CENTRO CULTURAL MUSEO LIRCUNLAUTA
Revista Final
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Comentario nº 1
Mauricio Ramirez ha escrito
El 25 de febrero de 2009 a las 14:28
Documento de Don Hugo Muñoz Rivero:
Siempre ha sido preocupación de los integrantes del Centro Cultural Museo Lircunlauta conocer el significado del nombre de nuestra Casona, hoy Monumento Histórico Nacional y de esta antigua Casa Patronal enclavada en el corazón de San Fernando; cómo saber en que fecha fue construida, el nombre de sus diversos propietarios y de cómo llegó a insertarse territorialmente como fundo dentro de la Provincia de Colchagua.
No ha sido fácil revisar una serie de documentos en la Biblioteca Nacional, Archivo Nacional, Biblioteca del Congreso, leer libros, consultar a entendidos en la materia, etc. hasta llegar al presente escrito que nos entrega datos veraces que avalan el contenido de estos comentarios.
Comenzaremos por revelar los detalles que históricamente hablan de la parte territorial, para enseguida referirnos a la construcción misma de la Casona, que hoy constituye un importante y legítimo Monumento Nacional, mientras futuros entendidos en la historia aclaran los vacíos que vayan quedando.
Llegados los Colonos españoles con don Pedro de Valdivia a la cabeza, fundaron Santiago el 12 de Febrero de 1541, siendo Valdivia nombrado Gobernador de Chile en una histórica Acta fechada el 10 de Junio de 1541, y refrendada por la firma de algunos de los más o menos noventa Miembros de la Expedición, entre los que figuraron el Libro Becerro donde se inscribió dicha fundación y que consta en los Documentos guardados en el Archivo Nacional de Santiago.
Después de dos años, y por Orden Real de España, Valdivia constituyó en Chile las llamadas Encomiendas, efectuando un primer reparto desde Copiapó al río Maule. De la sesenta encomiendas originales permanecieron a la postre treinta y dos, quedando algunos rezagados para entregárselas en las próximas reparticiones que se harían al sur del Maule.
Como aclaración, las tierras que conformaban las encomiendas a través de toda América Indígena, tenía características especiales de acuerdo a las órdenes reales venidas de España y del Virreinato del Perú. Desde luego, el Encomendero no era dueño de la tierra ya que ella era del Rey de España, que las sucedió en sus derechos del Inca. El Encomendero disponía de toda la población indígena que habitaba en dicha extensión de suelo para que la trabajaran en la agricultura, minería, ganadería y le sirvieran de soldados en la guerra de conquista. Estos servicios eran remunerados al indio con parte de este suelo, el que podían dedicar a siembras y a la ganadería. Con el producto que daba la minería (oro en especial) el Encomendero podía comprar sus abastecimientos de granos, alimentos, herramientas, animales, elementos de construcción, armas, etc. y colaborar al Gobernador, al Rey y a la Iglesia en los gastos que estos debían sostener en la administración del país y proporcionar soldados, caballos y alimentar a las tropas de práctica de remunerar los servicios de los Conquistadores que acompañaban a Valdivia al comienzo de la organización socio-económico de América colonial. Los pueblos indígenas que encontraron establecidos los españoles en Colchagua fueron: Copequén, Peumo, Pichidegua, Rapel, Malloa, Nancagua, Colchagua, Ligüeimo, Rauco, Gualamo y Teno. Estos indígenas debieron sufrir innumerables abusos de parte de algunos de los encomenderos, que a muchos los trataron como esclavos y dispusieron de sus vidas y la de su familia.
Planteadas las cosas de esta manera, la zona de San Fernando se entregó como Encomienda a Don Francisco de Riberos Ontiveros, compañero de Valdivia, quién estuvo casi toda su vida a cargo de la conquista de los indígenas araucanos y de la fundación de los pueblos hasta el Bio-Bío. (Santiago 1541 – Valdivia 1546 – Itata 1550 – Imperial 1552). Esta encomienda que se llamó de Malloa, comenzaba en el río Claro, al norte de Rengo y terminaba en el río Tinguiririca por el sur, incluidas además las zonas de Cuenca, Los Lingues y Roma hacia el Oriente. Recibió además, otra Encomienda en Los Andes, en el Valle de Llay-Llay o Valle de Chile.
El derecho de los Encomenderos se perdió más tarde con la desaparición de los beneficiarios (en general decapitados por los indígenas). Para compensar a la familia que quedaba desamparada, se dio paso a las Mercedes de Tierra, con lo cual estos herederos adquirían el dominio de la tierra, podían hacer donación de ellas, venderlas o transmitirlas a sus descendientes en caso de muerte. Con ello se inicia el derecho de propiedad ya que ellas debían estar inscritas en forma notarial. Dichos terrenos, en relación a la encomienda, eran una parte pequeña; podía ser una extensión agrícola en el campo con sus vallas y cerros, o bien un sitio o chacra en los alrededores de los nuevos pueblos establecidos.
