viernes, 4 de febrero de 2011

VAGÓN ANTIGUO DE TREN CONSTRUYÓ EMPRESARIO BENITO ARRAÑO

http://www.pichilemunews.com/
30 de enero de 2011

Sueño de un pichilemino, en La Serena, se hace realidad


Foto de maqueta de vagon color granate y crema

- El proyecto denominado “viventren” tiene el propósito de hacer “viajar” en carros del pasado, en el presente.

- Hoy domingo 30 es lanzado oficialmente en medio de un cóctel que durará varias horas, mientras se admira el primer vagón construido, totalmente en madera y que puede ser utilizado en múltiples fines.

30/01/2011. Motivado por sus cientos de viajes en tren, desde Pichilemu a San Fernando y a Rancagua, y viceversa, para seguir estudios más avanzados, y también por el deseo íntimo de tener –¡por fin!- un juguete que quizás nunca tuvo en su infancia pichilemina, el empresario Benito Arraño González hace poco concluyó su obra: un vagón de tren antiguo, réplica exacta a los que a él lo trasladaron y que son parte del glorioso pasado ferrocarrilero.

Radicado en la hermosa ciudad de La Serena, desde hace algunos años –tras estar viviendo y trabajando en Brasil- Benito Arraño nos cuenta que ha desarrollado y ejecutado este proyecto que está exhibiendo a pocos metros del Aeropuerto de La Florida en la ciudad nortina, en la IV Región de Coquimbo.

Arraño ha construido su “joyita” no solo para darse un gusto personal, sino para seguir desarrollando otros –a pedido- para ser ocupado en una multiplicidad de usos, ya orientados para uso habitacional, como para el turismo, en el campo, en la montaña y en la playa.

En otros usos comerciales, como Boutiques, Pubs, Café, Restaurantes, Ventas diversas.

Asimismo, oficinas, talleres de arte, salas de clases, sala de reuniones, salas de conferencia, etcétera.

Todos los modelos “están estructurados en madera y son una réplica fiel en la forma y figura de los que recorrieron a lo largo y ancho de Chile, y que hoy lamentablemente están en extinción”, dice en su página de inicio del sitio web: www.viventren.cl

Todo está planificado y es así cómo –para darle un puntapié inicial- Benito Arraño González ha enviado una invitación –que también nos llegó y de ahí que nos informamos- para hoy domingo 30, durante casi todo el día a un cóctel, para compartir y conocer que usted y usted, pueden encargar un vagón de tren y habilitarlo cómo desee y llevárselo al lugar en donde quiera instalarlo.

“pichilemunews” no puede dejar de alegrarse de esta iniciativa y desde este Portal deseamos éxito creciente en este nuevo proyecto profesional.

Y aunque lo más probable es que quede circunscrito en la Región de Coquimbo, eso es suficiente como para sentirnos orgullosos que un pichilemino triunfe fuera de nuestra región.

Los Arraño González

Aunque no tenemos toda la información de su familia, algo recordamos para darle a este artículo una mediana dimensión humana.

Era una familia antigua –originalmente de la localidad lacustre de Cáhuil, 13 kilómetros al sur del balneario pichilemino- y que en busca de mejores horizontes don Efraín y doña Ester se vinieron a la cabecera comunal de Pichilemu.

Agricultor, salinero y pescador, don Efraín formó una prolífica familia, donde –según conocimos- sus hijos fueron Ramiro, Luis, Eda, Raquel, Benito, Graciela, Inés, Eugenio, Héctor y Olga.

Con el paso del tiempo, don Efraín el jefe de hogar se transformó en “botero” y es –precisamente- en la laguna Petrel, cuando aún era usada como un paseo público navegable (en un futuro cercano, si se cumplen las promesas, volverá a ser navegable) y teníamos escasos diez años de edad, junto a otros amigos solíamos llegar en verano a arrendarle un bote para recorrer la laguna. O, si estaban ocupados, en los botes de Don Evaristo Vásquez, otro antiguo botero.

Con una de las hermanas menores de Benito, Olga, fuimos compañeros en el Liceo Mixto “José Miguel Camilo”, y amigo de sus hermanos Héctor y Eugenio, más cercano a nuestra generación. Benito, más adulto ya, era uno de los arqueros más admirados en esos tiempos. Lo vimos jugando por el “Arturo Prat” y por el “Cañonazo”, en esos atractivos y reñidos campeonatos de barrios de los últimos años de la década del 50 y primeros años del 60.

Hoy, uno de esos pichileminos –como otro de sus hermanos que se estableció en Pichilemu, con cabañas- es un próspero empresario radicado en La Serena que nos sorprende –primero con su invitación a un cóctel para hoy- y luego con los detalles de su proyecto.

Aunque sea con una bebida brindaremos por el éxito de este proyecto.


VAGON DE PRIMERA CLASE


Interior de vagon, mostrando piso y cielo.

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