martes, 16 de octubre de 2007

Veinte rancagüinos en la Historia Nacional


EL RANCAHUASO
Veinte rancagüinos en la Historia Nacional
categorias: Local - Cultura
He aquí, un acercamiento a una veintena de personajes que con sus claroscuros han hecho país desde nuestra “patria chica”, con el sello de Rancagua.

Escrito por Esteban Valenzuela

Aún recuerdo con algo de “pica” aquellas discusiones con un amigo sobre que ciudad de Chile había aportado más talentos al desarrollo nacional en diferentes ámbitos. Fui apabullado por mi interlocutor, el cual como un aplicado niño de kinder, a pesar de su estatura de gigante sonriente, comenzó a recitarme todos los héroes y premios nacionales que habían nacido en Chillán y sus alrededores. En verdad, sorprende: O’Higgins y Prat, Violeta y el clan Parra, la escultora Marta Colvin y Claudio Arrau, que “Consomé” Oyarzún revolucionó el fútbol.

Entonces descubrí lo importante que es para una ciudad y su identidad el conocer de los hombres y mujeres que habían desplegado prodigio y hecho historia, a veces controvertible. Como coronación de esta lección de cariño al terruño, un día llegamos a Chillán, y tras los piures y la cazuela de pava en el mercado a mediodía, luego un mote con huesillo bajo esas grandes arboledas a media tarde, terminamos, no sé cómo, en un bello atardecer dentro de una conocida picada de parrilladas. Tras cruzar la puerta y ser amablemente atendidos, comenzó mi amigo y una informadísima mesonera, a mostrarme en los muros del restaurant los retratos de muchos hijos notables de Chillán. Incluso, se habían apropiado de Neruda. ¿Pero si nació en Parral? Les cuestioné airadamente. “Parral era parte de la provincia de Chillán”, me respondieron. Entonces, dije “el Cardenal Caro es parte de la historia de Rancagua, porque Ciruelos y Pichilemu están en nuestra región”.Hubo sonrisas y una larga conversación sobre los aportes de cada uno de estos próceres, interrumpidos por chunchules y borgoñas varios, además de un vino dulce cauquenino.


Más allá de la fiesta culinaria y la lección de historia, nos prometimos, entonces, sugerir que al menos veinte rancagüinos han sido en sus áreas figuras señeras de la historia del país. Advertimos, que como todo listado se peca de subjetivismo, de todo tipo de discriminaciones, de omisiones, de revelar personajes para muchos desconocidos o sin relevancia. Nos declaramos culpables de todos esos pecados, pero también declaramos que no hay historia oficial, siempre alguien cuenta una historia, y he aquí, un acercamiento a una veintena de personajes que con sus claroscuros han hecho país desde nuestra “patria chica”, con el sello de Rancagua.


CUATRO POLITICOS DE CALIBRE


Lastarria: El progresista por excelencia
Es sin duda el más influyente pensador nacido en Rancagua. José Victoriano Lastarria fue el ideólogo progresista por excelencia del Chile del siglo XIX, el hombre que brego por instituciones democraticas tras el periodo autoritario portaliano, quien enfatizó la importancia de la educación y la ciencia en el desarrollo nacional con la generación literaria de 1842, y fue clave en las rebeliones políticos-sociales encabezadas por el Club de la Igualdad en 1852. Lastarria, liberal en su época (la izquierda decimonónica), comparte con Francisco Bilbao, Santiago Arcos y Vicuña Mackena, un sitial preponderante en los intelectuales que bregaron por reformas bajo en fuerte influjo francés (se critica cierto tono extranjerizante de dicha generación) en el entonces estado chileno en formación.

Lamentablemente, en errores de otros nominados en este mismo listado, en los 60s se demolió la bella casa colonial donde nació Lastarria, y que se encontraba junto a la actual Intendencia, cerrando la plaza en cruz en su cruce nor-poniente. Si se reconstruye un edificio de moderada altura en dicho lugar, para restablecer el cierre colonial de la plaza, debiera tener reminiscencia a esta herencia de los Lastarria.


Germán Riesco: Un Presidente en el Cachapoal


El tema de la reconciliación y la reparación de heridas profundas en una sociedad dividida tras graves conflictos internos no es nuevo en la historia nacional. Tras las guerras civiles en 1850s y de 1891 hubo complejos períodos de reparación y restauración del consenso. A Germán Riesco, nacido en la ciudad, le tocó ser presidente entre siglos, y lidiar no sólo con las odiosidades de la guerra interna, sino también con las luchas de diferentes facciones parlamentarias que hacían caer gabinetes mensualmente. Con todo, bajo su administración continuaron grandes obras de infraestructura y una mayor inversión en educación primaria. No supo responder con reformas a las primeras manifestaciones obreras en Chile.

Patricio Mekis: El Rancagüino que conquistó Santiago

Don “pato”, como le dicen los más avezados funcionarios municipales y líderes vecinales, combinó el carisma con un espíritu práctico y emprendedor. Su familia tenía un negocio pionero de automóviles en calle San Martín, pero el intranquilo Patricio Mekis no estaba sólo para heredar el negocio de don Federico, su padre, y colaboró en los más importantes hechos que sacudieron a la provinciana ciudad: ayudó a fundar el Club O’Higgins, fue clave en que fuésemos sub-sede del mundial del 62, como alcalde dio impulso a la multiplicación de áreas recreacionales y verdes en la ciudad (entre ellas, la entrañable Plaza de la Marina) impulsó el Instituto Inglés y el Club de Campo los Lirios, fue diputado nacional con primera mayoría. Hasta aquí temas de interés para Rancagua, pero luego viene su salto a la capital; Mekis se convierte a mediados de los 70 en Alcalde de Santiago, y pasa a la historia no sólo por su amabilidad, sino por un plan de remodelación urbana del centro que no se veía desde Vicuña Mackena y la remodelación del Santa Lucía. Patricio Mekis crea el Paseo Ahumada, remodela el Parque O’Higgins, inicia campañas públicas por el ornato y el embellecimiento de la Capital. Se le critica, por cierto, el origen no democrático de su mandato, aunque en estricto rigor el alcalde de Santiago siempre fue designado en Chile hasta 1992. El monumento que le recuerda caminando y sonriente frente al Teatro Municipal le expresa optimista como fue siempre hasta su trágica muerte en su casa de descanso del Lago Vichuquén.


Nicolás Díaz: El amante fervoroso de esta región.


