martes, 22 de abril de 2008

Colchagua: Valle Colonial

COLCHAGUA VALLE COLONIAL

GALERÍA EMOL

La arquitectura desarrollada de la mano de los primeros españoles, se mezcla en estas fértiles tierras con otras expresiones que llegaron desde Europa durante el siglo XIX y principios del XX. Muchos de los fundos de la zona conservan estas magníficas construcciones, cuyas ambientaciones reflejan también respeto al pasado y a la tradición, sin dejar de lado la modernidad. Tres lugares de hospedaje recién inaugurados, la casona de la Viña Las Niñas y la casa de una familia santiaguina que se enraizó en el valle, dan cuenta de esto.



La familia Dauré es la tercera propietaria de esta casona de descanso construida a comienzos de siglo XX. En este sector del parque predominan palmeras, olmos y magnolios

La restauración contempló pintar lo estrictamente necesario. Hacia el exterior, las maderas de puertas y ventanas sólo se barnizaron.

Los viñateros Bernard (76) y Sabine (71) dueños del Chateau de Jau y Clos de Paulilles, (ambas francesas) y Las Niñas, se instalan cuatro meses al año en esta casona, donde compatilizan trabajo y descanso.


Esta galería no es original, pero Sabine y Bernard la conservaron para crear un espacio de estar junto a los tres dormitorios de huéspedes.
CATADORES DEL BUEN VIVIR

Siguiendo el consejo de un amigo experto en vinos, los franceses Sabine y Bernard Dauré cruzaron el Atlántico y llegaron a Chile para formar la viña Las Niñas en el valle de Apalta. Años después de construir la bodega, y a poca distancia de ella, recuperaron una antigua casona, decorándola con cuidado, sin excesos ni estridencias, para vivirla cuatro meses al año y recibir en ella, cómoda y tranquilamente, a clientes, familiares y amigos.






Los muebles de mimbre del corredor, como al igual que las pantallas de lámparas son de Chimbarongo.
Texto, Jimena Silva Cubillos Producción, Paula Fernández T. Fotografías, Sebastián Sepúlveda Vidal

Al escuchar cualquiera de las historias de viajes que han protagonizado Sabine y Bernard Dauré en lugares tan disímiles como Libia, Inglaterra o Argentina es posible entender porqué el matrimonio francés disfruta tanto sus estadas en Apalta. En esta pequeña localidad ubicada a un par de kilómetros al este de Santa Cruz, no sólo dieron con el terroir y el clima perfecto para fundar hace poco más de diez años la viña Las Niñas, sino que también, cinco años más tarde, y luego de recuperar una deteriorada casona, encontraron allí la paz que tanto buscaban. "Cada año vivimos acá cuatro meses a un ritmo muy especial; el silencio nos conmueve y nos fascinamos con cosas tan simples como el paisaje", comenta en el corredor de su casa chilena esta pareja casada hace 51 años, mientras una suave brisa acarrea desde el jardín el dulce aroma de un osmanthus.
En cuanto celebran Navidad en la Cataluña Francesa –región en la que tienen otras dos viñas– toman sus maletas y se vienen a supervisar acá los trabajos, y a pasar, entre comillas, sus vacaciones. "Los días siempre son parecidos al anterior: revisar las finanzas, ir a la bodega, leer lo más que se pueda y recibir en nuestra casa a clientes y gente relacionada con el mundo del vino, principalmente finlandeses, daneses, israelíes, belgas y, por supuesto, muchos amigos franceses. No salimos demasiado porque año a año tenemos mayor cantidad de huéspedes. Incluso hacemos más vida social de la que quisiéramos", cuenta Sabine con un dejo de resignación y en un español notable
Fue ella quien, caminando por los alrededores de la viña, descubrió esta casona, situada a casi dos kilómetros de la bodega. "Salí a pasear por el camino de tierra –hoy pavimentado– cuando descubrí la propiedad. Aunque el parque está lleno de árboles centenarios fue la buganvilia enorme la que atrapó mi atención. Enseguida me detuve en la casa, de arquitectura tan parecida a la francesa que me obsesioné con la idea de mirarla. Volví con Bernard, le dimos una propina al cuidador y él nos permitió recorrerla por completo. Fuimos muy afortunados".
Construida a comienzos del siglo XX como casa de veraneo, Sabine cree que los primeros dueños fueron los Fernández Errázuriz, quienes en 1973 la vendieron a Francisco López y su madre Domitila Cuevas. Los Dauré compraron la propiedad a fines de los noventa. "Llevaba seis años deshabitada y siempre he pensado que fue un milagro que no se quemara porque las instalaciones eléctricas se encontraban en un estado deplorable, con todos los cables a la vista", recuerda.
Para poner en marcha esta casa de 1.800 m2 distribuidos en dos niveles, fue necesario reforzar la estructura, habilitar nuevos baños y cambiar casi todo el piso de madera, que estaba podrido. Además, se rehizo su parque, una extensión de casi 7 há que se transformó en un lugar amigable y evocador. La parte del frente, donde aún destaca la hermosa buganvilia que cautivó a Sabine, conserva un carácter más bien inglés, con muchas palmeras, olmos y magnolios distribuidos con aparente naturalidad entre los recorridos. En cambio, la parte trasera tiene un aspecto más afrancesado, con plantaciones de naranjos y olivos junto al corredor perimetral, desde donde se observan los viñedos que se funden con el paisaje lejano.
- Pienso que esta casa ha guardado el espíritu con el que se construyó. A veces creo que es poco práctico tener la escalera afuera, pero decidimos dejarla ahí porque es parte de la historia de este lugar. Y aunque el maestro no entendía porqué no pintábamos toda la casa pareja en vez de dejar algunas partes sólo barnizadas, como puertas, ventanas y pilares, insistimos en ello porque según averiguamos así estuvieron originalmente. Teníamos claro que esta era una restauración y no una remodelación.
Con ese criterio en mente, y procurando crear espacios serenos, Sabine y su hija Estelle escogieron tonos crudos para las paredes, generando el marco óptimo para una decoración simple pero muy cuidada.La mayoría de los muebles los adquirieron en el galpón Brasil, entre ellos la mesa del comedor y la de la cocina, los sillones art deco que pusieron en algunos de los dormitorios y las sillas de Mies van der Rohe que se aprecian en el living. Las lámparas de sobremesa, los candelabros de pie y hasta los arrimos –todos de fierro– fueron hechos por los maestros de la bodega. "Mi hija hace los diseños y ellos, en sus momentos libres, durante el invierno, fabrican cada una de estas piezas. Son muy creativos, siempre están sorprendiéndonos con algo nuevo. Cuando llegamos este año, en enero, nos encontramos con varias mesitas de madera que se ven muy bien en los corredores, junto a los sillones de mimbre que trajimos hace un tiempo de Chimbarongo", cuenta Sabine.
- Me gusta que estos espacios sean despejados, cómodos. Eso, de verdad, es muy relajante para la mente. Aquí hemos comprado sólo lo estrictamente necesario, ni un adorno demás. Todo es muy simple, minimalista. Tú vez, las habitaciones de esta casa y sus armarios no atesoran recuerdos ni cosas de familia– sostiene Sabine, comentando que le gustaría implementar este mismo modo de vida en su casa de Francia, donde sí vive en espacios saturados de muebles y objetos. Por eso, según cuenta, cada vez que regresa a su país natal necesita al menos tres días para acostumbrarse al drástico cambio.

Jimena Silva Cubillos.

UN TROZO DE FRANCIA EN PANAMÁ

1. Cuando Álvaro Casanova regresó de Francia hizo en Panamá, Zapallar y Santiago tres castillos de similar diseño, tomando como referente los principios de la arquitectura francesa. Éste lo construyó sobre un zócalo de piedra, en la ladera de uno de los cerros de esta hacienda colchagüina.

A un par de kilómetros de Santa Cruz se encuentra esta calurosa localidad que sorprende con un fabuloso castillo asentado en la ladera de un cerro con vista a puros viñedos. Recientemente, sus dueños, Mario e Ignacio Núñez Puga lo acondicionaron como un pequeño hostal familiar, respetando su estética original.
Texto, Jimena Silva Cubillos Producción, Paula Fernández T. Fotografías, Sebastián Sepúlveda Vidal

2. Junto al acceso, y con una vista privilegiada al parque, Soledad Donoso y María Piedad Velasco armaron esta terraza con muebles de mimbre comprados en Chimbarongo. 3. La galería que conduce a la zona de servicio la ambientaron con sencillos muebles de madera.


