lunes, 6 de agosto de 2007

Pichilemu



Pichilemu ; Nuevas atracciones turísticas en la costa de Colchagua

De catorce mil a 80 mil habitantes aumenta la población de Pichilemu en cada verano, lo que fomenta la iniciativa para entregar nuevas ofertas turísticas a los veraneantes durante la época estival.

El balneario más concurrido de la costa de Colchagua tiene ahora un nuevo circuito de turismo rural, denominado como La ruta de la sal y que está captando el interés de los miles de veraneantes que llegan a disfrutar de sus vacaciones a la localidad de Pichilemu.

La más conocida carta de presentación de esta zona, sin lugar a dudas, son sus olas gigantes y decenas de aficionados al surf que llegan a demostrar sus destrezas cada verano.

Este deporte, sin embargo, que convoca especialmente a la juventud, no es la única atracción del balneario costero de Colchagua.
Hay también otras que, para descubrirlas, basta con abrir los ojos y mirar alrededor para encantarse con sus atracciones y encantos. Por ejemplo, en Mallelmo, se puede ver cómo trabaja Aníbal Guerrero haciendo su carbón vegetal.

Ese mismo combustible y unos cuantos leños, servirán a sus vecinas María y Sara para calentar el horno de barro y sacar, posteriormente, el humeante pan amasado.

Más allá, en Barrancas y de madrugada, los hermanos González se entregan a la siega de cebada. "Tiene que ser con rocío, no ve que hay sereno en la noche", declaró uno de los familiares, los mismos que, como antaño, siguen cortando a mano y amarrando las gavillas que se desgranarán después en la trilla a yegua suelta.

Ahí se impone un alto a media mañana con una revitalizante chupilca de harina y tinto, con las cuales se reponen fuerzas y se continúa con el trabajo.
Mientras tanto, más abajo en las salinas de Cahuil, los salineros están en lo suyo. Llenan sus piscinas de tierra con agua de mar y dejan que el Sol favorezca el cuajado y la solidificación de la sal. Con los pies recocidos por la salinidad, Daniel Tobar va recogiendo con pala de madera el producto que se venderá después a sólo 40 pesos el kilo.
Esta sal, poco valorada en Chile, es tan apetecida en el extranjero que el trabajador fue invitado a Italia para hablar de su faena.

"La verdad es que fui invitado por Tierra Madre de Europa. No conocían este producto ni el sistema como se trabaja. La idea era rescatar todo lo natural de la tierra", afirmó Tobar, el salinero de Cahuil.
Los visitantes se sorprenden al conocer el proceso. La mayoría jamás lo ha visto en su vida. Pero eso es algo más de lo que se ofrece en Pichilemu. También destaca una artesanía en arcilla de primerísima calidad.
Como la familia Lizana Orrego, otras 20 se dedican a modelar y a pulir todo tipo de adornos y utensilios domésticos. Todo esto es parte de La ruta de la sal de la red de turismo rural El Encanto que opera en Pichilemu.

"En los últimos tres años les ha ido bastante bien, ha ido creciendo el concepto de ingresos que han tenido las familias por esto del turismo rural", sentenció Graciela Gutiérrez, encargada de turismo rural de la zona.
Por eso, Pichilemu se esfuerza en mantener las antiguas tradiciones, heredadas del siglo pasado como principal atractivo turístico. De entonces se conservan la vieja casona y el parque de Agustín Ross, el primero en descubrir las bondades de estas playas.
Y en esas mismas playas, de tarde en tarde, los amantes de los caballos se reúnen en la arena para competir con sus pingos, deleitando a los visitantes con sus gritos, apuestas y carreras a la chilena.

Es un argumento más para viajar y conocer un sitio ubicado a tan sólo un par de horas de Santiago.

Fuente; CANAL 13 2006



Video con hermosas fotos de Pichilemu.
Autor: hitcoke

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