En este siglo ha habido muchos políticos con cierta figuración nacional que han representado a Rancagua y la provincia, pero ellos en verdad, no son rancagüinos, tan solo la han visitado electoralmente. El político por excelencia ha sido Nicolás Díaz, DC por los cuatro costados, quien no solo dejó huella como Alcalde en el convulsionado período de fines de los sesenta, que implicó erradicar conventillos y callampas, sino también proyectar el balneario Cachapoal y el nuevo edificio consistorial. Fue ardoroso oponente de Allende, pero también valiente y tenaz opositor a la dictadura militar, lo que le costó ser despedido de su cargo médico en el Hospital Regional, al cual había estado vinculado por décadas. Luego es electo senador con primera mayoría; la región ve su preocupación por Convento Viejo y la preservación ambiental, y la ciudad su interés en proyectos claves como la Iglesia Gaudí. Pero Nicolás Díaz trasciende lo local, y con el tiempo será recordado por su papel en otras dos iniciativas de resonancia nacional: La legislación antitabaco que desafió poderosos intereses económicos, y la realización en Chile y en nuestra región del mayor evento desde el mundial del 62: El jamboreé mundial en nuestra pre-cordillera en el cambio de milenio.


LA CIUDAD DE TRES SINDICALISTAS QUE HICIERON TEMBLAR A LA MONEDA


El negro Olivares: Cuando el cobre se para…


Entre los viejos y no tan viejos mineros se nombra con fervor casi religioso el nombre de Héctor Olivares Solís, el “Negro” Olivares, quien a pesar de su buen carácter y sentido del humor, fue un luchador sindical implacable especialmente en los 60s, mañoso le acusaron muchos, cuando siendo Frei padre presidente, encabeza el movimiento de solidaridad con la huelga de El Salvador, y la Moneda conoce por primera vez el peso incontenible de los trabajadores del cobre, “el sueldo de Chile”. Líder sindical, que fue a la escuela en Rancagua y conoció el mundo de Sewell y los campamentos de Caletones y Coya. Líder social que se convierte en parlamentario, sufre el exilio, y vuelve a representar la ciudad con primera mayoría tras el reencuentro con la democracia. Hasta hoy asesora a la Federación de Trabajadores del Cobre, buscando ampliar y defender conquistas sociales en un país donde el movimiento obrero ha tenido protagonistas claves en la ciudad de Rancagua. Nadie entiende porque no vive acá, entre los suyos, entre esas familias que aún conservan junto a la foto de Allende un retrato o un calendario del “negro”.


Guillermo Medina: De la pesadilla de Allende al predilecto de Pinochet


Guillermo Medina es por cierto un nombre que desata amores y odios, pero fue indiscutiblemente un actor central del sindicalismo gremialista por un cuarto de siglo. Se dice que fue pro DC, que trabajó por la candidatura socialista de Olivares, que luego se radicalizó contra Allende encabezando la famosa marcha sobre Santiago dominada por los empleados de “El Teniente”, lo que desnudó las propias carencias del Gobierno de la Unidad Popular y su discurso obrerista que no supo integrar a las capas medias al proceso de transformaciones.


Para algunos Medina fue un traidor, para otros un héroe de la resistencia anti-marxista, para los observadores más imparciales, un caso notable de líder gremial que defendió los intereses corporativos de su sindicato bajo el gobierno que fuere. Pinochet lo distinguió como consejero de Estado, y los más perspicaces, apuntan correctamente que en el fondo el dictador le temía. De hecho, los Chicago Boys nunca metieron mano a “El Teniente”, y los trabajadores del cobre mantuvieron sus conquistas a pesar de la revolución capitalista y anti-sindical. Se convirtió en factor determinante para mantener la pega o entrar a “El Teniente” en tiempos de aguda cesantía. La historia juzgará las razones políticas, gremiales, o una mezcla de tenacidad y oportunismo en un líder sindical indiscutible.


Rodolfo Seguel: El comienzo del fin del autoritarismo

Cuando se lee cualquier libro o ensayo sobre la transición a la democracia en Chile, se ubica su inicio en la crisis económica de 1982 y el llamado a la primera protesta nacional realizado por la Confederación de Trabajadores del Cobre el 11 de mayo de 1983, presidida por un joven sindicalista de Caletones; el rancagüino Rodolfo Seguel. Después es despedido, encarcelado en varias oportunidades y tuvo que librar batallas judiciales para mantener su cargo sindical, del cual también se le trató de eliminar. El “Lech Walesa Chileno” como apuntan muchos, perdió liderazgo con el tiempo, se hizo diputado por San Miguel y fue ampliamente criticado por colocarse en la fila para saludar al General. Aunque se cuestione a Seguel, su nombre ha quedado inscrito en la historia nacional. Desde Rancagua, una vez más, La Moneda tembló.


Dos artistas que remecieron la plástica y la escultura

Ximena Cristi y el fin de machismo en la pintura


"LOS MAESTROS IV : HOMENAJE A XIMENA CRISTI"

VER ENTREVISTA
Ella nació en Rancagua casi por casualidad, pero recuerda sus veraneos en los fundos familiares en los alrededores de la ciudad. Los críticos plásticos e historiadores del arte nacional la nombran en todas las reseñas serias de los más destacados artistas nacionales del siglo. Su pintura delicada, que conjuga intimismo y pasión exterior, rompió la hegemonía masculina de nuestra historia plástica, dominada por hombres desde el siglo XIX. Ha lidiado con todos; con Matta y Juan Francisco Gonzalez, con Valenzuela Puelma y Pablo Buchard, y salió vencedora. La pintura después de ella dejó de ser un pasatiempo para las señoritas o un arte profesional vedado para mujeres.


Samuel Román o la obra monumental diseminada por Chile


Notable la ignorancia sobre este artista eximio, que sin embargo ha creado las obras escultóricas más populares y afamadas de Chile. Entre ellas el Monumento a Enrique Molina que domina el Campus de la Universidad de Concepción, la bellísima “Novia del Viento” que fue elegida entre cientos como la mejor obra para recibir a los millones de viajeros que visitan Chile por esa puerta es el Aeropuerto Pudahuel. Samuel Ramón también esculpió el monumento a Balmaceda en la Plaza Italia, las educadoras en calle Dieciocho. Además, formó la escuela de canteros, que educó a decenas de grandes escultores, entre ellos su propio hijo Héctor (creador del Monumento a la batalla de Chacabuco), y nuestro conocido José Vicente Gajardo, artista tomecito radicado en Doñihue desde 1990. Samuel Román se crió en la casa que alberga a gendarmería allí en Lastarria con O’Carrol, en el barrio estación, el más fecundo en figuras nacionales, como ya veremos. Felizmente la Alameda de la ciudad cuenta con dos de sus obras.


