sábado, 31 de mayo de 2008

HISTORIA DE GRANEROS






GALERIA DE FOTOS

HISTORIA DE GRANEROS


El origen de esta comuna esta estrechamente ligado a la historia de la Hacienda de La Compañía, a doña Nicolasa de Toro y a la llegada del ferrocarril.
Debemos recordar que, la Hacienda de La Compañía, que fuera de los jesuitas hasta 1767 y luego propiedad de don Mateo de Toro y Zambrano, desde 1771, incluyo en su extensión lo que hoy conocemos como Graneros.
La Heredera de don Mateo, su hija doña Incolaza, casada con don Juan de Dios Correa de Saa, que habitaba la antigua casa de los jesuitas en la localidad de La Compañía, se transformó en una entusiasta colaboradora del ferrocarril, convirtiéndose en accionista de la empresa, entregando locales y materiales para el trazado y construcción de la vía. Enrique Meiggs en 1850 trazó la línea férrea que partió en dos tierras de doña Nicolasa.
Hasta ese momento había dos caminos paralelos que llevaban al Sur, uno era el de la Cordillera, que cruzaba desde Huelquèn a Codegua y de ahí seguía hasta entrar a Rancagua por el Oriente. El otro era el camino real que venía desde la Hacienda de Hospital por Angostura, cruzaba el Mostazal y La Compañía y entraba por Las Coloradas. Ambas rutas se unían en la Hacienda por un camino interior que iba desde las Casas Viejas de los Jesuitas, próximas al camino de Codegua, hasta el Mostazal en sentido Oriente-Poniente, El trazado de la línea cortó este camino en una punto que se convirtió en el paradero de La Compañía. Allí se detenía el carro de la condesa Toro y se cargaban y descargaban productos. Pronto, allí se construyeron bodegas y edificios y se habló del camino de los Graneros Nuevos, hasta llamado Graneros. Nació el nombre antes que el pueblo.
Los Graneros nuevos de adobe y teja, primera construcción del pueblo que le dieron su nombre, se edificaron dentro de la Hijuela de Los Graneros, o San Rafael, que a la muerte de doña Nicolasa había heredado su hija Isabel Correa.
En la Hijuela Los Torunos de doña Adelaida Correa, casada con Rafael Ovalle, se construyeron las primeras casas de pueblo, entre el parque de la casa de Los Torunos (actual parque comunal a la entrada del pueblo) y la línea férrea. Son las casas de la calle Arturo Prat y su pequeña plaza, donde en una placa recordatoria se lee: En este lugar se dio lectura al acta oficial de fundación de Graneros el día 17 de Noviembre de 1899”. Seguramente el que gestionó ante el gobierno de don Federico Errazauriz E. la concesión del tituló de villa al modesto caserío fue don Rafael Ovalle Correa.
Lamentablemente la casa de Los Torunos se daño tan gravemente con el terremoto de 1985, que fue demolida.



La Comuna de graneros cuenta con Monumento Nacional, la Casa San Luis o llamada también Casa Hodgkinson, ubicada en la Avda. La Compañía al sur oriente de la línea férrea.
Se trata de una construcción de dos pisos, con balcòn hacia la calle en el segundo piso. Su construcción data de 1884 (aprox.), fecha en la cual don Rafael Ovalle Correa se asocia con el ingeniero inglés don Gilberto Hodgkinson, casado con la señora Elena Undurraga Ovalle, sobrina de don Rafael Ovalle, quien edifica esta casa para instalar allí una fundición, que se llamo primer “Metalúrgica Ovalle “ y luego “Fundición Anglo-Americana” “ En esta Fundición, en 1902 se armó por primera vez en Chile un automóvil y también se fabrico el primer tranvía que corrió por Rancagua, llegando a producir incluso, carros de ferrocarril y hasta una locomotora”
También esta casa tuvo conexiones con el origen de la mina del Teniente, ya que las carretas del ingles viajaban tiradas por bueyes desde Graneros, hasta Caletones. El Abrevadero para animales que existía en la esquina de esta casa fue demolido hace pocos años. En los primeros tiempos, la intención de la Braden CO. Era quedarse en Graneros y no establecerse en Rancagua, como sucedió. “En 1906 don William Braden y su familia vivían en la Casa Hodgkinson. Su señora Mary Kimball relata vivencias que describen y ubican muy bien la casa… “Antes de tomar una decisión acerca de esta nueva ruta (para el ferrocarril), Guillermo y un connotado Ingeniero Norteamericano que estaba de visita en nuestra casa de Graneros, hicieron una excursión a caballo subiendo hasta la mina por el camino carretero”. Y sobre el terremoto de 1906… “Nos encontrábamos tomando café en la Biblioteca… cuando la casa empezó a sacudirse. Como es usual donde tales fenómenos so comunes nos miramos y sonreímos con cortesía “¡OH, es un temblor¡… pero pronto los pesados estantes rodaron al centro de la pieza; el plano empezó a patinar y en la terraza de verano los grandes maceteros de bambú y los jarrones metálicos corrían hacia todos los lados. También corrimos nosotros…. Cuando pisaba tierra, se derrumbaron seis carretilladas de ladrillos y concretos – la chimenea de la Biblioteca- Chimeneas, ventanas y trozos de muralla caían en todas direcciones.
La Hijuela del Molino, número 12 de la partición de la antigua Hacienda de la Compañía, tuvo por finalidad venderse para financiar al resto de la hijuela entre los 11 hijos de doña Nicolasa de Toro. “Fue una Hijuela con menos tierra, pero con el Molino y las casas que construyera para ella doña Nicolasa, pero que nunca llego a utilizar.
En 1874 esta Hijuela fue vendida a don José María Velasco, quien implemento el molino con maquinaria de última tecnología de la época, con uno de los primeros teléfonos del país, y unió con una vía férrea de trocha angosta el molino y la estación de Graneros, línea que hace pocos años se levanto. El último “carro de sangre” como se llamo a los tranvías tirados por caballos, que funciono en Chile, fue el que corría es este tramo.
El señor Velasco murió victima del cólera en 1887, vendiéndose esta propiedad a don José Rafael Salas.
La casa del molino, que se encuentra en muy mal estado de conservación, corresponde a la tipología de casa patronal de mediados del siglo pasado, de amplios corredores, pilares de madera de forma octogonal con base mayor que el capitel, y bases de piedra.
La casa de El Parque, que ex hijuela Las Higueras que correspondió a don José Gregorio Correa y Toro, gran amante de asiduos visitantes fue el pintor Onofre Jarpa, que se inspiro en este parque para realizar muchas de sus obras. La Casas que construyo don José Gregorio se quemó en 1930, salvándose fragmentos que aun se conservan, junto a agregados desde esa fecha hasta la actualidad.
La casa de la Hijuela de Nuevos Campos, en el limite oriente de la comuna, perteneció a la señora Pepa Correa y Toro, quien arrendó esta propiedad a don Rafael Tagle, el que realmente trabajo estas tierras.
Después se muestran algunos ejemplares de silos y bodegas agrícolas existentes en la comuna. Antes de concluir nos parece de importancia destacar la presencia de la actual industria Nestle en esta comuna. Fue precedida en el año 1906 por una fábrica enlatadora de leche condensada propiedad de don Salvador Gutiérrez, que paso a poder de la Weir Scott en 1914.. En 1941 la industria es adquirida por Chiprodal, produciéndose un cambio importante en la actividad económica del pueblo, que se tradujo también en la forma urbana, expandiéndose el trazado hacia el sur de la calle Compañía y al oriente del ferrocarril. En la década de los 80 es adquirida por la Nestlè.

Antología de Graneros

No es difícil encontrar las raíces de sus primeros habitantes y las generaciones que les han precedido, llevando tras de sí un cargamento grande de nuestra cultura popular y folclórica. Graneros, pese a todos los adelantos de la civilización actual, con el atenuante de estar cerca de la capital y a un paso del Teniente, mantiene intacta sus tradiciones. En eso han jugado un rol preponderante las familias de nuestro pueblo, las que por lo general tuvieron muchos hijos. Estos son los que a través del tiempo han efectuado la transmisión oral de mantener y preservar con tanta fuerza espiritual y hasta la actualidad las costumbres que caracterizan a la comuna.

