domingo, 27 de enero de 2008

Arte Rupestre en la Región del Libertador O`Higgins

“Arte Rupestre en la Región del Libertador O`Higgins”

Una de las mayores búsquedas del hombre es el nacimiento y construcción de su historia, una intensa necesidad de saber ¿quien o quienes? estuvieron antes, en la tierra que hoy ocupamos nosotros.
El pasado solo se puede conocer mediante el estudio de restos dejados por aquellos que alguna vez, estuvieron allí.
Las pinturas rupestres, los vestigios arqueológicos, geoglifos, petroglifos forman parte de esa reconstitución histórica la cual no solo nos llama a estudiar, sino también a respetar y conservar.
Si hablamos de Arte Rupestre, varios son los lugares en la región de O`Higgins en los cuales podemos apreciar estas manifestaciones indígenas, ya sea en forma de pinturas o petroglifos(1). En cuanto a la pintura rupestre debemos decir que en esta categoría sólo nos encontraremos con estas dos evidencias arqueológicas; “La casa pintada de Tinguiririca” y los “Soles de Malloa”.
Lo que podemos decir de “la casa pintada de Tiguiririca” es que en sus paredes se encuentran dibujos con colorantes hechos principalmente a base de óxido de fierro, sobre paredes rocosas y que nos muestran una variedad de figuras geométricas.





La casa pintada de Tinguiririca





Soles de Malloa

En la localidad de Malloa nos encontramos con los llamados “Soles de Malloa”, cuyos tamaños son diversos. En la actualidad estos petroglifos se encuentran tapados de zarzamoras y como están en terrenos de un particular, se vuelve difícil o casi imposible acceder masivamente a ellos. Además algunos entendidos del tema son partidarios de que dichos petros se conserven en este estado, es decir tapados ya que de esta forma se evita que inescrupulosos los rayen o destruyan. Pero la pregunta es ¿quien los destruirá primero? Si aquellos que desconocen su significado o la naturaleza que los envuelve con su follaje hasta lograr borrarlos en algún minuto.
Por otro lado en la localidad de San Pedro de Alcántara, ubicada a 69 kilómetros al sur de Pichilemu, nos encontramos con una interesante piedra llamada por todos “Piedra del Sol”, situada cerca de una laguna.



Piedra del Sol en Paredones

Este petroglifo es de grandes dimensiones y sobre ella casi nada se sabe. No existen estudios arqueológicos, ni científicos que nos puedan hablar de su origen, debido a esto es preciso viajar al pasado mediante la lectura de libros históricos que nos puedan orientar referente a su procedencia.
Otros sitios arqueológicos de importancia se encuentran distribuidos en sectores como Pangal; los cuales fueron destruídos en su mayoría, quedando en la actualidad solo dos bloques pequeños.
Acerca de sus dibujos podemos decir que son diseños de figuras humanas, reproducción de manos logradas con incisiones de 1 a 2 centímetros de ancho y 1 a 2 milímetros de espesor, realizada seguramente con alguna herramienta tipo cincel, en rocas de distintos tamaños.
En el sector del río Cachapoal existen otros petroglifos sumamente interesantes que vale la pena conocer.
Si Viajamos a la Reserva Forestal Los Cipreses, más específicamente a un lugar llamado “Morro del Indio”, se puede apreciar varios petroglifos en muy mal estado de conservación, debido
fundamentalmente al daño causado por los turistas que llegan hasta esos lugares.



Petroglifos en la Piedra del Indio







Petroglifos del Cajón de Cipreses, diversos diseños, cordillera de Rancagua.

Sobre los 2.000 metros de altura, en el sector del “Cajón de El Baúl”, se encuentra uno de los sitios arqueológicos más ricos que existen en la localidad de Cipreses. Lamentablemente varios de los petros se encuentran con firmas de turistas. El daño ocasionado a este patrimonio histórico es incalculable.
El investigador Hans Niemeyer (2), quien ha registrado la mayoría de estas expresiones a lo largo de Chile, postula que algunos de estos petroglifos, tiene similitud con el estilo Guaiquivilo (3), que podemos encontrar fuertemente en el sector de Linares.