Tres empresarios de la innovación y el asombro


Carlos Klein: El vencedor silencioso de la Guerra del Pacifico


Los extranjeros, especialmente los gringos, saben mucho de guerras, y por tanto cuando escriben de ella no sólo se refieren a héroes reales o mitológicos del campo de batalla, sino que a los creadores de tecnologías e insumos vitales para la misma. Así como la industria acerera de los Krupp explica la agresividad alemana en este siglo, numerosos expertos se han preguntado cómo Chile logró derrotar a Bolivia y Perú, y avanzar en su expansionismo hasta la mismísima Lima. Sorprende encontrar, entonces, la figura innovadora de Carlos Klein, quien con su maestranza-fundición de Rancagua fue capaz de surtir a la Armada y el Ejército de municiones y repuestos esenciales para el éxito militar. Klein es prácticamente ignorado en nuestras historias.


Nicolás Rubio: Un empresario que se adelantó un siglo

Causa casi hilaridad leer en este fin de siglo que nuestros políticos y técnicos llaman a los empresarios a dar un nuevo “paso en la cadena exportadora”, pasando de la mera explotación de productos primarios y otros de mayor valor agregado, especialmente pasar de la fruta de exportación a un mayor desarrollo de la agroindustria alimentaría. Hace un siglo, a fines del XIX, un rancagüino ya era el empresario que se pide para el siglo XXI. Nicolás Rubio creó la primera conservera nacional, y con su fábrica comenzó a enviar fruta enlatada a la propia Europa. Todo, desde la bella casa esquina de membrillar con Freire, de la cual solo quedan dos palmeras, ahogadas por el asfalto del estacionamiento de un supermercado. Nicolás Rubio fue un pionero que mostró caminos al empresariado nacional. Verdadera modernidad desde la provincia.


Jesús Diez: De la micro Codegua-Rancagua al imperio Tur-Bus


Aunque él se dice de la Punta de Codegua, la verdad es que se educó en Rancagua, y así como alguien dice fantaseando que comenzó con unos pollitos, la verdad es que el fundador y dueño de Tur Bus comenzó con una micro entre Codegua y Rancagua. Sí, no solo padecemos la invasión de cadenas “santiaguinas”, sino incursionar en lo aéreo y expandirse a otros países. Todo un imperio con fé de bautismo en estas tierras, aunque su edificio no sean muy agradecido con su ciudad de despegue.


El obispo de la comunidad cristiana participativa


Miguel Cavieres: Poniendo en Práctica el Concilio

La región tiene fama de ser la proveedora de mayores vocaciones religiosas per cápita de Chile, sobre todo la costa desde antes del mismísimo Cardenal Caro, con un Obispo de oratoria abismante como Ramón Ángel Jara. Por aquí ha pasado el Obispo Borja Valenzuela, Eduardo Larraín Cordovez, han nacido Orozimbo Fuerzalida, y en San Vicente el Obispo Pardo. Pero el rancagüino por excelencia con renombre internacional más que nacional, aunque sea lejos el sacerdote más publicado del cono sur en las últimas tres décadas, es el ex parroco de Pichidegua y actual Obispo de Osorno, Miguel Cavieres, quien fuese también asesor de pastoral juvenil.


El Obispo Cavieres es conocido en toda Latinoamérica por sus escritos proponiendo metodologías participativas para vivir el evangelio y desarrollar la vida interna del gran aporte del Concilio Vaticano II: el retorno a la comunidad eclesial de base, como los primitivos cristianos. Miguel Cavieres es el gran operacionalizador y divulgador de esta innovación de la Iglesia Católica universal. Sus manuales para leer el evangelio en común, la metodología de ver-juzgar y actuar, las técnicas para fortalecer la vida grupal, han sido re-editados sólo en forma comparable a los escritos de Oscar Castro. Todo silenciosamente, como la propia sencillez de este cura-Obispo rancagüino.


Dos cantantes internacionales y un animador de historia

Arturo Gatica popularizó la canción chilena

Murió hace solo dos años y miles de rancagüinos le visitaron en su velorio allí en la Población Cuadra, y luego le acompañaron desde la catedral hasta el cementerio Número 2 o Baquedano. Es que para los lolos de hoy les costaría creer que en los cuarenta y cincuenta el hit número uno era Arturo Gatica en radios capitalinas y provincianas. Y pensar que se crió en Lastarria y Maruri, en el Barrio Estación, y comenzó cantando en cantinas y bares de Carrera Pinto, en las fiestas del Liceo, en matrimonios y peñas. Arturo Gatica tuvo una gran virtud: sacó a la canción chilena de un folklor anquilosado y la supo renovar, hacerla popular, conquistar sintonía, hasta llevarla a decenas a países.


Lucho Gatica: el más conocido cantante chileno de todos los tiempos


Lucho Gatica fue alumno predilecto de su hermano Arturo, y su voz romántica y provinciana, fresca y sensual, apasionada y amable, fue conquistando tres generaciones de chilenas, mexicanas, venezolanas, españolas. Parece increíble que hace solo tres años al despedirse. Julio Iglesias y Luis Miguel, hayan estado allí en ese homenaje masivo para la comunidad latina de Estados Unidos. Ellos saben, que en los sesenta, el rey del bolero fue Lucho Gatica, quien abrió la industria musical a la canción romántica latinoamericana. No es exagerado decir que es el Frank Sinatra de Hispanoamérica. O más bien, que Sinatra es el Lucho Gatica de los gringos. Y era un mocoso en ese lugar diverso y bohemio que es (fue) el Barrio Estación.


Iván Arenas: Un profesor Rosas que ya es inmortal

Los mayores (ya de setenta) leían el Peneca (pura literatura). Si uno le pregunta a un cincuentón responderá que el gran motivador de su niñez y pubertad fueron los cuentos de Salgari y el radio teatro (literatura y radio). Si nos preguntan a los actuales treintones, diremos casi unánimemente que somos la generación del Mampato de Themo Lobos y de Música Libre (literatura y televisión). Pero si en algunos años más le preguntamos a los actuales adolescentes y niños por quien les abrió los ojos a la aventura y el conocimiento, nos dirán que el profesor Rosa (televisión y televisión). La del dos mil dirá que el internet. Pero bueno, todo este preámbulo para ubicar la importancia de ese Rancagüino, criado entre la Isabel Riquelme y la Rancagua Sur; simplemente Ivan Arenas, el rancagüino que se ha convertido en el creador de mundos de toda una generación. Y eso es mucho, muchísimo en la historia de un país.


