lunes, 23 de junio de 2008

CARDENAL CARO: 142 AÑOS DE SU NATALICIO

142 AÑOS DEL NATALICIO “DEL NIÑO CAMPESINO QUE LLEGÓ A CARDENAL”, NACIDO EN LA COMUNA DE PICHILEMU
PUBLICADO POR WASHINGTON SALDÍAS GONZÁLEZ EN http://pichilemunews.cl/


¿Será recordado por la jerarquía católica? ¿Habrá una misa en su memoria?
¿Las autoridades de la provincia que lleva su nombre le recordarán?
El lunes 23 de Junio se cumplen 142 años del natalicio del primero de nuestros hijos ilustres: quien llegara a la máxima preladura de la iglesia chilena. Nos referimos al Eminentísimo Cardenal José María Caro Rodríguez, hijo de quien fuera el primer alcalde de Pichilemu, José María Caro Martínez.
El libro que escribiera en 1966 el sacerdote jesuita Alberto Arraño Acevedo, titulado “De niño campesino a Cardenal” –con motivo del centenario- nos sirve para parafrasearlo en el título de este artículo a modo de homenaje a su figura al más ilustre de nuestros hijos.
Aunque para algunos ciber lectores cueste creerlo –a raíz de hechos que por cierto lamentamos- nuestra comuna también tiene gente honesta en muchos ámbitos y que han llegado a insospechadas alturas, gracias a sus méritos y una serie de condiciones morales que los ha llevado a ser distinguidos, a desempeñar importantes cargos en una serie de campos del saber.
De ellos hay muchos, no solo en Chile, desempeñándose en diversos campos laborales, sino también en el extranjero.
Pero hoy nos ceñiremos a ese niño campesino y su familia, que naciera un día 23 de Junio de 1866 en la Hacienda San Antonio de Petrel, en el sector de Los Valles, en la que después fuera la comuna de Pichilemu. Fue su propio abuelo, Pascual Caro Gaete quien bautizó al niño, ya que la Parroquia se encontraba distante varios kilómetros.
Hijo de don José María Caro Martínez y de doña Rita Martínez Acevedo, matrimonio cristiano que a esa fecha tenía ya a tres hijas, llegando uno de ellos, Pedro Pablo, a estudiar derecho y que desarrollara su vida profesional en Rancagua. Otro de sus hijos – Francisco Adriano- fue también como su padre, alcalde de Pichilemu.



En la foto de 1906, aparecen sus padres, Rita Rodríguez Acevedo y José María Caro Martínez junto a tres de sus nueve hijos: Ellos son: José María, su hermana mayor –Rita- y el menor de sus hermanos hombres, Pedro Pablo.

Su familia tuvo en total, a 9 hijos: Rita, Cristina, Petronila, José María, Pedro Pascual, Francisco Adriano, Pedro Pablo, Cayetana, y Rosa.
El padre del niño José María se encontraba a la sazón trabajando como administrador de aquella Hacienda. Y junto con llevarlo a la Parroquia de Ciruelos para ponerles los santos óleos, cuando tuvo edad para entrar a la única escuelita en muchos kilómetros a la redonda, lo dejó a la edad de 7 años en el hogar de su padre en la Quebrada del Nuevo Reino, ubicado a una legua de Ciruelos para que éste iniciara sus estudios normales, por cuanto su hermana mayor, Rita, ya le había enseñado sus primeras letras.

Y así el niño José María empezó a destacarse tempranamente con su inteligencia y, ello no escapó al ojo del Cura Párroco de la época quien vio en él a un futuro “hombre de Dios”.
Poco tiempo pasó para que sus padres instados por el Cura Párroco decidieran enviarlo –mediante gestión del canónigo José Ramón Saavedra- al Seminario Conciliar en Santiago para que siguiera estudiando. Era el mes de marzo del año 1881 y aún no cumplía los 15 años.
Ahí termina sus humanidades en el año 1886. Y al año siguiente es enviado junto a otro seminarista, Gilberto Fuenzalida Guzmán- a estudiar a Roma al Pío Latinoamericano y a la Universidad Gregoriana.

La foto del año 1886 corresponde en su último año de Humanidades. José M. Caro aparece indicado con la flecha. En la misma fila, a su derecha, el quinto es José Miguel Camilo Aguilar, quien fue vicepárroco de Pichilemu.

¿Cómo se gesta este viaje?
Tras ser consagrado –el 3 de Enero de 1887- Monseñor Mariano Casanova como Arzobispo recibió el encargo de la Santa Sede de enviar seminaristas al Colegio Pío Latinoamericano, en Roma; pero como no conocía mucho a éstos, le pidió a su amigo y profesor de francés en el Seminario de Santiago, Manuel Sánchez, que le recomendara, señalándole: “Usted que conoce a los seminaristas ¿podría decirme a quiénes conviene mandar a Roma?.
Este contestó: “Hay un niño Caro, que junto con Fuenzalida, podría ir”.
El día 29 de septiembre de 1987 estaba a bordo del barco que lo llevaría a Roma.
Así, con esos diálogos, recordaba el Cardenal Caro en una entrevista para una revista católica.
Fuenzalida llegó a ser, también, sacerdote. Y más tarde llegaría a ser Obispo de Concepción.