Pero para poder saber más de ellos y adentrarnos en este fascinante tema, partiremos este largo camino conversando con la directora del Museo de la ciudad de Rancagua, la señora Carmen del Río Pereira, quien muy amablemente contestó a nuestras preguntas.

Señora Carmen, gracias por recibirnos. ¿Hace cuánto tiempo que se desempeña usted como directora del Museo de Rancagua?

R: Uhi, haber desde el año 1983, que estoy de directora, llevo 22 años ocupando este cargo.

¿Y sus intereses profesionales fueron siempre por el lado histórico, recopilación de antecedentes arqueológicos?

R: Bueno yo soy profesora de Historia y Geografía y curiosamente mientras estuve en la Universidad mi interés era más que nada la Historia Universal, desconocía mucho de la Historia de Chile y una vez que me ofrecieron éste trabajo, me casé y me vine a vivir al campo muy cerca de Rancagua. Cuando uno se mete empieza a conocer realmente la historia de Chile, empieza a gustarle, empieza como en todo, como cuando uno conoce algo, se empieza a entusiasmar. Yo entré en el año 1980 al Museo como investigadora de Historia y he hecho varias investigaciones de distinto tipo y dentro de la misión del Museo está justamente rescatar el Patrimonio Cultural y Natural existente en la región, tratar de ponerlos en valor y una de las cosas importantes es el patrimonio arqueológico. Desde que estoy aquí, me di cuenta que no había nadie que se preocupara del punto de vista arqueológico en esta región, fue entonces cuando comenzamos a funcionar y a saber quienes habían hecho investigaciones y que cosas se estaban haciendo. Había mucha gente además que estaba dedicada al “guaqueo”, es decir a realizar excavaciones por su cuenta y a sacar objetos y guardarlos para sí, entonces la idea era crear conciencia de que con eso se borraban evidencias y nos impedían conocer la historia de nuestros antepasados.

Señora Carmen, existe conciencia de preservación en nuestra región de parte de la comunidad y del sistema educacional chileno?

R: No, yo creo que no, ahí hay una falencia grande pero yo creo que no es solamente a nivel regional, es a nivel nacional. Siempre he pensado que los chilenos somos muy buenos para borrar todo lo que sea tradiciones y lo que sea historia, tanto la arquitectónica, como cualquier cosa que nos comunique con el pasado, y yo todavía no tengo una explicación como de poder dar una explicación a que se debe esto, porque el indígena era absolutamente amante de la naturaleza y vivía en equilibrio total con el medio ambiente, y a la llegada del europeo, el español que tenía una manera distinta de mirar el medio ambiente no era un depredador total, porque el sistema que se usaba era muy antiguo, del siglo XVI, es decir sus ideas estaban mucho más de acuerdo con la naturaleza misma. Y entonces no se de dónde viene ese afán por botarlo todo, pienso mas bien que viene por el lado de los fenómenos naturales que nosotros tenemos; los terremotos, las inundaciones, todo lo que nos hace volver a la nada, o sea se cayeron las casas y volver a levantarlas y por tanto no importa nada de lo que había antes, pienso que nuestro actuar puede venir de aquello, pero es triste que tampoco sepamos guardar nada de lo nuestro anterior y en este minuto, en el período de globalización que estamos viviendo, yo noto que hay una desesperación por tener raíces, la gente busca saber en que nos diferenciamos de los demás pueblos, ya que somos todos de la aldea global, ¡que tenemos de propio, de particular!, entonces ahí empieza un poquito el afán de conozcamos de donde venimos, que es lo que somos, guardemos algo, pero eso está empezando.

Señora Carmen, ¿diría usted entonces que los chilenos carecemos de una identidad producto de la falta de conocimiento de nuestro propio pasado?

R: Yo creo que hay mucho de eso, la gente que vive aquí no conoce su identidad, no sabe. Por ejemplo nosotros en nuestra exposición permanente que hicimos, una sala mostrando algo de la historia regional, pero no tenían idea del tipo de indígenas que habitaban aquí, que objetos, que restos materiales habían de ellos y se asombraban mucho de lo que veían. Tampoco saben diferenciar la arquitectura del siglo XVIII de la del XIX y es lo que vale la pena de ello, más que nada hay una falta de interés y de conocimiento y cuando uno empieza a mostrarles, ahí recién comienza el interés por conocer más realmente.