Diversos Aspectos de la comuna de Graneros

Existe Total convencimiento, entre las pocas y destacadas personas que han dicho palabra o escrito sobre nuestra comuna, que para referirse al estudio de sus raíces, tradición y evolución histórica, debemos remontarnos a la época precolombina de la nación. Allí se encuentran las huellas primeras del hombre, donde ahora se ubica la comuna.
Los cronistas españoles, como don Juan Fernández de Pulgar, tuvieron el cuidado de recoger oralmente algunas noticias sobre el pasado de la gente que poblaba el centro de Chile. Por ellos, se sabe que la región en que está asentada Graneros correspondía a un lugar en que predominaban abundantes piedras y algunas minas de oro de baja ley. Los cerros circundantes del valle mismo, estaban llenos de fuertes matorrales hasta la época de la Colonia Española.
Indudablemente, en aquellos años tan lejanos, el hombre apenas resultaba algo visible en esas tierras. Eran muy pocos, repartidos en valles de gran extensión y es sabido, a través de la historia, que los aborígenes, como todos los pueblos de la antigüedad, fueron propensos a crear leyendas. Los actos no comprensibles para su mente poco desarrollada, debían tener una manifestación sobrenatural, inexplicable, y así nacieron los mitos.
Puede que nuestra historia se inicie en fecha cercana a mediados del siglo XV, con el desplazamiento hacia el valle central de legiones de incas enviadas por Yupanqui en busca de nuevos y mejores recursos para sus conquistas. No obstante lo fugaz de sus pasos, alcanzaron algunos contactos con los antiguos habitantes de la región, los Chinchas, pero no lo suficientemente fuertes para influir significativamente a este amistoso y pacífico pueblo. Se conformaron con exigir a los caciques el pago del tributo inca, en tejos de oro sellados o en polvo. Demás está agregar que este es el primer tributo o contribución que se conoció en Chile.
La historia de Graneros, podemos anotar, se encuentra estrechamente ligada a trascendentales acontecimientos de la evolución del país y a destacadas personalidades del mundo histórico nacional, principalmente de la Colonia. Son muy variados los aspectos en que se puede ver esto. Entre ellos, uno de gran importancia está en el paso por estos campos del Presidente del Reino de Chile, don José Manso de Velasco y de la presencia de los Mayorazgos. Primeramente nos referiremos a la famosa Hacienda La Compañía.
La actual Graneros se encuentra emplazada en territorios antiguamente denominados graneros de cereales y de otros diversos frutos del fundo de La Compañía. Breve es la historia de esta grandiosa propiedad, vasto condado, como sólo los hubo en los lejanos tiempos medievales de la Europa.
El primer propietario de esta comarca, es legalmente doña Elvira de Talagante, de ascendencia chileno-peruana-española y a quien la Corona reconoció títulos de nobleza, y fue fundataria de la mayor parte de la depresión central de esa latitud. Con posterioridad pasa a poder de don Alfonso de Campos y Carvajal, esposo de la célebremente recordada Catalina de los Ríos y Lisperguer (la Quintrala), nieta de la cacica doña Elvira. En el año 1628 el matrimonio decide donar la hacienda y pertenencias a los jesuitas que, venidos del Perú por mandato del Rey de España Felipe II, llegaban con la misión de predicar el evangelio en Santiago y aldeas cercanas. La capital tenía, en ese entonces, cerca de mil habitantes y aproximadamente 160 casas, y hasta entonces los religiosos vivían de las limosnas que les daban los vecindarios. Fue así como tomó el nombre de Hacienda de la Compañía de Jesús. Por casi siglo y medio estuvo la hacienda en poder de los jesuitas, dedicados únicamente a la práctica de todos los métodos de la agricultura y a la piedad.
En 1767, por real orden de Carlos III se ordena la total expulsión de América de la Compañía de Jesús, confiscándoles todos los bienes en beneficio del trono para posteriormente ser rematados. La orden fue cumplida por el gobernador Gonzaga. En el mayor secreto todos ellos fueron enviados a Italia, donde gozarían de una vitalicia pensión de 100 pesos por sacerdote. En efecto, a la hora indicada, se dirigieron los milicianos al convento y hallando cerradas todas las puertas, rodeáronlo, tomaron por asalto el patio principal. Convocados los padres se les impuso la real orden, que acataron sin reparos ni contradichos. Fue así como, durante tres días, a lo largo de los valles centrales de Chile, una dolorosa cabalgata de 352 expulsados caminaban lentamente hacia Valparaíso. Inmediatamente se procedió al inventario general de la Iglesia y Hacienda.
La primera hacienda rematada, fue la de La Compañía, y el último pregón se dio el 24 de octubre de 1771 compareciendo dos pastores, don Miguel O’Ryan y don Mateo de Toro y Zambrano. La tasación practicada por peritos ascendía a la suma de 72.821 pesos y medio real, adjudicándosela don Mateo de Toro, hacía un año nombrado, Conde de la Conquista. Tornero en su obra Chile ilustrado da a LA Compañía una extensión de 11.000 cuadras y 98.000 de cerros.
En 1816 la hacienda pasó a poder de doña Nicolasa de Dumont. Más tarde, alrededor de 1840, empieza a evidenciarse un gran desarrollo económico y auge de consumo, con un marcado desarrollo de la industria molinera, al igual que la minería. Aparte de los molinos de Maule y Tomé, se instalan molinos de tipo americano en Graneros.

Antigua Estación de Graneros año 1985

El 25 de diciembre de 1859, se inaugura la línea férrea que une a Santiago con Rancagua, estableciéndose inicialmente un paradero ferroviario e el sector denominado Las Carpas, ubicado un kilómetro al norte de la actual estación de Graneros y llamado así por la gran cantidad de excursionistas que allí se instalaban, especialmente en la época de verano.
En el año 1872, la hacienda de La Compañía pasa a poder de doña Nicolasa de Toro y Correa. Una vez fallecida, toma posesión don Juan de Dios Correa uno de sus descendientes. Después de su muerte, en 1878, la hijuelación y participación de la propiedad fue ejecutada por el ingeniero don Manuel Figueroa, quedando dividida en los siguientes fundos:

Rafael Correa : El Carmen y La Leonera.
Aníbal Correa : La Capilla y viñas.
Carlos Correa : Fundo Miraflores.
Juan de D. Correa : Tuncahue y Las Marcas.
Nibaldo Correa : Molino.
José Correa : Las Higueras.
Isabel Correa : Callejones, Pueblo.
Adelaida Correa : Fundo Los Torunos y Pueblo.
Delia Correa : Fundo Tuniche.
Josefa Correa : Fundo Las Delicias y Nuevos Campos.
Mercedes Correa : Fundo Las Mercedes.
Manuela Correa : Sin sucesión.

El fundador de Graneros procede, entonces, del matrimonio de doña Adelaida Correa y Rafael Ovalle. Rafael Ovalle Correa recibió por herencia de sus padres el fundo Los Torunos. Don Rafael Ovalle C., fundador de la villa, luego de regresar de la guerra contra la Confederación Perú-Boliviana, en donde destacó en las filas del Regimiento Esmeralda (7° de Línea), se impuso la tarea de delinear lo que hoy es el pueblo viejo hasta la plaza que lleva su nombre Plaza Ovalle. Como asimismo los nombres de sus calles, Arturo Prat, Arica, Antofagasta, Miraflores en recuerdo de los lugares en que le cupo actuación en la Guerra del Pacífico. Fue así como, gradualmente, dio vida a un poblamiento en el emplazamiento de Graneros, incentivándolo, al asociarse con el ingeniero inglés de apellido Hodgkinson, al instalar allí la fundición metalúrgica Ovalle. Ésta después, pasó a denominarse Fundición Anglo-Americana.
Don Rafael Ovalle Correa fue el principal impulsor de la idea de otorgarle el título de Villa al poblado y de que tuviese su propia municipalidad. El título oficial de Villa Graneros fue concedido por decreto del interior el 17 de noviembre de 1899, durante el gobierno de don Federico Errázuriz Echaurren.
Como dato al margen, se puede agregar que durante el año 1902, en la fundación antes señalada, por primera vez se armó íntegramente un automóvil en Chile. También se armó el primer tranvía que corrió por Rancagua y además se fabricó una lancha a vapor, las actuales campanas de la parroquia de Graneros llevando la graduación Ovalle-Hodgkinson, máquinas de coser, llegando incluso a fabricarse carros de ferrocarril y una locomotora. La labor de estas personas fue ampliamente aprovechada por los granerinos, muchos de ellos, para perfeccionarse en maquinarias, tornerías, electricidad y otros ramos propios de la actividad de aquellos hombres.
En el año 1905, otra situación, la llegada del trazado e inauguración del camino Longitudinal Sur, actual Longitudinal Antiguo, indujo grandes cambios en la estructura espacial de la ciudad. La apertura de este camino provocó, alrededor de 1915 el primer crecimiento físico importante desde el poniente de la línea férrea hacia el camino longitudinal y al norte de la calle Compañía.
Más tarde, la Caja Nacional de Ahorros construye en Graneros una de las primeras poblaciones destinadas a ser vendidas a precio de costo. En efecto, la Caja las vendió a bajo costo y con grandes facilidades de pago con lo cual Graneros ganó enormemente. Así aumentó considerablemente el número de casas y contribuyó a que, gran cantidad de personas vinieran a instalarse aquí, atraídas por la novedad de la construcción y las facilidades para hacerse propietarios.
Este plan traslada el centro de actividad del pueblo tanto comercial, social como industrial, hacia la calle La Compañía, como acceso al pueblo desde el camino longitudinal. Reemplazó en su función a la Plaza de Armas, a pesar de que alrededor de ella se encuentran las instituciones más importantes.
Otros hechos han provocado cambios fundamentales, especialmente relacionados con la actividad industrial, tales como, la creación en el año 1906 de una fábrica enlatadora de leche condensada, queso relleno y pasta de calzado. Posteriormente, bajo la asesoría de Nestlé, comenzó a fabricar otras líneas de producción, tales como leche evaporada Ideal, calugas, caseína, ácido láctico, etc.
En 1934, la firma Weir Scott construye una nueva industria y renueva las instalaciones, la cual cambia de razón social y pasa a llamarse Sonalegra.
En 1941 esta industria es adquirida por Chiprodal, con lo cual va a producirse un cambio fundamental en la actividad económica del pueblo.
Estos cambios se expresan en la forma urbana, por ejemplo en el sector del pueblo al oriente de la ferrovía, al poniente del camino longitudinal y al sur de la calle La compañía, donde surgen nuevas subdivisiones.
Este sector se caracteriza actualmente por la considerable cantidad de espacios pequeños dedicados a la explotación agrícola, el emplazamiento en él, de diversas poblaciones y el asentamiento espontáneo, originando una discontinuidad espacial caracterizada por cuadras extremadamente largas en un sector, o excesivamente cortas, angostas y de recorrido tortuoso, en otros.
Posteriormente, nuevas poblaciones se extienden hacia el sur y oriente del antiguo pueblo y hacia el norte del pueblo nuevo.
Adquiere el área urbana, de acuerdo a los rasgos de su contorno, una forma de tipo lineal general en la dirección norte-sur y cuyos límites oriente-poniente que más sobresalen, podrían considerarse la línea férrea y el camino longitudinal respectivamente.
Cuando el camino longitudinal pierde su importancia y es reemplazado por la Carretera Panamericana, separada del pueblo por una franja agrícola de un kilómetro de ancho, se observa una forma de crecimiento de la ciudad. Ella tiende actualmente hacia el oriente del pueblo antiguo, al encuentro de la carretera. Evidenciándose, con la creación de nuevas poblaciones y urbanizaciones en terrenos que se consideraban, hasta hace poco, de uso exclusivamente agrícola.