4. Al centro de un patio interior, se ubicó esta pileta de fierro.
"La puesta en marcha del hostal no responde directamente a un afán turístico, sino más bien a un rescate patrimonial", sostiene Soledad Donoso.

1. Este torreón cilíndrico siempre ha estado vinculado al dormitorio principal. Desde allí antiguamente, y a través de mirillas donde se ponían las escopetas, se amedrentaba a los cuatreros que frecuentaban la propiedad. 2. En el salón principal conviven muebles y objetos de origen francés, colonial e inglés.



3. La galería interior es el corazón de este hostal familiar que tiene siete dormitorios, cuyas puertas funcionan sin llave.
1. Bajo el óleo que recrea una escena típica de cacería, un par de butacas originales de la casa.


2. En anticuarios y restauradores de Santiago y Buenos Aires las decoradoras consiguieron los muebles y accesorios para vestir este hostal.
3. Todos los dormitorios se equiparon con catres de bronce encontrados en anticuarios y láminas vinculadas, principalmente, a la botánica.

Cuando el pintor Álvaro Casanova Zenteno diseñó la casa patronal de la hacienda Panamá, probablemente no imaginó que terminaría convirtiéndose en un hostal familiar que a veces presta servicios a la Ruta del Vino del Valle de Colchagua. Tomando como referente la arquitectura francesa que conoció mientras estudiaba en Europa, el célebre pintor chileno construyó para su padre este pequeño castillo de 1.200 m2, entre 1896 y 1901.
En 1927 la propiedad, emplazada a 16 km de Santa Cruz, fue comprada por Alejo Núñez Carranza. Al morir, su familia destinó las seis mil hectáreas a la siembra de trigo, garbanzos y trébol subterráneo, y estableció crianza de ganado y ovinos. Varias décadas trabajaron exitosamente el fundo, construyendo casas de inquilinos, puentes, bodegas y corrales.
Tras una pausa de dos años, a fines de 1975 parte de la hacienda –400 há, incluido el castillo con son sus dos torreones y algunas ventanas ojivales– volvió a manos de su hijo Mario Núñez Casanova. Según cuenta su hijo Mario Núñez Puga, "la casa fue ocupada por un grupo de agitadores de la zona, quienes después la desmantelaron. Casi todo el mobiliario se remató antes de la ocupación –salvo un par de sitiales, un ropero, una lámpara y algunas alfombras– y el interior quedó absolutamente destruido. Cuando murió mi papá, hace un par de años, con mi hermano Ignacio decidimos recuperarla para homenajear a mi padre, pues siempre le tuvo mucho cariño a esta propiedad", explica.
Si bien el primer paso lo dio Ignacio hace 26 años, cuando se radicó en Panamá y se focalizó en explotar nuevamente el fundo –produciendo frutas, uvas, trigo y garbanzos–, sólo ahora pudieron dedicarse a la restauración de la casona. "Entonces la prioridad fue el campo; el apuro nos llevó a adaptar sólo un dormitorio, un baño y la cocina".
Afortunadamente –dice Mario– la estructura de albañilería resistió el abandono, pero tuvieron que volver a forrar los muros con adobe y sólo pudieron recuperar parte del parqué, que finalmente reinstalaron en las áreas de estar. También fue necesario reconstruir la cocina, instalar más baños, poner calefacción, mejorar el sistema eléctrico y el de agua caliente. Restauraron las puertas, ventanas, chapas y españoletas. Todo, con gran respeto por la estética original de la casona.
Siguiendo los consejos del decorador Francisco Monge, quien visitó la casa justo antes de su restauración, Ignacio y Mario empapelaron los muros, escogiendo diseños similares a los de antaño, y pintaron los cielos, las molduras y las coronaciones con los mismos colores de siempre. "Por suerte, como habíamos pasado veranos interminables acá, teníamos bastante claro cómo era la casa".
Bajo el mismo criterio, Soledad Donoso y María Piedad Velasco asumieron la tarea de ambientar el castillo. "Recorrimos los anticuarios de Santiago, y también trajimos cosas de Buenos Aires, pensando recrear la decoración con muebles de estilo lo más parecido a los originales. Muchas de las piezas del living, comedor, escritorio y galería interior son francesas, pero también hay algunas coloniales e inglesas. Los siete dormitorios, por ejemplo, los armamos con catres de bronce que mandamos restaurar, armarios y cómodas antiguas, a la usanza de la época. Todo es bien campestre, sencillo, pero muy elegante", sostiene Soledad, la mujer de Mario.
La siguiente tarea –cuentan– será recuperar definitivamente el parque, partiendo por incorporar un sistema de riego, pero ahora que el agua escasea ésta no es prioridad. Con un marcado carácter francés, este sector de la propiedad –definido por parterres de diseño curvo hechos con boj, y compuesto principalmente por variedades de palmeras, brachichitos y encinas– ha aprendido a convivir armónicamente con los viñedos que rodean el castillo y que, sin duda, simbolizan una nueva etapa de la hacienda Panamá, donde en la actualidad sólo se producen uvas para vino tinto.

Jimena Silva Cubillos.


SIEMPRE CRECIENDO

Una decoración alegre y luminosa, de carácter más bien tradicional, es la que distingue a esta casa ubicada en Placilla, junto a un campo dedicado al cultivo de manzanas, uvas de mesa y maíz. Sus cálidos ambientes interiores y los innumerables rincones que tiene su jardín son fiel reflejo del apego que sienten sus dueños por este lugar.

Texto, Jimena Silva Cubillos Producción, Paula Fernández T. Fotografías, Sebastián Sepúlveda Vidal

Aunque proviene de una familia de agricultores que siempre tuvo tierra en Melipilla, la diseñadora Isabel Brinkmann jamás pensó que terminaría viviendo en el campo, pues se sentía la más urbana de los suyos. Sin embargo se casó con un agricultor y ya lleva 26 años radicada en Placilla, casi 10 km al sur de San Fernando. Allí, desafiando la incredulidad de sus amigas santiaguinas, logró establecerse feliz, crió a sus cinco hijos en contacto con la naturaleza y encontró en el paisajismo su verdadera vocación.
- Era algo que siempre me había gustado. Lo heredé de mi mamá y de mi suegra, dos aficionadas al tema que me entregaron los primeros conocimientos, antes de hacer el curso de Paisajismo en el Club de Jardines de Chile. En este lugar he pulido la parte técnica, haciendo muchas pruebas y observando con dedicación los cambios que experimentan las plantas en cada época del año.
Apenas se pusieron de novios con Guillermo Berguecio comenzaron a construir esta casa, entonces inserta en medio de un huerto de ciruelas. "Era súper chica, muy amorosa. Todo fue bien de a poco, pero cuando comenzaron a llegar los niños tuvimos que ir agrandándola en función de las nuevas necesidades. Esta es una casa muy orgánica, con un diseño espontáneo", cuenta Isabel, quien anuncia que en cuanto puedan construirán un departamento independiente para que los cuatro hijos mayores que hoy estudian en Santiago se sientan más cómodos cuando los visiten los fines de semana.
Según dice, lo mismo pasó con el jardín, que aunque lo hizo en distintas etapas se ve bastante homogéneo porque tiene un carácter común. "Es muy de campo, romántico, florido, con un interés especial en cada temporada. Aquí planteé un diseño suelto, de gran colorido, con mucho énfasis en los lugares de vida. Con varias instancias, como el comedor de verano bajo el crespón o el rincón de la hamaca, ideal para la siesta, todo pensado para gozar plenamente el contacto con la naturaleza".
El sector contiguo a la casa, donde domina un tulipero de unos diez metros, es la parte más antigua. Un caqui y un bosquete de robles americanos, plantados hace quince años, flanquean la piscina. La zona más nueva, que consiste en un festivo recorrido de flores, la habilitó hace menos de tres años buscando vincular el acceso a la propiedad con la rosaleda y la huerta. "Memo dice que tengo afanes expansionistas porque con huincha en mano le he peleado cada metro cuadrado del campo. De a poco logré completar los 5.000 m2 del jardín", cuenta con humor Isabel.
Tanto en los dormitorios como en las áreas de estar se aprecia su interés por crear espacios acogedores y acampados. "Siempre he tratado de mantener una decoración alegre y luminosa. No me interesa vivir en ambientes modernos, porque no tienen nada que ver con este lugar. Me encanta que mi casa se vea bien campestre y que sea cálida, porque invita a descansar y a compartir en familia".
Las telas de texturas un tanto rústicas, o floreadas, así como los cojines bordados y las mullidas alfombras que ella misma realiza, están en cada uno de los espacios. Si bien ha intervenido algunos muebles para renovarlos, reconoce que es de gustos más clásicos y que le cuesta deshacerse de las cosas porque la mayoría son herencias familiares o regalos que recibieron de sus amigos cuando se casaron. Por ejemplo, la lámpara de lágrimas del comedor y el piano que está en el living, donde todos sus hijos tuvieron clases, pertenecieron a su abuela. Igual que la banca de piedra, que puso junto a un Magnolio soulangeana, y que estaba en la casa de soltera de su mamá.
- Aunque casi todos nuestros hijos están viviendo en Santiago no pensamos achicarnos porque sentimos mucho cariño por este lugar. Ellos siempre dicen que pase lo que pase esta casa no se toca ni se vende- , comenta con evidente orgullo y apego Isabel.
Jimena Silva Cubillos.

