martes, 24 de agosto de 2010

Familia de minero de Marchigüe atrapado en yacimiento San José





DIARIO VI REGIÓN
Lunes, 23 de Agosto de 2010 20:32 administrador


"Nunca perdimos la fe"

* "La esperanza que estuvieran vivos siempre estuvo presente entre nosotros", dijo Carla, hermana mayor de Daniel Herrera Campos, uno de los 33 hombres que permanecen bajo tierra desde hace más de dos semanas en la Tercera Región.


Daniel Herrera Campos

"La esperanza de encontrarlos con vida nunca la perdimos", señaló la hermana mayor del minero de la comuna de Marchigüe, Daniel Herrera Campos. En entrevista con el Diario VI Región Carla Herrera dice estar muy agradecida de Dios. "En estos difíciles momentos él les ha entregado la fortaleza necesaria para poder resistir" .
La familia del joven de 27 años, se enteró de la buena noticia minutos después de haber retornando de misa, cuando los vecinos llegaron a su casa y le contaron que los mineros estaban supuestamente vivos. "Encendimos el televisor justo en el momento que el Presidente de la República confirmaba que los 33 hombres atrapados desde la semana antepasada estaban con vida. La felicidad era enorme. Mi madre no lo podía creer y lloraba de alegría. La fe nunca la perdimos y los constantes rezos y oraciones por fin daban resultados. Yo nunca perdí la esperanza y tuve claro que mi hermano estaba con vida, aunque hubo gente que nos decía que teníamos que estar preparados puesto que también existía la posibilidad que estuvieran muertos".
La joven agradece a Dios por todo esto, y a todas esas personas que una vez conocida la noticia del derrumbe, estuvieron con ellos y se sumaron a las cadenas de oración y que el domingo se acercaron nuevamente a su casa para celebrar este verdadero milagro.
Daniel Herrera lleva más de dos años trabajando en faenas mineras, pero en el yacimiento San José está desde principios de este año. Tras el accidente viajaron a la zona desde la comuna de Marchigüe, su hermano menor y otros familiares. Su hermana Carla espera desplazarse a la Tercera Región de aquí a un par de semanas, todo ello dependerá del avance de las tareas de rescate, que según expertos, debería extenderse por al menos tres meses.
La última vez que estuvo con la familia, fue el día anterior al derrumbe. Los 10 días de descanso antes de reiniciar las faenas, el joven minero viajó a la Región de O'Higgins para estar con su madre y hermanos.

"Hoy estamos más unidos que nunca"
La situación generada producto del derrumbe ha unido mucho más a las familias de los mineros, especialmente a la de Daniel. "Hoy estamos más unidos que nunca. Desde ocurrido el accidente nuestra familia ha estado permanentemente comunicada para saber del avance de las operaciones de rescate y lo más importante para rezar y orar porque toda esta larga espera por fin nos entregara los resultados esperados".



Otro de los mineros atrapados en el norte y que tiene su familia en la Región de O'Higgins es Samuel Avalos de 43 años. La esposa del trabajador rancagüino asegura que la letra de la carta en la se indica que los 33 hombres están vivos, correspondería a su marido. La familia del minero había viajado al norte el 8 de agosto pasado y retornado la semana pasada. No descartan en los próximas días ir nuevamente al yacimiento.-
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El Rancagüino Online
Agosto 24, 2010



Madre de Daniel Herrera, uno de los 33 mineros. “No hay con qué pagarles a la gente que ayudó”

La noticia de que los 33 mineros estaban bien, provocó la algarabía entre los habitantes de la comuna de Marchihue, sector de donde es oriundo uno de los mineros atrapados en la Mina San José y que pronto cumplirá 20 días, es decir, el turno de trabajo.

Por: Felipe Alvear Silva
Fotos: Marco Lara


Daniel cuando realizó el Servicio Militar en Colina, después de esto comenzó a trabajar en colectivos.