Don Carlos Larraín en su obra “Francisco de Riberos, El Conquistador” dice de él: “Que nació en Torrejón de Velasco, a cuatro leguas de Madrid, España, a donde habían pasado sus progenitores a servir al Conde Puñoenrrostro.
Gobierna España en calidad de Regente Don Fernando El Católico, por inhabilitación de su hija Doña Juana La Loca y el Cardenal Cisneros. Su padre, al Alcaide Alonso de Riberos y su mujer María Alvarez, tienen un sólo hijo, don Francisco de Riberos, nacido en 1512. Francisco después de visitar las ruinas de Tiwanaku, el Imperio del Lago Sagrado, pasó en calidad de Paje al Servicio de don Juan Arias Dávila, Conde de Puñoenrrostro, donde residió muchos años en el precioso castillo erigido por los árabes, cuyas torres almenadas, como de plata bruñida, todavía se desperezan en atormentadas reminiscencias moras. Allí, sin duda, el joven Riberos tuvo la dicha de besar la mano del Invicto César, cuando Carlos V pernoctó en él, junto con el Rey de Francia, Francisco I, la noche del 16 de Febrero de 1526”.
Francisco de Riberos salió de España a América el 1º de Octubre de 1534 desde Sevilla, en los galeones de Rodrigo de Contreras hasta Nicaragua, donde se mantuvo por dos años. De allí se embarcó a Perú para enrolarse bajo el estandarte de Francisco Pizarro. Llega a Cuzco en 1536 y de allí viaja al Lago Titicaca para seguir por El Desaguadero y llegar al desierto de Atacama.
Sabedor que Pedro de Valdivia venía al Reino de Chile desde el Cuzco, se salió con Francisco de Aguirre, Rodrigo de Quiroga y otros siete compañeros, esperándolo dos meses en Atacama hasta formar un solo grupo. Las intenciones de ellos eran seguir hasta Chile del cual tenían noticias por Francisco de Pizarro.
La Encomienda de Malloa la heredó su hijo Alonso Riveros Suárez de Figueroa. Su hermana Catalina de Riveros, casada con García Gutierrez Flores, fue agraciada con 800 cuadras en Malloa por titulo expedido en Concepción el 14 de septiembre de 1616, firmada por Alonso de Ribera.
Los indios Promaucaes (llamados así por los incas al calificarlos de incivilizados o rebeldes) que poblaron la encomienda de Riveros vivían en Malloa y otros lugares cercanos, constituyendo grupos familiares disperso, cuya comida en general se reducían harina de maíz, teca (especie de centeno), quínoa, papas, porotos, zapallos, calabazas, ají, frutos de algarrobo, molla, piñones de palma chilena, peumo, boldo, maquí, avellanas, alimentos del mar como pescado, mariscos, luche cochayuyo, ulte, ostiones, machas, también coipos, ranas, perros, etc.
De otros como llamas y camellos, aprovechaban su lana y carne, como a veces conejos. Políticamente se regían por el personaje más antiguo y sabio del grupo. Estos indios ofrecieron resistencia a los españoles hasta algunos años mas tarde que los del valle del Mapocho. Las últimas batallas fueron dadas por Valdivia en 1545 y Juan Jufré en 1555, después de las cuales ya fueron sometidos. Este grupo de indígenas no alcanzo a recibir la penetración cultural y política de los Incas.
A partir de la encomienda “Cacicazgo” fue instituido por los españoles para que se convirtieran en intermediarios entre el encomendero y los indígenas. Por ello el cacique más antiguo de Malloa se llamó Francisco, nombre derivado de Francisco de Riberos y a partir de él fueron sumando más caciques que hacían de cabeza o de mayordomos de los grupos indígenas, ya que el encomendero no era dueño de la tierra, sino solo disponía de ella y de los indios para trabajarla.
La encomienda de Malloa fue servida cronológicamente por los siguientes encomenderos:
Francisco de Riberos Ontiveros 1565-1580.
Alonso de Riberos Suárez de Figueroa 1580-1602 (Este recibió como mercedes una propiedad en Valparaíso en 1580 que comenzaba desde el Almendral hasta la quebrada de Reñaca, divididas por el estero Marga- Marga. En ella planto una viña que le dio después como nombre Viña del Mar. Los primeros en colocar lavaderos de oro en el Marga- Marga fueron los Incas).