Un deportista rancaguino en el libro guiness

Renato Castro: Campeón Mundial de basketball


Jotar, el campeón continental de tiro, se dice de Requinoa. Y a Jorge Robledo lo reclaman otros lugares. Así que en el deporte, nos quedamos con este hombre fenomenal. Ganó la competencia mundial de tiro libre en basketball, e hizo colocar a un rancagüino en los titulares nacionales e internacionales. Es que achuntarle 99 veces de cien a un aro de basketball es algo imposible. Como dice mi padre; “habría un ángel tirando las pelotas hacia adentro, no hay otra explicación”. Quizá se pueda explicar en que el basketball fue boom en Sewell y Rancagua de los 40s a los 60s, y a esa generación pertenece este prodigio. Ahora que se ha hecho popular el basketball americano por el cable, hay que recordar que Michel Jordan y demases tienen un promedio de 70% de anotaciones en tiros libres. Grande Renato Castro, no hay que olvidarle nunca.


Tres literatos que han honrado la lengua y su tierra


Baltazar Castro: El narrador de las epopeyas mineras

Don Balta tiene historias de todo tipo: como político fue senador socialista independiente, representó a los mineros, y tuvo una abortada pre candidatura presidencial; como empresario fue famoso por su viña y por venderle vino a Cuba tras la visita del mismísimo Fidel Castro; pero, sin duda, su figura crece en la literatura desde sus libros de costumbrismo social donde relata de vida de mineros y campesinos, pasando por obras picaras, sátiras, hasta su último libro que es un dulce retrato de Pablo Neruda. El es parte esencial de esa generación de literatura comprometida con los de abajo, en la cual le acompañan nombres como Manuel Rojas, Nicomedes Guzmán y Baldomero Lillo.


Héctor González: El periodista que llegó a la Academia de la lengua

La historia chilena de la prensa regional tiene un nombre indiscutible en la persona de Héctor González Valenzuela. Sesenta años de periodismo, cuarenta en la dirección de “El Rancagüino”, tras el trágico asesinato del fundador de dicho medio e incendio del diario; su padre, Miguel González Navarro. Ensayista e historiador, orador indiscutible con piezas literarias sobre la batalla de Rancagua que ponen los pelos de punta y emocionan. Directivo nacional y latinoamericano de la prensa asociada. Promotor de Instituto O’Higginiano. Perseveró con el diario de la ciudad a pesar de la severa crisis de 1983 y los intentos de “El Mercurio” de convertirlo en otro apéndice regional de la poderosa cadena nacional. Su dilatada carrera en el periodismo, la historia y las letras, le han significado un reconocimiento que le ubican como otro rancagüino de significación nacional: miembro de la Academia Chilena de la Lengua desde 1997. Probablemente nos debe una gran obra literaria, que ya debe estar escrita y apostamos versa sobre O’Higgins y su gesta, sus contradicciones y aciertos. Hay que esperar a leerla.


Oscar Castro: Nos mostró El Alba y no quiso ser el tercer Nóbel chileno

Sin desmedro de otras figuras, debíamos comenzar con Lastarria y concluir con Oscar Castro, quienes junto a Samuel Román y Lucho Gatica, destacan por su resonancia nacional e internacional. Allí está el rancagüino nacido en una casa que aún está en pie allí en calle O’Carrol, a un costado del Liceo que lleva su nombre. Le sobreviven su viuda eterna Isolda Pradel y sus amigos de “Los Inútiles”. Pero sobre todo permanece en cientos de ediciones de su prolífera producción literaria, en libros como “Comarca del Jazmín” o “La Vida Simplemente” que sobrepasan los cien ejemplares. Uno de los autores chilenos más leídos y re-editados. Prosa y verso, periodismo, teatro, ensayo.

Se crió también en Barrio Estación, conociendo la vida alegre de prostíbulos y bares, mezclando su vida de un barrio pobre y un colegio rico financiado por un tío, escuchando los trenes al sur y a la mina, oyendo las historias de campesinos, mineros y andariegos. Desde la historia local, inspirado por sus amores rancagüinos y las tragedias sociales de la ciudad, por sus amaneceres y crepúsculos, Oscar Castro se ha hecho universal. Las universidades del mundo conocen decenas de tesis y libros sobre su obra. La novela “Llampo de Sangre” con toda la vida de los mineros de Chancón fue llevada al cine. Los Cuatro de Chile y los Duvachelle popularizaron sus poemas hechos canciones. Augusto D’Halmar lo descubrió en el Ateneo de Valparaíso tras leer el “Responso a García Lorca”, tras el asesinato del poeta granadino en manos franquistas. Luego el educador Hernán Vera le lleva a Santiago. Es premiado y publicado, aunque la mayoría de su obra es editada postunamente. Muere tempranamente, a los 37 años. No es fetichismo decir que así como Nicanor Parra merece el Nóbel, posiblemente Oscar Castro de haber sobrevivido ya habíamos festejado un tercer galardón para Chile. Sus versos y libros siguen siendo fuente de inspiración, desde el “para que no me olvides” que titula una obra de Marcela Serrano, hasta el propio nombre de esta revista regional, que nos dicen, debe su nombre a esos poemas de Castro “Del Alba a la Noche”. Por la magia de la literatura, y la calidad de su obra, Oscar Castro seguirá siendo un clásico, haciendo universal a Rancagua, como Fuenteovejuna, como el San Peterburgo de Dostochiesky, como la Praga de Kundera, o Isla Negra de Neruda.


A modo de epílogo y defensa solo una última idea: esto ha sido sólo una invitación para conocer de nuestra historia, de sus personajes, para testimoniar que desde esta tierra nacen talentos y ha habido creatividad y liderazgos en diversas áreas del quehacer. Hay que sacarse de la cabeza todo complejo de inferioridad. Sí, pecamos de fetichismo local, y arengamos (y autorizamos) públicamente a algún comerciante que coloque en su bar o restaurant o lo que fuere, los retratos de parte o la totalidad de estos rancagüinos. Lo único que pedimos es que sepa quiénes son y que nos guarde un vaso de tinto para invitar a ese chillanejo orgulloso a conocer los nuestros, y darle también una lección de historia y amor al terruno.

lunes, 15 de octubre de 2007

Patrimonio humano: aportes destacados al país

En la época republicana, ilustres ciudadanos de esta región han contribuido con su gestión a engrandecer nuestro país, en todos los ámbitos del quehacer humano. Como una muestra destacamos a algunos de ellos.