Juan Alfonso Gálvez Astorga profesor de Historia.
“Cronicas de Graneros” Fuente don Sergio Faùndez. Extraido del Periodico Esfuerzo de Graneros 1965.-

* Reseña histórica extraía de “Antología de Graneros”, I. Municipalidad de Graneros
Segunda Reseña

I. MUNICIPALIDAD DE GRANEROS

BREVE RESEÑA HISTORICA DE GRANEROS

1.- Antecedentes Históricos de la Comuna
El 22 de Diciembre de 1891, bajo la Presidencia de Don Federico Errazúriz Echaurren, se firma el Decreto que crea la Comuna de Graneros.
Fue el Imperio Inca el que reconoció la propiedad de las tierras de la Hacienda de Codegua a la cacica Elvira de Talagante, derechos, que posteriormente, fueron reafirmados por Don Pedro de Valdivia. El Conquistador otorgo, además derechos sobre la Hacienda de Rancagua a los capitanes Españoles Andrés de Torquemada y Agustin Briceño.
Estos últimos viendo cercana la muerte hicieron la donación de sus tierras a los jesuitas, el 10 de octubre de 1595.
Las tierras de la Hacienda de Codegua pasaron en herencia a don Alfonso de Campofrio y Carvajal y a doña Catalina de los Ríos y Lisperguer, la tristemente famosa “Quintrala”, quien era nieta de doña de Elvira. El 23 de Septiembre de 1698, don Alfonso y doña Catalina hicieron donación de las tierras a la “Sagrada religión de la Compañía de Jesús y a su Colegio “.
De esta forma se constituyo la “Gran Hacienda de la Compañía de Jesús”; los religiosos, además de evangelizar en las colonias se dedican a cultivar el trigo, maíz y viñedos, construyendo un templo en su Hacienda por el año 1670.
Pero, el sentido comercial de los jesuitas les acarreó la enemistad del Rey de España, Carlos III, quien, después de escuchar a su Real Consejo, decreta en el año 1767 la expulsión de los jesuitas de todos sus dominios. Esta orden se lleva a cabo en todo el reino de Chile, el 24 de agosto de ese mismo año, por el Gobernador Antonio Guill y Gonzaga.
Los jesuitas dejaban tras de sí varias obras en el, Reino de Chile, entre ellas, El santuario de la Inmaculada Concepción . Su presencia a quedado grabada en el nombre de la localidad de “La Compañía”.
El 24 de Octubre de 1771, se remata la Hacienda de la Compañía, compareciendo de postores: don Miguel O’Rian y don Mateo de Toro y Zambrano, adjudicándosela este último.
En la posesión de la Hacienda por don Mateo se encuentra el génesis del nombre de nuestra comuna. Aunque algunas ya existían desde de la época de los jesuitas, se levantan algunas bodegas destinadas a almacenar los granos cosechas, por lo cual el lugar empieza a ser conocido como “Los Graneros del Conde “(posteriormente se redujo a “Los Graneros” y finalmente “Graneros”.
Don Mateo muere en 1811, la hacienda pasa, entonces a Don José Gregorio de Toro y Valdés, quien muere durante la Reconquista;en consecuencia, la herencia al mayorazgo pasa don Manuel Toro y Deumont, quien desaparece en la Batalla de Maipu, por eso queda como única heredera doña Nicolasa de Toro y Doumont, quien se casaría con el patriota Juan de Correa Saa, en lo que seria el primer matrimonio político de chile, ya que doña Nicolosa accedió a casarse a cambio de mantener el mayorazgo, de esta unión nacen 11 hijos que heredaran, el ya abolido mayorazgo de las tierras.
A doña Adelaida Correa y Toro le corresponde el sector del Fundo Los Torunos. Doña Adelaida se casa con don Rafael Ovalle de cuyo matrimonio nacería don Rafael Ovalle Correa. Fundador de “Graneros”.
Don Rafael conoce al ingeniero Inglés Williams Hogdkinson con quien instala la instalación Anglo-Americana; corría el año 1890 cuándo empieza a funcionar la fundición, lo cual produjo la llegada de buen numero de trabajadores con sus respectivas familias. Don Rafael delineó un poblado constituido por dos calles longitudinales, tres transversales y un aplaza para dar vivienda a los trabajadores: Este poblado pasaría a ser Villa, 9 años más tarde.

2.- Actividades y Fiestas Comunales
* 8 de Diciembre “ Inmaculada Concepción de la Compañía”, donde se recibe a gran cantidad de peregrinos.
* 17 de diciembre Aniversario de la Comuna, donde se celebra una semana con actividades recreativas, culturales y Acto Cívico.

3.- Características de la Comuna.-
Graneros posee una rica tradición que encalza los aspectos religiosos y culturales , de ella proviene un decir que se expresan con mucho orgullo sus habitantes “ GRANEROS CUNA DEL FOLCLOR”
Mencionamos algunas manifestaciones que están muy arraigadas:
* Casamientos y bautizos a la Chilena, en los cuales contrayentes e invitados asisten ataviados de tenidas típicas (huasa) y en que la Ceremonia y fiestas son amenizadas por conjuntos folclóricos.
* Las fiestas de la tradición, que se efectúa el 3º domingo de enero.
* Las misiones y procesión de la virgen de Carmen que se efectúa en la 2da quincena de octubre.
El folclore y la cueca tienen un arraigo enorme . Prácticamente no hay escuela que no tenga un conjunto folclórico. Cuenta con numerosos cultores y la bailan desde niños. Existe, además un gran numero de trayectoria, como por ejemplo: Conjunto Graneros, Los Grillitos, Conjunto Manantial, Trayen, Proyección Folclórica, El sembrador ,etc.

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miércoles, 21 de mayo de 2008

Atractivos de nuestra región: Machalí

EL RANCAHUASO
Siguiendo nuestra ruta, damos a conocer los principales atractivos de esta bella comuna de la Sexta Región.
Escrito por María José Muñoz

Machalí se encuentra ubicada 4 kms. al este de Rancagua. La comuna de Machalí existe oficialmente desde el 22 de diciembre de 1891, fecha en que el Gobierno de Jorge Montt, dictó un Decreto para su creación.

Principales Atractivos:

1. Club de Campo Coya (Carretera El Cobre Km. 24)

Sus canchas tienen una superficie de 20 hectáreas y un total de 18 hoyos. Así mismo, hay canchas de tenis, piscina, sauna, mini gimnasio, salones de juego, comedores, bar y cabañas para alojamiento.
Mayores Informaciones: Fono: (72) 297979/ Fax: (72) 297989/ e-mail: tecoyasec@codelco.cl Página Web: www.clubdecampocoya.cl

2. Parque Cerro San Juan

Es uno de los de lugares de cita campestre más tradicionales de la región. Toda esta zona municipal esta dotada de agua potable y servicios higiénicos, mesas de picnic y asaderas mientras que la naturaleza dota a este lugar de frondosa vegetación que hace olvidar los calurosos días de verano. Contacto: (72) 330338

3. El Pueblo de Coya
Edificada en los faldeos del cerro Negro, no tiene calles, todos sus accesos son escaleras. Su construcción se inicio en 1905 por la empresa americana Bramen Copper. Su arquitectura es única y en sí revela toda una época de esplendor cuando vivían 15.000 habitantes.

Vista Panorámica de Coya

Un atractivo pueblo minero ubicado en la precordillera de la Sexta Región. Sirvió en la segunda mitad del siglo XX como apoyo a la operación del Mineral de EL Teniente, la Mina de Cobre Subterránea más grande del Mundo. Abasteció de energia eléctrica y alimentos al mineral.
El pueblo de Coya está localizado hacia el Este de la ciudad de Rancagua. Se llega por la Carretera el Cobre hasta el control Maitenes y de ahí se desvía hacia el camino de Coya, son alrededor de 30Kms desde Rancagua.
El pueblo de Coya fue sede administartiva del Mineral de EL Teniente, además cuenta con la Central Hidroeléctrica del mismo nombre, hace algún tiempo vendida a la empresa australiana Pacific Hydro Limited.
El pueblo fue contruído sobre la ladera de un cerro, con una estrecha calle principal. Es un tranquilo lugar, en una geografía accidentada y de casa con un singular estilo.
Desde allí hacia el Este, por un camino sin pavimento, se tiene acceso a la Reverva Forestal Cipreses, administrado por Conaf.
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4. Termas de Cauquenes

Es posible acceder a las Termas de Cauquenes desde la carretera 5 Sur, desviarse en la ciudad de Rancagua hacia la Carretera del Cobre (20 Km.). al llegar al pueblo de Coya tomar el camino a Termas de Cauquenes que corre por la ribera derecha del Río Cachapoal.

