sábado, 30 de enero de 2010

Baja de precios pone en riesgo actividad de salineros de Cáhuil

www.latercera.com
30/01/2010 - 09:09

Durante la década del 70 existían cerca de 120 personas que se dedicaban a extraer sal de mar desde el pequeño poblado que se ubica 25 kilómetros al sur de Pichilemu, Sexta Región.
por Angela Neira -

Foto: Rolando Morales

Desde el camino de tierra que bordea la laguna Cáhuil hacia la localidad rural de La Palmilla, VI Región, pequeños mantos blancos resaltan entre los cerros y el azul de las aguas. A un costado de ese mismo camino aparecen las primeras dunas de sal que se acumulan fuera de los cuarteles para iniciar el proceso de secado. Con las manos en su carretilla, Luis Moraga (54) acarrea desde las 6.00 de la mañana parte de la sal hasta un lugar más seco. "El trabajo es harto, y hay que aprovechar que estamos en plena temporada", dice.


Foto: Rolando Morales

Junto a él se encuentra su hermano Juan (48), ambos conocieron la actividad cuando eran pequeños y su padre los llevaba a las salineras. Aprendieron solos el rubro, y desde ahí no han dejado de trabajar en ello, pese a que cada vez "somos menos".

La razón, según explica Luis mientras echa sal a su carro, es que los bajos precios que se pagan por la sal ($ 1.800 por un saco de 50 kilos) han motivado que la población emigre y se dedique a otras actividades. Prueba de ello es que ninguno de sus tres hijos heredó la tradición familiar. "Ellos prefirieron estudiar, dedicarse a otras cosas. Mi hija, por ejemplo, se fue a trabajar a Pichilemu", cuenta.

En los últimos años, en los sectores de Cáhuil, Barranca y La Villa los salineros han disminuido de forma considerable. De los 120 que se dedicaban al rubro en la década del 70, ahora sólo quedan 30, y cada vez son más los cuarteles a orilla de la laguna que se secan a la espera de ser intervenidos.

DE OCTUBRE A ABRIL

Y es que no se trata de una actividad fácil, pues a los bajos precios que se paga por el kilo del producto se suma que la sal sólo se puede sacar durante la época estival.

Por eso en octubre, cuando el tiempo mejora, comienza la temporada para arreglar los cuarteles. Desde tempranas horas y hasta el anochecer, los salineros se preocupan que el proceso se cumpla.

Una pequeña lluvia de verano puede ser letal, dice Juan, quien cuenta que cuando la cosecha se termina, en abril, debe buscar "pega" en otros rubros. "Nos dedicamos al metro ruma (actividad forestal) o tenemos que buscar algún 'pololito' o esperar a octubre para empezar de nuevo", afirma.

En el pueblo son pocos los lugares donde se vende sal. Las principales actividades ahora se han enfocado al turismo. Pese a ello, uno de los puestos más característicos es el local de Arturo Guajardo (62), quien por más de 40 años la extrajo. En su bodega acumula más de 220 mil kilos: "Nadie nos quiere comprar, ya no es rentable, porque está muy barata. No nos conviene... Antes uno podía educar a sus hijos con esto, ahora es imposible".

Por eso hace dos años dejó el rubro, y ahora sólo espera vender parte de la producción. "Uno echa de menos, está acostumbrado a trabajar y da pena ver cómo las salineras se pierden", asegura.

RUTA DE LA SAL

Desde hace 10 años los salineros se organizaron y crearon una cooperativa.

La idea "es poder reunirnos y conseguir algún negocio que nos permita vender la sal que tenemos", explica Nemesia Menares (75), sexta generación que se dedica al rubro, y que posee un local en Barranca.

El alcalde de Pichilemu, Roberto Córdova, reconoce que la actividad "se ha ido perdiendo", debido a las malas condiciones económicas. A ello se suma que la sal marina de Cáhuil no tendría una resolución sanitaria, lo que imposibilita su comercialización.

"Es una actividad muy sacrificada, que no ha sido reconocida por el gobierno. No se ha dado reconversión", dice.

El municipio creó la Ruta de la Sal, una actividad en la cual se interna a los turistas en los sectores donde se realiza el proceso y pueden comprar parte de la producción. Pese a ello, los salineros dicen que "no alcanza".

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viernes, 29 de enero de 2010

Ramón Navarro: Domador del océano

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PUNTO MUJER
Miércoles 27 de Enero de 2010




El surfista chileno acaba de alcanzar el mayor puesto internacional en un mundial de su deporte, haciendo su especialidad: deslizándose por olas que superan los 10 metros. Y a pesar de las lesiones sufridas y de haber estado a punto de ahogarse, no se cansa de regresar siempre a su querido mar, el mismo que -espera- le entregará este año la ola más grande del mundo, aquí en Chile.

Ángela Tapia F.



Más de 10 metros de altura medía la 'Monster Drop', la gran ola que 24 de los mejores surfistas del mundo prefirió no “montar”, salvo Ramón Navarro.



El chileno, de 30 años, se ha convertido en una leyenda del mar, y volvió a demostrar que el mito es realidad, en la último Quiksilver Memorial (lo que vendría a ser el mundial de surf) que se celebra en Hawai, y donde, además de ganar 12 mil dólares, alcanzó el quinto lugar -el mayor logro obtenido por un chileno en este deporte.

Es que desde que visitó la isla polinésica de Estados Unidos, la meca del surf, quedó maravillado con los gigantes muros de agua en los que se deslizaban las estrellas mundiales de las tablas. Y él, que se había criado toda su vida en Pichilemu, que surfeaba desde los 12 años, y que conoce el mar de memoria desde que ayudaba a su papá con las tareas de la pesca, buceaba y nadaba, sabía que lograría dominar a las grandes olas y decidió especializarse en eso. Pero, ¿y el miedo?

“Obvio que sientes miedo. Siempre hay un poco, te asusta, pero te gusta demasiado. Es jugar con el límite, el miedo, la adrenalina, me encanta. Podría estar todos los días haciendo lo mismo”, cuenta ya a su regreso de Hawai.

Podrá empaparse del mar australiano, hawaiano, mexicano, pero Ramón siempre querrá volver a su natal playa pichilemina, donde Paloma, su esposa, lo espera junto a Inti, el niño que el surfista está loco por conocer cuando por fin nazca en marzo.

“Me lo voy a llevar a surfear a Hawai al toque, apenas empiece a caminar”, cuenta con sus ojos llenos de ilusión, la misma que le aparece al hablar de lo que significa el surf en su vida, y, sobre todo, el mar.

“El surf me ha dado todo lo que tengo económicamente, pero la felicidad y libertad que te da este estilo de vida, de vivir con la naturaleza, eso me lo da el mar y no tiene precio. Valoro mucho más las cosas cuando me pasan cosas heavy mientras estoy surfeando; cuando viene una ola de 15 metros y me doy cuenta que toda la plata que se pueda tener da lo mismo, que el resto no tiene importancia. El nivel de adrenalina es tan alto que no tiene comparación. Al final vives para eso, para estar corriendo olas grandes”.

-Y te haces adicto a la adrenalina.
“Obvio. Yo he hablado con doctores y es así. La adrenalina es altamente adictiva, tu cuerpo te la pide y la busca. Por eso estoy en el tema de las olas grandes, y, por otro lado, está el mar, que es todo. He vivido toda mi vida frente al mar, y si no hago olas, voy a bucear y me pasa lo mismo, sino, voy a pescar o voy a nadar y me pasa lo mismo. Necesito estar con el mar, me alimenta”.

-¿Has salido lesionado alguna vez del mar?
“Siempre me pego tablazos, pero creo que las una de las lesiones más fuertes que he tenido fue el año pasado que me corté el ligamento cruzado de la rodilla. Fue heavy. Estaba en una ola nueva que encontramos en el sur, que se llama ‘Santos del Mar’, y una fijación se me quedó pegada en el pie de atrás. El pie de adelante salió, se torció todo el cuerpo y ‘clak’, se me cortó el ligamento.
“Es tanta la adrenalina que no pesqué, no me dolió. Seguí surfeando ese día y al siguiente, y así por varios meses. Cuando me empezó a molestar la rodilla, empecé a usar rodillera, y ya después de seis meses me operé”.

-No estás ni ahí.
“No, trato de pescar lo menos posible. Es que si las olas están buenas vas a querer surfear igual”.

-¿Y qué pasa con el peso del mar? Una ola de más de 10 metros debe empujar de manera increíble.
“Sí, siempre. Cuando te agarra una ola grande es como que tomaras una piedrita chica y la tiraras contra el suelo o la metieras adentro de una lavadora. Te da vueltas para todos lados, te hunde, pero para eso hay que entrenar y prepararte, para saber por lo que estás pasando”.

-¿Pero nunca has estado a punto de ahogarte?
“Sí, he pasado sustos varias veces, como una vez en Iquique, que lo pasé bien mal, pero es parte del juego no más. Fue el año 2001, en “El colegio” (ola iquiqueña que se ve desde el Colegio Don Bosco). Era una de las primeras veces que empezaba a correr olas grandes, y una me cayó encima. Me hundí muy hondo y salí, pero me cayó otra encima. Fue grave, no me quedaba nada más que respirar, no había aire...Ya estaba tan desesperado que llegó un minuto en que me relajé”.

-¿Te entregaste?
“Sí, así como ‘ya, cagué’... Pero fue rico, todo relajado. Yo creo que fue tanta la desesperación, que pasé al relajo. Puede ser que me haya estado muriendo, anda a saber qué sería (ríe). Pero fue raro; salí sin energía, lejos y fue la primera vez que dije: ‘ya, si voy a andar corriendo olas grandes, tengo que entrenar heavy. Estar bien preparado para que nunca más me pase eso’”.

-¿Te has replanteado lo que haces por este tipo de cosas?
“No, nunca. Me encanta y lo voy a seguir haciendo me paguen o no me paguen, gane campeonatos o no gane”.