Juan Jufré de Montesa (Dueño de Mataquito, Peteroa y Aculeo).
Luis Jofré de Loayza y Meneses Aguirre.
Ignacio de la Carrera Iturgoyen 1656-1658.
Francisco Carrera c. c. Isabel de los Reyes.
Blas de los Reyes (suegro de Francisco Carrera) 1696.
Presbítero Isidoro de los Reyes 1722.
Juan Francisco de Larrain y Cerda c. c. María Josefa de Lecaros. (compro los derechos de Blas de los Reyes junto con la estancia de Aculeo).
En la obra “En la obra el cacicazgo de Malloa” de Angel Cabezas y Rubén Stenberg (7), en el apéndice III figura:
“Encomenderos de Malloa”
1541-1553 Francisco de Riberos Ontiveros.
Alonso de Riberos Suárez de Figueroa.
Juan Jufré de Montesa.
Luis Jufré de Loayza.
Martín de Espinoza y Santander.
Francisco Arévalo Briceño.
1658 Ignacio de la Carrera Iturgoyen.
1680-1690 Francisco de la Carrera.
Blas de los Reyes.
Isidoro de los Reyes.
Juan Francisco Larraín Carda.
Santiago Larraín.
En los comienzos de año 1600 comienza la entrega de Marcados en Malloa a Raíz del desastre de Curalaba en que emigraron los españoles de sur arrancando de los araucanos. Entre los que reciben mercedes se encuentran Melchor Jofré del Aguila, Catalina de Riberos Suárez de Figueroa, Simón Román Tamayo, etc. Este último era dueño de la estancia de Raguigolén, Pelequén, Malloa, Roma, Antiveros y sus demasías, Pedigua y Reguelemo. La localidad de Roma deriva de Simón Roman, donde hoy viven muchos de sus descendientes con ese apellido.
Alonso de Ribera, Gobernador de Chile, comisiono al Capitán Ginés de Lillo, nombrándolo juez visitador General de tierras, para solucionar los conflictos de limites que produjeron con la entrega de mercedes.
En 1580 la Tasa de Gamboa interponía la reducción de indígenas a vivir en “pueblos de indios” a fin de agruparlos, pero Malloa solo fue fundada oficialmente en 1719. En 1703 muchos de los indígenas aún no tomaba posesión de sus tierras en Malloa por encontrarse trasladados a Aculeo. Ni los Encomenderos demostraron interés en la formación de estos pueblos, ni los indígenas, pues a éstos les gustaba vivir dispersos como en el pasado y para que, además, los encomenderos no los hicieron trabajar.
Lo que ahora esta claro es lo siguiente: la escritura pública con Pedro de Valdivia entregó la encomienda a Francisco de Riberos de Ontiveros fue otorgada por Juan Peña el 7 de Mayo de 1566. De Ahí en a delante se produce un vacío pues no sabemos de quién derivo el nombre de Hacienda Ontiveros u Hontiveros.
Según Don Luis Amesti Casal (14) y Fray Humberto Maturana (10), hubo entrega de las siguientes mercedes:
1º- en 1589 Melchor Jufré del Águila llego a los alrededores de Malloa, pero fue en 1602 que Alonso de Ribera de la Merced hacienda de Hontiveros u Ontiveros de 4.400 cuadras.
La Hacienda comprendía los siguientes fundos:
El Calabozo.
La Ramada.
San Hernán.
El Trapiche.
Angostura.
Cañadilla.
Lircunlauta.
San Fernando (450 cuadras)
El Olivar.
Viña Antivero.
Las Rosas de Antiveros.
Polonia.
Los Lingues (Entre el Estero Roma y el río Tinguiririca)
También Ribera entregó a Jufrè en 1612 la Hacienda de Hontiveros de Raguigolén, formada por Roma, Talcaregue, más 400 cuadras de las demasías en la cordillera grande, los cerros de Nancagua y Angostura de Malloa.
Su hija, Catalina del Aguila Sarmiento, casada con Don Diego de Zapata Mayorga (hermano de Isabel Zapata de Mayorga) heredó la hacienda de su padre Don Melchor.
2º- Hernando López Centeno recibió Ontiveros de Raguigolén de 600 cuadras de parte de García Ramón concedidas en Concepción el 6 de Mayo de 1608, lindando con Reguelemu.
Pedegua fue dado en 1612 lindando con Tinguiririca. Las demasías de la cordillera fueron compradas a Melchor Jufré del Aguila. (Hoy comunidad de Roma y Fundo Espinalillo). Ontiveros de Raguigolén de 600 cuadras, fue comprado a Catalina del Aguila Sarmiento.