Un hotel de inspiración gótica, construido en madera en 1885, es el centro de Termas de Cauquenes (31 kilómetros de Rancagua y 760 msnm, célebre por su gastronomía como también por episodios históricos acaecidos en su seno. El hotel conserva un gran salón de baño con tina de mármol europeo y modernas bañeras de hidromasaje. Las aguas termales son apropiadas para el tratamiento de enfermedades osteomusculares, tensiones, estress, fatiga mental y respiratorias. Cuenta además con moderno equipamiento para convenciones y reuniones y una gastronomía que goza de prestigio internacional.

Salón de baños

En la actualidad, el establecimiento ofrece cómodas instalaciones con baños termales de piscina y tina, un moderno equipamiento para congresos y convenciones, que junto al marco natural, hace el sitio ideal para este tipo de reuniones, además de su variada gastronomía internacional. Dispone además de servicio de reflexología, pedicure y masajes corporales.
Mayores Informaciones: Fono: (72) 899010/ 899011/ Fax. (72) 899013/
e-mail : ventas@termasdecauquenes.cl/
Página Web:
http://www.termasdecauquenes.cl/

5. Reserva Nacional Río Cipreses

Fue creada en 1985, ubicada en la Precordillera a una altitud de 900 a 4900 m.s.n.m., con una superficie de 36.882,5 ha. Su principal cauce es el río de Los Cipreses, afluente del Cachapoal, pero también existen pequeñas lagunas en las zonas más altas del parque, tal es el caso de la laguna Agua de la Vida.
Horarios: de lunes a domingo: Desde las 08:30 a las 18 hrs. (continuado)
Entrada: Adulto $ 1.700. Niños $ 800 (6 a 12 años). Valor Sitio Camping $ 4.500 por noche (sitio para 7 personas)
No existe transporte público a la Reserva Nacional Río de Los Cipreses, solo en vehículo particular de preferencia altos por ser un camino cordillerano de tierra
Mayores Informaciones: Administración de La Reserva Nacional Río Cipreses. Fono-Fax :Reserva (72)297505/ e-mail : rrcipres@conaf.cl /Página Web: www.conaf.cl

6. Sewell

Por casi un siglo, Sewell fue el principal campamento de El Teniente, la empresa minera instalada por Braden Copper Company, entre 1905 y 1906. Con su singular forma, se fue transformando en una ciudad de más de 15 mil habitantes.
En la actualidad, es un ex campamento, que subsiste como área industrial de la División El Teniente, albergando un Concentrador de mineral, sus oficinas administrativas y, por supuesto, los bellos edificios cívicos, habitacionales y de servicios que convierten a Sewell en una "zona típica y pintoresca".
Pertenece a CODELCO-CHILE, declarada Monumento Nacional en la categoría de zona típica en 1988 y declarada Patrimonio de la Humanidad ante la UNESCO el 13 de junio de 2006.

Mineral El Teniente
El Teniente, la mina subterránea más grande del mundo, es una ciudad subterránea con calles, señalética, medidas de seguridad, comedores, oficinas, electricidad y agua potable repartidos en un laberinto de pasillos. Si unimos todos los túneles y galerías que la conforman, se suman 2.300 Km.

Museo de la Gran Minería del Cobre
Misión Institucional del Museo:
Testimoniar la importancia de la industria del cobre en el desarrollo económico y social de Chile y de Sewell, como el lugar donde nació la gran minería, se desarrolló una particular forma de vida y singular arquitectura.
Difundir los valores históricos y culturales de Sewell, sus habitantes y la empresa que permitió su desarrollo.

Reseña histórica del museo:
El Edificio 129 corresponde a uno de los edificio emblemáticos del campamento minero Sewell, ubicado a 1530 m.s.n.m. distante 65 km. Al oriente de Rancagua. Es un claro ejemplo de la arquitectura modernista diseñado bajo el estilo “buque”. Fue construido en el año 1936, estructurado en madera mediante el sistema constructivo “Plataforma” y revestido exteriormente en estuco de hormigón sobre malla metálica.
Se construyó originalmente como “Escuela Industrial” para la formación técnica de los hijos de trabajadores del mineral y que luego de cursar sus estudios tenían la posibilidad de ser contratados por la empresa.
La escuela funcionó hasta 1976, posteriormente entre 1980 y 1995 se acondicionó para residencia de trabajadores y finalmente el año 2002 fue restaurado para habilitar la 1ª etapa del “museo de la Gran Minería del Cobre”.
El museo cuenta con una superficie de 785 m2, dispuesta en 2 pisos y distribuida en 8 salas donde se muestra: El cobre en el mundo y la historia; la Geología y Mineralogía; La minería en Chile; La vida en Sewell; La Ingeniería y Seguridad Minera y el obre en las civilizaciones antiguas.
http://www.nuestro.cl/notas/noticias/sewell.htm

Edificio emblemático del campamento minero Sewell. Es un claro ejemplo de la arquitectura modernista diseñado bajo el estilo “buque”. Fue construido el año 1936, se construyó originalmente como “Escuela Industrial” para la formación técnica de los hijos de trabajadores del mineral.

Como Llegar: Para realizar una visita a las instalaciones, deberá tomar contacto con las 4 empresas que fueron licitadas por la División El Teniente en la difusión patrimonial del ex campamento Sewell (No es posible acceder al campamento minero en forma particular).

DIVISIÓN EL TENIENTE: Para viajes de agrupaciones, escuelas, Universidades u otras, solicitar autorización a la Dirección de Comunicaciones de la División El Teniente. Mayores Informaciones: Director Comunicaciones División El Teniente: Sr. Jorge Sanhueza Urzua/ Encargado Proyecto Sewell: Felipe Ravinett/ Dirección: Millán N°1020, edificio 51, Rancagua/ Fono : (72) 292367/ 292616/ e-mail: jsanh004@codelco.cl /Página Web: www.sewell.cl

7. Ruta Hacienda Machalí



Es un circuito de turismo rural, que nace de la unión de 7 empresas del pueblo de Machalí ó "Rincón de los Machis", con el propósito de difundir las costumbres y tradiciones de la región.
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Empresas de La Ruta Hacienda Machalí :
Alto Refugio El Bosque
Entre bosques de eucaliptos, este balneario se sitúa en el sector El Cajón de Machali y cuenta con piscinas naturales y salón de eventos, Baños, duchas, áreas recreativas, piscinas naturales, juegos infantiles y cómodos estacionamientos. Contacto: 72-411661

La Hacienda
Ubicada en la antigua hacienda Machali, ofrece actividades propias del campo chileno, cabalgatas por hermosos paisajes, gastronomía chilena y alojamiento.
Contacto : Fundo Lo Castillo s/n Machalí, (72) 411661

La Parcela
Este "Oasis Precordillerano" situado entre montañas, es el lugar ideal para observar la naturaleza y degustar productos del campo. Posee una amplia cabaña con capacidad para 6 o más personas. Contacto: 09-9789521

Club Los Centauros, Domaduras
Diestros y valientes huasos presentan un tradicional evento ecuestre: Rodeo, domaduras y movimiento de riendas, entre otros.

Orfebres de Machalí
Expertas manos artesanas trabajan nuestro principal producto nacional, "El Cobre", dando vida a exclusivos objetos y joyas. Los encontramos en la Población Errazuriz de Coya y en la Plaza de Armas de Machalí.
Contactos: Maritza Figueroa, Fono: 08-5260948; Domingo Venegas, Fono: 09-0802822

Ruca Rayen
Se ubica al interior del sector El Cajón de Machalí, entrando por Tierras Blancas. Cuenta con sitios para camping; piscinas naturales. Juegos para niños y todo lo necesario para momentos de viva naturaleza y solar. Contacto: (72) 411661

Santa Bárbara
En el interior del pueblo se encuentra un agradable lugar para realizar actividades recreativas. Piscina, quincho, juegos familiares, canchas de fútbol son parte del equipamiento disponible para grupos y familias.