“La bestia”, “El gringo”, ‘Santos del Mar’, son los nombres de algunas de las olas chilenas conquistadas por Ramón, quien desde el 2006, a través del proyecto "Red Bull South Swell", viaja por Chile junto a otro surfista, Cristián Merello, para encontrar aquí la ola más grande del mundo.

Y este 2010, es el año en que Navarro espera que suceda el gran hallazgo, ya que con la corriente de El Niño, se esperan más tormentas y, por ende, mayor movimiento marítimo.

“Chile es el único país del mundo que es tan largo, que todas las tormentas chocan derecho con el país, sobre todo en la parte sur. Eso es lo que hace que aquí haya olas todo el año. Hay páginas web y cartas de pronósticos que marcan dónde va a caer la más grande, y eso indica que aquí puede haber olas de hasta 30 metros. La idea es encontrarla, ubicar el lugar donde va a caer y estar ahí ese día con las condiciones perfectas”.

-Una ola de 30 metros suena a tsunami.
“No. La idea es que le achuntemos luego a esta olita. Yo tengo mucha fe de que éste va a ser el año. Aparte, tengo el equipo preparado y, físicamente, me siento increíble, de ánimo estoy bacán.
“Todos hablan del surf en California, pero allá las olas son horribles”.

¿Y qué pasó con los Beach Boys y el “Surfin' USA”?
“Puro toyo. Hay olas buenas ciertos meses en el año. El resto, no pasa nada, no superan los dos metros casi nunca.
“Chile es el mejor lugar del mundo para surfear, no tiene comparación. Por eso trato de hacer todo acá”.

-¿Debiera el surf ser el deporte nacional?
“Ojalá. Algún día va a entrar dentro de los deportes masivos. Es cosa de ver cómo han ido cambiando los lugares. Arica, los primeros años en que íbamos, el 2000, tenía veinte personas surfeando y ahora, los fines de semana hay 300, 400, está lleno de escuelas. Este es un deporte súper lindo, que reúne a la gente, entrega contacto con la naturaleza, enseña a proteger las playas, que estén limpias, a no botar los papeles. Es muy bonito lo que se le puede enseñar a alguien, más allá de que se suba a una tabla y llegue a la playa. Es el entorno que gira alrededor del surf y el respeto que debes tenerle a la naturaleza. Puedes llegar a la playa con tu mejor tabla que vale 500 lucas y tu traje, tu camioneta gigante y tu carpa, todo, pero te metes al agua y el mar te va a hacer así: pum, pum, pum y te das cuenta que no eres nadie”.

-Las olas serán muy buenas acá, pero no se salvan de la contaminación. ¿Cómo les afecta eso a ustedes?
“Se producen infecciones en los oídos la mayoría del tiempo. Acá en Chile, uno de los problemas más graves que hay es la contaminación. Es penoso. Por ejemplo, en el norte, el agua está bien contaminada con todo el tema de los metales pesados de desechos mineros. Yo he recorrido casi todo el país, gracias a Dios, y he podido ver que Arica tiene toda una fábrica de pesca, frente a una ola increíble que hay. La ola se llama ‘El rancio’, por el olor impresionante que tiene, no se puede surfear casi. Yo buceo harto y conozco de fondos, y bajando desde Antofagasta ves cómo las termoeléctricas dejan playas de carbón, con el fondo todo negro y un olor asqueroso. En la Quinta Región tienes el hidrocarburo por los puertos. En la Séptima, Octava, Novena y Décima, están las celulosas, y todos los desechos nos llegan a nosotros. Ahora, ya para colmo, quieren hacer la hidroeléctrica en el sur. Es como: ya, dense cuenta que Chile es un país precioso y que hay que protegerlo”.

-¿Cuál es tu vicio privado?
“Me encanta la chela. Me cuesta no tomarme una casi todos los días, en la noche. Sobre todo, cuando las olas están buenas, una chela es lo básico. En las mañanas, me encanta tomar mate, y en el día, un Red Bull”.

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miércoles, 27 de enero de 2010

Presidenta llama a "cuidar y defender lo que hemos construido entre todos"

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27/01/2010 - 17:32

En visita en la Sexta Región, Michelle Bachelet destacó los avances en "dignidad y protección de las personas" de su mandato.


Foto: Ximena Navarro

Cuando quedan pocas semanas para que termine el mandato de Michelle Bachelet, la Presidenta hizo un llamado a defender lo realizado en los cuatro años de su gobierno.

"Estamos orgullosos de lo hecho y ahora tenemos que cuidar y defender lo que hemos construido entre todos", sentenció durante la gira que la llevó a Rancagua, Paredones y Pichilemu, en la Sexta Región.

"Hemos avanzado en dignidad y en protección a las personas. Tenemos una economía sólida que resistió bien a los embates de la crisis internacional, sin reducir en ningún momento los derechos sociales, cosa que muchos países tuvieron que hacer", destacó la Mandataria.
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Miércoles, 27 de Enero del 2010

PRESIDENTA BACHELET ESTÁ VISITANDO LA REGIÓN DE O’HIGGINS: RANCAGUA, PAREDONES Y PICHILEMU



- La Presidenta Bachelet –a poco más de 40 días del término de su gobierno, cumple para dar el puntapié inicial a las obras del nuevo Hospital de Rancagua, inaugura un nuevo tramo de la Ruta Costera e inaugura el Centro Cultural Ross, en lo que fue el histórico edificio del ex Casino (M.N. desde 1988), uno de los primeros recintos en que funcionó juegos de azar.

- De paso, cruzará por el puente en la localidad de Cáhuil, donde sus padres veranearon durante varias temporadas –y ella de muy pequeña- hecho que está registrado en la Serie Documental denominada “Pichilemu. Así éramos ayer, así somos hoy” que pronto podrá ser vista, en ocho capítulos, a través de la señal abierta del Canal 3 de Televisión Comunitaria de Pichilemu.

27/01/2010. Una gira relámpago a la Región de O’Higgins está realizando la Presidenta Michelle Bachelet para participar de la ceremonia de la primera piedra del nuevo Hospital Regional de Rancagua; ubicado en Alameda Bernardo O'Higgins con Salvador Allende (antiguo camino a Graneros), la que se realizó a partir de las 10.15 horas, según la pauta que nos ha llegado.

En tanto, en estos minutos está participando de la inauguración del tramo Cahuil-Bucalemu-Boyeruca de la Ruta Costera, en la Ruta H-502, sector Cahuil - Bucalemu, Km. 19. Obra que –según los anuncios hechos en su momento por Ricardo Lagos, debiera haber estado listo hace cinco años.

Y en minutos más, a las 13:20 horas, en Pichilemu visitará el Centro Cultural Agustín Ross que inaugurará oficialmente, al tiempo que posteriormente sostendrá un encuentro con la comunidad de Pichilemu en el mismo lugar, Avenida Agustín Ross Nº 495.

FOTOS ANTIGUAS

Fotos antiguas de la obra de don Agustín Ross, de nuestros archivos nos fueron solicitadas en el curso de la tarde de ayer por una autoridad comunal. Sin preguntar para qué las necesitaba y menos dar su valor, al menos cinco de las que interesaban enviamos prontamente.

La noticia de la visita de la Primera Mandataria –quizás- tenga algo qué ver con las fotografías. Ya lo sabremos, pues en ningún momento se tuvo la deferencia de informarnos sobre ella.

Por otros medios nos llegó la información de esta visita intespectiva de la primera mandataria.

Lo extraño es que la Planta de Tratamientos de Aguas Servidas no aparece en la pauta de su inauguración, cuando ésta supuestamente está lista desde hace varios meses según el calendario de la obra y se decía –hace algún tiempo- que ésta sería inaugurada por la Presidenta Bachelet.

Tanto los pichileminos y los turistas –por ahora- se tienen que contentar con los “avisos radiales” de la pronta puesta en marcha de las obras de la PTAS que difunde la empresa sanitaria, como si ello ayudara a mitigar la contaminación ambiental.

Pero, tal pareciera que se está construyendo otra PTAS, para el “condoro” de quienes estaban a cargo del diseño, de la construcción y supervisión de las obras de esta moderna tecnología de punta; hecho que nos hace recordar a “La Farfana”, que tras su inauguración –en el gobierno de Ricardo Lagos- quedó en evidencia que varios detallitos quedaron “al aire”, y que muy luego los cientos de miles de habitantes del sector sur poniente de Santiago pudieron oler sus efectos nauseabundos, fétidos y pestilentes.

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www.elrancahuaso.cl
27 de enero de 2010

Presidenta Bachelet causa conmoción en Pichilemu

La presidenta de la república, Michelle Bachelet, encabezó la ceremonia de instalación de la primera piedra del nuevo Hospital Regional. Luego se dirigió hasta Pichilemu, donde fue recibida por cientos de personas, quienes alabaron su gestión.

Escrito por Equipo El Rancahuaso



Este miércoles la presidenta Bachelet, colocó la primera piedra de lo que será el nuevo Hospital Regional. El nuevo recinto hospitalario que contará con 502 camas y será construido en una superficie total de 54.600 m2, es una de las inversiones mas grandes que se han realizado en la capital regional.

Este centro asistencial, de alta complejidad, beneficiará a más de 645 mil habitantes. Así lo resaltó la propia mandataria."Esta es una región que más del 70% se atienden en la salud pública y, por tanto, este recinto, beneficiará a muchos habitantes de la región", recalcó.

En la oportunidad la presidenta indicó que "debemos estar orgullosos de las obras que se han construido y cuidarlas entre todos".

Posteriormente, la Mandataria se dirigió hasta la comuna de Paredones, donde asistió a la ceremonia de inauguración del camino Bucalemu–Cahuil.

El proyecto contempló la pavimentación entre el kilómetro 3,7 (término del acceso sur al puente Cahuil, en la comuna de Pichilemu) y el Puente Bucalemu, en la comuna de Paredones. La obra contribuye a mejorar la conectividad del circuito turístico de la zona y permitirá potenciar las actividades agrícolas, forestales y de infraestructura turística.

Para ello, se contempla la pavimentación de 19,6 kilómetros con una inversión del Ministerio de Obras Públicas que supera los 5 mil 800 millones de pesos.