EN MARCHIGÜE: UN HOTEL DE CAMPO

A 45 minutos de Santa Cruz se encuentra la Residencia Histórica de Marchigüe, un ex convento jesuita de principios del siglo XVIII convertido en un hotel de lujo, ambientado con muebles europeos de época y seleccionadas piezas de diseño contemporáneo. Se trata de un lugar donde se respira historia, aire de campo y una buena cuota de refinamiento.

Texto, Beatriz Montero Ward Producción, Vanessa Mac–Auliffe L. Fotografías, José Luis Rissetti

Desde sus orígenes, la historia de la comuna de Marchigüe, en el valle de Colchagua, estuvo ligada a la Iglesia Católica. Es así que hacia mediados del siglo XVIII, el suroeste del estero Cadena –que divide la zona en dos–, lo conformaba la Hacienda El Reto, propiedad de la Diócesis de Cáhuil, y el norte, la Hacienda San José, en manos de la Compañía de Jesús.
Ésta última había sido legada a los jesuitas en 1750 por Manuel de Zelada, para la mantención de un colegio de la orden en San Fernando. De esa época data su enorme casona patronal, levantada entera en gruesos adobes y techos de teja chilena, que hasta la expulsión de los religiosos, en 1767, sirvió como convento. Después de esa fecha las tierras fueron rematadas por disposición del Gobernador Agustín de Jáuregui y de ahí en adelante, vendidas y subdivididas en fundos, que con el correr de los años han sido propiedad de distintas familias.





En 2003 el empresario italiano Silvio Castelli, fascinado con la tranquilidad y belleza de la zona, decidió comprar la construcción colonial, que había estado abandonada por más de dos décadas, con sus siete hectáreas de parque y alrededor de cincuenta de uso agrícola. De inmediato, con su mujer Vivien Jones, cónsul honorario de Chile en Turín, se abocó a la titánica tarea de restaurarla y acondicionarla como un agradable lugar donde vivir.
- Tenía alguna experiencia en remodelar casas antiguas en la ciudad de Lucca y en la región de Liguria, pero nunca me había encontrado con el sistema constructivo del adobe, lo que resultó una experiencia muy interesante- , explica Castelli. Con la ayuda del arquitecto italiano Sergio Borgonovo y del chileno Marcelo Montenegro realizó los planos de planta y con maestros especializados recuperó muros, rehizo por completo los techos y despejó y ordenó el parque con viejos eucaliptos, palmas y añosas especies.
Ya con más conocimientos sobre el valle de Colchagua y su potencial turístico, y varias amistades en la zona, Silvio y Vivien se preguntaron por qué no convertir la casona colonial en un pequeño hotel de lujo, de tipo familiar, ambientado a su gusto. Así surge Residencial Histórica de Marchigüe y los mil doscientos metros cuadrados originales de construcción se convirtieron en cuatro mil cuatrocientos, que siguen la estructura colonial de patios y mantienen la misma materialidad utilizada en 1700, pero con todo el confort que da la modernidad.
Todos los muros de las habitaciones y lugares de uso común fueron pintados por el artista de origen ruso Artiom Mamlai y las pátinas de algunos marcos de vanos interiores, realizadas por Silvio Alegretti. Este interesante trabajo generó una atmósfera propicia para una singular propuesta de decoración, ejecutada por Vivien, en la que se mezclan piezas clásicas europeas con otras rústicas o de alto diseño.
La mayoría de los muebles con que se ambientaron los recintos, como living y comedor, era de la casa de Silvio en la Toscana y los diversos artículos de corte contemporáneo, muchos de ellos creaciones de Philippe Starck, de la firma Kartell.
La biblioteca, por su parte, fue traída por Castelli. Se trata de un notable conjunto de estanterías, mesas y lámpara, hecho en madera por Mario Ceroli, importante artista conceptual italiano. Un mobiliario que contrasta bien con el sofá inglés y con un par de sillas campesinas.
Los dormitorios son todos distintos. En ellos la calidez está dada a través del suave colorido de las telas con que se tapizaron los respaldos de cama y butacas. "La idea fue armar espacios armónicos, con lo justo y lo necesario, pero siempre con algún detalle que marque la diferencia", explica Castelli. Ellos, en general, están dados por alguna pieza de mobiliario antigua, por un arreglo de flores o por la presencia de una buena chimenea.
Pero Residencial Histórica de Marchigüe (info@residenciahistorica.com) ofrece a sus huéspedes algo más que alojar en una casona colonial, puesta con refinamiento y buen gusto. Porque este lugar cuenta con un hermoso parque para hacer caminatas, caballos para cabalgatas y una sala de juegos bien implementada. Además, tiene una pequeña tienda en la que se pueden encontrar vinos y artesanías finas de la zona.
En materia gastronómica, este lugar cuenta con un enorme patio de naranjos donde se pueden hacer asados, además de una carta con interesantes propuestas de comida italiana, peruana y, por supuesto, chilena.

Beatriz Montero Ward.


EN COMUNIÓN CON LAS RAÍCES

Inspirándose en la cultura mapuche, y con un claro respeto por las tradiciones y el paisaje local, el empresario Carlos Cardoen levantó esta ruca para nutrir el novedoso proyecto turístico y cultural que hace años está implementado en la viña Santa Cruz. Ésta es la primera de las construcciones que darán vida a una aldea hotelera.

Texto, Jimena Silva Cubillos. Producción, Paula Fernández Y.

