sábado, 2 de octubre de 2010

Los De Ramón, biografía de sus integrantes; Raúl y Maria Eugenia

http://www.losderamon.scd.cl/raul.html

En Chile se dan grandes poetas y magnificos músicos, aunque rara vez se da la conjunción del caso: Raúl de Ramón crea bellos y profundos versos y melodías de gran calidad aportan brillantemente un paso decisivo de superación a lo nuestro, la satisfacción más exigente intelectualmente y con penetración profunda en la masa popular.
Fernando Silva, "Los Cuatro Huasos"

Como buenos huasos colchagüinos, cabalgan hacia la Historia.
José Zamorano, Poeta.

Verdadero "Huaso Caballero", que ama su tradición y la transmite en forma auténtica y noble.

Los De Ramón en Internet, aquí encontrará las biografía de sus integrantes; Raúl y Maria Eugenia, alma y espirítu de Los De Ramón.

LOS DE RAMÓN

RAÚL DE RAMÓN Una Siembra de Amor por el Folclore


1929-1984

RAÚL ALBERTO DE RAMÓN GARCÍA DEL POSTIGO, nació el 12 de mayo de 1929, cursó sus años escolares en The Grange School de Santiago, ingresó después a la Universidad Católica de Chile, donde obtuvo el título de Arquitecto. Se casó con María Eugenia Silva Fuentes y fue padre de dos hijos, Carlos Alberto (abogado), y Raúl Eduardo (médico neurocirujano).

Atraído profundamente por todo aquello que significara un contacto o evocación de los que son nuestras raíces, concentró toda su capacidad creativa en la investigación y producción folclórica chilena, logrando una fructífera labor en el campo de la música, la poesía, la literatura y la arquitectura tradicional.

La obra de Raúl de Ramón ha sido principalmente difundida a través de su contribución en el campo de la música folclórica chilena. Autor de más de un centenar de canciones en música y letra, sus composiciones abarcan la totalidad de las regiones de Chile, en lo que a ritmos se refiere, respetando las estructuras métricas y armónicas que las caracterizan básicamente. A modo de ejemplo pueden citarse: Norte: Rosa Colorada, La Mula Rosilla, Ponchito Morado; Centro: El Amor del Arriero, Camino de Soledad, Nostalgia Colchagüina; Sur:La Barca de Madera, Si me dices que me quieres, La Libélula; Chiloé: El Curanto, El Camarón, El Zorro Chilote.

Es importante destacar el profundo contenido que se encuentra en las letras de todas las composiciones de Raúl de Ramón.
Son el resultado de una excepcional capacidad de observación, asimilación y síntesis del paisaje, costumbres, personajes y experiencias, con lo cual, cada canción, a través de su letra, se transforma en una vivencia profunda, en un mensaje poético.

Una gran cantidad de estas composiciones muestra imágenes y personajes que parecieran ser repetidos u omnipresentes, pero, según lo expresa Raúl de Ramón: "SON EL ENCUENTRO EN MIS CAMINOS INTERIORES, GENERALMENTE SIMBOLIZADOS POR LOS SOLITARIOS, LOS ARRIEROS Y LA NOCHE: LA VIDA CONCEBIDA COMO UN CIRCULO SIN FIN; LA LUNA Y LAS ESTRELLAS COMO LOS IDEALES GUIAS; EL FRIÓ, LOS VIENTOS, LA TEMPESTAD, LOS ESPINALES, COMO LA ADVERSIDAD; EL ETERNO CAMINAR, COMO LA NECESIDAD DE INTROSPECCIÓN Y LOS CERCOS Y TRANQUERAS, LOS OBSTÁCULO QUE UNO MISMO SE CREA". (Arreo en el Viento, pág. XII).

Por otra parte, la diversidad de temas muestra, sin duda, la personalidad multifacética que lo caracterizó como un ser de extraordinaria sensibilidad frente al estudio y desarrollo de sus composiciones, las cuales asumen formas románticas, heroicas, humanistas, descriptivas e incluso jocosas.