Esta obra se enmarca en un plan de trazado costero que busca mejorar la accesibilidad y desarrollo de comunas lejanas a la Ruta 5 y que -al Bicentenario- tendrá operativos 2.600 kilómetros de los 3.400 kilómetros de la ruta costero entre las regiones de Arica y Parinacota hasta la región de Los Lagos por el sur.

Finalmente, la Jefa de Estado se dirigió hasta la comuna de Pichilemu, donde recorrió las dependencias del ex Casino Ross, edificio recuperado y habilitado actualmente como centro cultural. Levantado a principios del siglo pasado, fue declarado Monumento Nacional en 1998 por su estilo arquitectónico y su relevancia socio cultural en el desarrollo de la comuna.

Su restauración demando una inversión superior a los 660 millones de pesos y permitió implementar allí el "Centro Cultural Agustín Ross" que cuenta con una biblioteca pública, 4 salas de exposiciones, auditórium y sala de música.

A ello se suman unas salas multiuso donde funcionan 12 talleres para todas las edades y en disciplinas como yoga, telar, acrobacia, pantomima y teatro, entre otras.

Tras recorrer las dependencias de este centro cultural, la Jefa de Estado sostuvo un encuentro con la comunidad de Pichilemu en el parque ubicado a un costado del ex Casino Ross.



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La Nueva Voz de Colchagua
Argomedo 783 - San Fernando
Miércoles, 27 de Enero de 2010 14:52 administrador

Presidenta Bachelet recorrió la región e inauguró carretera que une Cahuil con Bucalemu

(FOTO: Alex Ibáñez / www.fotopresidencia.cl)

La Presidenta Michelle Bachelet recorrió este miércoles la región de O'Higgins donde realizó diversas actividades tanto en la capital regional como en la Provincia de Cardenal Caro.
La primera de las acciones de la mandataria fue en Rancagua. A las 10:15 horas Bachelet participó de la colocacion primera piedra hospital regional de Rancagua, el que quedará ubicado en la esquina de la Alameda Bernardo O'Higgins y Salvador Allende.
La segunda actividad de Michelle Bachelet se efectuó en la comuna de Paredones, donde se procedió a la inauguración del tramo de la ruta costera H-502 que une Cahuil y Bucalemu. Con esto, los dos balnearios más importantes de la región, Pichilemu y Bucalemu, tendrán conexión con camino pavimentado.
Finalmente, la Presidenta Bachelet se trasladó hasta Pichilemu donde inspeccionó las obras de mejoramiento y restauración del edificio del ex Casino Ross, hoy centro cultural de Pichilemu. Además, Bachelet se reunió con habitantes y veraneantes del balneario.-

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El Primer Centenario. Las Fiestas Dieciocheras de 1910

REPORTAJES Domingo 17 de Septiembre de 2000


El Primer Centenario. Las Fiestas Dieciocheras de 1910

A una década de los 200 años de la independencia nacional, vale una evocación de cómo hubo hechos que enlutaron la celebración del primer siglo de la república, lo que no fue óbice para festejar.
Por GERMAN BECKER URETA*

CUANDO falta un poco más de cien días para que termine el presente siglo XX y con él, por cierto, el segundo milenio, ya hay voces que recuerdan que en el próximo siglo XXI celebraremos el segundo centenario de la Independencia de Chile. ¡Albricias para los que estén con vida y salud!

El próximo 18 de septiembre del 2010 nuestra patria estará cumpliendo 200 años. Quiera Dios que este aniversario acreciente nuestro patriotismo, el amor por nuestras hermosas tradiciones chilenas y que otra vez seamos una nación de compatriotas.

Del primer centenario hay variados recuerdos y testimonios, así como de las típicas celebraciones del "18" a lo largo del territorio y a través de los años.

Al despuntar 1910, junto a la alegría anticipada por la fiesta que ocurriría en septiembre, Chile aún no se reponía totalmente de los estragos y pérdidas cuantiosas que significó el terremoto de 1906, que asoló Valparaíso y muchas ciudades que hoy día comprenden la V Región.

Comenzaron de todas maneras los preparativos. Arreglar las calles. La piedra de huevillo sería reemplazada por asfalto o adoquines. La Compañía de Electricidad, en un esfuerzo fenomenal para la época, armaba miles de metros de guirnaldas con ampolletas rojas, azules y blancas. Estas se pondrían dibujando las aristas, cornisas y balcones de los principales edificios públicos y las casas particulares más importantes. Las avenidas y paseos públicos también estarían adornados por estas líneas luminosas. El proyecto era grande. En esos entonces no había plantas generadoras de energía eléctrica; por lo tanto, el enorme consumo de esos millares de bombillas se abastecería con dínamos accionados por grandes motores.

El arquitecto Enrique Dubois redoblaba el ritmo de trabajo y los recursos para terminar, a tiempo, el Parque Forestal. Hay que recordar que el lugar donde se encuentra este lindo paseo era una laguna pantanosa.

En los primeros días de julio, los santiaguinos vieron con asombro, en el cielo nocturno, un gran cometa: era el Halley. Este nos visita cada 76 años. En aquella ocasión la cola del cometa estaba paralela a la tierra, por lo tanto, su presencia era enorme. Según recuerdo de gente que lo vio y llegó hasta nuestros días - entre ellos mis abuelos y mis padres- , decían que la cauda o cola abarcaba desde los Baños de Colina hasta el Cajón del Maipo. Cuando en 1986, 76 años después, volvió, todos nos defraudamos por la esmirriada presencia de este fenómeno celeste. La razón fue muy sencilla: la cola estaba perpendicular a la tierra, por eso apenas se notaba. Faltan más de 50 años para que aparezca de nuevo. Es de esperar que los que estén en condiciones de mirar el cielo en esos días tengan más suerte.

Decesos apabullantes

Volviendo a 1910, siempre la aparición de un cometa, desde tiempo ancestrales, tiene una fuerte carga mítica, supersticiosa, precursora de malos augurios: el mismo mes que apareció el Halley murió Eusebio Lillo, el poeta que escribió los versos de la Canción Nacional. Al agravarse las dolencias del Presidente Pedro Montt, viajó a Europa, vía Buenos Aires. En esta ciudad esperó al vapor que lo llevaría a Alemania. Al Presidente, fuera de su esposa y otras personas, lo acompañaba su secretario particular. Un fatal accidente enlutó el viaje. Se cortaron los cables del ascensor en que viajaba el mencionado secretario causándole una muerte inmediata. Ya estando en manos de los mejores médicos alemanes, el 16 de agosto, a un mes del Centenario, que él tenía que presidir, muere don Pedro Montt, Presidente de Chile. La repercusión que tuvo en el país este infausto hecho fue tremenda. Se pensó en cancelar las celebraciones. Se discutieron los pros y los contras. De las delegaciones extranjeras que habían sido invitadas para esta magna efeméride algunas ya viajaban hacia Chile, desde Europa. Se decide seguir adelante. Asume el mando de la nación, como vicepresidente, don Elías Fernández Albano. A los pocos días de su mandato, el 6 de septiembre, Fernández muere. Estupor, espanto, profundo dolor se apoderó de la opinión pública. Todo era como una maldición. Como un castigo, quizás por qué pecado. Las autoridades del país, sacando fuerzas de flaquezas, continuaron adelante. Se creó una curiosa disposición para elegir a otro jefe del Ejecutivo. Sería Presidente de la República, para encabezar los festejos y ceremonias del Centenario y realizar las próximas elecciones presidenciales, el ministro más antiguo del gabinete del fallecido Presidente Montt. La designación recayó en don Emiliano Figueroa Larraín. Alegre, gran señor, bueno para la fiesta, cordial y con una impresionante estampa. En los días que gobernó don Elías Fernández se habían confeccionado algunos reposteros y cortinajes con las iniciales del mandatario: E.F. Por fin la buena suerte llegaba a ampararnos; don Emiliano tenía las mismas letras iniciales en su nombre y apellido: E.F. Al menos, no había que entrar en otros gastos.

Las celebraciones, ceremonias, actos cívicos, bailes populares, fuegos de artificios, cine gratis al aire libre, exposiciones, inauguración de monumentos, puentes, parques y edificios públicos y privados, más las infaltables y pintorescas chinganas, fueron la espina dorsal de la alegría oficial y popular. Todo esto, desde el 15 al 22 de septiembre, de jueves a jueves. Siete días y siete noches de jolgorio, champagne francés y chacolí doñiguano. La fiesta en 1810, cuando se eligió la Primera Junta de Gobierno, solamente duró tres jornadas.

Gath & Chaves

El mes de la patria, septiembre, se inició con la inauguración, el día 5, de una gran tienda: Gath y Chaves. Estaba ubicada en Estado con Huérfanos y durante 40 años fue un hito comercial y social. Su edificio estaba hecho de acero y armado como un mecano. En sus diversos pisos estaban los mejores productos de Chile y del mundo. Ascensores de reja, manejados por chiquillas de delantales azules, subían y bajaban al numeroso público que iba a comprar o pasear. Novedear, como era el término de la época. Sin ofender lo presente, nunca ha habido una tienda, en la historia de Santiago, que haya tenido el prestigio, el señorío y la impronta de Gath y Chaves. Al comienzo de la década del 50, y en los días previos a la Navidad, para producir mayor presión, sus trabajadores declararon la huelga. La reacción de los ejecutivos de la empresa fue drástica y definitiva. Cerraron la tienda. El edificio fue desarmado.

Don Emiliano Figueroa hizo los honores al Presidente de Argentina, don José Figueroa Alcorta, quien encabezó una brillante comitiva, que incluía el Colegio Militar de su país. Dos curiosidades o coincidencias: ambos mandatarios eran de apellido Figueroa y el Presidente argentino recién había asumido el mando por muerte del Presidente titular.

A Valparaíso arribaron buques de guerra de diferentes naciones. Alemania, Argentina, Brasil, Ecuador, Estados Unidos, Italia. Estas naves efectuaron una Parada Naval. El Presidente de Chile a bordo del crucero Zenteno, de la escuadra nacional, pasó revista, y luego los 20 buques que participaron navegaron en formación frente a don Emiliano.