3º- entre 1625 y 1659 Simón Román de Tamayo recibió como mercedes y compras: Pelequén, Malloa, (comprando a Doña Maria Álvarez) San Roque de Roma, Pedegue, Reguelemu, demasías de Ontiveros, (Roma y Espinalillo) y Ontiveros de Raguigolén, que obtuvo por herencia de su mujer Ana López Centeno, (hija de Hernando López Centeno). Además Catalina del Águila Sarmiento le vendió a Simón Román 600 cuadras.
Simón Román a Melchor Jufré del Águila las demasías de Ontiveros.
Después de todo esto la pregunta que uno se hace es donde vivieron alguno de los miembros de la familia de Riberos que le dieron el nombre de Ontiveros a la parte norte de San Fernando y al estero Antivero. Los Riveros mas cercanos a San Fernando fueron José de Riberos Aguirre Suárez de Figueroa (13) (que se firmaba José de Riberos Figueroa), nacido en la Serena en 1603, dueño de la Hacienda Nancagua en 1654, después la heredaron Francisco de Riberos Zelada en 1684, luego los Riberos y Zúñiga fue fundador de la ciudad de San Fernando en 1742 y recibió dos solares entre las calles Manuel Rodríguez, (contigua a la Plazuela San Francisco) Chacabuco y España (hoy del Señor Darío Polloni y del Mercado Municipal).
En 1575 Melchor Jufrè del Aguila, sobrino del encomendero Don Juan Jufré y Montesa, pidió y obtuvo una extensión de tierras por mercedes dispuestas por el Gobernador Alonso de Ribera y después por el Gobernador Alonso de Ribera y después por Alonso García Ramón, a orillas del río Tinguiririca y vecino del estero Pedegue. Más tarde las aumento con los fundos Antiveros y toda la zona que existe entre el Estero Antivero y el rió Tinguiririca. Comprendía lo que hoy es el Olivar, San Fernando, La Palma, La Ramada y EL Calabozo. Como se aprecia hay muchos cambios de nombre en las propiedades agrícolas que llevan a confusión.
El Capitán Melchor Jufré del Aguila en 1602 fue comisionado para la mensura de las chacras a fin de evitar problemas de deslindes entre los nuevos propietarios de los valles de Chile, durante el Gobierno de Alonso de Ribera y más tarde Alonso García Ramón. Luego fue reemplazado por Ginés Lillo el 9 de agosto de 1603. es en esa época en que se les concede las tierras a Melchor Jufré en las inmediaciones del Tinguiririca. Dichas mensuras aún no se tienen muy claras en esta zona.
Siguiendo el orden de los propietarios de la Hacienda Ontiveros, parte de la cual pasó a llamarse Lircunlauta, tenemos:
A Melchor Jufré del Aguila le sucedieron:
A). Catalina del Aguila Sarmiento, hija del anterior, casada con Don Diego de Zapata
Mayorga. Luego pasó a
B). Simón Román quién la compró en $2.200.-
C). La heredó su hijo Don Francisco Román, pasando luego a:
D). José de Maturana y Valles (10), quién a su muerte lo heredó a su viuda Josefa de
Montenegro y Valiente de la Barra y su hijo el Comandante Don Diego de Maturana y
Montenegro.
De manos de doña Josefa de Montenegro y su hijo pasó al poder de Don Juan Ximénez de León y Hurtado a fines del siglo XVII. (Los padres de Don Juan Ximénez se llamaban Diego Ximénez de León y María Hurtado de Mendoza).
Fallecido Don Juan Jiménez 1757, cuya partida de defunción se encuentra inscrita en la Parroquia San Fernando Rey, Libro de Difuntos, Tomo IV y que fue enterrado en el cementerio del Sagrado Orden de San Francisco de esta Villa a 5 de Enero de 1757, pasa a sus hijos, falleciendo el último de ellos en 1778. (El Convento de San Francisco corresponde al antiguo convento que se hallaba situado en lo que hoy es el Colegio Inmaculado Concepción. (15)
La construcción de la Casona de la Lircunlauta se presume fue comenzada en los albores de siglo XVIII, dato que aun falta por atestiguar en forma documentada. En el Libro de Fray Humberto Maturana (10) dice: “que en la casa del Alcalde Mayor Provincial de Colchagua, Don José de Maturana y Zambrano, en la Hacienda Talcaregue, se reunía el Cabildo y corregidor por ser la mas apropiada y no haber otra mejor” ... ..lo que calza más o menos con la fecha de construcción, es decir, en poder de Don Juan Jiménez. Interrogado al respecto Don Eugenio Lyón Rojas el 15 de diciembre de 1982 por el grupo Pro – Museo, último dueño de la hacienda, decía que los planos de dicha Casona se hallaban en una caja fuerte que nunca pudo abrirse y que se perdió con el tiempo.