En el ámbito literario propiamente tal, el legado intelectual no es menos importante que el anterior, habiendo publicado oficialmente dos libros y dejando un tercero impreso.

El primero de ellos, EL CABALLERO Y SUS DRAGONES, fue publicado oficialmente en Septiembre de 1981. Es una novela costumbrista, inmersa en nuestra más pura tradición huasa y campesina, descriptiva a veces de lo que ha sido la historia patria, así también como autobiográfica, que en agradables formas literarias y con la característica que definen su pluma, transmiten situaciones, personajes, imágenes y todo lo que formo parte de su entorno. El titulo del libro pretende enfatizar el que "UN CABALLERO TIENE SIEMPRE QUE HUMILLAR DRAGONES", esto es, afrontar día a día el desafío de la vida, lleno de obstáculos y sorpresas, con entereza, sin perder jamas el norte que marcaron sus antepasados, de tal forma que siempre satisfagan los objetivos planeados.

El segundo libro, RAÍCES EN LA BRUMA, es un poema épico, que invita al lector al encuentro con sus antepasados, pilares de la realidad cultural de un pueblo, refrescándoles, mediante una hermosa y elaborada poesía, su presencia en el tiempo y de esta forma llamarlos a impedir que sean sepultados definitivamente por las nuevas generaciones.

El titulo del libro es por demás explícito con su respecto a su contenido, constituyendo una muestra mas de la capacidad de síntesis y plástica, por medio de la palabra, del autor.

El tercer libro, ARREO EN EL VIENTO, no alcanzó a ser publicado oficialmente. Corresponde a la recopilación de todas sus canciones, a la manera de un cancionero didáctico, presentadas por zonas, de Norte a Sur del país, y agrupadas de acuerdo con su forma rítmica particular. Además, incluye un cuestionario, que fuera confeccionado por los poetas, prosistas y músicos contertulios del centro cultural "La Capilla", fluyendo entre las respuestas del autor su personalidad y muchos de sus pensamientos básicos.

El titulo principal del libro, ARREO EN EL VIENTO, según lo expresa Raúl de Ramón "ha simbolizado siempre un arreo espiritual compartido, y un arreo espiritual por los caminos interiores". A su vez, él titulo secundario, CANCIONERO SECRETO, también de acuerdo a lo mencionado por el autor, se debe a que "la mayoría capta las melodías y los ritmos. En ocasiones los estribillos. El mensaje poético suele permanecer desconocido".

Se observa, de acuerdo a todo lo anterior, el fuerte deseo por no dejar enclaustrado en su mente los pensamientos y conocimientos adquiridos; si no que, por el contrario, entregarlos a los chilenos, utilizando para ello diferentes formas de presentación. Es el caso de los distintos conjuntos de música folclórica chilena formados por Raúl de Ramón, en los cuales tuvo una activa participación. El primero de ellos se llamó LOS HUINCAS, que vio pasar durante su trayectoria de años, iniciada en la universidad, a 15 integrantes en distintas épocas, destacándose la presencia de Rogelio Muñoz, su gran amigo.

El segundo conjunto, sin duda el más importante de toda su carrera artística, y también en el ámbito nacional y continental, se llamó LOS DE RAMÓN. Este era originalmente un dúo que formaba con su esposa María Eugenia, definida en este sentido por él mismo como la gran voz que dejo mudo al compositor. Ella es una mujer con un gran temperamento, sensibilidad y arte para interpretar sus canciones. Juntos recorrieron América difundiendo nuestro folclore, ejecutando aproximadamente doscientos conciertos, principalmente en Estados Unidos y México, regresando cargados de un valioso material folclórico latinoamericano, el que también se preocuparon de dar a conocer oportunamente.

Posteriormente, a su regreso de tan exitosa gira, se unieron al dúo sus dos hijos, Carlos Alberto y Raúl Eduardo, con quienes interpretaron la casi totalidad de las composiciones del autor, quedando un vasto testimonio de ello: una notable cantidad de discos de corta y larga duración, así también como las grabaciones efectuadas por los distintos canales de televisión.