Hemos sabido que usted ha escrito varios trabajos relacionados con el pasado histórico de la región, ¿podría hablarnos un poquito de eso?

R: Haber, no he escrito tanto, una de las cosas que he escrito con Blanca Tagle, ella es arqueóloga y se ha dedicado durante años a investigar todo lo que tiene que ver con el pasado de esta zona. Hicimos un libro de la historia regional, un poco dirigido a los profesores de Primero Medio, porque fue en base a un Proyecto de la Corporación Pro O`Higgins, más el Ministerio de Educación y la Fundación Andes, entonces iba dirigido a conocer la historia local, debido al cambio de programas educativos, se dieron cuenta que había muy poca visión de conjunto, habían muchas cosas locales, pequeñas historias, pero no había una visión global, entonces nos pidieron a nosotras que hiciéramos esta Historia Regional, luego a través de unos proyectos FONDART (Fondo Nacional de las Artes), hicimos cuatro tomos acerca del patrimonio arquitectónico de la región, dos de la Provincia de Cachapoal, uno de Colchagua y uno de Cardenal Caro. Y eso lo hicimos con Fernando Gutiérrez, arquitecto con quien trabajamos 10 años o más aquí en el museo y que habíamos comenzado con él a hacer un catastro de la arquitectura tradicional comuna por comuna, y la idea era una difusión a través de los libros y que las personas de las comunas se diera cuenta que muy cerca de ellas existían cosas que valía la pena conservar.

¿Se logró el objetivo?

R: Por lo menos se logró que mucha gente se interese por averiguar más, por conocer y por saber, creo que es muy difícil lograr el objetivo total, pero por lo menos inquietar a algunos niños, que yo creo que por ahí va la cosa y a algunos adultos.

¿Cuáles diría usted que son los avances más importantes con respecto a la recopilación de antecedentes arqueológicos que le ha tocado presenciar en su período?

R: Bueno creo que estamos en este momento frente a varias investigaciones que se están haciendo en estos momentos en esta región, cosa que no sucedía hace muchos años, porque por la cercanía a Santiago los arqueólogos estaban radicados en el norte, el norte chico, la zona mapuche y el extremo sur, pero la zona central realmente no había sido excavada. Y a partir de unos 10 años a esta parte eso se ha revertido y hoy en día hay 2 equipos que están trabajando en la zona, Fernanda Falabella, con un grupo de arqueólogos de la Universidad de Chile, está trabajando en la cuenca del río Cachapoal, sobre todo en la parte cordillerana y ahí se ha topado con muchos petroglifos, con muchos aleros y por otro lado está Blanca Tagle, yo le estoy ayudando también, más hacia el valle investigando túmulos (4), cementerios tumulares, arcaicos, muy curiosos y que estamos muy pronto ya a entregar el resultado, y de los cuales tenemos fechas muy muy antiguas y que van a dar una gran sorpresa, porque tenemos muchos esqueletos en muy perfecto estado, cosa que no se tiene a nivel americano de épocas tan tardías como los 10.000 años.

Bastante interesante la noticia en ese aspecto, o sea vamos a estar bien expectantes entonces, para dar a conocer a la comunidad internacional esta noticia.

Señora Carmen, ¿cuenta el museo con talleres de difusión, trabajos o jornadas de estudio para el público en general, para el que quiera saber e investigar y no tiene las herramientas básicas de conocimiento?

R: Sí, hacemos cada vez que se hacen exposiciones sobre un período determinado arqueológico, los arqueólogos dan estas charlas tanto a los niños como a las personas interesadas.

La invito a pasar a otro tema interesante y es el que tiene relación con los petroglifos en nuestra región. Nos podría comentar desde su punto de vista, ¿cuáles serían los objetivos que cumplieron y que debieran cumplir estos grabados en piedra, ubicados en ciertas localidades de nuestra región?