En 1810 Lircunlauta pasa a manos de la familia Echaurren, encabezada por Don Francisco Echaurren Huidobro.
En 1850 a la familia de Don Pedro Rojas y Lisboa. Una nieta de Don Pedro, Doña Marta Rojas, casó mas tarde con Don Eugenio Lyon Iñiguez. Su hijo Eugenio Lyon Rojas fue dueño de Lircunlauta desde 1956 hasta 1966, fechas en que le hizo importantes transformaciones a la Casona, que permanecen hasta el día de hoy. La familia Rojas fue dueña de dicha propiedad por más de cien años.
Se cree que la Casona de Lircunlauta fue construida después de 1730 en la Hacienda Ontiveros mientras Gobernaba en Chile Don Gabriel Cano y Aponte, quién permaneció en el cargo hasta el 1733, entregándoselo mas tarde al Gobernador Don José Antonio Manso de Velasco en 1737.
El 8 de julio en 1730 Chile sufrió un grave terremoto que se sintió desde la Serena hasta Valdivia, cuyo epicentro fue Santiago y Valparaíso. La reconstrucción demoro de dos a tres años, por lo que tomando en cuenta este acontecimiento la construcción de Lircunlauta debe haber comenzado después de esta fecha, es decir, después de 1730.
En 1968 la Casona es ocupada por la Corporación de la reforma agraria C.O.R.A a raíz de la expropiación efectuada en esa época durante el Gobierno del Presidente Eduardo Frey Montalva.
Más adelante el edificio es prestado al D.U.O.C hasta 1979.
El 7 de junio de 1980 es inscrita por el Ministro de Agricultura como propiedad del Servicio Agrícola y Ganadero SAG.
El 12 de enero de 1981, bajo el decreto Ley Nº 71 es declarada monumento Nacional Histórico la casa Patronal del Fundo Nilcunlauta, ubicada en la ciudad de San Fernando, Sexta Región, siendo Presidente de la Republica el General de Ejercito don Augusto Pinochet Ugarte. Ministro de Educación Pública don Alfredo Prieto Rafalluw y alcalde de la ciudad don Karl Quaas Bornsheuer.
Cabe el mérito al Grupo Pro-Museo de la casa de la cultura (hoy Centro Cultural Museo Lircunlauta), teniendo como Director del Museo Histórico Nacional, haber hecho la labor de reunir los antecedentes necesarios que se enviaron al Consejo de Monumentos Nacionales, junto a la petición formal para que esto fuera una realidad, lo que la salvó de ser demolida.
Desde que Lircunlauta fue declarada monumento Nacional Histórico en 1981, le correspondió a la Ilustre Municipalidad local su pertenencia y manutención; pero fue el grupo Pro-Museo de ese entonces el que se preocupó de repararla, transformarla y dotarla para un futuro Museo a medida de sus recursos económicos. El 7 de diciembre de 1882 el Grupo Pro-Museo en Asamblea Extraordinaria tomo posesión del edificio. El 14 de abril de 1983 la Casona es traspasada al Servicio Agrícola Ganadero a la Ilustre Municipalidad, siendo su Alcalde el Sr. Carlos Quaas Bornsheuer.
En 1983 y 1984 el Instituto de Difusión Histórico Geográfico de Chile financió de los muros interiores, enyesándolos y pintándolos, dejando en condiciones de ser ocupado los tres salones principales del ala sur y las dos salas que dan a la calle Juan Jiménez. A cargo de la dicha obra estuvo el Grupo Pro-Museo, las que destino mas tarde para las muestras de museología y Pinacoteca, y las salas para las oficinas de la institución.
En esa ocasión Chile sufría una crisis económica por lo que se aprovechó la obra de mano barata para realizar las enyesaduras y pinturas. Algunas empresas ayudaron con materiales. El instituto de Difusión Histórica se puso con $45.000 y Hugo Muñoz Riveros con el resto hasta completar $54.387 en obra de mano.
En 1985 la Empresa “Chiprodal, hoy Nestlé Chile S.A.” donó $5.000.000 con los cuales se construyó en albañilería la entrada principal y sus dos pisos. Esta obra fue entregada por el Alcalde de turno Don Gustavo Valderrama Calvo. Los trabajos fueron realizados por la Empresa Constructora “Ecor Ltda.”, representada por el Ingeniero Civil Don Luis Orellana Rojas.