El ultimo conjunto que formó se llamo LOS HIDALGOS, integrado por Ignacio Bastarrica, Hector Inostroza, Raúl de Ramón y Leonardo Sanz, primera, segunda, tercera y cuarta voz respectivamente. Este fue un nuevo intento por revivir el agónico folclore tradicional chileno, basándose fundamentalmente en el repertorio y estilo que impusieron LOS CUATRO HUASOS, famoso conjunto chileno, a fines de la década del 20 y comienzos del 30; preocupándose por obtener la mayor cantidad posible de antecedentes del desaparecido conjunto, a través de materiales bibliográficos, grabaciones en discos de la época, conversaciones con personas relacionadas directamente con sus integrantes, y, por supuesto, los recuerdos personales que aun retenía en su memoria. Este conjunto, así orientado, fue parte de su diaria labor artística durante sus tres últimos años de vida.

Alejándose de lo recibido durante su formación profesional, el Arquitecto Raúl de Ramón, abogó por mantener latente la sensación y el calor de autentico hogar que le producía la casa de campo chilena. Así, todo lo que concibió en el ámbito de proyecto y ejecución, estuvo impregnado de ese sentimiento. Son de destacar, en ese contexto, su propia casa, ubicada en la comuna de Providencia, Santiago de Chile, y el restaurante El Alero de Los de Ramón, ubicado en la comuna de Las Condes, Santiago de Chile. Ambas construcciones evocan, en su distribución espacial interior, sus fachadas, su ornamentación y en general, en cada uno de sus rincones, aquella arquitectura tradicional que hoy pareciera estar desterrada de la metrópoli, invadida por la tendencia moderna de las formas rectas.

Por otra parte, no se puede dejar de mencionar el enriquecimiento que ha tenido el folclore chile con los nuevos ritmos y expresiones musicales que impuso Raúl de Ramón, denominados por el mismo como: Galopito, Dialogo, Solo y Arreo. Estos, que atribuye su autor como propios de la zona central, principalmente en la temática que desarrollan sus letras, rompen el ya tradicional esquema de las Tonadas, Villancicos, Cuecas, Canciones, Resfalosas, etc., que caracterizan a dicha zona y que también fueran abordados por él extensamente.

En Abril de 1984, y luego de una penosa enfermedad, muere en su hogar de Providencia, acompañado por su esposa y sus hijos. Todo el mundo artistico lamento su irremediable perdida e hizo eco en la inminente perdida de nuestras tradiciones y principalmente de nuestra identidad como país. Sus restos, cremados por su voluntad, fueron esparcido en su tierra que tanto amo, y a la cual le entrego toda su vida, aunque esta no ha sabido reconocer el esfuerzo desplegado por mantener vivo el espíritu campesino de Santa Cruz. Solamente una calle, quizás perdida entre tantas otras, recuerda el gran nombre de Raúl de Ramón, quien lentamente desaparece de nuestras memorias, quedando excluido del honor que realmente merece. Somos todos los que realmente amamos nuestra música los encargados de no dejar que se pierda en el olvido toda una vida dedicada a la música, debemos saber apreciar en su justa dimensión, todo el esfuerzo de Raúl de Ramón por mantener viva la música chilena, y dejar de buscar en lo foráneo lo que nos satisfaga como persona.

A RAÚL DE RAMÓN CANCION DE DESPEDIDA

Por los campos de Colchagua, el pueblo suele decir;

que cuando cae la tarde, se ve a un jinete venir.


Con un poncho de arreboles, y espuelas que estrellas son,

alazán y Caballero, cabalgan la canción.

No levanta polvareda, el viento es como su voz,

y el rumor del río,lo envuelve en una canción.


Con un Arreo en el Viento,Raúl de Ramón se aleja,

las nubes van tras sus pasos,caminando por las estrellas.

Una Rosa Colorada, la que lleva en su sombrero,

con ella se va en la noche,por los caminos del tiempo.