Fotografías Sebastián Sepúlveda Vidal

El año 2003 Carlos Cardoen edificó una bodega de vinos de estilo colonial, en la ladera de uno de los cerros de esta propiedad de mil hectáreas, situada en Lolol. Tiempo después construyó el Centro Gastronómico Lolol, canalizando su interés por rescatar las tradiciones culinarias del valle de Colchagua, y hace un par de años puso en marcha un teleférico que une la bodega con una aldea indígena que agrupa reproducciones de casas de tres etnias chilenas: la mapuche, la aimara y la rapa nui. Con el Observatorio Astronómico Cerro Chamán, compuesto por cinco telescopios, el empresario remató ese sector.
Pero Cardoen no deja de sorprender, y ahora, en la colina más alta del extenso fundo El Peral y cobijada por abundante vegetación nativa –quillayes, peumos, maitenes, y pataguas– levantó esta ruca de inspiración mapuche, ideada como hospedaje, para complementar la nutrida propuesta de esta viña. "Seguimos avanzando en el objetivo de generar nuevas atracciones basadas en un turismo absolutamente temático relacionado con nuestra cultura y raíces", sostiene el empresario.
La nueva construcción, hecha con la asesoría del arquitecto Cristián Meneses, cuenta con tres dormitorios en suite y una terraza, y corresponde al prototipo de ruca que replicarán hasta completar una aldea con cuarenta piezas, asociada a un spa inserto en la naturaleza, todo planteado como un gran anfiteatro con privilegiadas vistas a las 220 há de viñedos.
Según explica el empresario, "no sólo vamos a ofrecer lo que normalmente se entrega en un spa, como las terapias y tratamientos; también queremos que nuestros visitantes tengan la oportunidad de contactarse con un medio ambiente muy rico y dinámico, y convivr con una amplia gama de aves chilenas, zorros salvajes, y vegetación de más de doscientos años. Hemos modificado lo menos posible el hábitat de estas especies, preocupándonos incluso de reforestar con árboles autóctonos como quillayes, peumos, maitenes y palmas chilenas".
Pensado en los sismos, para levantar la ruca se optó por una estructura de hormigón armado, pero se revistió íntegramente con piedras, maderas rústicas, barro y totora, materiales que se mimetizan con el paisaje. A la hora de decorarla, Carlos Cardoen y su mujer, Pilar Jorquera, privilegiaron los elementos de origen natural. La mayoría de los muebles de madera los mandaron a hacer a una mueblería de la zona, otros los trajeron de Cusco, y en Chimbarongo compraron las butacas de mimbre. La lana de las pieseras mapuches y de las alfombras atacameñas, además de los cueros y las pieles de cabrito de angora que se usaron para forrar los respaldos de las camas acentúan la calidez de los ambientes.
Con el propósito de generar espacios muy acogedores y cómodos, compatibles con las exigencias del turismo actual, pusieron especial atención a los detalles, equipando la ruca con una tina para hidromasajes, televisores de pantalla plana, calefacción por losa radiante y piedra pizarra en los pisos.
Jimena Silva Cubillos.

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lunes, 21 de abril de 2008

Valle de los Artistas. Hernán Puelma Urzúa, escultor

REVISTA QUE PASA
Edición sábado 13 de noviembre de 2004

LA TIERRA DEL ARTE


Como una tierra prometida, el Valle de los Artistas, que se inaugura el 4 de diciembre, ha logrado reunir a artistas visuales de los más diversos estilos y generaciones. Se trata de una iniciativa de la Fundación Santa Cruz-Yaconi que, a cambio de obras, ya ha regalado parcelas a 92 pintores, escultores y otros artistas. Y sumará pronto a otros 57 más. Pero el Valle es mucho más que pura tierra.
Por: Magdalena Aninat
Foto: Susan Lasen

Entre los espacios comunes, el Valle cuenta con un Parque de Esculturas donde todos pueden hacer su aporte.

A 17 kilómetros de Lolol, en la VI Región, un cartel dice escuetamente: "al Valle". Los que saben de qué se trata, doblan a la izquierda por un camino de tierra que se interna en esta zona vitivinícola. Los que no, siguen de largo, sin enterarse que 14 kilómetros más adentro está el pueblito de Ranguil, donde un vigía de fierro que mira al cielo anuncia que el Valle de los Artistas está tomando forma. Se trata de una enorme escultura de Hernán Puelma que marca el camino final de entrada a esta urbanización donde sólo artistas o gente relacionada con el arte son propietarios de alguna de las 150 parcelas entre los cerros de eucaliptos.

Que el primer indicio artístico de la zona sea obra de este escultor de pelo largo y figura espigada no tiene nada de extraño. Puelma no solo ideó el proyecto, sino que ha sido el motor para lograr que "esta locura" -como él mismo la califica-, se haga realidad. En 1999, compró 190 hectáreas en la zona como una inversión forestal para la Fundación Santa Cruz-Yaconi. Conocía el lugar, pues heredó de su abuela una casona donde hoy vive rodeado de autos antiguos. También conocía a los empresarios Manuel Santa Cruz y Hugo Yaconi: llevaba 20 años trabajando para ellos, primero reuniendo la colección que hizo surgir el Museo Precolombino de la Plaza Mulato Gil en los 80, y luego la de arte contemporáneo chileno que permitió abrir el Museo de Artes Visuales (MAVI) el 2000.

Pero Puelma es hombre de energía. Y en vista de que la inversión forestal había demostrado no ser tan rentable como se esperaba y de que las 650 obras que componían la colección del MAVI no alcanzaban a representar todo el arte chileno posterior a los años 60, se atrevió a embarcar a los empresarios en un último gran proyecto. Comiendo en la casa de Manuel Santa Cruz, le propuso, no sin nerviosismo, su idea más ambiciosa: intercambiar con los artistas obras por parcelas y completar así la colección del recién inaugurado museo. "Manuel se quedó callado un rato y yo pensé, ahora sí que me echa de su casa. Pero dijo, 'creo que es lo más inteligente que te he escuchado en mucho tiempo", recuerda.

Cuatro años han pasado de eso y en un jeep rojo de los años 70 Puelma nos lleva a ver cómo logró entusiasmar a los empresarios para que invirtieran unos $ 500 millones entre el terreno y la urbanización completa. Y también cómo convocó a artistas de las más variadas generaciones y estilos para que instalaran allí su taller o su casa. La lista es sorprendente. Hay artistas poco entusiastas con los eventos comunitarios como Rodolfo Opazo, otros ya mayores como José Balmes, artistas conceptuales como Gonzalo Díaz y Arturo Duclós, pintoras como Carmen Aldunate o Teresa Larraín y jóvenes como Andrés Vio y Pablo Rivera. "Hicimos un listado lo más amplio posible, incluyendo a los que estaban en la colección y los que faltaban. La respuesta fue increíblemente favorable. Solo el grupo de Samy Benmayor, Matías Pinto D'Aguiar, Pablo Domínguez y Bororo se autoexcluyó", cuenta Puelma.

En octubre de 2001 se los invitó a una verdadera "toma de terrenos". Los convocados se juntaron durante tres días en el lugar. Después de un buen almuerzo, mapa en mano, cada uno salió a elegir su parcela.

Vuelta al trueque

Junto a la entrada, un personaje con aspecto de conquistador y sable desenvainado, también obra de Puelma, da la bienvenida a los visitantes. Se llama, elocuentemente, El Libertador del Valle. A su derecha, se levanta un galpón para hacer esculturas. En su muro exterior se termina de montar la obra más peculiar que se ha recibido a cambio de una parcela. Se trata de una parte de la escenografía que Gonzalo Cienfuegos diseñó para la ópera Orfeo y Eurídice (montada el 2002 en el Teatro Municipal). Es una de las pocas obras recibidas que se instalará en forma definitiva en el Valle, en vez de quedar en el MAVI.

Como en el caso de Cienfuegos, lo singular del Valle es que ningún artista ha pagado por su parcela. Al menos, no con dinero. Aquí se ha vuelto al trueque. Cada parcela, de unos 5.000 metros, se ha valorado en $ 5,6 millones. Y cada artista ha debido dar el equivalente en una o más obras de arte.

Puelma, junto con Milan Ivelic, director del Museo de Bellas Artes, y María Eugenia Sahli, coordinadora del proyecto, ha visitado los talleres de cada artista eligiendo obras y tasándolas "de mutuo acuerdo a precio de taller, no de galería". Solo en la primera etapa, que se inaugura el 4 de diciembre, se han recolectado más de 270 obras a cambio de 92 parcelas. Como explica María Eugenia Sahli, "ahora, con el inicio de la segunda etapa, donde participan 57 artistas más, se espera llegar a 500 obras en total, casi el doble de la colección original del MAVI". Según Puelma, si se valoran las obras en dinero, se llegaría a los mismos 500 millones de pesos invertidos por la Fundación.

"Yo di una buena obra, una serie de cuatro pinturas titulada Patio de Fondo, porque creo que la idea de retribuir el arte con tierra es muy buena. Pero saber que además va a quedar en un museo, que es el mejor lugar para dejar una obra, es lo más bonito del proyecto", afirma Natalia Babarovic, una de las artistas más jóvenes de los que se han construido casa. Va cada vez que puede, atraída por el encanto del lugar: "Yo pinto paisajes y siempre he creído que la Cordillera de la Costa es de los más raros de Chile".