El terremoto de 1985 agravo los deterioros de esta Casona, lo que fueron reparados en 1993 por el Sr. Alcalde Don Juan Molina Arraigada haciendo un considerable aporte de $25.771.283- proveniente de Fondos Regionales. Nuevamente el Ingeniero Civil Don Luis Orellana estuvo a cargo de los trabajos, reconstruyendo el resto del frontis y todo la parte derrumbada, aparte de restaurar completamente el techo de las tejas, construcción de baños, alcantarillados, etc. La sala de la Capilla fue restaurada con vigas de raulí de larga dimensión.
El 15 de septiembre de 1994, entre el Centro Cultural Museo Lircunlauta, representado por el socio Hugo Muñoz Riveros, y el Ingeniero Don Luis Orellana, convinieron en desarrollar una de los últimos arreglos de esta Casona con dineros Provenientes del Fondo para la Cultura y las Artes, “FONDART”, que permitieron en forma resumida efectuar v efectuar las siguientes obras: reparación y pintura de todos los salones y piezas reconstruidas, reparación del sector del patio principal y comedores, pinturas de muros y cielos, construcción de puertas de raulí faltantes, agua potable del patio, terminación de baños, cámaras de alcantarillado, reposición de vidrios, quincallería y cerrojos, reposición de pisos, patio de luz, etc. etc. Como representantes del Ministerio Regional Don Héctor Huenchullán Quintano, el Sr. Héctor Henríquez y don Arturo Encalada, aparte de la Dirección Técnica de Serplac de la Ilustre Municipalidad de San Fernando. La suma entregada fue de $5.000.000.-
El último arreglo hasta 1998 – 1999 fue el afrontado por la Empresa “COPEVAL”, que financió el arreglo de dos piezas destinadas a la sala del Huaso y Maquetas, por un monto de $2.000.000 y que fueron fiscalizados, aparte de las personas enviadas por Copeval, por los Socios del centro cultural Don Raúl Orellana Andrade, Don Fernando Urzúa y Don Hugo Muñoz Riveros.
Estos han sido los hechos más relevantes que han acontecido en la Casona Lircunluta relativos a su situación geográfica y a su reconstrucción desde la llegada de los Colonos Españoles con pedro de Valdivia. Hasta el año 1999, en que el Grupo Pro-Museo y al Centro Cultural Museo Lircunlauta han sido los protagonistas y constructores de este Monumento Nacional que tanto nos orgullecen.
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Sala Museo Lircunlauta
Fecha Martes, 14 diciembre a las 12:35:00
Tema Crónicas
Museo Lircunlauta
Nuevo Centro de Investigación de la Memoria Colchagüina
El viernes recién pasado se inauguró la sala de la Investigación a la Memoria Colchagüina en el museo Lircunlauta de San Fernando, donde este centro rescatará toda la información existente del Valle de Colchagua.
La ceremonia congregó a varios artistas de la zona, como Militza Agusti, museóloga Pablo Letelier, museólogo; y Fernando Vásquez, antropólogo; quienes postularon un proyecto a Fondart, donde rescatarán todo lo que somos, lo que fuimos y lo que seremos del valle colchagüino.
Esta sala está ubicada en el segundo piso del museo, y cuenta con la última tecnología para este tipo de actividad, donde se espera reunir 11 mil años de cultura, en un espacio para motivar a los colchagüinos.
El director regional de las artes y la cultura, Héctor Henríquez, señaló que “el museo se está instalando con indicadores de alto nivel, ya que el hecho de instalar el centro de la investigación de las memorias del valle de Colchagua, ya estamos hablando en otro término de cómo somos capaces de recoger lo que fuimos, lo que somos y lo que queremos llegar a ser, tener toda la información, ya que San Fernando es la puerta de acceso al Valle de Colchagua”.
Instó a los habitantes del valle de Colchagua para que colaboren con objetos que tienen que ver con el patrimonio y con la memoria, para conversar con la directora, Luz Contreras, la pieza que quieren donar. Finalizó expresando Héctor Henríquez que esta semana se presentará el proyecto de restauración y ampliación de esta casa a toda la comunidad.
Mientras tanto, el presidente de la Corporación de Desarrollo de San Fernando y presidente del directorio del Museo Lircunlauta, Roberto Silva manifestó que “en este museo queremos conservar la historia natural y cultural de Colchagua, en esta casona donde nació la ciudad de San Fernando, es muy importante el apoyo del Fondart, ya que en el segundo piso se recibirá a los estudiosos, los investigadores y los estudiantes para conocer la historia de Colchagua”.
Expresó también Roberto Silva que hacía un llamado a los colegios, profesores y profesionales para que realicen aportes de libros y toda clase de material que recuerde y haga presente la memoria de Colchagua.
