, lo que elevó la intensidad emocional y la vehemencia seca del retrato de la desorientación adolescente fue la naturalidad y la capacidad de improvisación del futuro actor esencial del cine francés pero entonces niño Jean-Pierre Léaud.
Cuando Truffaut convocó el casting, descubrió en él -al que consideraría el mejor actor de su generación- “a un chico más interesante, más impetuoso, más intenso que los otros” y capaz de dar “arrogancia y audacia” a un personaje “quizá diseñado un poco triste, solitario, introvertido y plegado sobre sí mismo”, en palabras del director.
Ese personaje era Antoine Doinel, alter ego de Truffaut quien, en una iniciativa artística sin precedentes, le seguiría durante 20 años a través de cuatro obras más: el mediometraje “L’amour à 20 ans” (1962) y los largos “Baisers volés” (1968), “Domicile conjugal“ (1970) y “L’amour en fuite” (1979), con la que el director no quedó satisfecho y decidió interrumpir su “relación”.
De ellas “Los 400 golpes” es la que menos humor contiene y la que más amargura conlleva. El contenido autobiográfico, tal como reconoció Truffaut, se iría diluyendo del personaje de Doinel, pero con trece años, el paralelismo era muy notable. Así lo demuestra que Truffaut dedicara la película a André Bazin, el teórico cinematográfico que sacó al joven François de la cárcel y le dio la oportunidad de canalizar su talento en las páginas de “Cahiers du Cinéma”.
La película de Francois Truffaut recibió los elogios de la crítica en el Festival de Cannes de 1959 pero se convirtió en un ícono de toda una generación
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The 400 Blows (Les 400 coups) (trailer)
Thirteen-year-old Antoine Doinel tries to cope with the various forces tearing his life apart: his parents' contentious marriage (made worse by the confined space of their apartment), his own lack of interest in school, his desire to live like an adult and have pocket money, and his adolescent desire for freedom. Feeling unloved and unwanted at home, Doinel begins to rebel--only to lose what little he already had.
http://www.criterion.com/
http://www.imdb.com/title/tt0053198/
http://www.criterion.com/asp/release....
Le Paris gris à la fin des années cinquante. A quatorze ans, Antoine Doinel n'a que des ennuis, tant à l'école qu'à la maison. N'ayant pas fait une punition, il sèche l'école avec son copain René. Dans la rue, il voit sa mère dans les bras de son amant. Le lendemain, il doit retourner à l'école sans mot d'excuse, et s'en tire en disant à l'instituteur que sa mère est morte. Mais le mensonge est découvert.
Jean-Pierre Léaud and Patrick Auffay - 16mm screen tests
Audition footage of Jean-Pierre Léaud, Patrick Auffay and Richard Kanayan for François Truffaut's "Les Quatre cents coups" (1959)
in French with English subtitles
0:00-1:34 is the Léaud audition footage
1:34-2:58 is Léaud and Patrick Auffay audition with improv dialogue
2:59-6:23 is the Richard Kanayan footage
It's mostly audition footage of Richard Kanayan, who played a kid in "The 400 Blows" and a part in "Tirez sur le pianiste" ("Shoot the piano player", François Truffaut, 1960)
Patrick Auffay played René in Truffaut's "Les Quatre cents coups" (1959) and "Antoine et Colette" (1962)
Léaud actually ran away from school for this audition, and that audacity probably helped his chances for this role.
Escena - Los 400 golpes de François Truffaut
François Truffaut: Director y crítico de cine francés, nació en París el 6 de febrero de 1932. Junto a Godard, Chabrol y Rohmer fue uno de los más claros representantes de la nouvelle vague ('nueva ola') movimiento de cineastas que se plantearon hacer cine de autor, en el que fueran ellos, aunque con presupuestos bajos, y no la industria cinematográfica quienes tuvieran el control de las películas realizadas.
Etiquetas: 50 años, Los 400 golpes, Miguel Littin, Nueva ola francesa
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