Adobe, metal y más

Hasta ahora son 18 las casas terminadas o en proceso de construcción que se ven al recorrer los caminos de tierra entre las parcelas. Hay artistas que han optado por hacerlas con sus propias manos, otros han contratado al constructor Antonio Castagnoli, el primer habitante estable del Valle que, como muchos, hizo la suya en base a materiales de la zona: madera de eucaliptos y adobe. No ha sido el único. "Como estamos en un cerro de tierra, me pareció pertinente tener una casa de adobe", explica Lily Garafulic. "Pese al frío del invierno, cada vez que voy me cuesta volver a Santiago".

Como la escultora, la mayoría de los que ya se han construido ha optado por rescatar la arquitectura de la zona, al punto que se echan de menos más rarezas arquitectónicas. Pero existen excepciones. Gregorio Berchenko, que fue jefe de escenografía del Teatro Municipal, hizo su casa reciclando la estructura de la ópera Ernani. Más osado aún, Hugo Marín trajo en camión dos containers habilitados hoy como vivienda que brilla en el cerro. "Yo trabajo en adobe, así que me pareció reiterativo vivir además en adobe. Me gustó la idea de esta casa tipo caja fuerte que no se deteriora con el tiempo", cuenta.

Pero no todos son artistas. Se ha permitido que algunos "amigos del arte" -conocidos de los organizadores- compren sus parcelas. Aparte de Manuel Santa Cruz y Hugo Yaconi (que ya tiene su casa), están el Cote Evans, Max Marambio y un par de coleccionistas de arte. Comparten con los artistas un reglamento de copropiedad, que si bien da total libertad para las construcciones, prohíbe actividades que molesten a los vecinos. No restringe las fiestas ni los hornos para fundir esculturas, sino actividades como tener animales (cerdos, por ejemplo) que den mal olor.

Dentro de lo permitido está bañarse en el tranque cuyas aguas, según cuenta Puelma metiendo sus manos al barro, fueron analizadas por la Universidad Católica donde descubrieron sus propiedades curativas. También se pueden hacer tocatas de jazz en la Casa de los Artistas, uno de los espacios comunes del proyecto. Allí hay incluso un par de habitaciones para los que aún no tienen casa propia. Por supuesto que se puede donar una escultura para el parque que ya empieza a poblarse de obras, o, por qué no, hacerse una tumba escultórica en la parcela propia que sirva para enterrar las cenizas.

En fin, se pueden inventar mil proyectos, como los que tiene Puelma en la cabeza. Plantar olivos en una de las áreas verdes de la urbanización para producir un aceite de oliva del Valle; tener una pequeña viña; celebrar el "mes del Valle" -con actividades deportivas, musicales y, por supuesto, artísticas- y montar unos hornos de cerámica y unas prensas de grabado.

A partir del 4 de diciembre, cuando el Valle ya esté inaugurado y la segunda etapa lanzada, viene el verdadero desafío para este nuevo barrio: convertir esta urbanización en una comunidad creativa. Pese a que muchos artistas son críticos de sus pares, los participantes del Valle se entusiasmaron con el proyecto justamente porque promete ser un lugar de encuentro que no existe en Santiago. Según Hugo Marín, "encontrarse ahora es una casualidad. Entonces, es interesante que exista un centro, aunque sea en el campo, donde se junten los artistas. Y donde ojalá hubiera también ingenieros, científicos y mucha inteligencia reunida".

De momento, en la mayoría de las parcelas solo hay un cartel con el nombre del propietario. Cuando estén todos ahí, "el Valle" que anuncia ese cartel cerca de Lolol será el barrio singular que se prometió hace cuatro años.


Los números

190 hectáreas tiene en total el terreno
149 artistas ya tienen asignada su parcela
Cerca de 500 obras de arte recibirá la Fundación Santa Cruz-Yaconi a cambio de las parcelas.
A 31 kilómetros de Lolol está el Valle de los Artistas
$ 500 millones invirtió la Fundación Santa Cruz-Yaconi en el terreno y la urbanización.
5 mil metros cuadrados tiene cada parcela.
En $ 5.6 millones está evaluada cada parcela


Gonzalo Cienfuegos hizo el trueque más particular: parte de la escenografía que diseñó para la ópera Orfeo y Eurídice quedará en el Valle.
Gregorio Berchenko hizo su vivienda reciclando la estructura de una escenografía.
Lily Garafulic es una de las entusiastas propietarias del Valle. Su casa la hizo en adobe.
La casa más moderna es de Hugo Marín; dos containers que llevó desde Santiago.

La casa de Mónica Vergara es un ejemplo de autoconstrucción.
En su colorida casa, Marcelo Larraín ha instalado también un taller de muebles.

Una de las primeras casas fue la de Antonio Castagnoli, único habitante estable del Valle.
La segunda etapa del Valle se lanza en diciembre. Los caminos ya están casi listos.
El libertador del Valle da la bienvenida a la tierra de los artistas.
Hernán Puelma -en la foto junto a una de sus esculturas- ha sido el motor del Valle.


HERNÁN PUELMA URZÚA, escultor

Biografía
Nació en Santiago el 16 de Febrero de 1944.
Artista autodidacta, realizó estudios de mecánica industrial y fundición. Hacia el año 1968 comenzó a dedicarse a la escultura luego de incursionar en el cine documental y la poesía. Se dio a conocer a principios de la década del setenta con obras que representaban parejas humanas. Viajó a Europa donde tuvo la oportunidad de contactarse con el medio artístico internacional. Ingresó al Instituto Superior Saint Luk en Bruselas, Bélgica. En Chile estudió y practicó la fundición de metales con Teresa Vicuña y Gaspar Galaz.
Luego de ganar una Beca de la Corporación de Amigos del Arte, realizó estudios de técnicas industriales aplicadas a la escultura en los Estados Unidos. La experiencia le sirvió para indagar acerca de los volúmenes básicos de la figura humana y para desarrollar técnicas mixtas y procesos electrónicos asociados a la producción industrial, que permiten potenciar el uso de los materiales escultóricos, entre ellos el acero, aluminio, cobre, bronce y plásticos.
Entre las importantes obras monumentales ejecutadas por Puelma, se encuentra el Cristo que preside la entrada del Campus San Joaquín de la Pontificia Universidad Católica en Santiago, realizado en 1982.
Entre los años 1981 y 2001 el artista fue director del Museo Arqueológico de Santiago del cuál fue también fundador y del Centro Plaza Mulato Gil de Castro. Cumplió una destacada labor en la formación y dirección del Museo de Artes Visuales de Santiago. En los primeros años del MAVI organizó una exposición itinerante de la colección contando con el apoyo del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, que permitió mostrar el arte contemporáneo nacional en Argentina, Suiza, Polonia, Alemania, Francia, Holanda, Suecia, Noruega, Finlandia, Rusia, Japón, Nueva Zelandia, Perú y finalmente en Chile. En el año 2000, junto a los empresarios Manuel Santa Cruz y Hugo Yaconi creó el proyecto Valle de los Artistas en la comuna de Lolol, VI región, formando luego parte de la directiva. Fue socio fundador de la Sociedad de Escultores de Chile SOECH que presidió por los periodos 1999, 2002 y 2005.
ESTRATEGIA VISUAL
Las distintas etapas de su obra muestran cambios tanto en las técnicas y materiales como en su figuración dando cuenta de su carácter inquieto y creativo. En ocasiones, las esculturas han dado paso a instalaciones, en otras, han dado pie a series escultóricas como la de los espías en la década de los ochenta. Realizadas luego de un viaje a Berlín Oriental, estas llegaron a convertirse en símbolos de la época en la que fueron creadas. Personajes caricaturescos y a tamaño natural, vestidos de eclesiásticos, políticos en campaña y militares se equilibran en escaleras, bicicletas, balancines y muros a modo de miradores. Hechos en madera, fibra de vidrio y recubiertas con cobre, ofrecen una irónica reflexión sobre las anisas de poder en las altas esferas de los gobiernos en turno.
Su pasión por la antropología se vio reflejada en la realización de diversos videos de tipo documental relacionados con el arte y la historia de Chile. Entre ellos Arica Prehispánica, Arte Precolombino en Chile, Geografía Física de Chile, Historia de la Vida Autóctona, Razas y Costumbres y un trabajo realizado en 1983, sobre artistas chilenos residentes en Nueva York, Jorge Tacla, Catalina Parra, Alfredo Jaar, Ismael Frigerio y Juan Downey.
En 1997 presentó la serie escultórica Chamanes de Lolol, dando un giro creativo a su obra, ésta se basó en el ancestro americano y el sincretismo actual de rituales autóctonos de América Latina.