R: Bueno, hay poco estudio al respecto. Dentro del arte rupestre en la región, el cual es muy escaso, tenemos el alero pintado de Tinguiririca, los petroglifos están ubicados en lugares muy especiales o sea están en la pre cordillera o en plena cordillera, tenemos petroglifos en el Cajón del Río Pangal, en el Cajón de Cipreses y en el Cajón del Río Azufre por el Tinguiririca, esos son como los más importantes. Con respecto a la función, hay varias teorías al respecto, una de ellas es la de ubicación, de dejar como muestras para los propios indígenas, es decir, actuarían como señaléticas, por otro lado también se habla que podrían ser dibujos que luego se reproducirían en tejidos, de esto último no hay ninguna evidencia ya que textiles en esta zona por el Clima y la humedad no se ha encontrado ninguno, por lo tanto no se puede comprobar la teoría. También se dice que hay una similitud muy grande entre los petroglifos de esta región y los del río Atuel en Argentina, es cierto en ese caso, por ejemplo en el libro de Hans Niemeyer, sobre el arte rupestre en el Tinguiririca, él habla que podrían ser evidencias de los indios cordilleranos, llámense Chiquillanes, Tehuelches, Puelches, Pehuenches, etc., que son desde del siglo XVI más menos, podrían ser anteriores incluso, también hay algún tipo de evidencia. Estehberg dice que podrían venir de bastantes años antes, pero documentos tenemos desde el siglo XVI que hablan de estos indios que vivían más bien en la cordillera y que entraban por los pasos cordilleranos hacia esta región, por el Paso Las Damas, cerca de San Fernando, y que era donde más se comerciaba entre éstos indios con ellos. Venían a buscar trigo y otro tipo de alimentos. Ellos se alimentaban principalmente de carne de caballo y eran muy hábiles cazadores y recolectores, pero se dedicaban más que nada a robar caballos a los españoles en la época de la Conquista y los primeros años de la Colonia, o sea eso es lo que los documentos históricos dicen y es gente que podían haber dejado estas evidencias en estos petroglifos que son, el de San Pedro de Alcántara, los soles de Malloa, que estarían más bien unidos al período Inca. Habría alguna relación con la adoración al Sol de los Incas y con alguno de estos mismos dibujos que encontramos en Perú y en lugares donde se desarrollo la cultura Inca. Ahora el investigador que mas ha hecho investigaciones sobre los soles de Malloa es Rubén Estehberg (5), que se ha dedicado justamente al período Inca, él es el experto mayor que hay en Chile y él tiene un trabajo sobre esto y que incluso dice que podría referirse a los solsticios y equinoccios, que estarían marcados en los soles. Yo hice un proyecto hace tiempo para poder probar esto, haber sacado fotografías en el período de equinoccios y solsticios y ver como influían éstos, de que manera caían los rayos en los soles, pero desgraciadamente no fue financiado, es decir, lo miran como algo poco importante.

Acerca del tema del Petroglifo denominado Piedra del Sol en la localidad de San Pedro de Alcántara en Paredones, existen estudios científicos serios al respecto que nos puedan dar más antecedentes de ese petro?

R: No, yo no conozco ningún estudio de esa piedra. Hay por ejemplo Latcham (6) y algunos investigadores de principios del siglo XX que hacen alguna alusión a esta piedra, pero sin haber hecho ninguna investigación más allá. Y durante todo el siglo XX no conozco ninguna investigación y ahora tampoco. Es un tema que tenemos pendiente nosotros como museo, de poder lograr interesar a algún arqueólogo para hacer un estudio. Está en malas condiciones, está bastante abandonado lo mismo que los soles de Malloa, que en este minuto uno no los puede ver primero y segundo, de los 5 soles se ve uno y medio, porque están absolutamente metidos en la zarza mora e imposible de llegar, o sea habría que descubrirlos, trabajar como para poder despegarlos y poder hacer algo por ellos, es decir, ponerlos en valor. Pero desgraciadamente están en manos de un particular y hasta el momento no hemos logrado realizar algo. Pero estamos en estos momentos en un proyecto que yo creo que vamos a llegar a buen término.