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Recientemente ha fallecido (18 de octubre) en Coquimbo
Fecha Lunes, 21 noviembre a las 08:43:24
Tema Crónicas
En la Sexta Región
El Científico Hans Niemeyer Fernández y su Aporte Cultural
Recientemente ha fallecido (18 de octubre) en Coquimbo, su ciudad natal, a los 84 años de edad, el destacado científico en el ámbito nacional e internacional, Hans Niemeyer Fernández (hermano de Herman, Premio Nacional de Ciencias).
Éste Ingeniero Civil, Arqueólogo y Geógrafo ha sido considerado el último naturalista del siglo XX. Desde 1945 como estudiante primero e ingeniero del MOP posteriormente, recorrió a caballo, mulares o jeep los cursos de ríos y cuencas hidrográficas del país.
Paralelo a su trabajo profesional se dedicó a registrar los vestigios de arte rupestre que encontró en su camino. Conocía Chile como nadie desde Arica a la Antártida y de la cordillera al mar, en unas 400 expediciones que lo motivaron a realizar más de 100 publicaciones en Chile y el extranjero.
Fundó la Sociedad Chilena de Arqueología de la cual fue su primer presidente durante 16 años. Fue profesor titular de la Universidad de Chile en el Departamento de Antropología, haciendo clases de Topografía y de Prehistoria Chilena. Dirigió el Museo Nacional de Historia Natural entre 1982 y 1990.
Era considerado el mayor especialista en arte rupestre chileno, reconocido no sólo en Chile sino además en el extranjero donde ganó grandes amigos arqueólogos en Argentina, Perú, Bolivia y México. A fines de los 90 donó todo su material arqueológico (instrumentos, herramientas, diapositivas, documentos, etc.) al Museo Nacional de Historia Natural originando la sala Niemeyer.
En 1997, el Consejo de Monumentos Nacionales lo distinguió con el premio Conservación de los Monumentos Nacionales por su dilatada labor en la materia. El 2001 la Fundación John Simon Guggenheim de Estados Unidos lo premió por su labor de investigación. El 2003 en el Congreso Americanista realizado en Santiago, se le distinguió como el científico chileno que mas ha contribuido al rescate y divulgación de la cultura indígena de Chile.
Investigando en la Sexta Región
En nuestra región, Niemeyer junto a un equipo multidisciplinario integrado entre otros por la arqueóloga sanfernandina Blanca Tagle Arduengo, investigaron el Pucará del Cerro Grande del Inga o Cerro La Compañía de Graneros. También estudió los petroglifos del cajón del río Cipreses y del cajón de Medina, cuyo material escrito quedó sin publicar.
Su amistad con sanfernandinos
Debido a que en nuestra ciudad vivía su hermano Carlos Niemeyer, recordado deportista del automovilismo en carreras de fuerza libre o turismo carretera, (similar a lo que hoy se conoce como rally) apodado cariñosamente “el corredor solitario sanfernandino” , tenía un cariño especial por esta ciudad. Ello lo demostró cuando conoció a comienzos de los 80 a los integrantes del Grupo Pro Museo (hoy Centro Cultural Museo Lircunlauta). Consiguió que nueve vitrinas del Museo Nacional de Historia Natural fueran traspasadas a la casa Lircunlauta cuando se gestaba nuestro museo. Periódicamente visitaba San Fernando dando charlas y conferencias sobre temas cientificos en los que era especialista, apoyando a este grupo y sus objetivos.
Pero, también, con sus amigos sanfernandinos incursionó en nuestra cordillera colchagüina. La primera expedición, junto a su fiel esposa, Selva Rubilar “descubierta y conquistada por él en Chile Chico”, la realizó en 1983 al alero rocoso llamado Casa Pintada de Tinguiririca, aprovechando también de visitar las huellas de dinosaurios en las Termas del Flaco.
En 1987 realizó con sus amigos sanfernandinos otra expedición al Río Azufre del Tinguiririca para investigar los petroglifos de Los Corrales de Tinguiririca. A mediados de los 90 nuevamente viajó a la Casa Pintada a tomar muestras pictográficas indígenas.
Felizmente sus investigaciones en nuestra cordillera culminaron con la publicación apoyada por el FONDART el 2001”Arte Rupestre en el Tinguiririca” en coautoría con su amigo profesor sanfernandino, Víctor León Vargas. Parte de este trabajo se exhibe en el Museo Lircunlauta, al que tanto apoyó.-
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Monumento Nacional ex hacienda Nincunlauta
A mediados del siglo XVIII, el Gobernador don José Manso de Velasco, logró fundar una cadena de ciudades estructuradas, en su mayoría, en torno al camino Real que se dirigía al sur (siguiendo aproximadamente el recorrido de la actual carretera) y fue justamente en las cercanías de este camino donde se construyeron las más importantes casas rurales a partir de esa fecha.