Todas la feéricas iluminaciones, adornos e instalaciones no solamente estaban en el centro de la capital, sino que también en los barrios. Las plazas Brasil, Yungay, Almagro y Ecuador, así como las avenidas Recoleta, Independencia, Matucana, Vicuña Mackenna, el antiguo camino de cintura. La noche del "18", que era día domingo, los cadetes de la Escuela Militar de Chile recorrieron las diversas calles de Santiago en un desfile histórico, donde cada muchacho iba vestido con uniforme de época.

El Te Deum y la Parada Militar tuvieron un muy especial brillo, por la presencia de las delegaciones extranjeras. Nuestros oficiales superiores usaban, en su uniforme de gala, bicornios ornados con plumas de avestruz. La gente, con humor y buen talante, les llamaba "la Chupalla del gobierno" En esa ocasión se construyeron las primeras tribunas de madera para las autoridades. Duraron cuatro décadas, hasta las actuales de cemento.

Todo igual

Cuando en Valparaíso ocurrió el desfile naval, también se desarrolló una Noche Veneciana. En la Plaza Sotomayor, junto al monumento de nuestras Glorias Navales, estaba programada la culminación de un desfile de antorchas, de los bomberos, el cual no se pudo realizar porque la muchedumbre copó el espacio. Los voluntarios tuvieron que recurrir a mangueras de agua para contener el entusiasmo. La verdad es que no sé si alegrarme o no al constatar que no hemos cambiado nada.

El día 20, como fue la tradición por muchos años, se corría una prueba hípica especial y dieciochera. Esa vez la ganó el caballo "Altanero" de don Roberto Vial.

En el Palacio Urmeneta se presentó una exposición referida a los últimos cien años de Chile. Entre otras piezas, se mostró el curioso amoblado que el Emperador Napoleón III le regaló a la hija de almirante don Manuel Blanco Encalada, cuando ésta contrajo matrimonio en París.

Comentaba la prensa de esa época los terribles tacos y aglomeraciones que se producían en las calles de la capital. A los peatones, que transitaban por cualquier parte, había que agregar los primeros automóviles, los famosos Landolet Phaeton, los coches de caballo, las carretelas, las carretas, jinetes y ciclistas, con esas bicicletas de ruedas grandes.

Para los amantes de la ópera, el Teatro Municipal tenía su cartelera copada de los mejores títulos: Tosca, El Trovador, Norma, La Traviata, todo este espectacular repertorio coronado por la presencia de una diva que arrasaba en los teatros de Europa y el mundo: Amelita Galli-Curcci.

Hubo vuelos del avión que piloteaba el aviador italiano Bartolomé Cattaneo, en Santiago como en Viña del Mar. La gente se asombró con un circo de puros enanitos, ninguno medía más de 70 centímetros.

Los banquetes oficiales y particulares, en casas de familias de alto rango, se calculan en más de un centenar. La comida era de recetas francesas, el vino y el champagne, de la misma procedencia. Los menús que se conservan así lo demuestran. Por ejemplo, banquete oficial en La Moneda:

*Caviar en block.

*Potage Gentilhome

*Langouste Bordelaise

*Crustades Perigueux

*Selle D'Angeau Bouquetiere

*Asperges Au Beurre

*Croutes Aux Fruts

*Bombes Chantilly

*Fruits

*Café

*Champagne.

Hemos señalado algunos de los innumerables espectáculos, ceremonias y panoramas que tuvo la gente. Los de arriba y los de abajo. Pero hubo uno que sin duda, no por lo masivo sino por inédito en Chile, fue el comentario por mucho tiempo. En la calle Arturo Prat N.o 100 un empresario montó un cabaret a la manera de París, con niñas traídas directamente de la Ciudad Luz. El Can Can, los desnudos, las insinuaciones galantes, en una palabra el "sprit" francés a todo dar. Los jóvenes criollos, de los más rancios apellidos, hacían nata en la siempre honorable calle Prat. En los tiempos que ahora corren, esto sería casi una convivencia parroquial.

Hubo versos, canciones en homenaje al Centenario. Esta es la cueca que, según se dice, fue el éxito de la conmemoración:

"A ver nuestro Centenario

Han venidos (sic) los vecinos

de Bolivia y Ecuador

brasileros y argentinos.

Ante las legaciones

Sembramos flores.

Para los argentinos

Son mis amores.

Son mis amores ¡Sí!

Quién pensaría que en

Este Centenario, yo cantaría

La Argentina con Chile

Forman desfile"

Los Quincheros decidieron grabarla, para tener un testimonio de lo que fue nuestro primer Centenario.

Para esta gran celebración, que comenzó con tan nefastos signos, los augurios fueron mejorando: don Emiliano Figueroa hizo un gran papel, todo el pueblo de Chile se lució. Y como después de la mala viene la buena, ningún día con sus noches llovió, cosa rara, en esos últimos días del invierno.

¡Preparémonos, prepárense para el segundo Centenario!

* De la Sociedad de Historia y Geografía

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lunes, 25 de enero de 2010

Pichilemu promueve con arte el reciclaje de basura

www-emol.com
25 de enero de 2010

Balneario en la Región de O'Higgins:


Itinerante. El mural se exhibe en el Centro Cultural de Pichilemu durante el verano y luego se trasladará a una sala en Valparaíso y a la galería de la CCU, en Santiago.

Foto:LAFKENMAPU


Artistas y residentes crearon un mural reutilizando desechos recogidos en la playa y la ciudad para hacer conciencia sobre la importancia de limpiar el planeta.

Paula Leighton
Latas de cerveza, envases de leche larga vida, cajas de cartón, vasos de papel y decenas de otros materiales emplearon artistas y habitantes de Pichilemu para crear el mural "Memoria del paisaje", una obra que busca crear conciencia sobre la basura que generamos y botamos y cuya inauguración da inicio a una serie de iniciativas que promoverán el reciclaje en este balneario de la VI Región.

La obra, de 20 metros de largo por 3,5 de alto, se inauguró el sábado en el Centro Cultural Agustín Ross, de Pichilemu, donde estará todo el verano.

La iniciativa de la pintora Isabel Klotz reunió a artistas residentes en Pichilemu e invitados, incluyendo a fotógrafos, artistas visuales, diseñadores, escultores, ceramistas y artesanos.

Junto a veraneantes y vecinos de Pichilemu, recogieron basura en las calles y la playa, la clasificaron y emplearon para crear un mural que evoca la naturaleza de la zona cuando aún no estaba intervenida por el ser humano y por la misma basura con que se creó la obra, explica Beatriz Hagel, directora del Centro Cultural. Destaca además que la recolección de residuos no sólo dio como resultado el mural: "También hicimos conciencia; hoy la gente ya no bota basura en la playa Punta de Lobos".

Adicionalmente, desde hoy se habilitarán 15 puntos limpios en distintos sitios del balneario, los que inicialmente tendrán contenedores de vidrio instalados por la Corporación de Defensa de la Flora y Fauna (Codeff). A estos se sumarán luego otros para recibir desechos de plástico, papeles o Tetra Pak.

El fotógrafo Nicolás Recordón destaca que otra iniciativa son talleres de reciclaje de desechos vegetales que se generan a nivel doméstico, para destinarlos a fabricar abono orgánico. "Eso permite usar las hojas de lechuga o las cáscaras de frutas y verduras para hacer un compost que se puede usar en el jardín o el huerto que muchas casas tienen en Pichilemu".

Hagel agrega que a través de talleres y charlas buscarán hacer conciencia entre los residentes sobre la importancia de reciclar los desechos.

"Y en febrero tendremos una fiesta del reciclaje, con músicos y artistas invitados para hacer una gran fiesta en la playa donde sigamos promoviendo la conciencia de mantener el planeta más limpio", destaca.

JOSÉ VARGAS BADILLA, ESCRITOR Y POETA –YA NONAGENARIO- SE FUE A ESCRIBIR VERSOS JUNTO A AMIGOS Y CONTERTULIOS

http://www.pichilemunews.cl/
23/01/2010.

Nonagenario escritor y poeta colchaguino,

José Vargas Badilla falleció ayer en Pichilemu, comuna balneario y ciudad capital de la provincia Cardenal Caro, última morada que eligió para siempre el bardo –Hijo Ilustre de San Fernando- que le cantó prácticamente a toda la región a través de sus poemas.

Aunque nacido en la comuna de Codegua en la provincia de Cachapoal, don José Vargas era un fanático de Colchagua y en su capital, San Fernando, también vivió gran parte de su vida junto a su esposa Inés López –que le sobrevive- y sus hijos Patricio y Chito. No obstante, quiso venirse a pasar el resto de sus días a la comuna pichilemina, a la que le cantó muchas veces y dedicó uno de sus tantos libros publicados.

TRAYECTORIA

La trayectoria de don José Vargas Badilla está jalonada de premios y diversos lugares obtenidos en concursos literarios tanto a nivel regional como del país. E incluso fue invitado en más de una ocasión a países limítrofes a exponer y mostrar su obra junto a distinguidos hombres de letras de Latinoamérica.

Asimismo, paralelamente, fue el autor de numerosos himnos de ciudades al ganar los respectivos concursos, siendo co-autor con el profesor y músico sanfernandino René Orlando Benavides Poblete, como fue en el caso del Himno Oficial de Pichilemu, realizado a principios de la década de los años ’80. Himno que –según decreto alcaldicio debía interpretarse en cada acto oficial, tras el himno patrio, pero que nunca se ha cumplido cabalmente.

José Vargas badilla fue por años activo dirigente de la SERCH Regional y como tal, fue artífice para que esta institución a nivel regional hiciera al menos uno de los encuentros anuales en donde –según recordamos- estuvo como invitado principal el dramaturgo Fernando Cuadra en la Pista Municipal. También participó activamente en el Grupo Literario “Los Inútiles” y otras agrupaciones culturales sanfernandinas, como también activo colaborador en periódicos y diarios regionales, incluido el periódico “PICHILEMU” en la década de los ’80 cuando lo editamos en su cuarto período hasta el año 1992.