¿A que se debe el escaso interés de los arqueólogos o del Ministerio de Educación que yo creo que tiene mucho que ver acá por adelantar algún proyecto de investigación referente al Petroglifo de Paredones?. Nos encontramos por ejemplo con que de los soles de Malloa obtenemos un poco de investigación, que se han hecho estudios al menos al respecto y que bueno, que con este petroglifo de Paredones, el cual no es pequeño, es bastante grande, no existe absolutamente nada. ¿A que cree usted que se debe este escaso interés?

R: Más que nada yo creo que es la falta de financiamiento. Porque puede que un arqueólogo se interese mucho, pero si no tiene el financiamiento para realizar excavaciones, tiene que quedarse en algún lugar hospedando, alguien debe pagar los análisis que tiene que realizar y todo eso es caro, sino tiene esa contraparte, no se puede hacer nada. Yo creo que interés ha habido pero no se ha logrado concretar en un financiamiento determinado y desgraciadamente uno no ve que haya, porque fuera del FONDECYT, no hay ningún concurso público al cual uno pueda acceder. Una investigación no tiene donde llevarse, porque a nivel regional por ejemplo, fondos regionales no hay gran interés por la investigación. Ahora esta Comisión Nacional de Cultura y las Artes, dicen que va ha haber un fondo para la investigación y de hecho hay algunos fondares que uno puede presentar investigaciones y de hecho lo hemos hecho. La misma del Patrimonio Arquitectónico, tenía una parte de investigación y una parte de sacar esta publicación que era como el producto que uno lograba. Se han hecho por ejemplo excavaciones en la Plaza de Rancagua antes de que la remodelaran, la misma Municipalidad pagó los trabajos de los arqueólogos ¿en que año fue eso? Hace unos 4 o 5 años aproximadamente y luego el Fondart financió la publicación de un libro sobre todas las excavaciones y todo el resultado, que hizo el arqueólogo Mario Henríquez.

Interesante, parece que los chilenos tenemos una escasa relación con la ciencia, con la investigación y parece que a todo nivel, porque si bien Chile es un lugar maravillosamente rico en arqueología mundial de norte a sur, hasta el último límite, los que vivimos acá la vamos conociendo a través de estudios exteriores, es decir de otros países.

R: Lo que pasa es que nosotros no tenemos estos monumentos grandes que encontramos en otros países vecinos como el Perú. Si nosotros vamos al Norte, México, Colombia hay ese tipo de restos monumentales, en Chile no existen. Nosotros por ejemplo tenemos una modesta fortaleza, un pucará incaico en el cerro grande de la Compañía, al norte de la ciudad de Rancagua. Se presentó un proyecto para restaurar un poco todo lo que habían establecido los indígenas, era realmente bonito. En la parte superior de este pucará hay defensas, hay billantorriones, habían muros perimetrales, pero el dueño del cerro, un particular, arrendó la cumbre del cerro para la instalación de una antena a una empresa de telefonía, ¿que pasó con ello? que se botaron, rompió gran parte de uno de los muros perimetral, se arrasó con 14 o 18 collcas (7) o depósitos. Uno realmente lucha sola contra el mundo es realmente imposible. Se le impuso una multa grande a la empresa que colocó la antena, pero así y todo el daño ya estaba hecho, y se destruyeron las evidencias que habían. Entonces es penoso esa falta absoluta de conciencia que tenemos.

¿Existe en Chile, algún reglamento que proteja este tipo de restos culturales?

R: Si, claro, está la ley de monumentos nacionales.

¿Independientemente de donde esté?

R: Independientemente de donde esté. Esta ley es un poco antigua es del año 1970 y hay una nueva ley que está en el Congreso y está en espera de poder ser aprobada, porque en este momento el ser propietario de un monumento nacional representan más inconvenientes que facilidades, trata esta nueva ley de la obtención rebeneficios, cómo en todos los países del mundo, que el propietario tenga garantías, ya sea rebaja de impuestos o algo parecido, es decir que tenga la posibilidad de acceder a algún beneficio.