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Premios y Exposiciones
PREMIOS Y DISTINCIONES

1974 Primer Premio Concurso de Escultura Revue Prescrip, París, Francia.
1975 Segundo Premio, Concurso de Escultura Colocadora Nacional de Valores, Museo Nacional de Bellas Artes, Santiago.
1975 Primer Premio de Escultura, Bienal de Arte de Valparaíso, Chile.
1978 Beca B.H.C. para realizar estudios en Estados Unidos y Canadá.
1980 Primer Premio de Escultura, Sexto Concurso Colocadora Nacional de Valores, Museo Nacional de Bellas Artes, Santiago.
1997 Ejecución de obra El Pionero para Ciudad Empresarial, Santiago, Chile

EXPOSICIONES INDIVIDUALES

1972 Galería Point, Santiago
1973 Instituto Cultural Chileno-Francés, Valparaíso.
1973 L’Ecuyer Gallery, Bruselas, Bélgica.
1973 Collette-Bovy Gallery, Liege, Bélgica.
1974 Galería C.A.L., Santiago.
1975 L’Ange Aigu Gallery, Bruselas, Bélgica.
1975 Siglo XX, Galería de la Asociación Bernardo O’Higgins, Santiago.
1976 Galleria "Il Grifo", Roma, Italia.
1977 Tanit International Center, Bruselas.
1979 Galería de la PBS, Texas, Estados Unidos
1980 The Sculpture of Hernán Puelma, Galería 13, Dallas, Estados Unidos.
1985 Exposición Micro-film del contraespionaje internacional, Galería Arte Actual, Santiago.
1986 Grand Gallery, Washington D.C., Estados Unidos.
1987 Galería Arte Actual, Santiago, Chile.
1989 Galería Arte Actual, Santiago, Chile.
1989 Esculturas, Ogawa Museum, Tokio, Japón.
1989 Galería Kaibundo, Kobe, Japón.
1990 Galería Maronie, Kyoto, Japón.
1990 Asucs Head Office Port Island, Kobe, Japón.
1990 Esculturas, Umeda Modern Museum Art, Osaka, Japón.
1991 Galería Fugetsudu, Kobe, Japón.
1991 Mainchi Broadcasting, Osaka, Japón.
1992 Galería Voutar, Ginebra, Suiza.
1992 Asociación de Escultores de Varsovia, Polonia.
1993 Museo Vryggnens, Bergen, Noruega.
1994 Museo Nacional de Finlandia, Helsinski, Finlandia.
1997 Chamanes de Lolol, Galería Tomás Andreu, Santiago.
2007 Museo Nacional de Bellas Artes, Santiago, Chile

EXPOSICIONES COLECTIVAS

1972 Escultura en Chile, Museo Nacional de Bellas Artes, Santiago.
1972 Casa de la Cultura Gabriela Mistral, Santiago.
1974 Salón Internacional de Arte Contemporáneo, Bruselas, Bélgica.
1975 Borges en la Plástica, Museo de Arte Contemporáneo, Santiago.
1975 Salón de Escultura, Museo Nacional de Bellas Artes, Santiago.
1975 Primer Concurso Colocadora Nacional de Valores, Museo Nacional de Bellas Artes, Santiago.
1975 Segunda Bienal Internacional de Arte, Valparaíso, Chile.
1975 Asociación de Arquitectos, Santiago.
1976 Panorama del Arte Contemporáneo en Chile, Museo de Arte Contemporáneo, Santiago.
1976 Cuatro Escultores, Galería Imagen, Santiago.
1976 Galería L’Ecuyer, Bruselas, Bélgica.
1976 Arte de Hoy, Instituto Cultural de Las Condes, Santiago.
1976 Centro Moscycky, Bruselas, Bélgica.
1977 Galería Marbella, Santo Domingo, Chile.
1977 Teatro Municipal, Santiago, Chile.
1978 Galería Elca London, Montreal, Quebec, Canadá.
1978 Galería Ralph Carr, For Worth, Texas, Estados Unidos..
1978 Galería Van Kleek Hill, Ontario.
1978 Galería Dominion Corinth, Ottawa.
1978 Galería Florence, Dallas, Texas, Estados Unidos.
1978 Galería Little Studio, Por Washington, N.Y., Estados Unidos.
1979 Galería de Arte Trinity, Competencia Anual, Texas.
1979 Lewndeli Annix University of Houston, Texas, Estados Unidos.
1979 Artistas Jóvenes, Instituto Cultural de Las Condes, Santiago.
1979 IV Bienal Internacional de Arte, Valparaíso, Chile.
1979 Quinto Salón, Museo Nacional de Bellas Artes, Santiago.
1980 23 Escultores Chilenos, Museo Nacional de Bellas Artes, Santiago.
1980 Sexto Concurso Colocadora Nacional de Valores, Santiago.
1980 La Escultura en el Espacio Urbano, Boulevard Drugstore de Providencia, Santiago.
1980 Encuentro de Arte Joven, Instituto Cultural de Las Condes, Santiago.
1980 Primer Encuentro Arte - Industria, Museo Nacional de Bellas Artes, Santiago.
1981 Segundo Encuentro Arte-Industria, Museo Nacional de Bellas Artes, Santiago.
1983 Plaza Mulato Gil de Castro, Santiago, Chile.
1984 El Arte y la Supervivencia del Planeta, Museo Nacional de Historia Natural, Santiago.
1985 Primera Feria de Obras de Arte, Plaza Mulato Gil, Santiago.
1987 Hernán Puelma y Benito Rojo, Grand Gallery, Washington, Estados Unidos.
1987 Los Escultores presentan a los Escultores, Galería Plástica 3, Santiago.
1987 Hernán Puelma y Benito Rojo. Galería Arte Actual, Santiago.
1987 Chile: Nuevas Generaciones, Galería Arte Actual en Museo Sivori, Buenos Aires, Argentina.
1987 Galería Época, Santiago, Chile.
1988 Galería Época, Santiago, Chile.
1988 Donaciones: Un Decenio 1978 1988, Museo Nacional de Bellas Artes, Santiago, Chile.
1989 Tercer Encuentro Arte-Industria, Museo Nacional de Bellas Artes, Santiago.
1989 Primer Encuentro de Escultores, Galería Plaza Mulato Gil, Santiago.
1989 Hernán Puelma y Benito Rojo, Galería Arte Actual, Santiago. Itineró a Japón al Museo Ogawa, Tokyo en 1989; en el Museo Umeda, Osaka en 1990; en la Galería de los almacenes Mitsukoshi, Yokohama en 1990 y en la Galería Voutat, Ginebra, Suiza en 1992.
1990 Estación Mapocho, Santiago, Chile.
1990 Museo Abierto, Museo Nacional de Bellas Artes, Santiago, Chile.
1990 Concurso Banco de Santiago, Museo Nacional de Bellas Artes, Santiago, Chile.
1990 Cuarto Encuentro Arte Industria, Museo Nacional de Bellas Artes, Santiago, Chile.
1991 Maidomo, Osaka, Japón.
1992 Banco de la Plaza, Museo Nacional de Bellas Artes, Santiago, Chile.
1992 La Escultura y el Color, Galería Plástica Nueva, Santiago, Chile.
1992 XV Artistas Chilenos en Japón, Museo de Hara Gumma, Tokio, Japón.
1992 Trienal Internacional de Escultura, Osaka, Japón.
1993 Museo Prefectura, Osaka, Japón.
1993 Casa Cultura Rancagua, Museo Regional de Rancagua, Chile.
1993 Instituto Cultural Holanda.
1993 Port of Osaka, Japón.
1993 Universidad de La Serena, Chile.
1993 Apertuda Sala Plástica Nueva, Vitacura, Santiago, Chile.
1993 V Encuentro Arte-Industria, Instituto Cultural de Las Condes, Santiago.
1993 Hernán Puelma y Benito Rojo, Galería Arte Actual, Santiago.
1993 Hernán Puelma y Benito Rojo, Bryggen Museum, Bergen, Noruega.
1994 Palacio Cristal, Chile Artes Visuales Hoy, Buenos Aires, Argentina.
1995 Fundación Patiño, Ginebra, Suiza.
1995 Arafi, Miami, Estados Unidos.
1995 Museo Nacional, Oslo, Noruega.
1995 Museo de Arte Contemporáneo D. Pierides, Atenas, Grecia.
1995 Folkets Huus Norra Latin, Estocolmo, Suecia.
1995 Uppsalnd Vasby, Suecia, Pulchri Studio, la Haya, Holanda.
1995 Centro Cultural Mexicano, Washington, Estados Unidos.
1995 Mainichi Gallery, Osaka, Japón.
1995 Embajada de Estados Unidos en Santiago, Chile.
1995 Eterna Helade, Museo Casas de Lo Matta, Santiago.
1995 Esculturas 1995, Galería Artespacio, Santiago, Chile.
1996 Cincuenta Años de Escultura Chilena, Estación Mapocho, Santiago.
1998 Nosotros, Primer Encuentro Boliviano Chileno de Escultura, itinerante: La Paz, Cochabamba y Santa Cruz, en Bolivia, y Arica, Santiago y Puerto Montt, en Chile.
1998 Arte y Sicopatología, Galería Tomás Andreu, Santiago, Chile.
1998 Desde El Sur, Galería Kouros, Nueva York, Estados Unidos.
1998 El Bronce en la Escultura Chilena, Sala de Artes CTC, Santiago.
1999 El Vino es de los Artistas, Galería de arte Isabel Aninat, Santiago.
2000 Vestir en el Arte, Galería de Arte Palma Valdés, Santiago, Chile.
2001 Cruz del Sur Cuatro Escultores, Edificio Grupo Angelini, El Golf, Santiago.
2002 El Acero en la Escultura Chilena, Sala de Arte Fundación Telefónica, Santiago.
2002 Esculturas en la Plaza de Armas, Santiago.
2002 Tres en Línea, Galería de Arte Cecilia Palma, Santiago, Chile.
2003 Esculturas, Artespacio, Santiago, Chile.
2003 Palacio de La Moneda, Santiago, Chile.
2004 Simposio Escultura en el Valle de los Artistas, Lolol, Chile.
2005 Sal-Arte, Iquique, Chile.
2005 Sal-Arte, Galería Isabel Aninat, Santiago, Chile.
2005 Galería Hotel Plaza Santa Cruz, Chile.
2005 Residencia en el Valle, MAVI, Santiago, Chile.
2006 Fiesta de la Vendimia Viu Manet, Santa Cruz, Chile.
2007 Fiesta de la Vendimia Viu Manet, Santa Cruz, Chile.