MIEMBROS INTEGRANTES DE LA PRIMERA JUNTA DE GOBIERNO

- Mateo de Toro y Zambrano (1727 - 1811)

Tuvo una destacada actuación como presidente de la Primera Junta de Gobierno (1810) que puso fin al período de la Colonia y dio comienzo a la época de la Independencia.


Su vínculo con esta región se debe a su calidad de propietario de la Hacienda La Compañía que fuera de los Jesuitas y que adquirió luego de la expulsión de esa orden de Chile.
Biografía

Medalla Mateo De Toro Zambrano,Conde de la Conquista



José Gregorio Argomedo



- José Gregorio Argomedo (1767 - 1830)

Nació en San Fernando en 1767. Estudió en el Convictorio Carolino de Nobles y en la Universidad de San Felipe, recibiéndose de doctor en Sagrados Cánones y Leyes. Ocupó múltiples cargos públicos entre los que destacamos los de alcalde corregidor interino, diputado y senador por San Fernando, intendente de Colchagua, ministro y presidente de la Corte Suprema, rector de la Universidad de San Felipe. Pero el cargo de mayor importancia que ostentó fue el de secretario de la Primera Junta de Gobierno. A él y a Gaspar Marín se debe la redacción del Acta de Independencia de Chile.

ESCRITOR Y DESTACADO HOMRE PÚBLICO

- José Victorino Lastarria (1817 - 1888)

Nacido en Rancagua, es una de las figuras intelectuales y políticas más notables del siglo XIX. Fundó la Sociedad Literaria en 1842, siendo el fundador y primer presidente de la Academia Chilena de la Lengua. Ocupó numerosos cargos públicos entre los que destacamos ministro de la Corte de Apelaciones de Santiago, luego de la Suprema, diputado por Rancagua, senador y ministro del Interior del presidente Aníbal Pinto. Fiel representante del liberalismo democrático, pertenece a una generación que comienza a buscar un lenguaje representativo y marca un cambio fundamental a nivel literario y también político. Sus principales obras son «Recuerdos literarios», «Historia Constitucional de Medio Siglo» y «Derecho Público Constitucional».

PRESIDENTES



- Federico Errázuriz Zañartu (1825 - 1877)

Destacado hombre público, liberal, dos veces diputado por el Departamento de Caupolicán, regidor de la Municipalidad de Santiago, diputado por Molina, intendente de Santiago y ministro de Justicia, Culto e Instrucción Pública, senador y presidente de Chile de 1871 a 1876. Su gobierno se caracterizó por ser uno de los más enérgicos y personalistas del siglo XIX. Entre los hechos importantes de su período se destaca la creación del Ministerio de Relaciones Exteriores, el establecimiento del arbitraje en la cuestión de límites con Argentina, la firma de un tratado con Bolivia, la promulgación de la libertad de prensa y creencias. Errázuriz Zañartu estuvo ligado a esta región por ser propietario de tierras en la provincia de Colchagua.

- Federico Errázuriz Echaurren (1850 - 1901)

="left">Hijo del anterior, abogado, diputado por Rancagua, Constitución y Cauquenes, ministro de Guerra y Marina en 1890, senador por la provincia de Maule, ministro de Justicia e Instrucción Pública en el gobierno de Jorge Montt, elegido presidente de Chile en 1896 por un lapso de seis años.

Estuvo vinculado con la región por ser propietario de tierras en Colchagua por herencia y por su matrimonio con Gertrudis Echeñique, dueña de la hacienda San José del Carmen de El Huique en la comuna de Palmilla. Actualmente las casas de esta hacienda son propiedad del Ejército y funcionan como Museo.

- Germán Riesco Errázuriz (1854 - 1916)

Nació en Rancagua. Este ilustre personaje llegó a ser presidente de Chile entre los años 1901 y 1906. Realizó sus estudios en el Instituto Nacional y en la Universidad de Chile, donde obtuvo el título de abogado en 1875. En 1896 llegó a ser fiscal de la Corte Suprema. El Partido Liberal, al cual pertenecía, lo proclamó candidato a la presidencia en 1901. En las elecciones de ese mismo año, Riesco obtuvo el triunfo con amplia mayoría. Su período se caracterizó por las contínuas luchas de poder al interior de su gobierno entre la Alianza Liberal, que lo proclamó su candidato, y la coalición opositora, que sin embargo formó parte de varios gabinetes de los muchos que nombró Riesco. Esta dura convivencia al interior del gobierno es un reflejo de la creciente crisis política y social que vivía Chile a comienzos del siglo XX. Hechos destacados de su administración fueron el buen manejo de las relaciones internacionales, como la firma de pactos limítrofes con Argentina, el Tratado de Paz y Amistad con Bolivia y el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con Perú en 1906.

En el plano personal, la honestidad de Germán Riesco queda de manifiesto al comprobarse su precaria situación económica al terminar su mandato presidencial.


- Juan Esteban Montero Rodríguez (1879 - 1948)

Abogado, militante del Partido Radical, ministro del Interior del presidente Carlos Ibáñez, asume el poder como vicepresidente de la República en forma transitoria en 1931, luego de la renuncia del presidente del Senado, que había reemplazado en su cargo al dimitido general Ibáñez. Ese mismo año es elegido presidente de la República, cargo que ejerce hasta junio de 1932, fecha en que se produce un golpe de Estado.
Está vinculado a la región por propiedades en la actual comuna de Paredones, donde aún se encuentran algunos de sus descendientes.
En su gobierno se pone en vigencia efectiva la Constitución Política de 1925 que hasta la fecha no había tenido una aplicación real.

EL PRIMER CARDENAL DE CHILE

José María Caro Rodríguez

- José María Caro Rodríguez (1866 - 1958)

Nació en 1866 en San Antonio de Petrel, antigua hacienda colchagüina cercana a Pichilemu y estudió en la escuela rural de Ciruelos. Su vida estuvo siempre guiada por la fe y su camino fue trabajar por los desposeídos. Sus estudios religiosos en el Seminario de Santiago los completó en la Universidad Gregoriana de Roma, donde obtuvo el título de doctor en Teología. Luego fue ordenado sacerdote. A su regreso a Chile, fue profesor del Seminario de Santiago durante diez años y posteriormente se trasladó al norte del país, donde fue párroco de Mamiña y vicario apostólico de Tarapacá. En 1925 el papa Pío XI lo trasladó a la diócesis de La Serena, de la cual fue su primer arzobispo. Más tarde, el Vaticano lo designó séptimo arzobispo de Santiago, dándole un nuevo estímulo a su permanente entrega. El 17 de mayo de 1946 el papa Pío XII lo convirtió en el primer cardenal chileno. Participó a los 92 años como el cardenal más anciano, en el cónclave para elegir al sucesor del papa Pío XII, que resultó ser Juan XXIII. Murió en Santiago ese mismo año 1958. Sus restos descansan en la Catedral Metropolitana.