Para ir terminando esta interesante entrevista, queremos preguntar acerca de la Piedra del Sol de Paredones, ¿es el único en el país en su especie que se ha encontrado o existe en alguna otra región que usted conozca otro igual o parecido?

R: Bueno, yo diría que tiene mucha semejanza con los soles de Malloa y en el norte también hay otros petroglifos semejantes a ese.

Pero uno igual, exactamente igual a este?

R: En realidad lo desconozco, puede que haya, yo no me atrevería a decir, pero yo no creo que sea el único, para nada.

Y por último, bueno tenemos que los soles de Malloa vendrían a tener una relación directa con el culto al sol, ¿existen evidencias del “Culto al agua” por parte de alguna civilización antigua en la zona central?

R. Bueno, hay unas también dentro del arte rupestre, las piedras tacitas vendrían a ser una manifestación de un ritual, porque también todas estas piedras, sino todas una buena parte de ellas, tienen unas canaletas por alrededor de esa piedra por donde tiene que haber funcionado el agua y están siempre muy cerca o al lado de una fuente de agua, por lo tanto, algo tiene que ver con eso y el culto al agua. En la época de la Colonia y todavía quedan en algunos sectores lugares en donde se realizan ceremonias de bendiciones al agua, porque el agua es fundamental para el cultivo de la tierra y para obtener los frutos de ella, entonces es algo esencial para la vida humana y en todas las épocas creo yo ha sido igual y hasta el día de hoy, continúan haciéndose ceremonias de bendiciones del agua. Personalmente creo que ha habido una unión muy grande del hombre primitivo de esta región con el agua.

¿Usted cree que el sol de Paredones podría ser una manifestación de un posible culto al agua y las ranuras por los lados que parecieran reflejar rayos, sería más bien vertientes de agua, es posible?

R: Haber, a mí me parece un poquito aventurado porque sin haber hecho ningún estudio, ningún análisis, solamente recordando, porque no tiene la fuente de agua exacta y directa como se ve en las piedras tacitas que son de otra forma completamente distinta, están generalmente en forma horizontal con estas horadaciones hacia abajo, pero yo no creo, yo mas bien pienso que está ligada al sol, mucho más que al agua.

Queremos agradecer a la señora Carmen del Río el habernos recibido y dado un poco de su tiempo. Ella es un persona muy ocupada, pero muy amable y toda una dama, fue muy gentil con nosotros y de todas maneras sabemos que volveremos a molestarla.

Como pueden ver amigos, la arqueología en la región del Libertador O`Higgins está un tanto aproblemada debido a la falta de financiamiento para estudiarla.

Han sido tantos los años que estos vestigios han estado allí, cuesta mucho pensar y creer que no ha existido una posibilidad de realizar una buena política de conservación, pero bueno nosotros hemos llegado a esta área debido a las investigaciones que estamos realizando en nuestra región y esperamos aportar no solo en difusión, sino además a crear y fomentar el interés, el cariño y la necesidad de conservarlo con nosotros por mucho tiempo más.

En la segunda parte de este artículo, los invito a caminar “En la Ruta de los Soles de Malloa”…

Elizabeth Ramírez, 2007
elizabethsramirez@gmail.com

Glosario:

1.- Manifestación artística de los aborígenes que consistía en diseños diversos realizados en bloques o paredes rocosas.

2.- Hans Niemeyer Fernández, nació en Coquimbo, Chile en 1921. Ingeniero Civil de la Universidad de Chile. Ex profesor en el Departamento de Obras Civiles de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile en las asignaturas de Hidráulica Aplicada e Ingeniería de Riego. Profesor e Investigador del Departamento de Ciencias Sociológicas y Antropológicas de la Universidad de Chile.
Arqueólogo autodidacta. Autor de numerosos trabajos sobre arte rupestre indígena y monográficos - arqueológicos en distintas regiones de Chile.
Participante en eventos científicos nacionales e internacionales. Miembro fundador, ex-presidente y actual director de la Sociedad Chilena de Arqueología.
Niemeyer es conocedor en profundidad de la realidad geográfica chilena a través de más de doscientas cincuenta expediciones a lo largo y ancho del territorio nacional.
Se desempeñó además como Director del Museo Nacional de Historia Natural.