Fue un inquieto hombre de letras y como tal promovió Exposiciones Ilustradas Itinerantes por la región, trayéndola un par de veces a Pichilemu, en donde participaban con poemas decenas de poetas de nuestra región.

A principios de los ’80 junto con el Centro de Hijos y Amigos de Pichilemu –que presidíamos- organizamos un Concurso Regional de Pintura, con el objetivo de crear la Pinacoteca Municipal, patrocinándola el municipio encabezado por José Lino Vargas Jorquera. No obstante. Las obras ganadoras –algunas- lucen en los muros de las oficinas bajo el edificio municipal, no dándoles la relevancia que merecen y menos aún, se continuó con el concurso para seguir acrecentando la pinacoteca.

En al menos una ocasión, recién establecido en su casa pichilemina, nos manifestó su deseo de regalar diversos libros publicados para las escuelas municipales de Pichilemu y así los hicimos llegar al DAEM de los años ’90 para que procediera a su distribución.

También una de sus últimas publicaciones “Semblanzas pichileminas” le colaboramos en la organización del Lanzamiento de su obra en la Sala de Arte “Agustín Ross” el año 1999, durante las Fiestas Patrias.

Cabe señalar que, en la ocasión, organizamos el Lanzamiento del libro de cuentos “Los Gatos del Casino”, de la escritora norteamericana Trudy Larkin Forster, y al otro día el libro de poemas indicado, acompañado de un flautista santiaguino pagado con recursos municipales.

San Fernando, supo de su talento, de su obra y de su activa y prolífera acción en el ámbito cultural de la ciudad. Es por ello que, con motivo del aniversario de la ciudad le distinguió con el título de “Hijo Ilustre de San Fernando”.

Por otra parte, con ocasión del natalicio y centenario del Premio Nobel, Pablo Neruda, recibió la medalla oficial conmemorativa que emitió el gobierno, la que nos mostró con mucho orgullo en una de las visitas que le hicimos en su hogar pichilemino.

Finalmente, recordamos su gusto y conocimientos sobre la pintura, donde como coleccionista privado dispone de valiosas obras de Arturo pacheco Altamirano, Valenzuela Llanos, Pedro Olmos, Torterolo, entre otros destacados pintores nacionales y que en más de una ocasión pudimos admirar.

Muchas cosas más se podrían escribir y recordar de la obra literaria, no obstante nos pilló de sorpresa por cuanto nos enteramos cuando veníamos viajando desde Santiago a Pichilemu, en horas de la noche.

Sin embargo, hemos intentado recordar las cosas más ligadas a Pichilemu, como un modesto homenaje de “pichilemunews”. Al tiempo que, expresamos a su viuda –Sra. Inés López- e hijos, familiares y relaciones, nuestras sentidas condolencias por el fallecimiento de su ser querido, el que –sin duda- junto a su tocayo y amigo José Arraño y muchos otros más de alguna tertulia compartirán y donde su querido Pichilemu estará como tema de conversación.



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La Nueva Voz de Colchagua
Sábado, 23 de Enero de 2010

Murió autor del himno de San Fernando: José Vargas Badilla


(Foto: www.pichilemunews.cl
)

José Vargas falleció el viernes en Pichilemu.

En la parroquia Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción de Pichilemu se realizó la misa fúnebre para despedir al destacado ciudadano ilustre de San Fernando José Vargas Badilla, escritor y poeta de destacada trayectoria en las letras de nuestra zona, quien falleciera el viernes a las 17 horas en la capital de la provincia de Cardenal Caro a la edad de 95 años donde residía desde el año 2005 en una ciudad a la que tantas veces dedicó su obra.
Vargas Badilla, nacido en Codegua, finalmente se hizo ciudadano de Colchagua, al radicarse en San Fernando, tras jubilar del Servicio de Investigaciones.
José Vargas Badilla, último integrante del Grupo literario los Afines de San Fernando, fue el autor de los versos del himno de nuestra ciudad a los que pusiera musica el ya desaparecido profesor Carlos Cepeda.
Entre sus obras también figura el Himno a la vecina ciudad de Nancagua. También durante muchos años fue columnista del Diario VI Región.
José Vargas Badilla recibió el reconocimiento de San Fernando al declararlo "Hijo ilustre".
Sus funerales se efectuaron este domingo en el balneario, luego de una misa que se llevó a efecto a las 13 horas en la parroquia Nuestra señora de la Inmaculada Concepción de Pichilemu, ciudad, donde frente al mar descansa para siempre el autor del himno de nuestra comarca de ensueño.-
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viernes, 22 de enero de 2010

Pichilemu: entre la aristocracia y el surf

La Nación
Viernes 22 de enero de 2010 País

Por Daniela Escárate /

Fotos

Foto: Pichilemu News.

Pichilemu suele ser sinónimo de surf, no obstante, su inquieto oleaje no siempre acogió a tablistas de todo el mundo. Mucho antes de albergar a sus 12.392 habitantes, según el último censo, los picunches pescaron en sus aguas y recolectaron los frutos de su tierra.

Son pocos los registros históricos que se tienen de la zona hasta la construcción de un muelle, a finales del siglo XIX. Entonces, la familia Ortúzar Cuevas, impulsora del embarcadero, comenzó a construir galpones y casas en la calle que ahora lleva su nombre. Fueron el muelle y la Avenida Ortúzar, las edificaciones que le comenzaron a dar forma a la ciudad.

Durante la Guerra Civil de 1891 las fuerzas de Balmaceda incendiaron el embarcadero, luego de que un buque se llevara a un grupo de personas, que fueron obligadas a enrolarse en el Ejército insurgente del norte. La destrucción buscaba evitar nuevas fugas. Una vez acabado el conflicto, las nuevas autoridades decidieron indemnizar a Ortúzar, construyéndole un nuevo embarcadero. Finalmente éste fue clausurado en 1916, después de ser destruido por causas naturales.

A fines de 1891 Pichilemu obtuvo el título de comuna autónoma. Su primer alcalde fue José María Caro Martínez, padre del cardenal cuyo nombre denomina a la provincia que tiene al balneario como su capital.

Sin embargo, faltaba el aporte de un empresario y senador para convertir al pueblo en un pintoresco balneario. Agustín Ross Edwards, de la emblemática familia que hoy es dueña de un importante conglomerado periodístico, construyó el Parque Ross en 1885, el cual incluía un hotel y un casino. Los aficionados a las apuestas pudieron regodearse sólo hasta 1932, cuando una ley determinó el exclusivo funcionamiento del casino de Viña del Mar.

Como era costumbre, las construcciones que ordenó Ross imitaban el estilo europeo. Esta arquitectura permitió que cien años después el casino Ross fuera declarado Monumento Nacional, en 1988. No obstante, el gran paso en la recuperación de este edificio fue la remodelación que se entregó en enero del año pasado. Con una inversión de más de $660 millones, la centenaria construcción ahora cuenta, luego de su traslado, con la biblioteca pública y la galería de Arte Agustín Ross.

Seis kilómetros al sur de Pichilemu, hoy extranjeros y chilenos dominan las imponentes olas de Punta de Lobos. La popularidad del surf ha sido una de las razones para el resurgimiento de la ciudad, luego de décadas en las cuales ésta se fue deshaciendo de su pasado aristocrático, en parte gracias a la llegada del tren en 1926, lo cual repercutió en una mayor accesibilidad a la zona. A partir de los ‘80, los surfistas comenzaron a llegar paulatinamente.

Actualmente ya han pasado varias décadas sin familias de alta alcurnia veraneando en sus playas, entregadas a las comodidades de las construcciones europeizadas de Ross. Hoy Pichilemu es más bien un balneario popular. Y quizá la única nobleza que permanece aún, son los reyes de las olas que llegan de todo el mundo a practicar el surf.

domingo, 17 de enero de 2010

Las algueras de Pichilemu

EL MERCURIO
REVISTA YA
Fecha: 12 de enero de 2010

Primer sindicato de mujeres algueras y mariscadoras:


Recolectaban algas al lado de sus maridos en Pichilemu. Las mujeres no ganaban ni un peso por su trabajo. Otras sufrían de violencia intrafamiliar en silencio. Hasta que Lidia Jiménez las alentó a integrarse a un sindicato de algueras y mariscadoras para recobrar la voz. Ésta es la historia de su batalla por la liberación.

María Paz Cuevas.
Hace poco salió el sol en Pichilemu, y en las calles de la ciudad no anda ni un alma. Son las siete de la mañana y los negocios céntricos de empanadas, completos, papitas fritas, pelotas de goma, palas plásticas, churros, están cerrados. No hay colectivos. No pasan los microbuses destartalados que recorren el balneario de día. En el verano, Pichilemu despierta tarde. Pero en la playa es otra cosa. Ahí, los botes de los pescadores ya atracan en la orilla, y un hombre con la piel curtida por el sol, arriba de un tractor, arrastra los botecitos con sus redes llenas de erizos, cochayuyo y choritos hasta la arena. Algunos surfistas, con sus trajes puestos y las tablas bajo el brazo, se dirigen hacia el mar. Y dos mujeres con las manos en los bolsillos de sus chaquetas caminan por el borde costero. Lidia Jiménez (43) lleva su pelo negro amarrado a una trenza que le cae por la espalda y una mochila té con leche al hombro. Su hija Siria (18) tiene los ojos pegados de sueño y va acurrucada en su chaqueta con chiporro.