Letra y música de Willy Bascuñan, interpretada por María Eugenia silva, en el Festival

Anexos :
Carta a Raúl de Ramón -
Canción de Despedida (de Willy Bascuñan)
RAÚL DE RAMÓN Una Siembra de Amor por el Folclore
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MARÍA EUGENIA SILVA

Eterna Humilladora de Dragones


1929-2002


Maria Eugenia, alma y espirítu de Los De Ramón.

María Eugenia Silva Fuentes (Kenita, para los amigos), nace el 27 de Noviembre de 1929. Desde pequeña, cultivó el amor hacia las costumbres chilenas, alentada especialmente por su padre, el prestigioso don Carlos Silva Figueroa, y en especial a la música. Con una voz privilegiada, era lógico que su vida estaría dedicada al canto.

Luego de terminar sus estudios escolares, entra a estudiar Derecho en la Universidad de Chile. Luego de dos años abandonó la carrera para contraer matrimonio con una persona que conquistó su corazón, Raúl de Ramón, el "gordo de Ramón" como ella lo llamaba cariñosamente:

"Yo estaba cantando, a capella, como se dice, una canción de Raquel Barros, dedicada a la Vírgen. Fué en ese momento cuando conocí a Raúl, es decir, él me vió y preguntó que quién era, y a los pocos días ya me estaba llamando por teléfono. Luego mientras eramos novios, de uno de sus viajes, me trajo muchos regalos: vestidos típicos, artesanías, hasta un acordeón piano, que me quedaba demasiado grande, solamente se me veían los pies."

Luego de contraer matrimonio, comienza a trabajar en la biblioteca de la Universidad de Chile, donde estudió al mismo tiempo las carreras de Bibliotecónoma y de Secretaria Ejecutiva.

En 1952, luego de contraer matrimonio, el 1 de Marzo, nace su primer hijo Carlos Alberto de Ramón Silva, y en 1957, el 7 de Agosto nace Raúl Eduardo de Ramón Silva. Ambos hijos absorbieron el amor de sus padres por el folclore, y a los pocos años, siendo aún niños, los incorporan al ya famoso conjunto Los De Ramón.

Luego de varios años de carrera musical, profundizó sus conocimientos de folclore chileno (música, artesanía, costumbres, poesía popular, etc.) y de Música Latinoamericana Comparada, y tiene como maestro a su amigo, el destacado investigador, profesor de la Cátedra de Folclore de la Universidad Católica y miembro de la Agrupación Folclórica de Chile, el señor Manuel Dannemann.

También toma cursos de Cocinera Internacional y de Garzón Profesional en el Instituto Profesional Inacap.

En 1970, la familia De Ramón-Silva, abre un restaurante costumbrista y turístico en la comuna de Las Condes, "El Alero de Los De Ramón", donde se sirve comida típica y se presentan espectáculos tradicionales.También se realizan Comedias Costumbristas Musicales, y programas de televisión (Esquinazo, de RTU Televisión) y donde los garzones eran jóvenes universitarios, formados en cursos privados dictados por María Eugenia (Cocina internacional y de garzón), Raúl de Ramón (Control Hotelero) y por Carlos Alberto de Ramón (Garzón).

Para María Eugenia Silva, las Fiestas Patrias son: "Pura chilenidad, o sea, cuecas, volantines, fondas y por que no unas cumbias, pero de esas de verdad. Yo recuerdo los 18 junto a Raúl, hacíamos empanadas, asados, porque el "gordo" tenia muy buen paladar y comía de todo". Eso demuestra su gran amor hacia Chile.

En 1983, actúa junto a Silvia Piñeiro y Violeta Vidaurre, en la obra de teatro "Como en la Gran Ciudad", donde es aclamada por la critica, por su excelente actuación: "Ha nacido una gran actriz", comentó Italo Pasalaqua.