Sus características generales son: una planta cuadriculada ligeramente irregular, que encierra patios de corredores continuos, con techumbre de paños amplios y bajos soportados por pilares de roble y pellín y un solo zaguán de acceso cerrado por una cubierta transversal a dos aguas. Alrededor del espacio protegido del patio, una secuencia de salas acoge la cuadra o estar, los dormitorios, dependencias y bodegas.
Este tipo de residencia rural estableció un diseño cerrado de viviendas bastante típicos en la zona de la frontera sur, en las que se reunen características militares (lo protegido), religiosas (la planta claustral) y rurales (funciones y servicios).
En las inmediaciones de San Fernando, se construyeron las casas rurales de Nincunlauta. Con un núcleo central cuadrado alrededor del cual se agregaron otros cuerpos y patios, los que, asomándose hacia la entrada, produjeron una fachada larga con secuencias parietales marcadas por la mayor altura del cuerpo principal. Las aparentes novedades con referencia a la construcción rural están representadas principalmente por la fachada de doble altura, que recuerda la casa del Obispo Valdivieso de Santiago y la declaración del arco y de la portada que son del tipo empleado en los zaguanes de las casas Velasco y Toro Zambrano de Santiago. Este portal campesino alistado y enmarcado por un Escudo de Armas (transformado hoy en ventana) producía un efecto de fuerza y rústica dignidad.
El 12 de enero de 1981, el Decreto Nº 81 del Supremo Gobierno oficializó como MONUMENTO HISTÓRICO NACIONAL LA CASA PATRONAL DEL FUNDO NINCUNLAUTA.
Publicado por Revista CUAK! en 11:58
Etiquetas: San Fernando
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Etiquetas: Museo Lircunlauta, San Fernando
5 comentarios:
Muy interesante, completo y documentado el aporte del sr. Muñoz. Un pequeño agregado: Pedro Rojas Lisboa, dueño de Nicunlauta (o L.. o Circunlauta)desde c.1850 era hermano del abogado J.Antonio Rojas Lisboa, fall. en 1867 (cf. "Lista Alfabética de Abogados Recibidos...1790-1899, en Bibl. Nacional), cuya lápida de mármol está ubicada en lugar visible de la Iglesia de San Francisco en Stgo. Esta familia Rojas probablemente desciende del linaje Rojas Crencia citado en "Casas Troncales" de Amesti, mismo al que perteneció cierta familia Moscoso Rojas, propietaria de tierras, c.1750, ubicadas al occidente de S. Fernando; y a este linaje , ahora con certeza, perteneció el "teniente Francisco de Rojas" que pide merced de 750 o 1500 cuadras en sector de Los Coipos y Los Negros, Huerta de Mataquito, c. 1765 (Real Audiencia, vol. 2366).La familia Rojas Rojas (deudos cercanos de los Lyon Rojas) fue después, y hasta c.1970, época en que fue expropiada, propietaria de la hacienda "Los Coipos", allí mismo en Huerta de Mataquito; sector geográfico sito en la provincia de Curicó, pero muy cerca de Colchagua.
Los Rojas Lisboa eran nietos de la familia Rojas Espinoza de Pichidegua, que (sin pruebas) sería deuda de los "Morales de Espinoza" que figuran en "Casas Troncales" como dueños de la estancia Pichidegua, y una de cuyos integrantes figura en esa obra como esposa de Jiménez de León, dueño de Licunlauta c. 1780.
Un último dato: hay en archivos un pleito, c. 1790, por derechos a Nicunlauta, entre Jiménez y Mayorga.
Yo diciendo de esta Familia, nací en la Casa de Lirconlauta, que cuando niño decíamos ninconlauta. En 1696 un Rojas se casa con una Espinosa heredera de la hacienda de Pichidegua, de ahí la conexión.
Yo diciendo de esta Familia, nací en la Casa de Lirconlauta, que cuando niño decíamos ninconlauta. En 1696 un Rojas se casa con una Espinosa heredera de la hacienda de Pichidegua, de ahí la conexión.
Yo diciendo de esta Familia, nací en la Casa de Lirconlauta, que cuando niño decíamos ninconlauta. En 1696 un Rojas se casa con una Espinosa heredera de la hacienda de Pichidegua, de ahí la conexión.
YO TENGO LOS PLANOS DE LA REMODELACIÓN DE NINCUNLAUTA O LIRCONLAUTA
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