Un poquito antes de las ocho de la mañana ambas bajan a la arena de La Puntilla, se sacan las zapatillas, los pantalones, las chaquetas, y dejan la ropa y la mochila sobre una roca. Ambas se adentran en el mar gélido con traje de baño, poleras y los calcetines puestos. Trepan por las rocas ágilmente. Se agarran con las manos, se adhieren con los pies sobre la superficie pedregosa y filuda, empujan algas para ver dónde pisan, y se montan de nuevo en otras rocas verdes de algas, cochayuyos, luga, caracoles de caparazones negros, choritos nuevos del porte de un poroto, piures que respiran por sus bocas rojas, erizos en crecimiento, lapas y locos. Avanzan un buen trecho con las piernas entumidas. Arriba de una roca alta, Lidia mira al horizonte y, abarcando con su índice un largo y rocoso trecho de la playa, dice sonriendo: "Todo esto es nuestro, de las mujeres". El trecho de playa que señala es el área especial de manejo que tiene el primer sindicato que hubo en Sudamérica de pescadoras, algueras y mariscadoras de Pichilemu, que Lidia formó y preside desde el año 2001 que hoy está integrado por catorce mujeres. Un espacio donde sólo ellas, las socias del sindicato, pueden recolectar algas y mariscar. Un espacio que ganaron después de nueve años de discriminaciones y peleas. Principalmente en contra del machismo de sus colegas y de sus propios maridos, la mayoría buzos y pescadores.


Mujeres mudas en la orilla

1990. Lidia tiene 19 años, un bebé de siete meses llamado Felipe y un marido buzo que está recolectando mariscos en las profundidades del mar de Pichilemu. Está sentada en la arena, a la orilla del mar, amarrando montones de cochayuyos, mientras Felipe duerme a su lado, tapado del sol. Lidia creció en La Florida, en Santiago, pero empezó a venir a esta playa desde que era una niña. Tenía tíos maternos que pescaban en el balneario y así se enamoró. Del mar y de Jorge, un buzo que conoció durante unas vacaciones cuando era adolescente, que a los 18 años la dejó embarazada y se la llevó a Pichilemu para casarse con ella. Por eso Lidia está aquí, trabajando a orillas del mar. Su trenza larga llega hasta por debajo de la cintura y lleva falda sobre el pantalón. Su marido dice que las mujeres deben ser así: de pelo largo y faldas. Y Lidia le hace caso, porque lo quiere y porque Cocolo, como le dicen a Jorge en la costa, también la quiere y siempre le dice que está enamorado de ella. Por eso Lidia lo ayuda amarrando cochayuyos y sacando luga, un alga parda. Igual que tantas otras mujeres que bajan hasta ahí con sus hijos, de la edad que sean, para trabajar junto con sus esposos.

Mientras amarra cochayuyos -los tiende al sol durante 15 días, por un lado, otros 15 días por el otro- Lidia observa a las demás mujeres. Cuando a los pocos años, empieza a llevar con ella a su segunda hija Siria a la orilla, las sigue viendo. Mientras recolecta luga a mano, como debe hacerse, porque si la luga se corta con cuchillo no vuelve a crecer más, las mira hacer lo mismo que ella. Lidia ve a las otras esposas de pescadores uno, dos, tres años en la orilla. Cuatro, cinco, seis, siete y ocho años más. Y su pena va creciendo. Porque las ve trabajar sin luz ni agua, al lado de maridos que muchas veces las golpean y se toman la plata. Porque sabe que la mayoría de ellas no recibe ni un solo peso por la sacrificada labor que están haciendo, mientras sus esposos se quedan con todo el dinero de la cosecha y, además, están amparados por sus sindicatos masculinos. Porque ella, que es de Santiago, tiene otra mentalidad y cree firmemente que una mujer que trabaja también debe recibir un salario. Lidia ve a las otras mujeres mudas en la orilla. Desvalidas y sin chistar. Y por eso piensa qué hacer al respecto. Piensa, mientras amarra cochayuyo y saca luga durante todos esos años. Hasta que una mañana de 1998, sentada junto a Cocolo en la orilla, se le enciende la ampolleta y le dice:

-¿Sabes qué? Podríamos hacer un sindicato de mujeres pescadoras y algueras.

-¡Y pa'qué querís un sindicato de mujeres! -le contesta su marido.

-Bueno, porque no tenemos ningún beneficio. Ustedes los hombres tienen trajes especiales para meterse al agua y nosotras también podríamos tener. Y podríamos trabajar más abrigaditas.

Ahhhh, sería bueno eso. Que trabajaran calientitas, piensa Cocolo.

Lidia, que todavía es tímida, usa su trenza larga y falda arriba del pantalón para trabajar, decide entonces ir a la oficina del Servicio Nacional de la Mujer en Rancagua para proponerles la idea. Y empieza de a poco a contarles sobre la iniciativa a esas mujeres que ha observado durante años recolectar algas en silencio.

Machismo en el mar


Son 35 mujeres las que gritan de felicidad en la capitanía del puerto de Pichilemu. Es 10 de mayo de 2001 y todas, alentadas por Lidia, celebran el nacimiento del Sindicato de Algueras de Pichilemu con sus credenciales de mariscadoras en mano. Greti Mancilla está ahí. Tiene 34 años y lleva más de diez recolectando luga junto a su marido. Llegó desde Osorno, casada, y así aprendió a recolectar. Su esposo la apoyó para entrar al sindicato y ahora, por primera vez, va a trabajar como independiente. Igual que Lidia y las demás. Sin embargo, en Pichilemu la formación del sindicato ha sido una revolución mayúscula durante cuatro años, desde que el año '98 Lidia empezó a entusiasmar a las demás. Al principio, en el Servicio Nacional de Pesca (Sernapesca) no habían querido saber de esta formación. "Estaban acostumbrados a trabajar con hombres de otra manera, y no querían complicarse con nosotras. Pensaban: "Si las tocamos, nos van a acusar de quizás qué". No sabían cómo tratar con nosotras", explica Lidia. Tampoco los pescadores habían estado muy contentos. Dijeron: "Ellas no son nada. Ni mariscadoras ni pescadoras. Ellas sólo saben cuidar cabros chicos y cocinar". Algunos maridos incluso les pegaron a sus mujeres para amedrentarlas e impedir así su asociación al sindicato. A Lidia, anónimos conductores le tiraron el auto encima en la calle. Pero tuvieron el apoyo de la Marina y del doctor Sandoval del consultorio de Pichilemu, quien se encargó de comprobar y certificar que todas estaban en óptimas condiciones físicas para trabajar en el mar. "Bien buena. Han trabajado toda su vida y ahora les vienen a poner obstáculos", les dijo el médico. Por eso ahora las mujeres celebran con sus credenciales su nueva independencia.

Y pronto las cosas empiezan a cambiar. Las que antes eran mujeres mudas en la orilla, les dicen a sus maridos: ¿Y con qué derecho me pegas? Yo necesito estas cosas. Yo valgo. Yo no te quiero más. Nos separamos. Yo tengo derechos. Algunas dejan atrás historias de violencia y abuso. Otras no lo logran. El temor es más fuerte y no se asocian. Mientras, Lidia avanza. No sin dificultades. A su marido los otros buzos lo molestan y le dicen que su esposa le pone el gorro durante esos viajes que hace por el sindicato. Cocolo le pregunta a su mujer si tiene a otro, a qué hora va a llegar, se le despiertan los celos cuando su señora va a reuniones sindicales, donde ella es la única mujer versus ochenta hombres. Ya no trabajan juntos y, además, ella se ha convertido en dirigenta. Pero Lidia le dice que lo quiere igual que siempre. Y sí, lo quiere igual que siempre. Por eso, sufre tanto, cuando su marido fallece en un accidente a caballo el año 2006 y ella se queda viuda a la cabeza de una casa, dos hijos y un sindicato.

A pesar de la desgracia, las algueras empiezan a ver los frutos de una pelea que no cesa, que todos los días implica insultos por parte de los pescadores en la playa, amenazas de hombres que las ven como unas sublevadas con un título que no merecen. Con el apoyo de la Marina, del pueblo y del Sernam regional, el año 2006 les dan un área propia de manejo en La Puntilla, donde hoy sólo ellas -o algún buzo contratado por ellas- pueden sacar especies. Al poco tiempo, les regalan 35 trajes de goma y utensilios de pesca, mallas y nylon para que puedan tapar sus cochayuyos cuando llueve. Y en 2008, un capitán de la Marina les entrega un container para que tengan dónde vestirse, desvestirse, cocinar y dormir en su área de manejo. Les ayuda a construir una terraza donde la gente las observa mariscar. Eso es un panorama para el turista: cuando las catorce mujeres, en marea baja, entran al mar, se montan en las rocas y empiezan a cortar la luga con las manos. Mientras, otras tienden el alga en unas dunas cerca del container y algunas cocinan para las demás. Luego venden lo que han recolectado a intermediarios, que después ganarán el doble o el triple cuando les revendan los productos del mar a empresas que se llevan todo hasta Rancagua y San Antonio. Las algueras ganan entre 200 mil y 250 mil pesos en verano. A veces nada o 50 o 70 mil pesos en invierno. Por eso también hacen pitutos: venden artesanías, trabajan en locales, hacen aseo, recolectan hongos en los bosques. Algunas sacan de sus casas y esconden a otras mujeres del balneario golpeadas por sus esposos, a través del programa que gestaron Huellas de Mujer. Las acompañan hasta que pierdan el miedo y se atrevan a denunciar.

Y siempre están pendientes de su pedacito de mar. Establecen turnos para vigilarlo. Para que no entre ningún buzo ni pescador a sacarles una especie prohibida, como el loco. Ahí, las algueras llaman a la Marina o al Gope de Carabineros, quienes multan con una UTM (37 mil pesos) por loco, a quienes los están extrayendo ilegalmente. Las algueras son bravas y femeninas al mismo tiempo. Dice Lidia: "Vemos que no saquen especies chiquitas ni prohibidas. Un loco se demora cinco años en crecer. El piure y los erizos, dos años. La pesca indiscriminada ha dejado áreas peladas, pero la de nosotras está llena de guagüitas, de erizos gordos y algas. Eso es, porque la cuidamos. No pensamos como los hombres: pan para hoy y hambre para mañana".

Buceando por un sueño



En diciembre, siete de las catorce socias del sindicato hicieron un curso de buceo brindado por Sonapesca.

