IMPORTANTE DONACIÓN PARA EL MUSEO DEL NIÑO RURAL DE CIRUELOS
FUENTE: www.pichilemunews.cl
10/03/09. Una valiosa donación de diversos objetos y reliquias de incalculable valor donó el Cardenal Jorge Medina Estévez, tras cumplir con su promesa luego de visitar el Museo del Niño Rural de Ciruelos, en diciembre del año pasado.
Así lo dio a conocer a “pichilemunews” el director de la escuela de lugar y, a la vez, del Museo, el profesor Carlos Leyton Labarca.
Al proporcionar más detalles de las donaciones, Leyton señaló que el Cardenal Medina estuvo visitando la localidad de Ciruelos en el mes de diciembre del año pasado con motivo del cincuentenario del fallecimiento del Cardenal Caro. En la ocasión –precisó Carlos Leyton- aprovechó de visitar el Museo y de bendecir objetos donados por la familia del Cardenal Caro.
“Asimismo –agregó Leyton- en el mismo acto ofreció realizar alguna donación para el museo y antes que terminara el mes de diciembre de 2008 hizo llegar como donación un yatagán del Ejercito de Chile utilizado en la Guerra del Pacífico fechado en 1879 y una réplica de la espada del General Bernardo O”Higgins”.
“Pero aquello no es todo –manifiesta el profesor- recientemente a fines de febrero nos ha vuelto a sorprender obsequiando un cáliz de plata trabajado a buril, hecho en Francia en la segunda mitad del siglo XIX”.
“Estas piezas tienen un doble valor, por una parte lo que son en sí y por la otra el haber sido donadas por la más alta jerarquía que ha tenido la Iglesia Católica de Chile en Roma”, indicó.
Finalmente, el director del museo Carlos Leyton Labarca expresó: “Aprovecho la ocasión para hacer públicos los agradecimientos por el gesto de desprendimiento del Cardenal Medina; como asimismo agradecer a las numerosas personas y familias que han realizado donaciones de objetos a este museo, constituyéndose a la fecha en el más importante de la provincia de Cardenal Caro”.
MUSEO EN CIERNES
Así se iniciaba el titular principal que le destinamos en la edición del 7 de Noviembre de 1986, en el periódico “PICHILEMU” –padre de “pichilemunews”- al destacar la serie de piezas y elementos reunidos. Una página completa le destinamos en la ocasión, con parte del material gráfico que tomamos a la importante cantidad de objetos de diversa índole.
“Un verdadero mini “museo” –que crece día a día, desde tres años a la fecha- mantiene en una de las salas de la escuela que dirige en Los Ciruelos el profesor Carlos Leyton Labarca, secundado en su labor extraescolar por un grupo de doce alumnos –recolectores, tanto o más entusiastas que él, denominados “Nuestras Raíces”.
En la misma edición nos referimos en crónica aparte, al descubrimiento de los que podría ser el hallazgo de un cementerio indígena, en la que encontraron valiosos objetos cerámicos entre ellos un cántaro pequeño e intacto en un 98%, entre otros elementos.
Y sucesivamente, en otras ediciones seguimos destacando cada progreso, al tiempo que apoyábamos la necesidad de que los organismos pertinentes apoyaran esa labor de rescate y de construir un inmueble ex profeso; aunque el profesor se contentaba con la posibilidad de que en la Parroquia de Ciruelos se habilitara una nave, de tal manera de exhibir también elementos religiosos de indudable interés y valor.
Posteriormente cambió de parecer, y el profesor expresaba en la edición del 17 de Enero de 1987: “Si no me ayudan ni apoyan, me daré un plazo no mayor a tres años para construir yo mismo un museo”.
Todo ello después de manifestar a las autoridades de la época la posibilidad de apoyo de construir o habilitar algún recinto para exponer en algún recinto en forma segura el valioso material reunido a la fecha.
El profesor Leyton –sin expresarlo explícitamente- dejaba entrever que, aparte de las felicitaciones para él y los niños del grupo “Nuestras raíces”, no había nada que permitiera suponer, siquiera, un apoyo lejano.
Pero por incierto que se presentaba un eventual apoyo, ello no lo amilana, sino por el contrario, su decisión de salir adelante tarde o temprano, al punto que expresaba: “Felizmente dispongo de un terreno donde puedo construir. Puedo conseguir madera, tal vez pizarreño y junto a algunos colaboradores, levantarlo”.
Nuestro periódico terminaba así el artículo: “A nosotros no nos cabe duda que él tendrá que hacerlo. Y nos atrevemos (a decir) que será antes que surja el museo pichilemino (que planteábamos) que sigue esperando el funcionario que se proponga sacarlo adelante. Desde ya, profesor, cuente con el “Pichilemu”. Nosotros le regalaremos las tarjetas de invitación para que usted las curse y vayan a inaugurar su museo”.
Eso es un botón de muestra de la forma en que hemos apoyado en el tiempo al museo de Ciruelos.
No obstante, a todo lo anterior –como se lo hemos dicho al director y profesor Carlos Leyton- si bien es un mérito que haya salido adelante con su Museo; el recinto definitivo –que el anunciaba construir si no lo apoyaban- salió definitivamente muchos años después como un proyecto FONDART que se postuló a través del municipio pichilemino, luego de varios intentos, y pese a que él mismo –siendo concejal- ya no quería persistir con esa instancia.
Así y todo se volvió a repostular y, finalmente, fue aprobado. ¿No te recuerda, ex colega concejal? ¿Tampoco se recuerda cuando usted era de la idea en dinamitar el edificio del ex Casino y construir un edificio moderno, o lo dijo en broma?
Es posible que hoy –si lo recuerda- diga que fue una broma. Si fue así, aunque a mí no me pareció para nada una broma pues lo dijo muy en serio, es la única forma de comprender que el día de la “apertura o entrega del edificio restaurado y remodelado, el 23 de enero recién pasado, haya sido uno de los oradores”. La verdad que –cuando me lo contaron- no lo quería creer, aun cuando en sus palabras reconocía todo lo que –en representación de muchas personas del ámbito cultural y artístico- habíamos luchado para que esa instancia se haya concretado, materializado.
Durante el ejercicio del cargo de concejal, asistí a un Seminario sobre Turismo en la ciudad de Vicuña. Un largo informe –que no le agradaba a muchos- informé detalladamente sobre él y de lo sorprendido que quedé porque solo en la ciudad habían tres o cuatro museos temáticos.
Es por ello que seguí impulsando la creación de un Museo para Pichilemu. Lo que no significa que porque exista uno en la cabecera comunal, no puedan existir otros, como el de Ciruelos.
Bien pueden existir dos, tres o cuatro museos en Pichilemu. Material para ello –como lo hemos repetido en más de alguna ocasión- hay de más. ¿Por qué no puede existir el Museo de la Sal?, ¿Por qué no el Museo del Surf, idea que nos dio la destacada gestora cultural curicana, Gloria Valdés, en una visita que nos hizo ya hace ocho años? Acaso hay que esperar que otra ciudad lo tenga, ¿cómo es eso de la capital del surf y no somos capaces de implementarlo?
Y perfectamente podría haber uno multitemático, pero falta –obviamente- que las autoridades no solo pronuncien la palabra cultura, sino que la construyan con hechos.
Etiquetas: Carlos Leyton Labarca, Ciruelos, Museo del Niño Rural
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