PELDAÑO A PELDAÑO
El 20 de Diciembre de 1890 recibió la Orden Sacerdotal y al año siguiente obtuvo su Doctorado en Teología.
En el mes de septiembre de 1891 regresa a Chile; integrándose como Profesor en el Seminario. Ahí estuvo ejerciendo en las cátedras de Filosofía, Teología, Griego y Hebreo, entre los años 1892 hasta 1911. Aunque con un período en que ejerció como Cura Párroco de Mamiña, entre 1899 y 1900.
En el año 1911 es designado Vicario Apostólico de Tarapacá, con sede en Iquique.
El 5 de Enero del año 1912 fue preconizado Obispo y consagrado como titular de Milas el 28 de Abril de ese mismo año por el Papa Pío X. Cabe señalar que otro “huaso de nuestra región” fue consagrado como Obispo en la misma fecha, como titular de Oleno. El fue
Luis Silva Lezaeta, de la localidad de Tunca Abajo en la actual provincia de Cachapoal, que ejerció muchos años como pastor en la Diócesis de Antofagasta donde sus restos mortales están sepultados.

Fotos de 1890, tras ser ordenado sacerdote; de 1912 luego de ser investido como Obispo; y de 1939 tras ser nombrado Arzobispo de La Serena y luego de Santiago.

Su labor pastoral en el norte chileno no fue fácil. Las turbulencias políticas y el clima laboral en las salitreras, donde se unió injusticias sociales y la caída de las actividades salitreras llevó al Obispo Caro a enfrentar situaciones con personajes de la talla Arturo Alessandri Palma llamado “el león de Tarapacá”, y al líder sindical Luis Emilio Recabarren. Empero supo actuar con tino y prudencia, pero a la vez con firmeza. No obstante a su figura ascética y enferma logró salir airoso, incólume en ese mar de turbulencias e incomprensiones. Más aún: Querido y respetado por todos en el norte chileno.
En 1920 realiza una extensa gira a Europa donde visita varios países, en busca de atención a su salud, pero a la vez aprovecha de estudiar. Luego, antes de retornar al país, recorre Canadá y Estados Unidos.
El 25 de Diciembre de 1925 es nombrado Obispo de la Diócesis de La Serena. Estando en esa ciudad aún como su Obispo, es nombrado Arzobispo de la misma ciudad en 1938.
Y el año 1939 es nombrado con el mismo título de Arzobispo de Santiago.

La fotografía corresponde a una de las manifestaciones que le tributó Pichilemu y la provincia de Colchagua, con motivo de su nombramiento como Arzobispo. Vista parcial de las autoridades y vecinos, en los patios del Hotel Ross de Pichilemu.

Mi abuelo Juan Bta. Lagos Tobar entre los asistentes. (melisa)




El 23 de Diciembre de 1945 es elevado a la dignidad cardenalicia. Su capelo y demás insignias cardenalicias le son entregados por el Papa Pío XII el 17 de Mayo de 1946. Meses antes, en el Consistorio del 18 de febrero del mismo año, se le dio el título de Cardenal Presbítero, asignándosele el título de Santa María de la Escala.

El Cardenal Caro con tres Presidentes de Chile. Las tres fotografías corresponden a la despedida de ellos –Juan Antonio Ríos M., Gabriel González Videla y Carlos Ibáñez del Campo- tras participar de Te Deum.

La foto, de 1946 tras recibir los símbolos cardenalicios. Y en una de las
últimas fotos captadas en vida, el año 1958, tras regresar de Roma, en 1958.

SU SALUD
El Cardenal Caro pese a la longeva edad de 92 años, 5 meses y 11 días, estuvo tres veces al borde de su muerte. Incluso, ya ordenado sacerdote fue enviado como Cura Párroco de Camiña, un lugar con aguas termales, para que se curara, según le habían recomendado para sus dolencias.
La tuberculosis lo tuvo a tan mal traer que uno de los médicos que lo trató, perdidas todas las esperanzas, llegó a desahuciarlo. Aún así, se le envió al norte con la esperanza que el clima seco y las termas pudieran sanarlo.
Ese médico que había vaticinado el inminente fin del sacerdote Caro, murió sesenta año antes que el enfermo.
Esa enfermedad venía de antes, pues a poco de llegar a Roma, se le declaró una enfermedad al pulmón.
Al respecto señala en la misma entrevista que hemos referido: “Quedé hecho una calamidad. Es realmente para admirarse y dar gracias a Dios cuando pienso que estoy vivo. Todos mis compañeros, la mayoría de ellos obispos, eran robustos, más sanos y jóvenes que yo; sin embargo todos están muertos”.
Años después, en 1946, estando en Roma para recibir los símbolos de su condición de Cardenal, estuvo al borde de la muerte. A tal extremo que –por primera vez- se le aplicaron los últimos Sacramentos.
Ya restablecido recibió su consagración y símbolos y de regreso en el país el 15 de Junio de ese año, las autoridades nacionales y el pueblo de Santiago le recibió con especial solemnidad y muestras de cariño.