3.- Se le llama así a un tipo de diseño de petroglifos que se da con mayor fuerza en la Cordillera Andina de Linares, ubicada en la séptima región, al sur de Chile.

4.- Los Túmulos son Montículos o acumulaciones de tierra o piedra, generalmente asociados a enterratorios dejados por las culturas indígenas.

5.- De Don Rubén Estehberg, podemos decir que se desempeña como Arqueólogo del Museo nacional de Historia Natural. Ha realizado no solo diversos trabajos investigativos, los cuales se ven reflejados en sus publicaciones, sino además ha participado de varios Congresos donde ha presentado sus ponencias referentes a las proyecciones de la arqueología.

Entre sus obras destacan;
Diccionario de sitios arqueológicos de Chile Central.
Fortaleza La Muralla, San Vicente de Tagua Tagua. Entre muchos.

6.- Ricardo Antonio Latcham nació en La Serena el 17 de abril de 1903, y llegó a convertirse en una de las figuras más importantes de las letras hispanoamericanas.
Parte de sus estudios los realizó en el Instituto de Humanidades y en el Instituto Nacional, terminando su educación secundaria, en calidad de alumno privado, en 1919, fecha en que además publicó sus primeras crónicas en "El Chileno de La Serena".
A muy temprana edad teniendo solo diecisiete años se inicia como crítico literario en La Revista Católica, labor que continuó por más de 40 años en numerosos medios de Chile y el extranjero.
En 1925, publicó "Escalpelo", libro que reúne ensayos sobre el poema La Araucana, sobre la obra de Pedro de Oña, Jotabeche y Joaquín Edwards Bello, entre otros.
En 1926, da a conocer su novela "Vidas ardientes" y su libro testimonial "Chuquicamata, estado yankee".
Habiendo declarado su férrea oposición a la dictadura del general Carlos Ibáñez del Campo, partió exiliado en 1927 a Europa, donde realizó estudios de literatura castellana e historia medieval.

7.- Los Collcas eran depósitos destinados al almacenamiento de alimentos utilizado por los Incas.

Agradecimientos especiales a:

- Entrevista realizada por Elizabeth Ramírez a la Directora del Museo de la Ciudad de Rancagua, señora Carmen del Río Pereira.
- La colaboración en fotografías de don Marcelo Fuenzalida, de profesión Cartógrafo, funcionario de la Secretaria Regional de Bienes Nacionales de la Sexta Región y Encargado de la difusión del Proyecto Rutas Patrimoniales.
- Don Wladimir Aránguiz, destacado Profesor de Historia y Geografía de Chile, quien se ha transformado en un verdadero asesor cultural para esta investigadora.
- Don Jorge Espinoza, funcionario del Servicio Nacional de Turismo, en la ciudad de Rancagua, por su valiosa colaboración prestada para la realización de este trabajo investigativo.
- Don Fabio Picasso, por el aporte de material bibliográfico desde Argentina, para la realización de esta presente investigación.

Referencias Biliográficas:
- Diario “El Cóndor” de Santa Cruz, mes de diciembre del año 1989.-
- “Rutas Patrimoniales”, Guía “Camino de la Frontera”, Valle Central, del Ministerio de Bienes Nacionales.-
- “Región de O`higgins”, Breve recopilación del patrimonio natural y cultural, autoras; Carmen del Río y Blanca Tagle Arduengo. Primera Edición: Enero de 2001, Rancagua- Chile.