HISTORIADORES



- José Toribio Medina (1852 - 1930)

Nació en Santiago en 1852, por razones médicas, pero vivió sus primeros años con su abuelo paterno en Chomedahue, Santa Cruz. Luego, su familia se trasladó a Talca y posteriormente a Santiago. Fue alumno del Instituto Nacional donde tuvo por profesores a Barros Arana, Amunátegui, Briseño y Philippi, quienes influyeron en su formación intelectual. Estudió leyes, pero su contacto con el sabio Rodulfo Armando Philippi despertó en él la pasión por las ciencias naturales. Además de esto, se interesó por la antropología, la historia, la arqueología, convirtiéndose en el más grande estudioso del pasado americano. Fue elegido presidente de honor del Congreso de Americanistas en Buenos Aires en 1910. En 1913, la Sociedad Chilena de Historia y Geografía le otorgó la medalla de oro por sus numerosos artículos. En 1923, al cumplir cincuenta años de labor ininterrumpida se le rindió un homenaje en el Salón de Honor de la Universidad de Chile, encabezado por el presidente de la República Arturo Alessandri. Donó a la Biblioteca Nacional todos sus libros, documentos y apuntes, que se encuentran en la Sala Medina. Ha sido llamado por muchos «el más grande bibliógrafo de la cristiandad». Sus obras publicadas suman sobre 400 piezas, algunas de las cuales se publicaron en forma póstuma. El reconocimiento a este connotado chileno continúa hasta el día de hoy.

Entre sus obras más destacadas podemos citar «Los Aborígenes de Chile», el «Diccionario Biográfico Colonial de Chile», «Cervantes en las letras chilenas», «Cartografía hispano colonial de Chile», «Documentos inéditos para la Historia de Chile», «Historia del Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición en Chile», «Cartas de Pedro de Valdivia», «Bibliografía de Hernán Cortés».

Francisco Antonio Encina

- Francisco Antonio Encina (1874 -1965)

Abogado, ejerció por poco tiempo, dedicándose al comercio, la agricultura y la política. Fue diputado en representación de Linares, Parral y Loncomilla de 1906 a 1912. Su alejamiento de la política le permitió dedicar todo su tiempo al estudio sin descuidar el trabajo del campo, del cual nunca se desligó. Su afición por los caballos chilenos lo convirtió en un prestigioso criador y en un experto en el ramo. Esta afición la desarrolló en el Fundo El Durazno de la comuna de Las Cabras, donde pasaba largas temporadas preocupado del campo y de la investigación. Su biblioteca se decía constaba de más de 20.000 volúmenes. Fue incorporado a la Academia Chilena de la Historia en 1934. En 1940 publicó el primer tomo de su obra cumbre «Historia de Chile desde la Prehistoria hasta 1891», culminando este trabajo con el tomo XX en 1952. Nunca una obra histórica había alcanzado el éxito de ésta, lo que llevó años más tarde al español Leopoldo Castedo, su colaborador y secretario, a publicar un resumen de ella en tres volúmenes. En 1955 recibió el Premio Nacional de Literatura, porque no existía el de Historia, y en 1957 la medalla de oro de la Academia Chilena de la Historia.

- Luis Amesti Casal

Nació en San Fernando, hijo del destacado médico y director de la Asistencia Pública Félix de Amesti Zurita. Fue un acucioso investigador de la historia colonial. Sus investigaciones se plasmaron en importantes escritos, imprescindibles para quien se interese por el tema. Especial importancia reviste su obra sobre Colchagua, «Las Casas Troncales de Colchagua».

ESCRITORES


- Daniel Barros Grez (1833 - 1904)

Nació en Santa Cruz, estudió en el Instituto Nacional y posteriormente en la Universidad de Chile, titulándose de agrimensor. Fue arquitecto, constructor e inventor de implementos para la agricultura y la música, destacándose un distribuidor mecánico de las aguas de regadío y un instrumento musical llamado violi-arpa. Fue novelista, el único escritor de un libro de fábulas originales en Chile, además de dramaturgo. Algunas de sus obras continúan representándose en los escenarios nacionales como «Casi casamiento», «El ensayo de la Comedia», «Como en Santiago», «Cada oveja con su pareja».


Biografía

Jean Jacques Edouard Laval Anglade, padre de Ramón Laval Alvial.


- Ramón Laval Alvial (1862 - 1929)

Nació en San Fernando, estudió en el colegio de la Recoleta Dominica, trabajó en Correos y luego en la Biblioteca Nacional durante 33 años como secretario, subdirector y director. Estudioso del folclore, llegó a ser el más renombrado especialista chileno en círculos europeos. Fundador de la Sociedad Folclórica de Chile y de la Científica de Chile, además de miembro de número de la Academia Chilena de la Lengua. Fundó también y dirigió la revista «Portal» de Valparaíso, la Revista Chilena de Historia y Geografía que dirigió desde 1912 a 1925. Entre sus obras destacan «Cuentos chilenos de nunca acabar», «Oraciones, ensalmos y conjuros del pueblo chileno», «Folclore de Carahue», «Cuentos Populares en Chile», «Cuentos del Mediopollo», «Pareniología Chilena», que le valió el reconocimiento mundial de los especialistas y estudiosos del folclore.

- Olegario Lazo Baeza (1878 - 1964)


Oficial de ejército nacido en San Fernando en 1878, desde 1912 participó por dos años en el Regimiento de Húsares del emperador Francisco José, cabeza del imperio austro-húngaro.
A consecuencia de una antigua dolencia sufrida mientras se desempeñaba como militar, debió retirarse del ejército, dedicando su vida a las letras. Llegó a ser uno de los grandes escritores de la literatura chilena. Entre sus obras se destacan los cuentos titulados «El Viaje», «El Milagro» y «

El Padre

» que es el más conocido y admirado de sus «Cuentos Militares».

- Carlos Vicuña Fuentes

Nació en Rengo en 1886. Fue abogado y profesor de Castellano. A causa de los sucesos revolucionarios de 1924 debió exiliarse, desempeñándose como profesor en Panamá, Europa y Argentina. Luego de la caída del gobierno del general Ibáñez fue restituido en su cargo y nombrado director del Instituto Pedagógico.
Biografía

Oscar Castro Zúñiga

- Oscar Castro Zúñiga (1910 - 1947)

Nació el 25 de marzo de 1910 en Rancagua.