Entremedio del roquerío, Lidia se saca su polera rosada y queda en traje de baño. Envuelve unos caracoles que sacó de las rocas en su polera y los lleva a la orilla. "A éste le dicen el sector de las Amazonas. Cuando estamos todas en el mar, en las rocas lugueando, tiramos tallas. Les tiramos piropos a los surfistas y algunos salen colorados. ¡Si las mujeres en el mar somos unas yeguas!", ríe a carcajadas. A lo lejos, ve a un joven en medio de un acantilado, sacando locos y metiéndolos en un saco. Lidia trepa velozmente por las rocas. Llega en un dos por tres hacia él. Se agacha hacia el joven. Toma entre sus manos los locos que ha sacado y los devuelve al mar. Le dice que eso no se puede hacer. Que si quiere sacar otras cosas, no hay problemas, pero locos no. Al rato, Lidia se desviste detrás de unas piedras y se pone ropa seca. Arrastra una mata de cochayuyo por la arena como si fuera una pluma y dice: "La luga está larguita. Luego la venimos a cortar".


Lidia Jiménez, presidenta del Sindicato de Algueras (de pie y traje de buzo) junto a las mujeres que tomaron el curso de buceo. Cuando obtengan sus credenciales podrán mariscar en otros espacios fuera de su área de manejo.

Las mujeres del sindicato no han venido por estos días a trabajar: en diciembre, siete de ellas, Lidia y Siria incluidas, estuvieron diez días en un curso intensivo de buceo de Sonapesca. Y el 14 de enero tendrán que dar un examen teórico y uno práctico para obtener credenciales de buzos. Ahí ya no será necesario que contraten hombres para esas labores y las mujeres podrán extraer otros recursos fuera del área de manejo. "Los hombres siempre nos miran como inferiores. Creen que nunca van a haber mujeres buzos, que nunca lo lograremos. Por eso quiero que den el examen y ejerzan", dice Greti Mancilla. Kathy Arenas (22), hija y nieta de pescadores, también va a rendir la prueba. Desde el año 2007 está junto con su madre en el sindicato. "Al trabajar entre mujeres no tienes las restricciones de trabajar con hombres. Nos podemos vestir y desvestir en la playa. Lo pasamos bien. Ganamos nuestro dinero. Y entre mujeres nos entendemos mejor", dice. Natalia Olivares (22) comparte: llegó al sindicato hace pocos meses, después de haber tenido un hijo y con depresión. "Estar con ellas me subió el ánimo, mejoró mi calidad de vida".

Por eso Lidia también sueña más. Ahora planea que algunas puedan tomar cursos de buceo con compresor para poder sumergirse a mayores profundidades y empezar a cotizar colectivamente para que todas tengan una jubilación. Hasta ahora, ninguna cotiza para la vejez. "También queremos hacer uso de hartos beneficios que desconocíamos. Antes no sabíamos nada, porque los hombres tenían escondidos todos los proyectos y beneficios de la pesca artesanal. Hacían de esa información un dominio. Ahora supimos que hay becas de estudios superiores para nuestros hijos y queremos pedirlas. Mientras una está viva, sueña hasta el final", dice Lidia.

Sentada al lado de su cochayuyo, Lidia entonces se seca los pies, llama a un taxi de un amigo por celular y se pone las zapatillas. "¿Feminista yo? No. Me gusta la igualdad. Quiero que seamos iguales. Los países crecen de la mano, no uno atrás y otro adelante. Somos mujeres y tenemos derechos a estos recursos que hemos trabajado toda la vida". Suena su celular: el taxi está esperándolas. Entonces Lidia, con su mochila al hombro y arrastrando las algas, sube hasta el camino del borde costero, sacude en el aire las ramas de cochayuyo, como si fueran una sábana, y las mete en la maleta del taxi para volver a casa junto con su hija.

María Paz Cuevas..

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Ramón Navarro, el mejor surfista de Chile

REVISTA DE EL DOMINGO
domingo 17 de enero de 2010

Hijo de las olas


Navarro corrió y bautizó como "La Bestia" a una legendaria ola de Cavancha.

De una tabla prestada en Infiernillo, a competir auspiciado junto a las estrellas mundiales del surf. La vida de Ramón Navarro -el chileno que se hizo famoso por correr olas gigantes en Hawai- está marcada por el mar y, literalmente, puede ser contada a través de las olas. Éstas son las siete más importantes.


Punta de Lobos: Navarro aprendió a surfear frente a su casa.

Por Rodrigo Cea.

Ola 1: Dibujando en clases

"Fue en la Puntilla, en Pichilemu, el primer lugar donde corrí una ola parado sobre una tabla. Era 1994. La tabla era del Pato Vargas y la turnábamos entre diez amigos. Era bien antigua y le decíamos 'la Chile', porque tenía una bandera chilena pintada. Cuando eres niño es más fácil aprender y, por supuesto, fue una ola pequeña cerca de la orilla. Recuerdo que me pude parar altiro y que fue algo increíble. Correr esa ola fue muy importante porque le dije chao al bodyboard.


No es que decidiera dedicarme al surf, sino que se me metió en la cabeza que quería mi propia tabla.
En esa época estaba en el colegio y me empezó a gustar tanto el surf que, antes de ir a clases, me levantaba a las 6 de la mañana para ir al mar un rato y, cuando salía de la escuela, partía de vuelta. En el colegio me iba mal, era flojo, no me interesaba y, claro, con el surf aún menos. Las clases me aburrían y dibujaba olas en los cuadernos. Pensaba todo el día en olas. Tenía 13 años".

Ola 2: Triunfo de visita

"Mi primer traje lo compré por unos 10 mil pesos. Era corto y me duró un invierno. Ahora que lo pienso, era una locura meterse en esas aguas tan frías de esa forma, pero yo sólo quería surfear. Tiempo después, para una Navidad, mi mamá me regaló el primer traje largo y mi primera tabla fue un regalo de un amigo: era brasileña y estaba quebrada, cuestión que acostumbran a hacer los grandes con los niños en la zona, para que las reparen y comiencen a practicar. Surfeaba todo el día.


Mi vida empezó a cambiar en 1996 cuando una tienda especializada me pagó la inscripción para un campeonato nacional y participé en categoría junior. Era mi debut en competiciones y quedé segundo, pero con la sensación de que podría haber ganado. Al año siguiente fui a Constitución para correr por primera vez en un torneo nacional, pero ahora en categoría open, con los mejores. Y salí tercero. Fue la primera ola que corrí fuera de Pichilemu.
'Esto me gusta', dije, y desde entonces comenzó a rondarme en la cabeza la idea de, algún día, convertirme en profesional".

Ola 3: Un deporte nuevo

"Después de Constitución fui a surfear al norte, conocí Arica e Iquique y conseguí mi primer auspicio: ropa, traje y tabla, pero no sueldo. Así estaba cuando por primera vez corrí una ola grande. Eso fue en abril del 98, en el en campeonato Ceremonial de Punta de Lobos, que hasta hoy se realiza y ya es casi de categoría mundial.
Esa vez pasé sólo dos mangas, no me fue muy bien, pero por primera vez usé una tabla grande, corrí y observé a otros surfear olas de 6 metros, las que se dan sólo en condiciones especiales, en abril y mayo cuando empieza el invierno.


Esa experiencia cambió mi rumbo porque hasta antes quería ser profesional en campeonatos de maniobra y desde ese día mi sueño fue correr olas más grandes.


Un cambio radical.


Un deporte nuevo.


Estaba en tercero medio y mi rutina era surfear, surfear, surfear. No carreteaba y me acostaba muy temprano para ir a entrenar al otro día. Si quería ser profesional, lo tenía muy claro, tenía que trabajar la técnica y conseguir una capacidad física y pulmonar gigante para soportar estar mucho tiempo bajo el agua, para cuando una ola gigante me tumbara".

Ola 4: Cumpleaños en Hawai

"Después de ir a Portugal a correr un campeonato mundial por equipos, donde me fue mal pero me sirvió para ver por primera vez a surfistas profesionales que son leyendas, un día de invierno estaba en mi casa en Pichilemu cuando un amigo me llamó y me dijo que nos fuéramos a California, que lo habían invitado. Le contesté que no tenía ni un peso, ni menos visa y le pedí un par de semanas para moverme. Con mi auspiciador conseguí una carta para la visa, vendí todas mis cosas y compré el pasaje. Llegué con 100 dólares a California y, para conocer Hawai, donde nos contaron que había olas gigantes; trabajamos todo septiembre, pintando casas y arreglando techos. Llegamos a Honolulu sin plata ni tabla. Trabajamos un poco en construcción, cortando pasto e hicimos un horno de barro para vender empanadas. Hacíamos eso cuando no había olas y el resto de los días nos levantábamos al amanecer para surfear, porque en Hawai cuando hay olas no se trabaja. La mayoría de la gente vive así y, más que surfear en Hawai, lo más impactante fue conocer esa cultura, en la que todo gira en torno al surf: los bomberos y policías andan con tablas en los carros, mientras en el agua tibia, rodeada de palmeras, entrenan los mejores del mundo.

Perdimos el pasaje de vuelta y, al final, nos quedamos 6 meses. Celebré allá mi cumpleaños número 20".

Ola 5: Domando a la bestia


"Volví de Hawai con otra mentalidad. Mandé a construir tablas grandes y, mientras me dedicaba a correr todo el circuito nacional comencé a buscar olas grandes en Chile. En el campeonato Ceremonial del 2001, desde un avión Alfredo Escobar me tomó una foto corriendo un olón gigante. La imagen dio la vuelta al mundo, apareció en revistas especializadas de Estados Unidos y Europa, y fue la primera vez en que mi nombre figuró en el extranjero y en que Chile comenzó a destacar como sitio de grandes olas.


Así llegó mi primer auspicio de verdad: la primera vez que le pagaban un sueldo a un surfista chileno.


Participando en todos los campeonatos de Chile, me fui consagrando a nivel nacional. Después de aprender a correr en tablas de 9 pies y hacer surf con motos de agua en Hawai, en junio de 2004 hice un proyecto con Red Bull para correr una ola que se formaba en Cavancha, frente al hotel Terrado, que nadie sabía si se podía surfear.