Alpacas Machali

Innovador criadero de alpacas ubicado entre los pies de la Cordillera de los Andes y la ribera del río Cachapoal.
Contacto: www.alpacasmachali.cl / Teléfono (09) 8280264/ e-mail: info@alpacasmachali.cl

Ruta Hacienda Machalí
Persona de Contacto: Benjamín Labbé/ Machali 72; casilla 33/ Fono: (72) 411661/ e-mail : blabbe@lahacienda.cl/ Página Web: www.rutahaciendamachali.cl

8. Sendero en la Región de O’Higgins
a) Tramo: Hacienda Sauzal
Descripción: Posee altitudes entre los 630 metros y los 1000 metros. Cuenta con un mirador al Valle del Río Cachapoal, señalética de orientación, informativa y de educación ambiental. Posee un puente sobre la quebrada Pangalillo, tablillas para identificación de vegetación nativa, By Pass para acceder a la faja del ex ferrocarril Rancagua – Sewell, zona de picnic y lugar para acampar.
Tiempo recorrido: A pie (4 horas), bicicleta ( 1 hora y media) , a caballo ( 2 horas)
Rutas de Acceso: Desde Rancagua y hacia el oriente se debe tomar la Carretera del Cobre hasta el kilómetro 7. Allí se debe acceder hacia el sur a la ruta H-255 hasta unos 500 metros antes de la Central hidroeléctrica Sauzal

b) Tramo : Cerrito San Juan de Machalí
Descripción: El tramo se sitúa entre el Cerrito San Juan por el norte, propiedad perteneciente al Municipio de Machali , pasando por el Cajón de Machalí; hasta el kilómetro 14 de la Carretera del Cobre . Esta emplazado en le sector Pre cordillerano con latitudes que fluctúan entre los 850 y los 585 metros, con una superficie de 5 hectáreas, Cuenta con señalética de bienvenida de orientación y sobre flora y fauna nativa, mesas y un mirador temático, además de un puente colgante sobre el estero Machalí y escaleras de madera para lugares de más difícil acceso.
Tiempo recorrido: A pie (3 horas y media), bicicleta ( 1 hora y media) , a caballo ( 1 hora y media).
Rutas de Acceso: Desde Rancagua tomar la Carretera del Cobre hasta el kilómetro 14. lugar de inicio del tramo. También desde Rancagua se accede a través del eje Avenida Membrillar – Avenida Miguel Ramírez – Camino a Machalí – Cerrito San Juan (Lugar de inicio del tramo).

c) Tramo: Hacienda Cauquenes
Descripción: Es una franja que corre paralelo al Estero Los Leones hasta el Cerro Portezuelo de las Nieves, a 1850 metros máximos de altitud, en el límite con Rengo. Posee un mirador con vista al valle del río Cachapoal, y otro con panorámica al Estero Los Leones y cumbres aledañas. Posee señalética de orientación, informativa y de educación ambiental, zona de picnic un puente de tipo tirolesa sobre el estero Los Leones.
Tiempo recorrido: A pie ( 2días), bicicleta ( 1 día) , a caballo ( 1 día)
Rutas de Acceso: Desde la Ruta 5 sur en el cruce a Olivar se debe tomar la Ruta H-35 (ruta Colinas Verdes) con dirección hacia la cordillera hasta el kilómetro 15.
Conama: Persona de Contacto: Guillermo Herrera/ Dirección: Hermano Claudio Nª 346, Rancagua/ Teléfono: (72) 224549 / (72) 239106/ Fax: (72) 239106/ e-mail: informaciones@conama.cl / Pagina web: www.conama.cl

Fuente de información: Sernatur VI Región.
Última Actualización: 2007-01-21 08:00:00

Actividades
Semana Machalina: durante una semana, Machalí se viste de fiesta para celebrar su “Semana Machalina con diversas actividades culturales, artísticas, sociales y deportivas que se realizan masivamente culminando con un acto donde se elige la reina de la Semana.
Festival de la canción: dentro de la Semana Machalina se inserta el Festival de la Canción, competencia musical que concita el interés de aficionados de diversos puntos de Chile y atrae a gran número de cantantes.
Campeonato de cueca: competencia regional que tradicionalmente se realiza en Machalí, donde se elige la mejor pareja que representará a la comuna.
Semana Coyina: como la Semana Machalina, en Coya también se celebra una semana de actividades artísticas, con show de grandes artistas nacionales y un Festival de La Canción, con la especial participación de los habitantes de esa localidad, donde hay grandes artistas que muestran su calidad en el escenario. También se elige reina coyina de estas festividades.
Fiesta de Cuasimodo: tradicional fiesta religiosa que concita gran cantidad de huasos de la comuna, de diversas edades, que acompañan al cura párroco de la comuna, que sale a visitar y dar la comunión a los enfermos imposibilitados de concurrir a la iglesia.
Festividades Patrias en el Cerro San Juan: uno de los lugares más tradicionales de la Comuna de Machalí; gran vegetación, una ladera muy bien pertrechada para realizar un día de picnic con la familia y amigos. Especial para quienes desean realizar caminatas, cabalgar, andar en bote en la laguna del Flaco Zúñiga. También, para el que lo desee se cuenta con restaurantes al gusto del visitante. También allí se realizan competencias corraleras y amansaduras. Sitio muy tranquilo y lleno de verdor natural. En Fiestas Patrias, se instalan allí las tradicionales fondas bailables y las que expenden comidas, chacolí y chicha de los mejores orígenes del centro y su del país.

GALERÍA DE FOTOS

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domingo, 18 de mayo de 2008

VI región: Tradiciones




La agricultura y la minería originaron diversos oficios tradicionales, algunos de los cuales aún sobreviven en esta región. Entre los más significativos se cuentan la alfarería, cestería, sombrerería y textilería considerados como artesanías folclóricas.
Según opinión de los propios artesanos chilenos, los requisitos para ser considerados como tales pueden sintetizarse en los siguientes puntos:

1.- Predominio de las técnicas manuales en la producción de un objeto.
2.- Uso de materias primas de fácil y directa obtención.
3.- Práctica y aprendizaje del oficio de acuerdo a la tradición empírica.
4.- Nivel de escolaridad del artesano, correspondiente en términos generales a enseñanza escolar básica.
5.- Ingresos exiguos del oficio artesanal, y
6.- Tipología local de la plástica folclórica, diferente de la industrial (ibid.,1998)

Alfarería

De acuerdo a investigaciones realizadas hasta hoy, las prácticas alfareras se inician en esta región en el Período Alfarero Temprano (300 d.C. aprox.)1, continuando hasta nuestros días, como superviviencia de ancestrales tradiciones de raíz indígena tanto en el modo cuanto en la técnica de factura de un ceramio.

Locera, de El Copao, comuna de Pichilemu.




Para la confección de una vasija cerámica, se utiliza como materia prima la greda, que es extraída de minas ubicadas en cerros próximos a los lugares de vivienda, de manera similar a como se realizaba en el período indígena. Se escogen de preferencia aquellas arcillas que por su plasticidad no necesitan aditivos. Ejemplo de esto se aprecia actualmente en las localidades de Ciruelos (comuna de Pichilemu), Pueblo de Indios (comuna de San Vicente de Tagua Tagua) y Lima (comuna de Chépica).

La fabricación de una vasija cerámica comienza en el momento en que se deja «podrir la greda», esto es, se remojan en agua trozos de greda ligados naturalmente, hasta que se hidraten y ablanden, por un período de tres a cuatro días. Luego de esta etapa, el material resultante se amasa con los pies o las manos quedando así en condiciones de ser modelado. Para esto se utilizan como herramientas un pedazo de calabaza mate, un trozo de cuero o cordobán, piedras de río pequeñas y paletas de madera. Una vez confeccionada la vasija se deja «orear» para luego darle el acabado de superficie, que pude ser un pulido o bruñido dependiendo del tipo de vasija. Posteriormente se cuece con desechos animales en un horno semiexcavado en el sector exterior de la vivienda. Estas prácticas se mantienen actualmente en los mismos términos que consignan los cronistas y viajeros (Del Río y Tagle, 1998).


Vestuarios típicos
Doñihue

Artesano de la VI región
La principal característica de Doñihue es su artesanía, de gran prestigio nacional, basada en la confección de las coloridas mantas, chamantos y fajas, tejidas a telar con técnicas ancestrales y que son partes importantes del atuendo usado por el huaso, personaje típico chileno.


Lolol
Este pueblo se ha convertido en un importante centro de servicios para los visitantes, quienes además pueden adquirir artesanía típica, entre la que destacan sombreros y chupallas de paja teatina, mantas, frazadas, ponchos y tejidos a telar con lana cruda, la cual es teñida con productos naturales.

Pumanque
Su principal característica la constituyen los tejidos trabajados en rústicos telares, con lanas naturales, teñidas con raíces y productos vegetales dando forma a mantas, frazadas, chalones y chamantos.

Alfarería
De acuerdo a investigaciones realizadas hasta hoy, las prácticas alfareras se inician en esta región en el Período Alfarero Temprano (300 d.C. aprox.), continuando hasta nuestros días, como supervivencia de ancestrales tradiciones de raíz indígena.
Cestería de Chimbarongo




Para la confección de una vasija cerámica, se utiliza como materia prima la greda, que es extraída de minas ubicadas en cerros próximos a los lugares de vivienda, de manera similar a como se realizaba en el período indígena.
Se escogen de preferencia aquellas arcillas que por su plasticidad no necesitan aditivos. Ejemplo de esto se aprecia actualmente en las localidades de Ciruelos (comuna de Pichilemu), Pueblo de Indios (comuna de San Vicente de Tagua Tagua) y Lima (comuna de Chépica).
La fabricación de una vasija cerámica comienza en el momento en que se deja «podrir la greda», esto es, se remojan en agua trozos de greda ligados naturalmente, hasta que se hidraten y ablanden, por un período de tres a cuatro días.
Luego de esta etapa, el material resultante se amasa con los pies o las manos quedando así en condiciones de ser modelado. Para esto se utilizan como herramientas un pedazo de calabaza mate, un trozo de cuero o cordobán, piedras de río pequeñas y paletas de madera.
Una vez confeccionada la vasija se deja «orear» para luego darle el acabado de superficie, que puede ser un pulido o bruñido dependiendo del tipo de vasija. Posteriormente se cuece con desechos animales en un horno semiexcavado en el sector exterior de la vivienda.
Estas prácticas se mantienen actualmente en los mismos términos que consignan los cronistas y viajeros.
Las formas de las piezas en cerámica concuerdan con el uso que se les da, de tal manera que las grandes vasijas se asocian fundamentalmente con almacenamiento de granos y bebidas alcohólicas. Las vasijas medianas sirven de recipiente para líquidos (algunas de estas vasijas se complementan con filtros de piedra para agua) y también para tostar granos (callanas) y cocer alimentos. Las formas pequeñas se asocian a escudillas, platos, pipas, adornos, etc.
Este oficio de gran importancia, tal vez el más difundido en Chile y cuyo producto fue exportado en el pasado a Perú y España, fue conocido por el nombre de «búcaros» de la América Meridional.
Se ha trasmitido por generaciones y se ha mantenido vigente y sin grandes alteraciones en su técnica. Está en vías de desaparecer especialmente por el desinterés de las generaciones jóvenes hacia esta actividad que requiere un gran esfuerzo y dedicación y tiene una compensación económica muy precaria.