A los 16 años publicó sus primeros poemas en el diario «La Semana». Años más tarde, el 25 de octubre de 1934, junto con su amigo Oscar Vila y otros 6 escritores y periodistas, funda el grupo literario «Los Inútiles». Por primera vez llama la atención dentro de los poetas y escritores de la capital cuando escribe su homenaje «Responso por Federico García Lorca» a fines de 1936. En Buenos Aires recibió el premio Municipal de esta ciudad en 1939, luego de la gran acogida que tuvo la publicación de algunos de sus cuentos. Su primera publicación fue el libro de poemas «Camino en el Alba» (1938). La editorial Zig-Zag publica su primer libro de cuentos, «Huellas en la Tierra». Ese mismo año gana el concurso de cuentos de la Municipalidad de Rancagua con «Callejón de los Gansos», y lanza su segundo libro de poemas «Viaje del Alba a la Noche». Otra de sus obras famosas es «La sombra de las cumbres» (1944) y «Comarca del Jazmín» (1945).

Su vocación por la enseñanza comienza a realizarse en 1941 cuando comienza a trabajar como profesor de Castellano en el Liceo de Hombres de Rancagua, y más tarde funda el Liceo Nocturno. Además realizó trabajos como empleado bancario y bibliotecario. En 1945 es declarado Hijo Ilustre de esta ciudad, recibiendo la medalla Santa Cruz de Triana. Abatido por una rebelde tuberculosis pulmonar, se traslada a Santiago para tratarse, sin embargo la enfermedad apaga su pluma el 1º de noviembre de 1947 en el Hospital El Salvador, a la edad de 37 años. Entre sus obras póstumas están los poemas «Rocío en el Trébol» (1950), y las novelas «Llampo de Sangre» (1950), «La vida simplemente» (1951), y «Lina y su sombra» (1958).
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Los Inútiles (1934-1938))

- Gonzalo Drago (1906 - )

Nació en San Fernando, trabajó en el mineral El Teniente y luego fue funcionario de Tesorería. Fue miembro del círculo literario Los Afines y de la Sociedad de Escritores (Valenzuela, 1998).

- María Urzúa Casas Cordero

Nació en San Fernando, fue diplomática y secretaria de Gabriela Mistral en Petrópolis (Brasil); escritora de versos y cuentos.

- Víctor Maturana (1862 - 1919)

Destacado sacerdote agustino, nació en Chanqueahue, fue prior del convento de su orden en Santiago y rector del Colegio de San Agustín. Escribió una valiosa historia sobre los agustinos en dos tomos, además de otras de igual importancia. Implementó la biblioteca de la orden y formó una academia literaria para sus alumnos.


DRAMATURGOS


Alejandro Sieveking

Biografía y Obra


Fernando Cuadra

Entre los dramaturgos más destacados a nivel nacional encontramos a Alejandro Sieveking, ligado a Rengo, y a Fernando Cuadra, rancagüino. Biografía y Obra


PINTORES Y ESCULTORES

- Ramón Alberto Valenzuela Llanos (1869 - 1925)


Nació en San Fernando. Es considerado uno de los cuatro maestros de la pintura chilena. Alumno del florentino Juan Mochi, viaja a París para perfeccionar sus estudios con una beca concedida por el gobierno de Chile. Muchas de sus obras están en museos e instituciones extranjeras, otras permanecen acá en Chile en el Museo de Bellas Artes y en la región se encuentra una tela en el Museo Regional de Rancagua, retratos en el Museo de Lircunlauta y una tela de motivo religioso que se encuentra en la iglesia de Lolol y que representa la aparición de la Virgen de la Merced al rey Jaime I.



Samuel Román Rojas (1907 - 1990)

En Calendario Colección 1991 de Phillips Chilena se pueden admirar algunas esculturas.

Amor conyugal

Galería del periódico EL CACHAPOAL



Nació en Rancagua. A los 17 años ingresó a la Escuela de Bellas Artes donde hizo sus estudios con maestros tan destacados como Virginio Arias y Carlos Lagarrigue, participó en numerosas exposiciones donde ganó prestigio y medallas. En 1937 ganó la Beca Humboldt en concurso público para perfeccionarse en Alemania entre ese año y 1939. Es ahí donde realizó una de sus mejoras obras, «La novia del viento». Luego de regresar a su patria, se le encomendó realizar un homenaje a dos educadoras: Isabel Pinochet y Antonia Tarragó, obra monumental que se exhibió por largo tiempo en la Alameda de Rancagua. Fundó la Escuela de Canteros en 1943, dando curso a su interés por enseñar el oficio a los más jóvenes. Luego le solicitaron en 1946 que realizara la galería de los presidentes de Chile para el Palacio de la Moneda, surgiendo los bustos de Bernardo O’Higgins, Francisco Antonio Pinto, Federico Errázuriz, Domingo Santa María, José Manuel Balmaceda, Pedro Aguirre Cerda y Juan Antonio Ríos. Luego realizó la gran obra en bronce en honor al presidente Balmaceda, en la entrada de Providencia. A los 57 años recibió el premio Nacional de Arte, en 1964. Este destacado escultor rancagüino trabajó la piedra, el granito, el bronce, el mármol, la greda, dejando una gran cantidad de obras.

Muchas de sus esculturas se encuentran emplazadas en sitios públicos, cumpliendo con su deseo de que la obra interactúe con el ciudadano.




Alberto Lobos Aránguiz (1892 - 1925)


Alfredo Lobos Aránguiz (1890 - 1917)
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Enrique Lobos Aránguiz (1886 - 1918)

- Enrique, Alfredo y Alberto Lobos Aránguiz (1886 - 1918; 1890 - 1917; 1892 - 1925)

Rancagüinos, representantes de la llamada Generación del 13, muy influidos por los impresionistas y por su maestro el español Álvarez de Sotomayor. En sus pinturas, la luz y el color adquieren una gran importancia. Enrique fue paisajista, pintor de retratos e interiores. Obras de él son «Maternidad», «Establo y ternerito». Alfredo pintó viejas casas coloniales, escenas españolas como «Sol de tarde en los jardines del Generalife», «En la placeta del Abad» que se encuentran en el Museo Nacional de Bellas Artes.