Dicha entrevista, realizada con motivo de sus noventa años de vida, por Monseñor Emilio Tagle Covarrubias, a la sazón director de la Revista Católica “Vida Nueva” logró una serie de detalles de prácticamente toda su vida, recordando al dedillo situaciones de su vida.
Respecto a su llegada al Seminario en Santiago, dijo: “Ingresé a la Sección San Pedro Damían, del Seminario, que era donde llegaban los niños pobres, y allí estudié cuatro años de humanidades. Éramos pocos en el curso, y cuatro de ellos llegamos a ser sacerdotes. En el quinto año nos juntaron con los demás alumnos del Seminario. Ellos nos miraban de alto abajo; pero en la clase de latín, éramos nosotros quienes mirábamos de alto abajo”.
De esa manera revela cómo él junto a sus tres compañeros eran mirados en menos por no ser parte de la misma clase social.
Es quizás esta misma consideración la que “evitó” que –tras su muerte- el camino a los altares quedara trunco, porque la jerarquía que le siguió no tuvo el entusiasmo adecuado por decirlo de una manera sutil.
De hecho, el año 1979 cuando averiguamos ante algunos personeros eclesiásticos, como el Padre Iván Eyzaguirre, ya anciano, nos dejó traslucir el poco interés de quienes llevaban la causa y trámites.

La última visita que efectuó a su tierra natal, fue con motivo del Congreso Eucarístico realizado el 3 de Diciembre de 1953 en Pichilemu, ocasión donde fue distinguido con el título de “Hijo Ilustre de Pichilemu”. En la foto camina por la Avenida Ortúzar.

El Cardenal es asistido por el sacerdote español Presbítero Enrique Padrós Claret, quien fue Cura Párroco de Pichilemu por cerca de diez años. El Hogar de Ancianos de la comuna lleva su nombre.

HUMOR
El cardenal Caro, pese a ser desde niño muy serio, tenía a la vez un humor muy típico de la gente de campo, el que queda reflejado en algunos ejemplos que están en entrevistas y recuerdos de familiares y de personas que estaban más cercana en su labor pastoral.
Veamos algunas.
“ …. Ellos nos miraban de alto abajo; pero en la clase de latín, éramos nosotros quienes mirábamos de alto abajo”. Este fragmento indica, muy finamente su manera de reírse de quienes lo miraban en meno cuando estaba estudiando con seminaristas de más alta alcurnia y de rancios apellidos.
Un oculista al descubrir la dificultad que tenía el ya anciano Cardenal, en uno de sus ojos, le dijo: “Que pena Eminencia, que no pueda ver bien con ese ojito”. Este se refería al ojo derecho del cardenal. Y agregó: “Pero eso se debe seguramente a sus años …”.

“¡Qué raro –contestó el cardenal-. Este ojo (izquierdo) tiene la misma edad que yo y veo lo más bien con él!”.
Sobre sus viajes en representación de la Iglesia chilena, y sobre su obra lo dejaremos para una futura ocasión: cuando se cumplan 50 años de su muerte, ocurrida el día 4 de Diciembre, a las 13.23 minutos, en 1958.

Camino a los altares1968
El Comité Permanente del Episcopado de Chile aprobó su postulación de beatificación.
Lema pastoral: "Dios es mi fortaleza y mi refugio''
Actualmente es: siervo de Dios

http://www.elcachapoal.cl/

Cambio en calendario escolar por conmemoración del natalicio de Monseñor José María Caro

Rancagua, 23/06/08.- El Secretario Regional Ministerial de Educación, Mario Avilés Vargas oficializará resolución de efeméride de natalicio del Monseñor José María Caro, como parte del calendario escolar de la provincia que lleva su nombre.

Además la ceremonia contará con el lanzamiento del concurso de Ensayos para alumnos de Enseñanza Media sobre la vida y obra de este honorable Cardenal hijo de la localidad de Cahuil, Pichilemu.

La actividad se realizará este lunes 23 de junio a las 11:00 hrs en las dependencias del Arzobispado de Rancagua, ubicado en O´Carrol Nº535.
Esperamos contar con vuestra valiosa presencia.

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