En 1984, luego de la muerte de Raúl de Ramón, su compañero de toda una vida, continua con su labor de propietaria y administradora del restaurante, donde se continúan realizando programas de televisión. Aun se recuerda la vez que, fallecido recientemente don Raúl, Pedro Messone la invita a cantar la tonada Canción de la Caballería, donde demuestra su fuerza, ya que aquella canción tenia un significado muy especial para Raúl de Ramón. Luego de un tiempo de seguir funcionando el restaurante, decide cerrarlo y venderlo, por que consideraba que estaba muy sola y era mucho trabajo para ella. Aun así continúa realizando algunas presentaciones en televisión y asiste a los numerosos homenajes realizados por la labor de Raúl de Ramón.

Son miles los recuerdo que atesora en su memoria y en su corazón. Como la canción Rosa Colorada, dedicada a ella por su esposo al igual que el libro "El Caballero y sus Dragones": "A María Eugenia, eterna humilladora de dragones. Raúl de Ramón".

Para ella, Los De Ramón, significa: "Una época muy bella, llena de felicidad y amor, aunque muy dura y sacrificada".

Un chileno destacado dijo de ella:"Aportó a Chile su voz maravillosa, su gran clase y distinción y con su canto y figura, ha llevado el nombre de su país en alto, como pocas mujeres han tenido el privilegio de hacerlo".

El día miércoles 20 de Marzo del 2002, falleció en su hogar en la comuna de Vitacura. Sus restos fueron velados en la Parroquia María Inmaculada. El día jueves 21, a las 10 de la mañana fue celebrada una Liturgia a cargo del Padre Enrique Contreras, quien profundamente afectado, nos recordó la calidad humana y artística de María Eugenia, luego de la celebración, sus hijos fueron los encargados de cumplir una de sus últimas voluntades, ser cremada y reposar junto a los restos de su esposo Raúl. Los medios de comunicación nacionales, unánimemente destacaron su calidad artística y daban a conocer la insustituible perdida para la música chilena y Latinoamericana.

Siempre recordaremos su cálida sonrisa, su amabilidad, su espíritu inquebrantable, su fuerza vital, su amor por el arte y por la música, en nuestros corazones guardaremos los mejores recuerdos de una persona que se entrego por entero al arte.

Adiós Kenita, siempre estará en nuestros corazones .

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www.musicapopular.cl


Foto: RCA.

Los de Ramón Biografía Discografía
Formación: Santa Cruz, 1956.
Disolución: 1971.
Años activos: 10 20 30 40 50 60 70 80 90 00 10
Género: Folclor
Integrantes:
Raúl de Ramón, voz, guitarra, guitarrón, bandurria (1956 - 1971).
María Eugenia Silva, voz, guitarra, charango, cuncuna (1956 - 1971).
Carlos Alberto de Ramón Silva, charango, cacharaina, cuatro (1963 - 1971).
Raúl de Ramón Silva, guitarra, acordeón, tambor (1965 - 1971).

Sitio:
http://www.losderamon.scd.cl/

La figura de la "OEA chica" con que se conoció a este conjunto es mucho más que una anécdota de la historia. Los de Ramón fueron ciertamente el primer proyecto de investigación e interpretación de la música de folclórica latinoamericana que se tenga registro. Una verdadera organización de estados americanos sintetizada en este núcleo familiar de músicos encabezados por Raúl de Ramón, y que de paso generó el impulso definitivo para cultores del folclor regional, indistintamente de si pertenecieron a las articulaciones del Neofolklore y la Nueva Canción Chilena. Si desde los años '60 la música de raíz chilena llegó a buscar referentes en manifestaciones similares tras los Andes, Los de Ramón representan el punto cero.

El linaje del primer dúo
El conjunto se inició formalmente en 1956, como un dúo entre Raúl de Ramón (n. 1929) y su mujer, María Eugenia Silva (n. 1929). Las familias de ambos estaban ligadas a la vida de campo en Colchagua. Mientras el pequeño de Ramón se sumergía en el repertorio de tonadas campesinas con el modelo de Los Cuatro Huasos muy presente, Silva tenía un sólido background en óperas italianas y zarzuelas españolas. Juntos interpretaban canciones de raíz folclórica en reuniones sociales privadas, las mismas que decidieron presentar formalmente como espectáculo en 1956, tras un viaje por Latinoamérica revelador para un joven Raúl de Ramón cuya profesión de arquitecto ya iba en retirada. La música sería su nuevo eje. Y María Eugenia Silva, quien había estudiado leyes, iba tras el proyecto con su reconocida voz.