Cestería
Desde épocas remotas el hombre ha utilizado las fibras vegetales con múltiples propósitos: en paredes y techos de viviendas y bodegas, en cestería, sombreros, sillas, esteras, escobas, en la actividad agrícola (amarra de viñas, calafateo de vasijas de madera para vino, cercos, etc.).
Entre las más usadas se encuentran especies de ciperáceas: totora, batro, carrizo y quelmen; gramíneas: teatina, trigo y maíz; salicáceas: mimbre, baccharis: chilca o chilquilla, tesaria: sorona, brea o calafate y chusquea: quila y colihue.
Las condiciones climáticas de esta región impiden la conservación de la mayoría de los elementos confeccionados a partir de fibras vegetales (canastos, sombreros, esteras, etc.), por lo que difícilmente forman parte del registro arqueológico.
En cestería solamente hay evidencias de dos restos arqueológicos, ambos encontrados en sectores de altura, en Doñihue y en Pangal y en referencias documentales se menciona la existencia de un puente de cuerda y mimbre de factura incaica, instalado entre el cerro Orocoipo y el cerro Trocalán que permitía cruzar el río Cachapoal.
La calabaza o «guada», de gran tamaño, fue utilizada también como depósito y como vasija para fermentar chicha.
Los tallos de las ciperáceas antes mencionadas fueron utilizados por los indígenas para enmangar las puntas de proyectil y para construir y techar sus viviendas. En la actualidad estos elementos todavía se usan en techumbres, en los sectores aledaños al lago Rapel y Lolol.

El mimbre
Aún cuando no contamos con referencias documentales que explícitamente se refieran a prácticas de cestería, y asumiendo el origen reciente (en los años cincuenta) de esta artesanía en la localidad de Chimbarongo, creemos que el conocimiento que de ella tienen los habitantes de toda la región, por generaciones, avalaría la factura y el uso de dicha artesanía desde tiempos inmemoriales.
Las formas que han llegado hasta hoy se adecuan al uso, es así como encontramos grandes canastos para almacenaje o traslado de especies: canasto papero o cosechero, cuna (para pan), canasto para pescado, canasto leñero, canasto para la ropa, etc. Canastos medianos: para pasteles, tapado, maleta de pic-nic, de ropa, de huevos, de «vicios» (mate, yerba, azúcar), costurero, etc. Y canastos pequeños para diferentes usos. Además se utiliza hasta hoy la varilla de mimbre para la confección de secadores de ropa, de canastillos para flores, y para forrar chuicos y damajuanas, y para muebles como sillas, veladores, pisos, mesas, etc.

El sombrero

Sombrero de mimbre
Las fibras vegetales, además de tener una connotación utilitaria, alcanzan un valor estético significativo en una prenda del atuendo tradicional de la región: el sombrero. A través de referencias bibliográficas y grabados, se ha logrado reconstituir los diferentes modelos usados desde el siglo XVI hasta la fecha, los que generalmente tenían relación con el oficio desempeñado.
Las fibras utilizadas serían la teatina, el trigo, el mimbre y el maíz. Los centros donde todavía se fabrican los sombreros son de antigua data: La Lajuela (comuna de Santa Cruz), San Pedro de Alcántara y alrededores (comuna de Paredones), Las Cabras y Chimbarongo. Se aprecian diferencias en la materia prima y en las técnicas utilizadas para su confección.

La Lajuela y Alcántara utilizan teatina y paja de trigo, respectivamente, en ambos sectores existe hoy una especialización en este trabajo, es decir hay artesanos que sólo fabrican trenzas, otros recogen la paja y sólo unos pocos son capaces de realizar el trabajo completo, que además de los pasos mencionados, implica teñir con vegetales, coser las trenzas para dar forma al sombrero, encolarlo y plancharlo.
En Paredones y en Chimbarongo se utiliza la fibra sin trenzar ni coser. En el primero se «machaca» para obtener una sección más plana y en el segundo se teje el mimbre de manera similar a los canastos. Sombreros similares a los de esta última localidad se hacen también en el sector llamado Birintún (Pumanque), y se fabricaban también en El Manzano.
Los sombreros presentan tonalidades diversas. Primitivamente la tintura se obtenía de vegetales: por ejemplo, el color negro provenía del rovo -barro negro recogido a orillas de lagunas o esteros- y los tonos café-grisáceos de los tallos del quintral. Actualmente sólo algunas artesanas continúan con este sistema, otras han optado por las anilinas fabricadas en forma industrial.

Artesanía en cuero

Montura en cuero

Junto a las fibras vegetales, el hombre utiliza el recurso animal para alimento (leche, carne), abrigo (pieles, lanas), fabricación de implementos agrícolas, monturas, arneses de coche, correones, cordobanes, riendas, jáquimas, etc. (cueros), jabones y velas, etc. (cebos y aceites) y para la industria alimenticia (huesos y sangre).
El uso exclusivo de pieles se relaciona preferentemente con períodos arcaicos, prehispanos. Algunos cronistas del siglo XVI al referirse a los habitantes de esta región, los describen como «vestidos de pellejos».
Entre los elementos fabricados total o parcialmente de cueros podemos mencionar los ranchos que cuando eran confeccionados con este material se denominaban «tumbados» o «tumbaos». Referencias del uso de este tipo de viviendas se encuentra en documentos coloniales respecto a los indios TaguaTagua (1744).
Otro uso de este elemento lo vemos en las balsas de lobo, características de los pueblos pescadores del Norte Chico y probablemente de la Zona Central, conocidos como changos.
Existe abundante información documental hasta el siglo XVIII en que se menciona el uso de esta embarcación en el sector costero y para atravesar los caudalosos ríos.
Un tercer uso fue como lagar para almacenar chicha en el proceso de elaboración de la misma. Todavía permanece en uso en algunos sectores costeros de la región, en la comuna de La Estrella.



Cutra o Kutra



También se utilizó y aún es usada por algunos arrieros de la región, la kutra o cutra, que consiste en la piel de un caprino o ternero nonato desollado prolijamente y a la que se le han cerrado con tapones de madera, las aberturas correspondientes a las manos, patas y con tiento la abertura de la cabeza, con el propósito de acarrear chicha o harina tostada, en las largas y extenuantes jornadas de arreos de ganado hacia y desde la cordillera andina.
En el siglo pasado y hasta hace algunos años también se fabricaban las cámaras de neumáticos y se utlizaban para transportar aguardiente de destilerías clandestinas ubicadas al pie de los cerros.

Artesanía textil
Además de la utilización de cueros para vestimenta, desde épocas muy tempranas se menciona el uso de las prendas textiles.
Referencias documentales en esta zona sobre la fabricación de ellos, exponen que en 1584, con la instalación de un obraje de paños en tierras de Coruntue, de propiedad del encomendero don Alonso de Córdoba el Moço, se fabricaban «paños, frezadas, jergas y otros géneros de ropa» (Planella, 1988).

En épocas posteriores, los jesuitas continuaron con la producción de estos elementos, en instalaciones ubicadas en la iglesia de La Compañía, próxima a la localidad de Graneros.
La lana tratada se empleaba y aún se emplea para la confección de ponchos que, al decir del viajero Edmond Reuel Smith, quien pasó por Chile en el siglo XIX, «eran superiores a los ingleses, porque cuando se mojaban se ponían tiesos y compactos impidiendo que el agua penetrara, de manera similar a la protección que brinda el techo a la casa»1. Esta indumentaria fue y ha sido usada por todo tipo de personas, especialmente campesinos, independien-temente de su condición social.

Mantas, fajas y otros textiles


Ponchos típicos


Otra pieza de valor para la gente de campo es la manta. Tiene la misma forma que el poncho, pero es más corta y de colores más vivos. Se adorna con listas verticales de diferentes tonalidades.
Otras piezas textiles son la faja -que completaba el atuendo del huaso y que era preferentemente de color rojo, pero en la actualidad su uso ha ido disminuyendo-, la testera (pequeña faja tejida con flecos en sus extremos que servía para adornar la testa de los caballos), las alforjas o prevenciones (bolsas tejidas y ornamentadas con dibujos y borlas unidas con tirantes, que se usaban para llevar comestibles cuando se viajaba a caballo), las bolsas tabaqueras, los rebozos, y las chalinas.