Y resultó. Fue una de las olas más grandes corridas en Chile hasta ese momento. La bautizamos 'La Bestia' y la noticia fue portada de diarios, salió en televisión y en decenas de revistas especializadas en el extranjero. Fue todo un boom para mi carrera: me convertí en figura de la marca Quicksilver y, por fin, comencé a dedicarme exclusivamente a correr olas gigantes".

Ola 6: Fuera del mar


"A fines del 2008 tuve el peor accidente de mi carrera. Cerca de Chanco, en Santos del Mar, fue en una de las olas más grandes del día. Traté de leerla bien, pero no me resultó: La ola se dobló entera y me cayó encima. Mi cuerpo salió disparado, pero el pie de atrás se atascó en la fijación (que usan las tablas para el surf de olas gigantes) y me corté el ligamento cruzado de la rodilla izquierda.


Fue el dolor más fuerte de mi vida, pero de todos modos partí a un campeonato en Hawai. Por suerte se suspendió, porque cuando volví a Chile me hice unos exámenes que mostraron que el ligamento estaba cortado por completo. No existía.


Gracias a un programa para deportistas de elite de la Asociación Chilena de Seguridad, en mayo pasado me operé y permanecí cuatro meses en Santiago. Me injertaron un nuevo ligamento y comencé un plan de recuperación que empezaba a las 7 de la mañana con kinesiología, luego piscina y por la tarde, de 4 a 7, gimnasio. Dos veces por semana tenía nutricionista, sicólogo y, los últimos dos meses, dos sesiones semanales de yoga. Entrené más que nunca y, en vez de los 6 meses programados para la recuperación, estuve sólo cuatro meses y medio fuera del mar".

Ola 7: Como un sueño


"En septiembre pasado volví a surfear en Punta de Lobos, nada más que un par de días, pues el agua era muy fría y partí un par de meses a surfear a México e Indonesia, usando una rodillera. Después de eso me sentía bien. Muy seguro y así fue que partí a la bahía de Waimea al Quiksilver Memorial de Eddie Aikau, el campeonato mundial de surf de olas gigantes más importante. Sólo el hecho de estar invitado era el máximo logro de mi carrera, lo que siempre había soñado. Igual, partí a jugármela. Motivación me sobraba: En uno de los campeonatos más míticos del circuito, correría codo a codo con los 24 mejores surfistas de olas grandes del planeta.


El 8 de diciembre las olas estaban de 10 metros y había 50 mil espectadores en la playa. Corrí bien mis primeras mangas, pero tuve una caída fea en la tercera. En la última manga ya había corrido tres olas de las cuatro permitidas y faltaban 15 minutos para el cierre de la competición.


Entonces me fui al fondo del mar con la esperanza de que apareciera una ola grande. Y apareció. Y era enorme: una barra negra en el horizonte. Todo el público comenzó a gritar en la playa. Sonaban tambores. Junto a mí había una leyenda del surf hawaiano compitiendo, quien se movió y me dejó el espacio justo para lanzarme. Remé como nunca en mi vida para pararme en la tabla y correr la ola por unos 25 segundos, que para mí fue sólo uno.


Cerca de la playa me cayó una tonelada de espuma en la espalda y yo pensé 'hasta aquí no más llegué'. Me costó salir y, cuando llegué a la orilla de la playa, todo el mundo gritaba. Me entrevistaron para la televisión y yo no sabía qué decir. 'Viva Chile mierda', grité. Alucinaba.


Me subí al escenario y me premiaron por correr la ola más grande del día. Yo ya me iba para atrás cuando me tomaron del brazo y me dijeron que me quedara, que estaba entre los mejores 5 del campeonato. No lo podía creer. Era como un sueño. El inicio del sueño de consagrarme como uno de los mejores del circuito mundial de olas grandes".



Por Rodrigo Cea..

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miércoles, 13 de enero de 2010

Duelo en Peralillo por tragedia aérea

www.la2da.cl
13 de enero de 2010





Accidente aéreo deja 4 víctimas en la IV Región.wmv



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January 12, 2010
el fallecido piloto pertenecia al club aéreo de San Fernando,donde en Julio del 2009, ya había protagonizado otro accidente al capotar su nave, estrellandola esa vez, con mejor suerte par el y su acompañante

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http://www.lanuevavozdecolchagua.com/
Martes, 12 de Enero de 2010 12:00 administrador .

Enólogo de viña de Peralillo murió en accidente aéreo en las cercanías de La Serena



Diego García de la Huerta Sutil era piloto miembro del Club Aéreo de San Fernando.



(FOTOS: Diario El Día de La Serena)

"Tengo rabia porque él sabía las condiciones. Le dije que no viajara, que se cuidara", exclamó Carmen Sutil a unos carabineros, mientras intentaba llegar para ver el lugar donde su hijo, Diego García de la Huerta Sutil, junto a otras tres personas, perdió la vida en un accidente aéreo, en el sector de la quebrada La Cachina, a unos 30 kilómetros al interior de La Serena. Así lo consigna el Diario El Día de La Serena.
La mujer, llegó junto al padre del enólogo de la Viña Sutil, en un helicóptero particular, cerca de las 20:00 horas de ayer, en medio de las intensas labores de Carabineros y la Policía de Investigaciones.
La madre tenía razones de peso para sus dichos. El 26 de julio del año pasado, García de la Huerta y el instructor del Club Aéreo de San Fernando, Francisco Ruiz-Clavijo Squella, salvaron providencialmente en un vuelo de prueba en la provincia de Colchagua.
La destreza del piloto (García de la Huerta) permitió salvar un aterrizaje con mayor fuerza, que pudo haber sido fatal, toda vez que la carretera 5 Sur y la línea férrea estaban a 50 metros del lugar del accidente.
Pero ayer el destino no le dio una segunda oportunidad. Por causas que se investigan, se cree que la aeronave se precipitó cerca de las 10:30 horas, en un sector cercano a la mina San Juan, donde existen pequeños caseríos.
La segunda razón tiene directa relación con las condiciones climáticas. Estiman que el mal tiempo influyó en esta tragedia, en la que también fallecieron, de acuerdo a información de la bitácora de viajeros, los ocupantes identificados como Felipe Eguiguren, Sebastián Pérez y Ricardo Marín. Todos los cuerpos resultaron calcinados tras el accidente y fueron sometidos a análisis pericial para confirmar sus identidades, en la Policía de Investigaciones.

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Anuncian millonaria remodelación de avenidas Manso de Velasco y Manuel Rodríguez

La Nueva Voz de Colchagua
Miércoles, 13 de Enero de 2010 13:13 administrador .


(FOTO: La Nueva Voz de Colchagua)

Cerca de 1.900 millones de pesos serán invertidos las próximas semanas en la construcción de una nueva etapa de las obras de remodelación, construcción y mejoramiento de Avenida O’Higgins.
Según explicó el alcalde de San Fernando, Juan Paulo Molina, ya ha sido mandatado por Serviu a la Constructora Vialfi, la responsabilidad de ejecutar los trabajos en este tramo que forman parte de esta importante obra vial iniciada hace dos años en nuestra ciudad.
Este nuevo tramo contempla la construcción del nudo O’Higgins - Manso de Velasco el que tiene en su diseño considerada la instalación de adoquines, veredas de hormigón y semáforos, con características similares a las de O’Higgins con Manuel Rodríguez.
A esto, el alcalde agregó que se mejorará la circulación vehicular “para ello se eliminará la salida o bajada de automóviles ubicada a un costado del monolito de Manso de Velasco y se realizará un recarpeteo total de asfalto de la calzada oriente de Avenida O´Higgins, entre Manso de Velasco y el Puente Antivero, lo que mejorará ostensiblemente el desplazamiento por el sector”.
Se agrega a lo ya señalado la demolición y repavimentación en asfalto de ambas calzadas de Av. Manso de Velasco entre la calle Laja y Rancagua y veredas de Hormigón en este mismo tramo.


Colector de Aguas Lluvias
Un tema no menor y que ha causado molestia e inquietud para los habitantes, principalmente en época invernal ha sido la conexión del colector de aguas lluvias, por lo que consultado al respecto el alcalde indicó “Tal como dijimos durante mucho tiempo a los vecinos, a pesar de la incomodidad que significó circular por la avenida colapsada de agua y la crítica que recibiéramos a las medidas de contingencia como fueron las pasarelas para el cruce en las calles principales de la avenida, veremos como con el desarrollo de los trabajos de este nuevo tramo, queda este problema solucionado, dado que junto con las pavimentaciones, recarpeteos y hermoseamientos del nudo O´Higgins Manso de Velasco, se llevará a cabo la construcción del colector de aguas lluvias en este trazado, pasando por la calzada norte de Manso de Velasco, calle Valdivia, Calle interior Parque Abel Bouchón para conectar finalmente con el río Antivero, lo que indudablemente solucionará el problema de anegamiento de las calles céntricas, lo que demorará un plazo aproximado de 4 meses”


Mobiliario Urbano y Avenida Manuel Rodríguez
Por otro lado, y siguiendo con el concepto de construcción de esta obra vial, para esta etapa se ha contemplado el recarpeteo de Av. Manuel Rodríguez desde calle Teniente Merino (Plazuela) hasta la línea Férrea, considerando bandejones centrales similares a los de Avenida O’Higgins “esto indudablemente dará una uniformidad y continuidad al diseño del centro mejorando el aspecto de nuestra ciudad lo que beneficia a los comerciantes de manera directa, pero por cierto que esto hace que mejore nuestro entorno, haciendo a nuestra ciudad más bella y atractiva para turistas y visitantes y con ello sin duda alguna lograremos un espacio más grato y amable para quienes a diario transitamos por la ciudad” puntualizó Molina.
Se suma a esta etapa la instalación de semáforos nuevos en las intersecciones de Rodríguez con calles Chillán, Chacabuco y Rancagua, más mobiliario urbano que contempla, escaños, árboles, basureros, entre otros elementos.
Las obras deberían comenzar a ejecutarse antes del mes de marzo y tendrán una duración de 8 meses.-

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