Lágrimas, felicidad y por sobre todo admiración. Esas eran las acciones y sentimientos más repetidos durante la jornada del pasado domingo, cuando el país supo que los trabajadores de los escuadrones que trabajaban para lograr llegar donde estaban los mineros atrapados a cerca de 700 metros de profundidad en la Mina San José ubicada en la Región de Atacama, habían logrado comunicarse y saber que estaban todos vivos. Las emociones fueron tantas, que gran parte de los chilenos salieron a celebrar a las calles, festejando algo mucho más grande que un triunfo político o una gesta deportiva; festejaban una admiración a la resistencia y a la fuerza de un grupo de compatriotas que, a pesar de las inconveniencias, han resistido estoicamente ante lo que podría haber sido una catástrofe. Son “los 33” mineros.
Uno de ellos, Daniel Esteban Herrera Campos, es oriundo de Marchihue, una pequeña pero unida comuna ubicada al sur oeste de la Región de O’Higgins. El joven de 27 años partió hace un par de años a probar suerte al sector más productivo económicamente de nuestro país. Allá, en medio del desierto más árido del mundo, Daniel fue a encontrar una oportunidad para salir adelante. Trabajó en camiones, pero los altos salarios de la minería, lo hicieron tomar la decisión de ingresar a trabajar a la Minera San Esteban, empresa dueña de la Mina San José.
Durante estos siete meses que lleva en la mencionada mina, su familia no ha dejado de verlo, ya que cada vez que tiene descanso —cada 20 días—, viaja para estar con sus seres queridos y especialmente con sus amigos. Pero debido a los caprichos de la montaña pronto va a cumplir los 20 días sin poder visitarlos. Afortunadamente sus seres queridos ya están tranquilos, porque saben que su hijo está bien, y pronto saldrá para volver a su casa. Marchihue fue una fiesta, y como tal, todos los marchihuanos celebraron en las calles y especialmente en la casa de su madre, de la señora Alicia Campos.


Muchas muestras de cariño hay en Marchihue para con Daniel, incluso piensan recibirlo en grande.

Nunca pensé que estaba muerto
El día antes del accidente, Alicia Campos fue a dejar a Daniel al bus que lo llevaría hasta Santiago, para después embarcarse a Copiapó. Un fuerte abrazo marcó la despedida que ya se había hecho habitual; pero lamentablemente, al día siguiente se encontró que su hijo estaba en la triste nómina de los mineros atrapados. Hoy, cuándo incluso se piensa que los familiares podrán tomar contacto con los mineros, viajará a relevar a su otro hijo que ha estado en Copiapó desde el comienzo y que deberá volver al trabajo. Lo único que quiere es darle su apoyo maternal y decirle que lo quiere.
- ¿Qué pensó al saber que su hijo estaba en la lista de atrapados y que no había información?
- Fue dramático, pero nunca pensé que estaban muertos. Incluso soñé era que veía a mi hijo flaco y de barba. De hecho un día llegó un amigo del “dani” para contarme que había soñado con mi hijo y que lo había visto flaco y de barba, yo dije que no podía ser, porque no puede ser que dos personas soñemos lo mismo. Jamás pensé que iba a morir.
- ¿Cómo vivió el momento de saber que los 33 mineros estaban vivos?
- No vi las noticias, pero llegó una colega de mi hija y supe cuando veníamos llegando de la misa que hacemos los domingos. Nos dijeron que prendiéramos el televisor y la radio. Estaban todos comprometidos por los mineros, cuando pensábamos que estábamos solos.
- ¿Cómo ha sido el apoyo de la gente?
- El cariño de la gente acá ha sido un 7. No podría nombrar una a una a las personas que se ha portado muy bien con nosotros, porque dejaría a mucha gente fuera, de todos lados, incluso de los alrededores de Marchihue; de norte a sur, me han llamado de todos lados, incluso de Castro. Esto ha sido como una cadena para todos los mineros, yo lo único que he pedido siempre ha sido oración.


Su hermana Carla cuenta los días para volver a ver a sus querido hermano Daniel.

- ¿Qué puede decir de la gente que apoyó en el rescate?
- No hay con que pagarles a la gente que ayudó. Estaban todos comprometidos, 12 horas de turno y seguían, yo creo que sentían que eran sus colegas, estaban preocupados, el amor por sus compañeros, la solidaridad.
- ¿Le gustaría que volviera a trabajar en la mina?
- A mí no me gustaría, me daría mucho miedo, pero no puedo decirle nada porque es su trabajo y yo no puedo negarle el trabajo a nadie. De hecho, en todos los trabajos hay riesgos, lo malo de esto es que en esta pega puede que no vuelvas más, en otros trabajos por ultimo te pueden encontrar; eso es lo más difícil de esto.
- ¿Qué le va a decir cuando lo vea?
- Que lo adoro


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