En la Sexta Región
El Científico Hans Niemeyer Fernández y su Aporte Cultural

Recientemente ha fallecido (18 de octubre) en Coquimbo, su ciudad natal, a los 84 años de edad, el destacado científico en el ámbito nacional e internacional, Hans Niemeyer Fernández (hermano de Herman, Premio Nacional de Ciencias). Éste Ingeniero Civil, Arqueólogo y Geógrafo ha sido considerado el último naturalista del siglo XX.
Desde 1945 como estudiante primero e ingeniero del MOP posteriormente, recorrió a caballo, mulares o jeep los cursos de ríos y cuencas hidrográficas del país. Paralelo a su trabajo profesional se dedicó a registrar los vestigios de arte rupestre que encontró en su camino.
Conocía Chile como nadie desde Arica a la Antártida y de la cordillera al mar, en unas 400 expediciones que lo motivaron a realizar más de 100 publicaciones en Chile y el extranjero. Fundó la Sociedad Chilena de Arqueología de la cual fue su primer presidente durante 16 años. Fue profesor titular de la Universidad de Chile en el Departamento de Antropología, haciendo clases de Topografía y de Prehistoria Chilena. Dirigió el Museo Nacional de Historia Natural entre 1982 y 1990.
Era considerado el mayor especialista en arte rupestre chileno, reconocido no sólo en Chile sino además en el extranjero donde ganó grandes amigos arqueólogos en Argentina, Perú, Bolivia y México. A fines de los 90 donó todo su material arqueológico (instrumentos, herramientas, diapositivas, documentos, etc.) al Museo Nacional de Historia Natural originando la sala Niemeyer.
En 1997, el Consejo de Monumentos Nacionales lo distinguió con el premio Conservación de los Monumentos Nacionales por su dilatada labor en la materia. El 2001 la Fundación John Simon Guggenheim de Estados Unidos lo premió por su labor de investigación. El 2003 en el Congreso Americanista realizado en Santiago, se le distinguió como el científico chileno que mas ha contribuido al rescate y divulgación de la cultura indígena de Chile.
Investigando en la Sexta Región
En nuestra región, Niemeyer junto a un equipo multidisciplinario integrado entre otros por la arqueóloga sanfernandina Blanca Tagle Arduengo, investigaron el Pucará del Cerro Grande del Inca o Cerro La Compañía de Graneros.
También estudió los petroglifos del cajón del río Cipreses y del cajón de Medina, cuyo material escrito quedó sin publicar.Su amistad con sanfernandinos debido a que en nuestra ciudad vivía su hermano Carlos Niemeyer, recordado deportista del automovilismo en carreras de fuerza libre o turismo carretera, (similar a lo que hoy se conoce como rally) apodado cariñosamente “el corredor solitario sanfernandino” , tenía un cariño especial por esta ciudad. Ello lo demostró cuando conoció a comienzos de los 80 a los integrantes del Grupo Pro Museo (hoy Centro Cultural Museo Lircunlauta).
Consiguió que nueve vitrinas del Museo Nacional de Historia Natural fueran traspasadas a la casa Lircunlauta cuando se gestaba nuestro museo. Periódicamente visitaba San Fernando dando charlas y conferencias sobre temas cientificos en los que era especialista, apoyando a este grupo y sus objetivos. Pero, también, con sus amigos sanfernandinos incursionó en nuestra cordillera colchagüina. La primera expedición, junto a su fiel esposa, Selva Rubilar “descubierta y conquistada por él en Chile Chico”, la realizó en 1983 al alero rocoso llamado Casa Pintada de Tinguiririca, aprovechando también de visitar las huellas de dinosaurios en las Termas del Flaco.
En 1987 realizó con sus amigos sanfernandinos otra expedición al Río Azufre del Tinguiririca para investigar los petroglifos de Los Corrales de Tinguiririca. A mediados de los 90 nuevamente viajó a la Casa Pintada a tomar muestras pictográficas indígenas.
Felizmente sus investigaciones en nuestra cordillera culminaron con la publicación apoyada por el FONDART el 2001”Arte Rupestre en el Tinguiririca” en coautoría con su amigo profesor sanfernandino, Víctor León Vargas.
Parte de este trabajo se exhibe en el Museo Lircunlauta, al que tanto apoyó.-
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1 comentarios:

A las 14 de junio de 2014, 10:25 , Blogger Lircay ha dicho...

MUY INTERESANTE, un tremendo aporte

¿Tienen mayores antecedentes sobre piedras tacitas en la región?

¿Conocen las piedras tacitas de El Pangal?

Les invitamos a visitar www.tacitas.cl - tacitas.blogspot.com

 

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