De Ramón y Silva se configuraron como uno más de los dúos folclóricos activos desde los años '30, como el Dúo Rey-Silva, el Dúo Leal-Del Campo o el Dúo Bascuñán-Riquelme. Ellos serían el Dúo de Ramón-Silva. Pero para entonces ya eran un matrimonio establecido, y en definitiva el medio los conoció simplemente como "los de Ramón", nombre que terminaron por adoptar. Su primera actuación formal se registró en el Hotel Carrera. Luego otra aparición en Radio Minería les generó gran difusión. Era un dúo de guitarras o instrumentalmente variable y abierto, que utilizaba la cuncuna (acordeón de botones) y el charango, ejecutado por María Eugenia Silva prácticamente diez años antes de que llegara a las manos de los principales cultores de la música andina en Chile.

Los de Ramón fueron únicos en su contexto, pues a mediados de los años '50 ninguno de los conjuntos folclóricos chilenos tenía un repertorio abierto a la región americana, y eso quedó reflejado en su primer álbum, grabado para RCA Victor, Los de Ramón (1960). Allí interpretaron doce piezas folclóricas de todo el continente: "Señora María Rosa" (pasillo colombiano), "Florecita blanca" (tamborito panameño), "La nochera" (zamba argentina), "El marañón" (rumba cubana), "El negrito del Batey" (merengue dominicano), "La flor de la canela" (vals peruano) o "El sol y la luna" (cueca chilena) confirmaban la amplitud interpretativa del dúo, a la que habían accedido principalmente gracias a los viajes de estudio por el cono sur. Un par de años antes, la prensa nacional ya destacaba al grupo como "dominador del folklore de 20 países de América Latina" o los investía como el único conjunto "capaz de interpretar canciones típicas con instrumentos y trajes típicos de todas las regiones del continente".

Arreo nostálgico
En 1961 editaron Fiesta venezolana junto al arpista venezolano Ernesto Torrealba, y en 1962 iniciaron una gira programada para diez días que se extendió por ocho meses y los llevó a actuar en Nueva York y Chicago. Los de Ramón ya tenían una categoría consular y se presentaban en los exclusivos espacios de clubes sociales, embajadas y hoteles, frente a un público en esencia culto: folclor para intelectuales y reconocidas personalidades. Su instrumental había crecido exponencialmente: de las dos guitarras iniciales, charango y cuncuna, ahora había un enorme arsenal. En un escenario común y corriente, Los de Ramón podían tener tiples, cuatros, bongóes, badolas, bandurrias, tumbas, kultrunes, guitarrones. No hay un total definido. Más de treinta instrumentos, treinta sonoridades para las canciones que interpretaban Raúl y María Eugenia.

En 1962 y 1963 aparecieron los discos Arreo en el viento (considerado por Ricardo García, del programa "Radiomanía", como el mejor álbum de música chilena del año) y Nostalgia colchagüina. Por primera vez, Raúl de Ramón se aventuraba en la autoría de canciones de raíz. Su eje, esta vez, estaría en la zona central, en las aproximaciones de Santa Cruz, la tierra donde había vivido su niñez y juventud. De Ramón llegó a "crear" formas musicales a las que llamó "arreo", "diálogo", "galopito". Él era motor creativo del repertorio; ella, la gracia y el magnetismo.