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Obras
OBRAS EN COLECCIÓN DEL MUSEO NACIONAL DE BELLAS ARTES
El Vigilante, 1987, técnica mixta, cerámica recubierta de madera y cobre, 100 cm de alto.

ALGUNAS OBRAS EN OTRAS COLECCIONES PÚBLICAS

COLECCIÓN SEDE DEL MERCADO COMÚN EUROPEO, BRUSELAS, BÉLGICA
Maternidad, 1970, aluminio, 20 cm. de alto
La Pareja, 1973,escultura.

MUSEO CHILENO DE ARTE MODERNO, SANTIAGO.
Homenaje a los heroes anónimos, 1992, bronce fundido, 45 cm. de alto
Espías, 1985, foto emulsión sobre tela, 105 x 83 cm.
Ingrávido, 1990.

CIUDAD EMPRESARIAL, SANTIAGO.
El Pionero, 1997, estructura en cable de acero, 700 cm alto.

ILUSTRE MUNICIPALIDAD DE RENCA, SANTIAGO.
Banco de Plaza para Héroes Anónimos, fierro y bronce.

EMPRESA DE PRODUCTOS DE ACERO SOCIEDAD ANÓNIMA PRODINSA, SANTIAGO.
El Vigía del Sur, 1993, escultura acero forrada cables de acero, 550 cm de alto.
Hombre Tierra, 1980, escultura forrada en cables de acero, 300 cm de alto.

PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DE CHILE, CAMPUS SAN JOAQUÍN
Cristo, 1982, bronce forjado, 500 cm. de alto.

HOTEL GALERÍAS, SANTIAGO, CHILE,
Mural

PLAZA DE RANGUIL, VI REGIÓN, CHILE

CORREOS DE CHILE, RUTA 5 NORTE, SANTIAGO, CHILE

PLAZA DEL INGLÉS, COQUIMBO, CHILE
Homenaje al Inmigrante Inglés I,
Homenaje al Inmigrante Inglés II

PLAZA DE LOS NIÑOS, RANCAGUA, CHILE
El Cohete

PLAZA DE CALBUCO, CHILE
Homenaje al Hombre de Mar

PUDAHUEL, CHILE
El Vigía Aéreo
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Bibliografía
ABBEL, MARÍA CAROLINA/BINDIS, RICARDO/SOLANICH, ENRIQUE. 50 Años de Escultura Contemporánea Chilena. Creadora y Curadora, Silvia Westerman. Santiago: Centro Cultural Estación Mapocho, 1996.
COLOCADORA NACIONAL DE VALORES BANCO DE FOMENTO. Séptimo Concurso: Pintura–Gráfica–Escultura. Obras Premiadas en Concursos Anteriores. Santiago: Museo Nacional de Bellas Artes, 1981.
ANTONIO LARREA, Fotografía y Diseño Gráfico de la obra de Hernán Puelma.
BIENAL INTERNACIONAL DE ARTE VALPARAÍSO. IV Bienal Internacional de Arte de Valparaíso. Valparaíso: Museo Municipal de Bellas Artes de Valparaíso, 1979.
CARVACHO, VICTOR. Historia de la Escultura en Chile. Santiago: Editorial Andrés Bello, 1983.
CENTRO CULTURAL ESTACIÓN MAPOCHO. 50 Años de Escultura Contemporánea Chilena. Santiago: Silvia Westermann Andrade, 1996.

COMPAÑÍA DE TELECOMUNICACIONES DE CHILE S.A.–CTC. El Bronce en la Escultura de Chile. Santiago, 1998.
CORPORACIÓN DE AMIGOS DEL MUSEO NACIONAL DE BELLAS ARTES. Memoria 1993-1998. Santiago.

GALERIA ARTE ACTUAL. Hernán Puelma, Micro-Film del Contra-Espionaje Internacional. Santiago, 1985.
GALERÍA ARTE ACTUAL. Memoria 1984–1985, Santiago, 1985.
GALERÍA ARTESPACIO. Esculturas 1995. Textos de María Elena Comandari y Rosita Lira y de M. Carolina Abell Soffia. Santiago de Chile, 1995.
GALERÍA DE ARTE ISABEL ANINAT. El Vino es de los Artistas. Santiago, Noviembre–Diciembre 1999.
GALERÍA KOUROS GALLERY. Desde el Sur: Chilean Sculptors in New York. Santiago: ProChile, Ministerio de Relaciones Exteriores, 1998.
GALERÌA TOMÁS ANDREU. Hernàn Puelma: Chamanes de Lolol. Santiago, 1997.
INSTITUTO CULTURAL DE LAS CONDES. ARTE INDUSTRIA. Quinto Encuentro-1993. Santiago, 1993.
IVELIC, MILAN. La Escultura Chilena. Serie El Patrimonio Cultural Chileno. Colección Historia del Arte Chileno. Santiago: Ministerio de Educación, 1978.
GIORGIO DI GENOVA. Puelma. Galleria "Il Grifo". Roma, Italia.
HARA MUSEUM OF CONTEMPORARY ART. Chile Today-Contemporary Art from Chile. Texts by Toshio Hara, Eduardo Rodríguez, and Gabriel Barros. Tokyo: Hara Museum of Contemporary Art, 1992.
IVELIC, MILAN Y GALAZ GASPAR. Chile Arte Actual. Valparaíso: Ediciones Universitarias de Valparaíso, Universidad Católica de Valparaíso, 1988.
MELCHERTS, ENRIQUE. Introducción a la Escultura Chilena. Valparaí so: 1982.

MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES DE CHILE/EMBAJADA DE GRECIA EN CHILE. Mes de Grecia 1995 Eterna Helade, Casas de Lo Matta, Santiago. Artistas Chilenos Contemporáneos, Museo de Arte Contemporáneo D. Pierides, Atenas, Grecia, 1995 .

MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES. Primer Encuentro Boliviano-Chileno de Escultura.Exposición Itinerante. La Paz, Cochabamba, Santa Cruz, Iquique. Editorial Antártica, Chile. 1997.

I. MUNICIPALIDAD DE SANTIAGO. Esculturas en la Plaza de Armas. Texto de Joaquín Lavín Infante. Santiago de Chile, Agosto de 2002.

MUNICIPALIDAD DE PROVIDENCIA. Exposición en el Boulevard Drugstore–Providencia: La Escultura en el Espacio Urbano. Santiago, 1980.
MUSEO CHILENO DE ARTE MODERNO. Artes Visuales Hoy. Santiago, 1994.
MUSEO CHILENO DE ARTE MODERNO. Chile Artes Visuales Hoy. Colección. Texto de Milan Ivelic. Buenos Aires: Embajada de Chile, 1994.
MUSEO NACIONAL DE BELLAS ARTES. 10 Escultores para un Banco. Banco Security Decora Santiago. Santiago, 1992.
MUSEO NACIONAL DE BELLAS ARTES. Primer Encuentro Arte-Industria 1980. Santiago: Sociedad de Fomento Fabril, 1980.

MUSEO NACIONAL DE HISTORIA NATURAL. El Arte y la Supervivencia del Planeta. Santiago, 1984.

MUSEO NACIONAL DE BELLAS ARTES. Exposición Donaciones: Un Decenio 1978 1988. Santiago de Chile, 1988.

PUELMA, HERNÁN. Sculptures. Ogawa Museum, Tokio-Umeda Modern Museum Art, Osaka. Textos de Milan Ivelic, Ricardo Bindis y otros. Santiago de Chile: Editorial Cochrane, 1989.
PUELMA, HERNAN. Escultura, Sculpture, Sculture. Santiago, Sin Año.
PUELMA, HERNAN. Escultura. Santiago: Hergar Ediciones, 1995
SALA DE ARTE FUNDACIÓN TELEFÓNICA. El Acero en la Escultura Chilena. Texto de Daniela Rosenfeld G. Santiago, 2002.

http://www.turismoycultura.cl/ver_articulo.php?id=81

Entre las importantes obras monumentales ejecutadas por Puelma, se encuentra el Cristo que preside la entrada del Campus San Joaquín de la Pontificia Universidad Católica en Santiago, realizado en 1982.


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sábado, 19 de abril de 2008

FUNDO RANGUIL, LOLOL, VI REGIÓN

CASAS DE FAMILIA
Texto, Constanza Toledo Soto Fotografías, Gonzalo López V.

EN RANGUIL, REGIÓN DE O'HIGGINS:
Por herencia materna

Más del setenta por ciento de su tiempo el escultor Hernán Puelma lo pasa en su casa de Ranguil. La centenaria construcción está rodeada de añosos árboles, además de cobijar parte de las esculturas, vehículos y ambulancias de su colección.

El escultor Hernán Puelma próximamente celebrará 20 años viviendo en esta casa, que heredó luego de la muerte de su abuelo. Sin embargo, los orígenes de la construcción se remontan a la época de la Corona Española y "la encomienda", institución que, a mediados del siglo XVIII, llevó al ala materna de su familia a establecerse en una desconocida y campestre localidad del valle central.

La mayoría de los muebles pertenecieron a sus antepasados, pero muchos de ellos Hernán se los compró a sus tías cuando se convirtió en el único dueño de la propiedad que hoy tiene más de mil metros cuadrados
construidos.


El campo cuenta con más de 200 hectáreas. La casona está sostenida por pilares de piedra que han ayudado a que pase sin ningún problema varios terremotos.

Cuando el artista se estableció en el fundo de Ranguil hizo algunas modificaciones; levantó techos, cerró algunas galerías y arregló las instalaciones eléctricas, intentando siempre cuidar el espíritu original del lugar.

A 50 kilómetros de Santa Cruz se ubica Ranguil, localidad que el escultor Hernán Puelma conoce desde que era niño. Por esos días veraneaba sagradamente en la casa que sus abuelos maternos habían heredado en la zona y que lo cobijaría años más tarde, cuando su "rechazo a la urbe", como entre risas llama a su huida de Santiago, lo llevó a encantarse con la vida campestre.
- Mi renacimiento personal fue a partir de esta casa, donde me empapé del mundo de los sentidos. Recuerdo a unas viejitas que trabajaban la greda y que me enseñaron ese oficio; comía de esas ollas grandes junto a los trabajadores; hacíamos charqui; se mataban chanchos y se preparaban longanizas. Todo era 'auto producción'- , cuenta el artista sobre sus primeros acercamientos al fundo que quedó en sus manos a partir de 1988.

"En esa época ir a Santiago demoraba cuatro a cinco días, y en el camino tenían que tener caballos de relevo para los coches", cuenta Puelma al ver la foto de su familia en una de las habitaciones.

Sin embargo, mucho antes de esa fecha ya había hecho de este campo su vida, igual como lo hicieron sus ancestros cuando llegaron como encomenderos –mandados por la Corona Española– a este pueblo en 1740. Diez años más tarde construyeron la casa patronal, al tiempo que se dedicaron a las tierras, en especial a la cosecha de trigo. Don Mamerto Urzúa –tatarabuelo de Hernán–, dueño y señor de esta casona, iniciado el nuevo siglo lo repartió entre sus hijos. Una de ellas fue Jovina que tras enviudar tempranamente se hizo cargo del sitio. Sus características de mujer fuerte y hospitalaria la llevaron a convertir la casa en el gran centro social de los Urzúa. Además, "si pasaba alguien a visitarla, ella lo hospedaba el tiempo que fuera necesario", cuenta Hernán, transmitiendo parte de las historias de su bisabuela, que han recorrido varias generaciones de la familia.

En la foto aparece Jorge Urzúa -de profesión abogado- y su mujer, Berta Rencoret. Ellos dejaron la csa en manos de Hernán a partir de 1988.

A su muerte, su hijo Jorge quedó al mando del fundo. 'El loco Urzúa' como era conocido el abuelo de Hernán, fue quien lo recibió cuando a los 14 años logró que lo echaran de todos los colegios posibles para irse al campo. "Mi abuelo decía que yo era un niño inteligente, pero nunca confió en que podría administrar esto", relata Puelma que, a diferencia de cualquier pronóstico, no sólo ha sabido sacar partido a las más de 200 hectáreas con las que cuenta el terreno, sino también logró concretar uno de los mayores anhelos de su "tata": construir varios tranques para guardar agua.
Pero sin duda, la gran "gracia" de Jorge Urzúa fue no dejar testamento. Tras su muerte, los problemas por la tenencia del campo no tardaron en llegar y, según el escultor, se armó "un tremendo despelote" entre los hermanos de su mamá que hasta el día de hoy –al igual que él– no saben cómo ni porqué el sitio terminó siendo ciento por ciento de su propiedad, luego de que a su madre nunca le interesara vivir allá.
Actualmente pasa casi toda la semana en Ranguil; y si de niño disfrutó andando a caballo, recorriendo los cerros o jugando fútbol en las tardes, de grande se ha dedicado a plantar árboles, arreglar techos, botar galpones y gozar a concho cada uno de los rincones del único lugar en el que se siente tranquilo, "donde me duermo sabiendo que al otro día abriré la puerta y tendré toda una maravilla a mi alrededor", concluye.
V/D
Constanza Toledo Soto.
REVISTA DE EL MERCURIO
19 abril 2008

De la Genealogía de la Familia Urzúa.

1915: Neftalí Urzúa Rojas, su esposa Jovina Urzúa Urzúa, y sus 8 hijos varones, Jorge, Alejandro, Alfredo, Nepomuceno, Neftalí, Nibaldo, Manuel y Oscar, en el fundo Ránguil, Lolol, Chile.

Antigua casa de Ranguil


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