Un textil que se teje escasamente en esta época, es el choapino, pequeña alfombra de gran colorido, hecha en técnica de nudo de alfombra, en las localidades de Navidad y Cabeceras (Paredones). Se usaba sobre las monturas.
Esta prenda textil fue ampliamente utilizada por los mapuches, quienes la denominaron como chañuntucu.

Choapino de Paredones
Los textiles implicaron un conocimiento e instrumental especializado que aún se aprecia en algunos sectores.
De acuerdo a investigaciones realizadas en esta región, se sabe que la actividad textil todavía se desarrolla en aproximadamente cincuenta localidades, donde aún tejen principalmente mantas y frazadas de lana de oveja sin teñir. Para este fin, se sigue usando un telar indígena, que se apoya en los muros y se complementa con el huso, la tortera, en ocasiones la rueca y la paleta.
Se utiliza también otro tipo de telar, vertical y estacado en el suelo, de escasa presencia en la región, o con una tarima de madera, característico de la zona de
Doñihue, en el que se teje una prenda de gran riqueza técnica y ornamental, utilizada por el huaso chileno como atavío de gala, especialmente en festividades ecuestres, criollas y religiosas: el chamanto.
No obstante que el uso del atuendo de huaso ha ido decreciendo, esta prenda se sigue confeccionando, contribuyendo por lo tanto a mantener vigente esta tradición, constituyéndose en el textil símbolo de Chile.
Existe un tercer telar, el de mayor uso, de origen europeo e introducido por los españoles. Es horizontal, con lizos y pedales, corresponde a un concepto más mecanizado de tejido en el que se teje gran cantidad de metros de tela que posteriormente se corta. Se conoce como telar español, rústico o de bayeta.

Telar vertical Telar horizontal

Este telar se utilizó en los obrajes y en la actualidad se fabrican en él principalmente frazadas.
Paralelo al atuendo del huaso, el caballo requiere de un apero adecuado que consiste en frenas, riendas, testera, montura, sobrecincha y estribos, confeccionadas por los respectivos artesanos: talabarteros, estriberos, espueleros.
Estas actividades aunque muy disminuidas, siguen vigentes en esta región.
Juegos, deportes y cultivo de destrezas
Junto a las actividades laborales descritas, el hombre dedica una parte importante de su tiempo libre a la recreación. Ella implica una organización y obedece a patrones de conducta compartidos por un grupo o comunidad, cuya finalidad es lograr una meta por suerte o habilidad.

En épocas prehispanas existió un fuerte vínculo entre la entretención y la adquisición de destrezas. El hombre debía estar preparado para enfrentar al medio, de tal manera que en algunos momentos la actividad de caza debió ser requisito indispensable para la supervivencia.
En momentos posteriores y ya con un relativo dominio del entorno, estas actividades de caza derivan por ejemplo a las «zorreaduras» todavía vigentes en esta zona, a la caza de guanacos y leones, actividad no desarrollada actualmente por tratarse de especies en extinción.
De acuerdo a la información bibliográfica existente, se menciona en esta zona, el juego de la chueca, palín o palicán, como una actividad relevante de los indígenas denominados «promaucaes», quienes mediante estas prácticas resguardaban tradiciones ancestrales, lazos de parentesco y territorialidad, amenazados y desarticulados por la presencia hispana. Con el transcurso del tiempo y la disminución de la población indígena, este juego se extingue en esta región.
Los juegos de la «pallalla» y la «huaraca», por su etimología, tienen también una raíz indígena y son jugados en algunas escuelas rurales hasta hoy, especialmente por mujeres.
Aparecen nuevos juegos de influencia hispana como es el caso de la rayuela, que según algunos autores se origina en los cuarteles y se populariza; según otros, se identifica con el juego conocido ya por los mapuches como tecum y jugado con tejos de piedra de distintos tamaños y de colores negro, rojo y blanco.
Este juego se arraiga con tanta fuerza que persiste en la actualidad con escasas modificaciones. Se juega con piezas metálicas, de plomo, fierro o bronce, de forma circular y consiste en largar los tejos sobre una raya señalada o sobre una lienza tensada. Los tejos que caen sobre la lienza tienen mejor puntaje que los que caen sobre la orilla.
En la época colonial se jugaba a los naipes (la brisca, la brisca rematada, el monte, el rocanbor, el tresillo, la escoba), las tabas, al palo encebado, al trompo, al luche, al volantín, a las carreras de ensacados, a las bolas; entre los juegos a caballo estaban las alcancías, el correr cañas, el correr sortijas, las carreras a la chilena, las topeaduras y el rodeo, que con el tiempo se convirtió en el deporte nacional, siendo la ciudad de Rancagua el lugar donde se define cada año el campeonato.
Durante el año se realizan rodeos a lo largo de Chile, donde compiten los huasos en colleras, con el objetivo de obtener puntaje para clasificar y acceder a la final nacional.
Este deporte habría tenido su origen en cuatro faenas agrícolas de la Colonia: la rodeada y la aparta del ganado realizada por dos jinetes, la trilla a yeguas en un corral circular que se transforma en pista de medialuna; la topeadura, prueba de fuerza tradicional entre dos jinetes o entre un jinete y un vacuno, y la modalidad de los torneos caballerescos, especialmente del juego de las parejas, en lo que respecta a usos y conductas tanto de los jinetes como del público. (Ver Arte popular o folclor)
Fuente Internet:
www.pro-ohiggins.cl/libro/cuerpo/4_1.asp


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CASA PATRONAL DE EX FUNDO EL PUENTE (Actualmente Casa de la Cultura)

CASA PATRONAL DE EX FUNDO EL PUENTE (Actualmente Casa de la Cultura)
Categoría : Monumento Histórico
Ubicación : Calle Millán esquina Avenida Cachapoal y terrenos que la integran
Comuna : Rancagua
Región : Del Libertador General Bernardo O'Higgins
Decreto : 304 29/05/1984







El cuerpo porticado de un piso que se levanta junto a un parque en la esquina suroriente de la calle Millán con la avenida Cachapoal, corresponde al ala norte, la única que hoy queda en pie, del conjunto que fueron las casas patronales del fundo El Puente, hijuela de la hacienda del Carmen que a comienzos del Siglo XVIII, pertenecía al presbítero don Gabriel de Soto y Córdoba. En 1744, o sea, un año después de la fundación de la Villa Santa Cruz de Triana (Rancagua), el presbítero lega la hacienda por disposición testamentaria a su sobrino Francisco de Soto. En 1795, de Soto la vende a don Francisco Sotomayor Segura. En octubre de 1814, con ocasión de la batalla de Rancagua, las casas de la hacienda colindantes hacia el sur con la traza urbana de la villa, sirvieron de cuartel general al estado Mayor del General Osorio.
Informaciones no comprobadas, atribuyen la construcción de las casas de la hacienda del Carmen, fundo El Puente a contar de 1821 a don Francisco de Soto, quien hereda la hacienda; en 1744; creemos que la casa donde se instaló el cuartel general español durante el sitio de Rancagua, ubicada en el mismo lugar de la cual, fue la primitiva casa levantada por de Soto.

Este cuerpo de planta rectangular, rodeado en tres de sus lados por un corredor abierto, está formado por una sucesión de recintos comunicados interiormente entre sí y exteriormente por los dos corredores que se abren, el del norte hacia el parque y el del sur hacia el antiguo patio de clausura. Un vestíbulo que a la manera de zaguán atraviesa este cuerpo, comunicaba el parque con el patio cerrado, hoy simple espacio abierto. Era el acceso principal a las casas y se destaca por su puerta de dos hojas más anchas y altas que las de las demás puertas de esta fachada norte y por a moldura clásica que adorna su arquitrabe.

El parque de añosos árboles que al norte y al oriente la rodea, el edificio nuevo de un piso que hacia le sur se construyó para la biblioteca municipal y cuya arquitectura armoniza con el conjunto y la calle que la limita hacia el poniente, constituyen el entorno de esta excelente expresión arquitectónica rural del Siglo XIX. Dignifica su entorno exterior la imponente fachada de ladrillo de la iglesia de San Francisco, que inicia la calle Estado, el gran eje histórico de la ciudad de Rancagua.

Fuente consultada:
Lizana Espinoza, Alexis “Evocaciones de un Pueblo, Patrimonio Cultural de la Región de O’Higgins”, CD Multimedia, proyecto FONDART 2005.

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sábado, 17 de mayo de 2008

Fernando Cuadra, dramaturgo

EL RANCAHUASO, Jueves, 08 mayo 2008

“Soy un francotirador del teatro”

El destacado autor de clásicos como “Las murallas de Jericó” y “La Familia de Marta Mardones”, ofreció una clase magistral en el Consejo Regional de la Cultura y las Artes con motivo del Día Nacional del teatro.

Fernando Cuadra es una de las figuras míticas del teatro chileno. Es autor de clásicos como “Las Murallas de Jericó” y “La Familia de Marta Mardones”, montajes adaptados por decenas de compañías en todo Chile. Por ello su presencia en Rancagua, en el marco de las celebraciones por el Día del Teatro, concitó la atención de gran parte del medio teatral local. A través de una clase magistral, desarrollada la mañana del jueves en el Consejo Regional de la Cultura y las Artes, el dramaturgo abordó diversos aspectos del proceso creativo que implica el desarrollo de un texto teatral.