En 1963 apareció por primera vez la figura de Carlos Alberto de Ramón Silva (n. 1952), el primogénito de la familia, de apenas once años. Es el momento en que Raúl de Ramón preparaba una segunda etapa para su conjunto con la incorporación de sus hijos, con lo que en 1965 se transformaría en el cuarteto Los de Ramón: una familia completa, como de hecho las hubo siempre en el folclor chileno, aunque esta vez con el enorme beneplácito medial. El contexto los ubica junto a los nuevos conjuntos del Neofolclor, Los Cuatro Cuartos, Los de Las Condes, Las Cuatro Brujas, Los Cuatro de Chile, Los Huasos Quincheros, aunque ya hombres como Rolando Alarcón (de Cuncumén) y más tarde unos iniciados Inti-Illimani, asociados al movimiento de la Nueva Canción Chilena, recogen aprendizajes directos de Raúl de Ramón.

La proyección del nuevo cuarteto
Con los pequeños Carlos Alberto de Ramón Silva (de trece años) y Raúl de Ramón Silva (n. 1957, de… ¡siete!) grabaron los discos Paisaje humano de Chile (1966) —donde aparecía la más célebre de las melodías de de Ramón, "El curanto"—, Los de Ramón en familia (1967) y El arca de Los de Ramón (1968). Fueron sus últimos grandes momentos, antes de los acontecimientos que confluyeron en la disolución del conjunto: la separación de Raúl de Ramón y María Eugenia Silva, la expropiación del fundo de Chomedahue en 1970 y la instalación del restorán El Alero de Los de Ramón en 1971.

Los hijos habían crecido y ya no podían posponer por actuaciones sus estudios. Los padres se centraron en este nuevo punto de encuentro en lo alto de la comuna de Las Condes, y aunque se mantuvieron cantando informalmente en ese escenario, el fin del cuarteto estaba anunciado. Sólo algunas apariciones posteriores y muy intermitentes en programas como "Chilenazo" posibilitaron la rearticulación del grupo. De Ramón ya tenía un nuevo conjunto:
Los Hidalgos.

El 19 de abril de 1984, víctima de complicaciones de una diabetes, falleció el patriarca y sepultó para siempre la posibilidad de reunión de Los de Ramón. El último estudio de investigación musical sobre la experiencia iniciática de De Ramón y su grupo folclórico fue realizado por el periodista Eugenio Rengifo (miembro histórico de Los Huasos de Algarrobal) y la historiadora Catalina Rengifo, en el libro titulado Los de Ramón. Un arreo en el viento.

Iñigo Díaz.
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Los de Ramon El Curanto


Los de Ramon cantando El Curanto cancion de Raul de Ramon

Los de Ramon Rosa Colorada


Los de Ramon cantando Rosa Colorada cancion de Raul de Ramon

Los de Ramon Cancion de la Caballeria



Los de Ramon Nostalgia Colchaguina

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4 comentarios:

A las 14 de octubre de 2011, 13:46 , Blogger Jaime ha dicho...

Estimada Sra. Melisa

Mi nombre es Jaime, y estoy sumamente interesado en leer la obra de Don Raul de Ramon, en especial el libro titulado " arreo en el viento". agradecería si usted puede darme alguna informacion donde encontrarlo. el problema es que vivo fuera de Chile, por lo que me interesa saber si puedo comprarlo por internet. mi correo es jsotoneira@gmail.com

mis felicitaciones por tan interesante blog.

saludos cordiales

Jaime

 
A las 14 de septiembre de 2015, 13:54 , Blogger q u i n o ƒ ƒ ha dicho...

Muchas gracias Melisa por esta entrañable semblanza de un grupo inolvidable, o para más énfasis, que no puede y no debe ser olvidado.

 
A las 9 de abril de 2019, 18:24 , Blogger Bernardo Bernal ha dicho...

Saludos. Estoy realizando una investigación sobre música navideña típica de países latinos, donde he incluido algunos villancicos del maestro Raúl de Ramón. Por favor, necesito contactar a alguno de sus hijos para solicitar información sobre este tema. Gracias

 
A las 3 de octubre de 2021, 5:29 , Blogger Carlos Madrid ha dicho...

Melisa. Cuantos hijos tuvo Raúl de Ramón ?.

 

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