- Juan Egenau Moore (1927 - 1987)

Ilustre renguino, pintor y especialista en esmalte sobre metal y fundición, estudió en la escuela de Bellas Artes, perfeccionándose posteriormente en Florencia en 1959. Siguió especializándose en fundición en Estados Unidos y en la década de los 60 derivó a la escultura donde entrega toda la fuerza de su expresividad. Obras como «Gene anómalo», «Amor aguerrido» demuestran el tecnicismo alcanzado por este artista y alusiones a la tecnificación contemporánea.



- Carlos Isamitt (1887 - 1975)
Destacado músico, pintor y ensayista, vinculado a la ciudad de Rengo. Alumno de Pedro Lira y Fernando Álvarez de Sotomayor. Entre 1927 y 1928 se desempeñó como director de la Escuela de Bellas Artes. Entre sus obras destacan «Retrato de César Silva», con claras influencias de la Generación del 13 y «Los Almendros» una de sus últimas pinturas realizadas en 1973.
(
Ver su obra)


MÉDICOS

- Francisco Cornelio Guzmán

Nació en San Fernando. Fue cirujano de la Esmeralda. Sus restos descansan junto al capitán Arturo Prat.

EDUARDO CHARME FERNÁNDEZ

- Eduardo Charme (San Fernando)
Su padre fue el ingeniero francés don Augusto Charme, graduado en el Politécnico de París.
Su cuna fue San Fernando y el Liceo de Hombres de su ciudad natal, le dio sus primeras luces.
Ingresó a la Escuela de Medicina de la Universidad de Chile; en 1877 se tituló de Médico-Cirujano. Se radicó en el norte y durante la Guerra del Pacífica sirvió en nues­tros Ejércitos.
Terminadas las distintas campañas, continuó ejercien­do su profesión en la pampa para abandonar luego sus actividades de médico y de cirujano, y consagrarse a la explotación del salitre. Fue dueño de las oficinas Amelia, Josefina y Santiago. Reunió una considerable fortuna que invirtió en la adquisición de extensas propiedades agrícolas, en las provincias de O'Higgins, Colchagua y Curicó.
En 1903 fue elegido Senador por la provincia de Colchagua y con posterioridad llegó a ser Ministro en las carteras de Industrias y de Interior bajo la presidencia de Manuel Montt, como miembro del Par­tido Liberal.
Conocedor de los métodos de explotación del salitre que encarecen enormemente su costo, buscó un nuevo sis­tema que iba a abaratar en forma apreciable la extracción. Durante algún tiempo no se habló de otra cosa en los círculos mineros que del "descubrimiento Charme". Desgracia­damente todo se esfumó como un pompa de jabón.
El Liceo de Niñas de San Fernando lleva el nombre; de este luchador sanfernandino; gracias a su intervención como Secretario de Estado, este colegio abrió sus puertas, en 1904.
Fuente: APORTE DE COLCHAGUA
HERIBERTO SOTO S.

Nicolás Palacios Navarro junto a su padre


- Nicolás y Senén Palacios

Nacieron en Santa Cruz en 1854 y 1858, respectivamente. Ambos siguieron la carrera de Medicina y tuvieron destacada participación en la Guerra del Pacífico. También incursionaron en el campo de la literatura, aportando importantes obras a las letras chilenas.

La Vida de Nicolás Palacios y la Trascendencia de su Obra.

NICOLÁS PALACIOS, TESTIGO DE CARGO EN LA MATANZA DE SANTA MARÍA DE IQUIQUE

INGENIEROS

- Pedro Blanquier Teylletche (San Fernando), fue director de Ferrocarriles y ministro de Hacienda.

- Santiago Astrain (San Fernando), fue el creador de Entel.

MILITARES

- Manuel Soffia Otaegui (San Fernando)

Teniente coronel del Ejército, organizó el Regimiento Colchagua, que ahora lleva su nombre, al iniciarse la Guerra del Pacífico. Combatió en Chorrillos y Miraflores.

Mausoleo Pedro Urriola

- Pedro Urriola (San Fernando), militar que llegó a ser intendente de Colchagua. Se batió en Cancha Rayada y Maipú.



- Marcos Maturana


Nació en San Fernando a fines del siglo XIX. Participó en las campañas de la Independencia y en la guerra contra la Confederación Peruano-Boliviana. Fue ministro de Guerra y Marina del presidente José Joaquín Pérez, consejero de Estado y senador de la República.

- José Bustamante (San Fernando)

Tuvo destacada participación en la Independencia. Comandó el batallón Infantes de la Patria en la batalla de Maipú. O’Higgins le confirió el grado de general.


- Emilio Sotomayor Baeza (1823 - 1894)

Uno de los propietarios de la llamada «Casa del Pilar de Esquina» de Rancagua.

Hizo sus estudios en la Escuela Militar, se incorporó al ejército en 1845. Peleó en 1851 en la batalla de Petorca y en 1859 en la de Cerro Grande. Adquirió por encargo del ejército armamento nuevo en Europa en 1872.

Fue intendente de Chiloé y Valdivia, director de la Escuela Militar y miembro del Congreso.

En 1879 fue enviado por el Gobierno a tomar posesión del puerto de Antofagasta, con motivo de la guerra contra Perú y Bolivia. Peleó como jefe de División y de Estado Mayor en las principales batallas de la Guerra del Pacífico. Dirigió la batalla de Dolores. Tomó posesión de Lima el 17 de enero de 1881 y fue el primer jefe político durante la ocupación.

Murió en Santiago en 1894.

FOLCLORE

Raúl de Ramón

Conocido compositor y folclorista santacruzano que junto a su mujer, María Eugenia, y a sus hijos se dedicó a difundir el folclore nacional e hispanoamericano.

El antiguo camino que une a Chépica con Santa Cruz se conoce como ruta Raúl de Ramón en su homenaje.

TEATRO

- Pedro Pérez Cordero - Pedro Sienna

Conocido como Pedro Sienna, nació en San Fernando en 1893. Formó una compañía de teatro, más tarde se dedicó al cine, siendo uno de los primeros actores del cine chileno; tuvo destacada participación en la película chilena «El Húsar de la Muerte». También incursionó en el campo de la literatura, publicando algunas obras.


Los payasos se van (1921)

El empuje de una raza (1922)

Un grito en el mar (1924)



El húsar de la muerte (1925)

La última trasnochada (1926).

MOVIMIENTO SCOUT

- Rancagua fue la cuna del movimiento Scout femenino en Chile y en América del Sur. En 1913, las destacadas profesoras Sara Vásquez Galleguillos, Rita Morales Arenas, Lida Pino e Inés Acosta Ramírez fundaron el primer grupo de guías de nuestro país. Todas ellas pertenecían a la Escuela Nº 2 de Rancagua.

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