De origen rancagüino, Cuadra asumió no tener una relación tan fluida con su ciudad natal, principalmente porque desde muy joven “fue Santiago, bella pero envenenada ciudad, la que me consumió”. Sin embargo señaló estar “muy complacido de poder estar celebrando el Día del teatro en Rancagua”. La Directora del Consejo Regional de la Cultura y las Artes, le dio la bienvenida destacando no sólo su aporte en la dramaturgia, sino que también en la formación de nuevos talentos teatrales, muchos de los cuales estuvieron presentes en el encuentro.

El dramaturgo es conocido por ser un prolífico autor de teatro, cuya creación ofrece diversas facetas temáticas que van desde lo más lírico a la crítica social más punzante. Entre los premios que ha obtenido a lo largo de su dilatada trayectoria, se encuentran los premios Carlos Cariola, de la Sociedad de Autores Teatrales; Cincuentenario de la Sociedad de Autores Teatrales de Chile; Pedro de Oña, de la Municipalidad de Ñuñoa; de la Universidad de Concepción y de CRAV (Compañía Refinería de Azúcar de Viña del Mar).

Cuadra se ha desempeñado como profesor universitario, es miembro de número de la Academia Chilena de Bellas Artes, además de fundador y director del Instituto Profesional de Teatro La Casa en Santiago.

La pasión y la responsabilidad

Durante su presentación, Cuadra desarrolló algunos aspectos fundamentales de su proceso creativo, con los ingredientes que el considera necesarios para generar una buena obra de teatro.

Desde su particular visión, y con el riesgo de ser “auto referente”, el autor se definió como “un guerrillero, un francotirador, un rebelde del teatro”. Incluso desde el comienzo, “cuando tuve la opción de estudiar medicina, pero decidí que en vez de curar los cuerpos, me dedicaría a sanar el alma. Esto ante la incredulidad de una tía que me dijo que eso era una carrera para los pobres. Por ello, cada villana de mis obras lleva el nombre de ella”.

Sus influencias vienen de la tragedia griega, la que le enseño, al igual que uno de los personajes de la obra “Antígona”, que “no he nacido para entregar odio, sino que para entregar amor. Pues bien, yo amo profundamente lo que hago”. De los antiguos escritores griegos también destacó su interés por abordar la “relación del hombre con el hombre”.

Según Cuadra, es la pasión el principal motor de sus obras, ya que “una vida sin pasión es un ejercicio muy triste. Sin embargo, una vida sin responsabilidad es un ejercicio totalmente equivocado. Esa es la base de mi trabajo. Es lo que les digo a los alumnos que entran a mi instituto, si usted no tiene pasión, no sirve para este reino”.

La charla, que se extendió hasta cerca de las 13 horas, nació de la mesa de gestión teatral coordinada por el Consejo Regional de la Cultura y las Artes, ente organizador del encuentro.

Almuerzo de camaradería

Finalmente, los invitados a la charla disfrutaron de un almuerzo de camaradería como una forma de celebrar de forma íntima el Día del Teatro. En la oportunidad, la Directora del Consejo Regional de la Cultura y las Artes, Ximena Nogueira Serrano, hizo un llamado a la unidad del gremio.

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DON FERNANDO CUADRA PINTO

ACADEMIA CHILENA DE BELLAS ARTES
Vicepresidente
Sillón Nº 17
Fecha de incorporación: 11-08-1977

Nace en Rancagua , estudia sus Preparatorias y Humanidades en el Instituto O’Higgins de los H.H. Maristas. Ingresa al Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile y en 1944 se titula como Profesor de Castellano y Filosofía. Paralelamente ha desarrollado su carrera de dramaturgo, en la cual obtiene la mayoría de los premios establecidos: Premio Teatro Experimental, 1948 y 1950; Premio Cincuentenario de la SATCH, 1965; Premio Gabriela Mistral, 1965: Premio Municipal de Teatro, 1968; Premio Apes, 1975; Premio Pedro de Oña, 1976; Premio Coral Negro, La Habana, 1991; Premio Novela "Pen-Club", 1991 y otros.

- Ha viajado por España, Francia, Italia, Estados Unidos, El Caribe y Japón, dictando Conferencias sobre Cultura Nacional.
- Ha dirigido numerosas obras teatrales y publicado ensayos sobre teatro, novela y poesía.
- Entre sus estrenos destacan: "Las Murallas de Jericó", "Los Avestruces", "El Oso en la Trampa", "Doña Tierra", "La Niña en la palomera", "La Familia de Marta Mardones" y "Aniversario".
- Fue Decano de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile y ahora es Rector del INSTITUTO PROFESIONAL "TEATRO LA CASA".
- Profesor de su especialidad en las Universidades de Chile y Católica de Santiago y Valparaíso.
- Director de Departamentos de Teatro en las Universidades señaladas.
- Nominado en 1988 a Premio Nacional de Arte.
- Presidente del Comité de Adelanto del Barrio Yungay.
- "Por el jardín caminan los extraños". Publicado por Editorial Universitaria, 1991.
- "Héctor en el Horno", 1998
- "Los Ocelotes" Teatro de Cámara "La Casa", "El Galpón de la Casa", en abril de 1997.
- "Los Monologantes o las cuatro patas de la mesa", Teatro de Cámara La Casa en "El Galpón de la Casa", Mayo de 1997.
- "Malte", 1998.
- "Los Cabellos de Absalón", 1999 - 2000
- Ciclos de Cine, 1995 - 1999.


La niña en la palomera
Fernando Cuadra

Ana es una liceana que vive con sus padres en precarias condiciones materiales. Ella aspira a un mundo de riqueza y lujos. La modestia del barrio, las borracheras del padre, el sacrificio de la madre, ahogan su existencia y sus anhelos de un mejor mundo personal.
Pehuén, , 160 págs., ISBN 9561601532

Fernando Cuadra vuelve con La Niña en la Palomera (2003)



En 1990, Marcelo Osorio encarnó a Anita la pequeña adolescente de La Niña en la Palomera. En la ocasión, la cinta despertó más de una crítica no sólo por las escenas que protagonizó la actriz, sino por la cruda realidad que mostraba.
Hoy, cuarenta años después de que Fernando Cuadra escribiera esta obra insiste en que "aún existen miles de niñas en la palomera", sin expectativas de progresar, sumidas en la pobreza y la incomunicación. Quiero que esta niña sea un llamado a la conciencia de las autoridades políticas y educacionales", comenta el autor y director.
Ésta es una de las razones por las que Cuadra decidió montar la obra, aunque advierte que dejará la década de los '60 como contexto de la puesta.
La Niña en la Palomera retrata a Anita, una adolescente de 15 años que vive en calles cercanas a la Plaza Brasil. Ella sueña con las estrellas de cine y lee revistas, mientras su mamá soporta la borracheras de su padre.

Su vida cambia cuando al barrio llega Manuel, un chofer de micro de 37 años. Él está casado con Elsa (Kathy Kowaleckzco), una mujer cargosa y absolutamente dedicada a él. De hecho, sus cinco hijos viven en otra parte.

Manuel seduce a Anita y, después de ocho meses de relación, la adolescente es expulsada del liceo por inasistencias. A estas alturas, Anita se ha convertido en una tirana que domina al hombre. El chofer tiene la idea de encerrar a la chica en la palomera de su casa, a la espera de que él obtenga el desahucio y puedan huir juntos. En este punto llega del hospital Elsa, quien ha perdido al hijo que esperaba.
Manuel le confiesa a Elsa que está enamorado de otra y ella no lo puede creer. Le suplica y le llora, pero él dice que ni siquiera ama a sus hijos. Entonces, Anita baja de la palomera y encara a los esposos.
Los deseos de Anita se convierten en órdenes para Manuel. Esta obediencia sumisa cambiará para siempre la vida de todos.
Una obra de la literatura chilena que es usada como lectura obligatoria en Enseñanza Media y que está inspirada en un hecho real. Al respecto, Cuadra recuerda que para escribirla se motivó en una historia de 1962, en Santiago, cuando un fotógrafo sedujo y escondió a una liceana en el entretecho de su casa. "Sólo cambié al protagonista por un chofer de micro", dice el dramaturgo.

La Niña en La Palomera, fue estrenada en 1966 por el Teatro de Ensayo de la U.C, con un elenco que contaba con Ramón Núñez, Raúl Osorio, Pedro Villagra y Lucy Salgado. Esta versión, dirigida por Fernando Colina, tuvo gran éxito de crítica y público. El elenco 2003 es encabezado por Dayana Orrego, como la Niña; Otilio Castro como Manuel, el chofer; y Kathy Kowaleckzco como Elsa, su esposa. La obra se estrena este viernes 14 en el Teatro La Palomera.


LA NIÑA EN LA PALOMERA

Año Producción: 1990
Director: Alfredo Rates
Guión: Fernando Cuadra y Alfredo Rates
Productores: Arauco Films / Abdullah Ommidvar
Intérpretes: Marcela Osorio, Carlos Valenzuela, Myriam Palacios, Mario Montilles
Distribuidor: Arauco Films
Fecha estreno: 24 agosto de 1990
Sinopsis: Adaptación de la obra teatral de Fernando Cuadra, basada en un hecho real: en 1962 en Santiago, un chofer de micro seduce y esconde a una liceana enamorada en el entretecho de su casa.
Formato: 35mm- color
Duración: 97’

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